Nota DPCP:
El blog "Defensa del PCP", a partir de hoy, pondrá a su disposición el libro "Una Compresión Básica del Partido Comunista de China", separado por capítulos a modo de correción de los posibles errores de tipeo y posteriormente compartiremos el libro completo en un solo archivo PDF.
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Capítulo
XIV
Defender
el Internacionalismo Proletario
Los estatutos del partido
dicen “El partido comunista de China defiende el Internacionalismo proletario y
se opone al chovinismo de gran potencia se une firmemente con los partidos y
organizaciones auténticamente marxistas-leninistas de todo el mundo. Se une con
el proletario los pueblos y naciones oprimidas de todo el mundo y combate junto
con ellos para oponerse al hegemonismo de las dos superpotencias –Los estados
Unidos y la Unión Soviética- para derrocar al imperialismo, el moderno
revisionismo y toda la reacción, y para abolir el sistema de explotación del
hombre por el hombre en todo el mundo de modo que la humanidad sea emancipada”.
Todos los miembros del partido comunista, debe, de conformidad con los
Estatutos del partido, implementar el principio de internacionalismo proletario
en sus actividades prácticas, cumplir con plena conciencia su deber
internacionalista y hacer sus contribuciones a la cauda de la emancipación de
toda la humanidad.
·
El
Internacionalismo Proletario Es un Principio Fundamental del Marxismo-leninismo
Los
grandes maestros del proletariado siempre nos han mandado defender el
internacionalismo proletario. En el manifiesto del partido comunista, Marx y
Engels emitieron este gran llamado: “¡Proletarios de todos los países, uníos!”
durante más de cien años esta consigna de combate ha inspirado las luchas de
combate ha inspirado las luchas del proletariado de todo el mundo y lo ha
guiado por el camino de la emancipación. Cuando se alcanzó la etapa histórica
del imperialismo, Lenin emitió este gran llamado para estas nuevas condiciones
históricas: “¡Obreros de todos los países y naciones oprimidas, uníos!”,
señalando poderosamente que solo cuando el proletariado de todos los países se
une con todas las naciones oprimidas, y solo a través de su apoyo mutuo
triunfara la revolución mundial. En cada periodo histórico a través de los
cuales dirigió la revolución china, el Presidente Mao se hizo cargo de difundir
el espíritu internacionalista en el seno de todo el partido y de todo el
pueblo. En el periodo de la guerra de resistencia contra el Japón, el
Presidente Mao nos Enseñó en su artículo En Memoria de Norman Bethune: “Debemos
unirnos con el proletariado de todos los países capitalistas, con el
proletariado de Japón, Inglaterra, estados Unidos, Alemania, Italia y además
países capitalistas, solo así se podrá derrocar al imperialismo y alcanzar la
liberación de nuestra nación y nuestro pueblo y de las otras naciones y pueblos
del mundo. Este es nuestro internacionalismo, el internacionalismo que oponemos
al nacionalismo y patriotismo estrechos”. (202) El llamó a todos los comunistas
a aprender del camarada bethume, a seguir su ejemplo de defender el espíritu
del internacionalismo proletario. Luego de la liberación de nuestro país, el
Presidente Mao nos enseñó una vez más que: “El pueblo que ha triunfado en su
propia revolución debe ayudar a quienes aún luchan por su liberación. Este es
nuestro deber internacionalista”. (203) Estas instrucciones de nuestro maestro
revolucionario son poderosas armas para realizar la unidad entre el proletario
y pueblo revolucionario de China y de todo el mundo en la lucha contra nuestros
enemigos comunes. (204)
Es la posición de clase
del proletariado la que determina su adhesión al internacionalismo Proletario.
El desarrollo de la industria capitalista y las comunicaciones a gran escala
han convertido al capitalismo mundial en un solo ente. El poder de la burguesía
internacional oprime y explota al proletariado y el pueblo revolucionario de
muchos países. En particular, desde los albores de la época del imperialismo,
las camarillas de capitalistas monopolistas han intensificado su explotación y
opresión del proletariado y al pueblo trabajador de sus colonias y
semicolonias, todo con el propósito de asegurar altas tasas de ganancia para sí
mismos. Este saqueo y explotación ha causado indecibles miserias y penalidades
al proletariado y pueblo trabajador.
