sábado, 17 de junio de 2017

El Centralismo Democrático en el Partido - Capítulo VII del libro "Una Comprensión Básica del PCCh"






Nota DPCP:
El blog "Defensa del PCP", a partir de hoy, pondrá a su disposición el libro "Una Compresión Básica del Partido Comunista de China", separado por capítulos a modo de correción de los posibles errores de tipeo y posteriormente compartiremos el libro completo en un solo archivo PDF.
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Capítulo VII
El Centralismo Democrático en el Partido
Los estatutos del partido declaran: “El principio organizativo del partido es el centralismo democrático”. Implementar conscientemente el centralismo democrático”. Implementar conscientemente el centralismo democrático es de gran importancia para garantizar la unidad del partido, fortalecer su liderazgo centralizado, aumentar su capacidad de combate, y vigorizar la vida del partido. Todos los comunistas deben comprender cabalmente el significado y papel del centralismo democrático en el partido, y esforzarse por elevar su nivel de conciencia sobre cómo aplicarlo. 

El Centralismo Democrático es el Principio Organizativo del Partido
Todas las actividades de nuestro partido, se llevan a cabo según el principio del centralismo democrático. ¿Qué significa centralismo democrático? Centralismo democrático en el partido significa centralización basada en la democracia, y democracia practicada bajo el liderazgo centralizado, es a la vez democrático y centralizado. El centralismo democrático representa la unidad de opuestos; si bien estos dos términos son opuestos, también están en unidad. Sin un elevado nivel de democracia, no puede haber un elevado nivel de centralismo, pero sin un elevado nivel de centralismo, tampoco puede haber elevado nivel de democracia. El Presidente Mao ha señalado: “Esta unidad de democracia y centralismo de libertad y disciplina, constituye nuestro centralismo democrático” (121).
Cuando hablamos de centralización basada en la democracia, esto significa que los órganos dirigentes a todos los niveles deben ser elegidos, después de discusión democrática de todos los miembros del partido, teniendo en cuenta la necesidad de preparar continuadores de la causa revolucionaria y el principio de la triple integración de jóvenes, gente de mediana edad y viejos; que todas las decisiones del partido deben tomarse después de la centralización de las opiniones de las masas por parte de los órganos de dirección: que ya que el poder de los órganos dirigentes del partido ha sido otorgado a ellos por asambleas de miembros del partido o sus delegados, estos órganos dirigentes pueden representar a todos los miembros del partido en el ejercicio del poder del liderazgo centralizado y resolver todos los asuntos del partido; que todo el partido debe estar sometido a la disciplina unificada –el individuo está subordinado a la organización, la minoría está subordinada a la mayoría, los niveles inferiores están subordinados a los niveles superiores, y todo el partido está subordinado al Comité Central. Los miembros del partido deben acatar las decisiones y directivas de los organismos del partido. Si no están de acuerdo, tienen el derecho a reservar sus opiniones o reportar directamente a los niveles superiores. El centralismo en el partido está establecido sobre la base de una amplia democracia.
Cuando hablamos de democracia bajo un liderazgo centralizado, esto significa que todas las actividades del partido son organizadas y dirigidas. Significa que los órganos dirigentes del partido a todos los niveles periódicamente deben hacer informes sobre su trabajo a la asamblea general de miembros o sus delegados, que deben ir en busca de las opiniones de las masas tanto de dentro como de fuera del partido, rectificar su estilo de trabajo hablando francamente a la gente de fuera y aceptando el control de las masas. Significa que los miembros del partido tienen el derecho de hacer cualquier crítica o propuesta a los organismos y a los dirigentes del partido en todos los niveles; que está absolutamente prohibido sofocar la crítica o empeñarse en represalias en el partido. La democracia en el partido está establecida bajo un liderazgo centralizado.
El Presidente Mao ha insistido siempre en que el centralismo democrático sea practicado en el partido. En términos claros, le ha dicho a todo el partido: “Si vamos a fortalecer el partido debemos practicar el centralismo democrático para estimular la iniciativa de todos los miembros”. (122) y “… debemos unir sólidamente a todas las fuerzas de nuestro partido bajo los principios centralistas democráticos de organización y disciplina”. (123). Con el fin de que el centralismo democrático sea correctamente practicado en todo el partido, el Presidente Mao ha planteado además una serie de principios y métodos.