Gradualmente, por medio de
su lucha contra la burguesía, los proletarios del mundo se han hecho
conscientes de que han sido sometidos colectivamente a la explotación y
opresión por el capital internacional, y que, si el proletario de un país va a
derrotar a su propia burguesía, necesita el apoyo de los proletarios del mundo,
y debe unirse con ellos. Como ha dicho Engels: “Debido a que los obreros están
en una situación similar en todos los países debido a que sus intereses son
convergentes y tienen los mismos enemigos, deben luchar colectivamente; a la
fraternidad de la burguesía de todos los países deben oponer la fraternidad de
los obreros del mundo” (205).
También es la tarea
histórica del proletariado la que determina su compromiso con el
internacionalismo proletario. La tarea histórica del proletariado es barrer de
la faz de la tierra el sistema explotador del hombre por el hombre, liberar a
toda la humanidad y realizar el comunismo. Para cumplir esta tarea, el
proletariado debe enfrentar enemigos sumamente poderosos y feroces. La
experiencia histórica del movimiento comunista internacional ha demostrado que
cada vez que estalla la revolución proletaria en un país, la burguesía y todas
las calases explotadoras dentro de ese país no solo se oponen desesperadamente,
sino que también se alían con el pleno poder del capitalismo internacional y
tratan de reprimir el movimiento proletario revolucionario en sus países
mediante esta alianza de la burguesía local y extranjera. Así, mientras el
imperialismo, el socialimperialismo y la reacción sobrevivan en varios países
del mundo, no habrá paz, y los países socialistas siempre permanecerán bajo la
amenaza de la agresión y subversión desde el exterior. El presidente Mao nos
enseña: según el punto de vista socialista, la victoria final de un país
socialista no solo requiere de los esfuerzos del proletariado y las amplias
masas populares locales, sino que también involucra la victoria de la
revolución mundial y la abolición del sistema de explotación del hombre por el
hombre en todo el planeta, luego de cual toda la humanidad será emancipada”.
(206). Por lo tanto, solo uniéndose y luchando juntos podrán los obreros de
todo el mundo liberar a toda la humanidad y, finalmente, liberarse a sí mismos.
En la lucha por oponerse
al hegemonismo dual de estados Unidos y la Unión Soviética, defender el
internacionalismo proletario es de gran significación. Lenin ha señalado: “El
imperialismo” es la “etapa superior de desarrollo del capitalismo”, “una
característica esencial del imperialismo es la rivalidad entre varias grandes
Potencias en la lucha por la hegemonía”. (207). Actualmente, las dos
superpotencias, estados Unidos Y la Unión Soviética, dominan sobre todos en
todo el mundo; extendían sustentáculos por todos lados, empeñados en el saqueo
y la expansión. La disputa por la hegemonía entre estados Unidos y la Unión
Soviética de es la razón última del desorden en el mundo. Si bien todos los
días las superpotencias dicen que reducirán sus fuerzas armadas, en los hechos,
están expandiéndolas continuamente. Su objetivo es la dominación del mundo.
Aunque se coluden, también contienden y su colisión le sirve al propósito de
contienda más intensificada. Dondequiera que el pueblo se levante en
revolución, las superpotencias interfieren con el fin de reprimirlo con la
esperanza de apagar las rugientes llamas de la revolución. Uno de los
principales eventos en las relaciones internacionales contemporáneas es el
despertar del fortalecimiento de los países del tercer mundo que se están
uniendo para luchar contra el hegemonismo y la política de fuerza de las dos
superpotencias, y están jugando cada vez un papel más significativo en los
asuntos internacionales. Debemos defender al internacionalismo del proletario y
unirnos con los países del tercer mundo y con el pueblo de todo el mundo para
derrotar el hegemonismo dual de estados Unidos y la Unión Soviética.