En el transcurso de su larga lucha revolucionaria, nuestro partido ha acumulado una rica experiencia democrática y también ha adquirido grandiosas tradiciones de implementación resuelta de centralismo. La práctica ha demostrado que sólo al implementar el centralismo democrático, dejando que todo el mundo hable y de su opinión, y poniendo plenamente en juego la inteligencia de todo el mundo y la iniciativa de todo el mundo por una parte, y por la otra, practicando una correcta centralización sobre la base de la democracia, estableciendo una rigurosa disciplina y unificando el pensamiento y la acción de todo el mundo, es posible dirigir a las amplias masas del pueblo a lograr nuevas victorias en la revolución y en la construcción.
La práctica del centralismo democrático es una importante garantía para la implementación de la línea revolucionaria del Presidente Mao. El principio organizativo del centralismo democrático está determinado por la línea política de nuestro partido, y es un principio que es necesario para la implementación de una correcta línea. Los miembros de nuestro partido muestran gran entusiasmo y gran iniciativa en la implementación de la línea revolucionaria del Presidente Mao. Desarrollando plenamente la democracia dentro del partido, dándole a todos los miembros el derecho a discutir continuamente como se está siendo implementada la línea, dar sus opiniones y formular sus propuestas, creando condiciones en las que todo el mundo abiertamente exprese sus ideas, es posible fortalecer el sentido de responsabilidad de los miembros del partido e interesarlos en la línea del partido, poner plenamente en juego su iniciativa y creatividad para permitirles cumplir su papel de proveer la fuerza motriz y ser un ejemplo para el pueblo en las actividades prácticas. Sobre la base de un amplio desarrollo de la democracia, los organismos del partido pueden después de analizarlas y evaluarlas recoger las opiniones correctas para que las decisiones del partido puedan estar lo más conforme posible a la realidad de la lucha revolucionaria y para que los cuerpos dirigentes del partido puedan dirigir correctamente y aplicar mejor la línea revolucionaria del Presidente Mao. Si no defendemos la práctica del centralismo democrático, todo el mundo ira por su lado y hará lo que le plazca, el partido caerá en un estado de completa desorganización, será imposible implementar la línea básica del partido, y no será posible que todo el partido se una para lograr mayores victorias.
La implementación del centralismo democrático es una condición necesaria para la consolidación de la dictadura del proletariado. El Presidente Mao declaró a este respecto: “Sin centralismo democrático es imposible consolidar la dictadura del proletariado”. (124) En la sociedad socialista, las clases explotadoras derrocadas no se resignan a su derrota e inevitablemente realizarán furiosos actos de resistencia y sabotaje; esto hace necesario que el partido del proletariado tenga una rigurosa centralización y una disciplina unificada con el fin de que sus miembros tengan una sola voluntad y marchen al mismo compas bajo el liderazgo de una correcta línea y que pueda dirigir a las masas a vencer los complots contrarrevolucionarios de restauración de las clases enemigas y consolidar la dictadura del proletariado. Lenin recalcó: “la centralización absoluta y la más estricta disciplina del proletariado constituyen una de las condiciones fundamentales para la victoria sobre la burguesía”. (125) Además, es sólo practicando el centralismo democrático, movilizando completamente a las masas y confiando en ellas, protegiendo la energía democrática de las amplias masas y poniendo plenamente en juego su iniciativa es posible ejercer más eficazmente la dictadura del proletariado sobre un puñado de enemigos de clase.
Defender el centralismo democrático o sabotearlo –éste es uno de los temas importantes en la lucha entra las dos líneas en el partido. Los caudillos de las diversas líneas oportunistas han saboteado frenéticamente el centralismo democrático del partido. Ellos han implementado descaradamente líneas oportunistas y han traicionado completamente el marxismo-leninismo y los intereses del proletariado y del pueblo revolucionario. La democracia proletaria les ha hecho imposible camuflarse y sus características contrarrevolucionarias fueron expuestas a la luz del día. Con el centralismo basado en la democracia, con una disciplina unificada para todo el partido, se hace imposible que ellos lleven a cabo sus actividades escisionistas y sus complots ven el fracaso. Para implementar su línea revisionista en los frentes político y organizativo, Lin Piao y su camarilla antipartido hicieron todo lo posible para sabotear el centralismo democrático en el partido. Por una parte, ellos sólo hacían lo que querían hacer, negándose a obedecer órdenes del liderato y poniendo al individuo por encima de la organización; por otra parte, formaron camarillas, presionaron a las masas y reclutan traidores, crearon facciones para provecho propio, organizaron un cuartel general burgués dentro de él, y al sabotear el centralismo en el partido querían perturbar al comité central encabezado por el Presidente Mao y oponérsele. Estos dos tipos de maniobras apuntaban a una y la misma meta: dividir el partido, cambiar su línea básica y principios políticos básicos para todo el período histórico del socialismo, derrocar la dictadura del proletariado y restaurar el capitalismo. Por esto es que la implementación del centralismo democrático dentro del partido no es simplemente cuestión de métodos de trabajo, sino que es una importante cuestión referente a la defensa del liderazgo del partido a la implementación de la correcta línea revolucionaria del Presidente Mao y a la consolidación de la dictadura del proletariado. Debemos, seguir criticando los crímenes de Liu Shao-chi, Lin Piao y otros timadores que querrían sabotear el centralismo democrático en el partido, y debemos elevar continuamente el nivel de conciencia de cómo practicarlo.