El que se defienda o no
el internacionalismo proletario siempre ha sido una importante cuestión en la
lucha de dos líneas dentro del movimiento comunista internacional. Tanto los
viejos revisionistas, en sus esfuerzos por desviar al proletariado de los
diversos países por el camino incorrecto del nacionalismo burgués y el
Chovinismo de gran potencia, Habiendo buscado por todos los medios posibles
sabotear la unidad internacional y dividir el movimiento comunista
internacional con el fin de sabotear la revolución proletaria. Al estallar la I
Guerra Mundial, los renegados de la II Internacional, levantaron la bandera de
“defensa de la patria”, apoyaron la guerra de agresión lanzada por los
imperialistas de sus propios países y degeneraron en socialchovinistas. La
camarilla revisionistas renegada soviética ha traicionado desvergonzadamente el
internacionalismo proletario al mismo grado que estos renegados de la II Internacional.
De palabra ellos dicen defender el “internacionalismo”. Pero en los hechos,
ellos consienten la extorción imperialista. Han inventado sus teorías de
“dictadura internacional”, “división internacional del trabajo” y “soberanía
limitada” con el fin de facilitar su agresión y toma del poder en todas partes
y han creado opinión publica contrarrevolucionaria. Internamente han restaurado
el capitalismo y han impuesto una dictadura fascista y esclavizada al pueblo de
todas las nacionalidades. De este modo las contradicciones económica, política
y nacional se están agudizando día a día. Externamente, han invitado y ocupado
Checoslovaquia, han amontonado sus tropas en la frontera con China y han
enviado otras tropas a Mongolia. Han apoyado a la camarilla de Lon Nol,
reprimiendo la rebelión de los obreros polacos, y han interferido en Egipto,
donde sus expertos han sido echados. Desmembraron Paquistán, vendieron a los
pueblos árabes y han llevado a cabo actividades subversivas en muchos países de
Asia. Esta sarta de eventos ha desenmascarado profundamente sus horribles
papeles como los nuevos zares y han revelado totalmente su carácter
reaccionario, mejor descrito como “socialismo de palabras, imperialismo de
hecho”. (208). Liu Shao-chi, Lin Piao y compañía, poniéndose a la cola de la
camarilla renegada revisionista soviética, también promovieron el chovinismo de
gran potencia. Debemos condenar absolutamente los crímenes de la renegada
camarilla soviética, también promovieron el chovinismo de gran potencia. Debemos
condenar absolutamente los crímenes de la renegada camarilla soviética, así
como a aquellos traidores como Liu Shao-chi y Lin Piao todos los cuales han
traicionado el internacionalismo proletario. Debemos luchar por cumplir nuestro
deber de internacionalista.
·
Las
Luchas Revolucionarias del Pueblo de los Diversos Países se Apoyan Entre Sí
El hecho de que las
luchas revolucionarias del proletariado y el pueblo de diversos países se
apoyen entre si constituye un importante aspecto del internacionalismo proletario.
Este apoyo mutuo impulsa y acelera las luchas revolucionarias del pueblo de
diversos países; también sirve al desarrollo de la unidad internacional del
proletario.
La causa revolucionaria
proletaria siempre ha tenido un carácter internacional. El marxismo-leninismo
nos enseña que la victoria de la revolución proletaria en un país no es sino el
preludio de la revolución mundial. El proletariado cuya revolución ha sido
victoriosa debe buscar transformara esta revolución en un país en revolución
mundial. Debe esforzarse por hacer de su país socialista un faro que ilumina el
sendero para la revolución de los pueblos de todos los países del mundo.
Después de la victoria de la revolución de octubre. Lenin dijo: “nunca ha sido
un secreto el hecho de que nuestra revolución es solo el comienzo, que su
victorioso fin llegara solo cuando hayamos incendiado todo el mundo con estas
mismas llamas de revolución”. (209). La víspera de la fundación de nuestro estado,
el Presidente Mao señalo: “Nuestra revolución ha ganado la simpatía y la
aclamación de las amplias masas por todo el mundo; tenemos amigos en todas
partes”. (210). Y luego de la fundación de nuestro estado, de nuevo nos enseñó:
“china tiene una obligación de hacer una gran contribución a la humanidad”. (211). Esta es una gloriosa tarea que la historia
nos ha confiado. Debemos apoyar firmemente a los países y pueblos de Asia,
África y América Latina, apoyar a todos los países y pueblos que aman la
independencia en su lucha por lograr y defender su independencia nacional y
salvaguardar la soberanía estatal. Debemos apoyar sus luchas contra el
imperialismo, el viejo y el nuevo colonialismo, el racismo, el sionismo y el
hegemonismo de gran potencia, y apoyar las luchas revolucionarias del
proletariado de todos los países. Debemos fortalecer constantemente las fuerzas
revolucionarias del proletariado internacional para debilitar las fuerzas
contrarrevolucionarias del imperialismo, el revisionismo y toda la reacción.
Las actuales luchas de
los países y pueblos por la liberación nacional son parte integrante de la
causa revolucionaria proletaria mundial. Desde el fin de la II Guerra Mundial,
los movimientos de liberación nacional en Asia, África y América Latina se han
estado desarrollando continuamente, y la retaguardia del imperialismo se ha
convertido en un frente de lucha antiimperialista. El sistema colonial del
imperialismo no se ha desintegrado rápidamente y muchos países seguidos en
Asia, África y América Latina han logrado su independencia. Ellos están constantemente
fortaleciendo su unidad a través de sus luchas contra el imperialismo y el
colonialismo, así como contra el hegemonismo y la política de fuerza de las dos
superpotencias, estados Unidos y la Unión Soviética. El tercer mundo ha entrado
al escenario internacional como una nueva fuerza, plena de vitalidad y jugando
un papel aún más significativo.
El nuestro es un país
socialista y siempre hemos extendido cálida simpatía y apoyo activo a los
movimientos de liberación nacional y a las luchas revolucionarias del pueblo de
estos países. Este apoyo dado a las luchas revolucionarias del proletariado y
el pueblo trabajador de todos los países apunta a aplastar el imperialismo, el
revisionismo y toda la reacción, y barres de la faz de la tierra el sistema de
explotación del hombre por el hombre, realizando así la emancipación de toda la
humanidad. Por lo tanto, es completamente erróneo considerar el apoyo de las
revoluciones del pueblo de diversos países como simplemente “otra carga”; esta
concepción va completamente en contra de los principios del internacionalismo
proletario. Al mismo tiempo, el nuestro es un país en desarrollo y nuestro
apoyo a la revolución mundial es aun limitado. El Presidente Mao nos ha
enseñado que: “Las justas luchas de los pueblos de diversos países en el mundo
se apoyan entre sí…”. (212). La revolución y la construcción socialista siempre
han gozado del apoyo del proletariado mundial y los pueblos de todos los
países. Por lo tanto, decimos que la victoria que hemos alcanzado es inseparable
del apoyo que nos ha dado el proletariado y el pueblo revolucionario de todos
los países del mundo. El partido del trabajo de Albania, y todos los partidos y
organizaciones auténticamente marxistas-leninistas de todo el mundo se han
unido para librar una decidida lucha contra la camarilla renegada revisionista
soviética. Esta lucha antiimperialista nos ha ayudado enormemente. Las luchas
libradas por Albania, Argelia y otros 23 países por la restauración de los
legítimos derechos de nuestro país en las Naciones Unidas, etc., también han
sido de gran ayuda. La lucha del pueblo coreano y de los tres pueblos
indochinos contra estados Unidos y por la salvación nacional es una gran
contribución a la causa revolucionaria del proletario internacional y un gran
apoyo para los pueblos revolucionarios de todos los países del mundo,
incluyendo el nuestro. El presidente Mao dice: “en nuestras relaciones
internacionales, nosotros el pueblo chino debemos desechar el chovinismo de
gran potencia resuelta, cabal, plena y completamente”. (213). El nuestro es un
gran país socialista con una gran población, vasto territorio y abundantes
recursos. Por su puesto que queremos que nuestro país sea poderoso y próspero y
con seguridad seremos capaces de hacer realidad esto. Pero, bajo toda
circunstancia, debemos acatar el principio de “nunca actuar como déspotas” y
nunca debemos convertirnos en superpotencia. Todos los camaradas del partido
deben tener firmemente presente las enseñanzas del Presidente Mao de modo que
nunca nos volvamos arrogantes, ni siquiera después del siglo XXI. Al mismo
tiempo, internamente, debemos oponernos a toda manifestación de chovinismo de
“gran potencia”, fortaleciendo más la unidad revolucionaria de todo el partido,
todo el ejército y todo el pueblo, acelerar nuestra revolución y construcción
socialista y esforzarnos por cumplir nuestro deber internacionalista.