Manejar Correctamente la Relación Entre Liderazgo Colectivo y Responsabilidad Individual
Una de las cuestiones importantes planteadas en el partido por el centralismo democrático tiene que ver con la implementación de un sistema que combine el liderazgo colectivo con la responsabilidad individual –esto constituye una aplicación práctica de la línea de masas del partido en métodos de dirección.
¿Qué significa combinar el liderazgo colectivo con la responsabilidad individual? El Presidente Mao ha declarado: “Todos los problemas importantes (por supuesto, no los que no tienen importancia, los problemas triviales, o los problemas cuyas soluciones han sido decididas después de discutirse en reuniones y que sólo necesitan ponerse en práctica) deben ser sometidas ante el comité para discusión y los miembros del comité que están presentes tienen que expresar sus puntos de vista plenamente y alcanzar decisiones definitivas que deben entonces ser puestas en práctica por los miembros interesados”. (126) El Presidente Mao también ha arrojado luz sobre los principios para aplicar este sistema: “Las fuerzas importantes están concentradas y las menos importantes están dispersas. Las decisiones del comité del partido son implementadas en todas las esferas. Si quienes las implementan son también quienes deciden, no debemos apartarnos del principio. El comité del partido es responsable del control del trabajo”. (127) Esta directiva explica muy bien el sistema de combinar el liderazgo colectivo con la responsabilidad individual, y nos muestra cómo manejar correctamente la relación entre los dos.
El fortalecimiento del liderazgo colectivo es una importante condición previa para la implementación del centralismo democrático en el partido; una importante garantía para el establecimiento del liderazgo centralizado del partido. Los comités de partido a todos los niveles son cuerpos que ejercen liderazgo colectivo y no proviene de las decisiones arbitrarias de individuos particulares. Es sólo mediante la implementación consciente del sistema de liderazgo colectivo que podemos practicar correctamente el centralismo democrático en el partido, y que los comités de partido pueden jugar plenamente su papel como núcleo de dirección en la correcta realización de las tareas. En general, hay un límite de que tan bien un solo individuo pueda pensar sobre una cuestión y analizarla de modo que cuando las decisiones sobre cuestiones importantes son tomadas por un solo individuo le es difícil no ser subjetivo y unilateral. Sólo si practicamos el liderazgo colectivo, si los miembros del comité del partido reflejan las opiniones de los miembros del partido y de las masas en todos sus aspectos, si estudiamos y discutimos las cuestiones desde todos los puntos de vista y a profundidad podemos concentrar la sabiduría de las masas para llegar a ideas correctas, tomar decisiones que sean conformes con la realidad objetiva y evitar o disminuir el riesgo de error. Al mismo tiempo, esto le permite a los miembros dirigentes del partido aprender uno de otros y avanzar juntos.
El liderazgo colectivo también debe combinarse con la responsabilidad individual. Adherir al liderazgo colectivo no significa negar el papel del individuo. Por el contrario, bajo el liderazgo colectivo es necesario que los individuos jueguen plenamente su papel. Practicar el sistema de responsabilidad individual y poner plenamente en juego el papel de los individuos concreta y garantiza la relación del liderazgo colectivo. A nivel regional, como a nivel de la unidad, es el partido el que lo dirige todo –tiene una enorme cantidad de trabajo. Si las cuestiones discutidas y resueltas colectivamente por los organismos del partido no son repartidas entre individuos que se encargan de ellas corremos el riesgo de encontrarnos en una situación en la que nadie es responsable del trabajo, una situación que hace imposible que el partido ejerza su liderazgo.
Por esto es por lo que “debemos cuidarnos de que ni el liderazgo colectivo ni la responsabilidad individual se enfaticen demasiado para descuidar el otro” (128) No sólo debemos oponernos a que cuestiones importantes sean decididas a nivel individual, también debemos oponernos a la tendencia a evadir la responsabilidad, la tendencia a discutirlo todo –grandes y pequeños asuntos- en reuniones. También debemos oponernos a otras prácticas dañinas.