Trabajar
Con Todas Nuestras Fuerzas para Hacer una Mayor Contribución a la Humanidad
El compromiso o la falta
de compromiso con el internacionalismo proletario es un importante indicador de
la pureza del respirito de partido de un comunista. Todo miembro del partido comunista
debe trabajar con toda su energía y dedicar parte de sus esfuerzos a apoyar la
revolución mundial.
Para estar comprometidos
con el internacionalismo proletario, debemos imbuirnos con la gran idea de que
solo liberando a toda la humanidad podrá el proletario liberarse a sí mismo de
una vez por todas. Mientras haya clases en el mundo, mientras exista la
explotación, será imposible lograr el comunismo. Solo cuando la revolución
proletaria haya alcanzado la victoria a escala mundial, y cuando toda la
humanidad haya sido liberada, la revolución en nuestro país alcanzara la
victoria final. Los comunistas debemos agarrar firmemente esta verdad, arder
con la idea de emancipar a toda la humanidad, cumplir en serio nuestro deber
internacionalista, luchar hombro a hombro con el proletariado y el pueblo
revolucionario de todos los países con el fin de aplastar el imperialismo, el
revisionismo y toda la reacción.
Con el fin de defender el
internacionalismo proletario, debemos prestar atención a los problemas
fundamentales de nuestro país y a la situación internacional y elevar
constantemente nuestro nivel de conciencia de cómo implementar la línea
revolucionaria del presidente Mao sobre asuntos externos. La política exterior
de nuestro partido y estado puede sintetizarse así: de acuerdo con el principio
del internacionalismo proletario, favorecemos el desarrollo de relaciones
amistosas y relaciones de apoyo mutuo y cooperación entre los países
socialistas; apoyamos las lucha revolucionarias de todos los pueblos y naciones
oprimidas; trabajamos hacia la coexistencia pacífica entre países con
diferentes sistemas sociales sobre la base del respeto mutuo de la integridad
territorial, soberanía, no agresión mutua, no interferencia en los asuntos de
otro, igualdad y beneficios mutuos, y nos oponemos a las políticas
imperialistas de agresión y guerra. Tales son los principios fundamentales a
los que nos adherimos en asuntos internacionales. Debemos defender el
internacionalismo proletario, pueblos y naciones oprimidas de todo el mundo,
con todos los países sometidos a la agresión, subversión, interferencia,
control y amedrentamiento por el imperialismo, con el fin de formar el más
amplio frente único contra el imperialismo, el colonialismo y el
neocolonialismo, particularmente contra el hegemonismo de las dos
superpotencias, estados Unidos y la Unión Soviética. Debemos unirnos con todos
los partidos y organizaciones auténticamente marxista-leninistas de todo el
mundo, y juntos llevar hasta el fin la lucha contra el moderno revisionismo.