Para poner en práctica la combinación del liderazgo colectivo y la responsabilidad individual deben fortalecerse los comités de partido. El Presidente Mao ha dicho: “El sistema de comité de partido es una importante institución partidaria para garantizar el liderazgo colectivo e impedir que un individuo monopolice la dirección de los asuntos”. (129) En determinadas unidades los miembros dirigentes de los organismos del partido a menudo alegan que están demasiado ocupados para celebrar reuniones, y utilizan esto como un pretexto para remplazar la dirección colectiva en reuniones del comité del partido por reuniones particulares como un pequeño número de miembros. En otras unidades, los organismos del partido convocan a “conferencias conjuntas” de varios sectores para abordar cuestiones que deben ser discutidas y abordadas en las reuniones del comité del partido. De este modo, mezclan la relación entre organismos del partido y otros, que es una relación de dirigente a dirigido. Estas diversas prácticas son contrarias al principio de liderazgo colectivo del partido, y deben ser corregidas absolutamente. Debe hacerse con anticipación la cuidadosa preparación de cada reunión del comité del partido para que la discusión pueda llevarse a cabo en detalle. Si hay puntos de vista divergentes, deben plantearse y discutirse en profundidad para llegar a una decisión. Cuando una cuestión no está clara y no puede resolverse inmediatamente, no debemos llegar a conclusiones apresuradas sino que por el contrario debemos seguir estudiando e investigando, y aplazar la decisión hasta que la situación se aclare y se alcance un punto de vista común.
Para implementar el sistema de combinar el liderazgo colectivo con la responsabilidad individual, también es necesario manejar correctamente la relación entre el secretario y los miembros del comité, entre el individuo y el colectivo. Tanto el secretario como los miembros del comité deben pensar en términos de liderazgo colectivo; el secretario no debe resolver todo por sí mismo, los miembros del comité no deben esperar a que alguien más se encargue de las cosas –cada uno debe estar sometido al liderazgo colectivo. La relación entre el secretario y los miembros de un comité es la relación de la mayoría a la minoría y, en las reuniones del comité, el secretario debe ponerse al mismo nivel de los otros, dar su opinión, y discutir problemas en pie de igualdad con los otros; no debe ponerse por encima del comité, ni abordar los asuntos de la forma que quiera. El secretario también es un “líder de escuadra”, (130) debe dirigir a los hombres de su “escuadra” en la batalla, y jugar un papel central en preparar, convocar y dirigir las reuniones, y debe animar a los miembros a discutir democráticamente los problemas, a sacar una conclusión después de que todos han dado sus opiniones, etc. debe por lo tanto darle a todos y cada uno el derecho a hablar, en vez de monopolizar la palabra, ser capaz de escuchar todas las diferentes opiniones, ser modesto y prudente, y tratar a los otros como sus iguales. Debe ser capaz de hacer trabajo organizativo y de propaganda entre los “miembros de su escuadra” y unificar sus pensamientos sobre la base del marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung, y la línea, orientación y principios políticos del partido. Finalmente, si hay deficiencias en su trabajo, o si comete errores, debe asumir la responsabilidad. Todos los miembros del comité ya sean viejos o nuevos cuadros, deben esforzarse por convertir el comité del partido en un colectivo fuerte y militante. Deben asumir un interés por todo el trabajo, tomar parte activa en la dirección colectiva, y contribuir a hacer del comité una potente fuerza. Debemos oponernos a la mentalidad dependiente de que “el secretario decide y los miembros actúan en conformidad”, la tendencia a no asumir valientemente el trabajo que se nos ha asignado, y también debemos combatir la actitud negativa de estar interesados sólo en el propio trabajo y actuar como si no se estuviera involucrado cuando se está discutiendo el trabajo de los otros.
Cuando llegue el momento de implementar las resoluciones del comité del partido, y a cada miembro se le ha asignado su parte en el trabajo y las responsabilidades, el secretario –como “líder de la escuadra” – debe dirigir el trabajo sobre la base de los principios de la decisión del comité de partido y no imponer su propia opinión. Cuando se implementan las resoluciones del comité los miembros a los que se les da la responsabilidad por los diversos trabajos, deben someterse a la supervisión, control y dirección del secretario y cuando sucede algo importante o surgen nuevos problemas en su trabajo, deben consultar con el secretario y pedirles instrucciones en vez de solo tratar de abordarlo por sí mismo. Si en el transcurso del trabajo cotidiano aparecen serias diferencias de opinión y otros miembros del comité del partido, o si surge un importante problema, debe reunirse el comité y alcanzar una decisión después de haber discutido el asunto: ni el secretario ni un miembro del comité pueden decidir solos.