Para defender el
internacionalismo proletario, debemos trabajar duro por consolidar la
revolución y la construcción dentro del país, con el fin de convertir
rápidamente a China en un próspero estado socialista. Los comunistas debemos
tener en el corazón los intereses de la revolución mundial en su conjunto y
combinar nuestro ideal de emancipación de toda la humanidad con el deseo de
hacer bien nuestro propio trabajo. Debemos irradiar nuestro espíritu
revolucionario, debemos empeñarnos en la revolución y promover la producción,
mejorar nuestro trabajo y estar preparados para la guerra. Aunque los
comunistas que combaten en diferentes frentes juegan diferentes papeles en el
trabajo revolucionario global, todos estamos trabajando por la revolución y la
construcción socialista, por la consolidación de la dictadura del proletariado
y por avanzar el proceso de la revolución mundial. Si el partido y el pueblo
nos requieren en un puesto especifico, es allí donde debemos combatir
tenazmente. Debemos “hacer el trabajo que se nos ha asignado teniendo en mente
los asuntos mundiales” (214). Prepararnos para la guerra hasta cuando el imperialismo,
el revisionismo y toda la reacción sean derrocados, echarnos al hombro la
pesada responsabilidad de apoyar la revolución mundial hasta la liberación de
toda la humanidad. Las organizaciones y miembros del partido directamente
responsables de las tareas de relaciones exteriores deben vincular
particularmente su trabajo práctico al apoyo de la revolución mundial y
trabajar aún más duro. También debemos implementar resueltamente las
instrucciones del Presidente Mao que nos llaman a “estar preparados para la
guerra, estar preparados para los desastres naturales, y hacerlo todo por el
pueblo” (215). Y “cavar profundos túneles, almacenar granos en todas partes, y
nunca buscar la hegemonía”, (216). Permaneciendo alertas contra cualquier
guerra de agresión que el imperialismo pueda lanzar, y particularmente contra
un ataque sorpresa sobre nuestro país por parte del socialimperialismo
revisionista soviético; debemos estar preparados en todo momento para barrer a
cualquier enemigo que se atreva a invadir nuestro país y estar preparados para
defender nuestro estado de dictadura del proletariado.
Para defender el
internacionalismo proletario, debemos aprender del proletariado y las masas
trabajadoras de los países del mundo. Hay muchos grandes y pequeños países en
el mundo y cada uno tiene sus propias cualidades y características. El
Presidente Mao nos enseña a “aprender bien del pueblo de todos los países del
mundo”. (217). Los comunistas debemos buscar inspiración del proletariado y el
pueblo trabajador de todos los pases del mundo. Debemos aprender de su
experiencia sobre cómo cambiar la verdad universal del marxismo-leninismo con
la práctica revolucionaria de cada país y tomar inspiración del espíritu
revolucionario de todos los pueblos que se atreven a luchar y a hacer la
revolución. En el campo de las relaciones internacionales también debemos guardarnos
resueltamente de las corruptoras de influencias, de la podridas y decadentes
ideología y forma de vida de la burguesía. Hay algunas cosas que valen la pena
estudiarlas atentamente, y ciertos puntos validos que debemos aprender en los
campos de la ciencia y la tecnología de la burguesía de los países extranjeros.
Sería erróneo negarse a estudiarlos, pero no debemos rendirles culto
ciegamente. El arte y la cultura capitalistas, en términos de contenido, han
estado podridos, y decadentes hasta el tuétano desde hace tiempo. Aun cuando
determinadas obras poseen algunas características que produzcan inspiración,
solo después de que sean completamente transformadas podría el proletariado
utilizarlas. Los comunistas debemos guardarnos conscientemente de las podridas
y decadentes influencias burguesas y debemos oponernos resueltamente al estilo
de vida capitalista.
De acuerdo con las
enseñanzas del Presidente Mao, debemos seguir siendo independientes, contar con
las propias fuerzas, y luchar duro por convertir a nuestro país en un estado
socialista con moderna agricultura, industria, defensa nacional, ciencia y
cultura, a fin de cumplir nuestro deber internacionalista y hacer aún mayores
contribuciones a la humanidad.
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