Para implementar el sistema de combinar la dirección colectiva con la responsabilidad individual, también es necesario manejar correctamente la relación entre los cuadros viejos y nuevos, así como entre los miembros del comité que participan en la producción y los que están apartados de ella. Los cuadros viejos y nuevos deben “respetarse entre sí, aprender unos de otros y superar sus propias deficiencias aprendiendo de los puntos fuertes de los otros con el fin de unirse como un solo en la causa común y guardarse contra las tendencias sectarias”. (131) Los miembros del comité que no participan en la producción deben respetar a los que permanecen en ella, deben tomar la iniciativa en “intercambiar información”, y no contentarse con consultar sólo a una minoría de las masas ni considerar a los miembros que todavía participan en la producción como un “apéndice secundario” del comité. Por su parte, los miembros del partido que han permanecido en la producción deben interesarse por el trabajo en su conjunto, reflejar activamente las opiniones de las masas y no deben contentarse con interesarse simplemente en su propio sector. En resumen, los cuadros, viejos o nuevos, en la producción o por fuera de ella, deben ser modestos y prudentes, aprender de los otros, unirse como las hebras de una cuerda, para que puedan implementar juntos la línea revolucionaria del Presidente Mao y dirigir a los miembros del partido y a las masas en lograr aún mayores victorias en la revolución y en la construcción.

Desarrollar la Democracia Interna en el Partido y Mantener la Unidad Centralizada
Para practicar correctamente el centralismo democrático dentro del partido, debemos desarrollar plenamente la democracia, mejorar la vida democrática del partido y practicar con regularidad la crítica y la autocrítica. El Presidente Mao nos enseña: “Tanto dentro como fuera del partido debemos practicar plenamente la democracia, es decir debemos practicar conscientemente el centralismo democrático”. (132) “Sin democracia no puede haber un correcto centralismo porque cuando la gente tiene puntos de vista divergentes y no un pensamiento unificado, es imposible establecer el centralismo”. (133)
La clave para desarrollar plenamente la democracia en el partido está en las manos del liderato de los organismos del partido. Todos los miembros del partido que asumen responsabilidades de dirección deben tener un excelente estilo de trabajo democrático, respetar los derechos democráticos de los otros miembros del partido y crear las condiciones para que todos puedan comprender la línea, orientación y principios políticos del partido, entender la situación y los problemas, y expresar completamente sus opiniones. Esto significa que toda decisión, no importa lo pequeña, tomada por los cuerpos superiores sea rápidamente trasmitida a los cuerpos inferiores así como a todos los miembros del partido. Cuando ellos informan sobre su trabajo a las asambleas generales de miembros del partido o de delegados, los camaradas dirigentes no deben contentarse simplemente con definir las tareas y dar sus propios discursos mientras que los otros escuchen, sino que deben elevar la discusión del trabajo del partido al nivel de la lucha de dos líneas, y hacer análisis y síntesis sobre la base de hechos. Deben resaltar los éxitos, pero también reconocer las deficiencias y los errores, analizarse rigurosamente a sí mismos, realizar valientemente la autocrítica y someterse voluntariamente al control de las masas de los miembros del partido y escuchar sus opiniones. Al mismo tiempo, deben darle a las masas absolutamente el derecho a hablar y deben combatir la insidiosa actitud de temer a las opiniones de las masas y no dejarles abrir la boca. Deben dejar que los miembros de la minoría expresen libremente sus puntos de vista, y luego deben sopesarlos conscientemente. Al igual que es necesario, escuchar las opiniones favorables, también es necesario aceptar las opiniones correctas, también es necesario abordar correctamente las opiniones erróneas, después de haber realizado cuidadoso trabajo ideológico y político. Sólo de esta forma puede avivarse la democracia en el partido, con todos los miembros expresándose voluntaria y libremente, y podremos practicar el centralismo basado en la democracia y la democracia bajo el liderazgo centralizado. Sólo de ésta forma puede consolidarse la unidad del partido, hacerse bien el trabajo del partido, y podremos “crear una situación política en la que haya tanto centralismo como democracia, tanto disciplina como libertad, tanta unidad de voluntad como tranquilidad mental y vivacidad…” (134)
El desarrollo de la vida democrática del partido también depende de los esfuerzos de todos sus miembros. Todo comunista debe asumir una actitud activa y responsable hacia la causa revolucionaria e interesarse en los asuntos importantes, en el trabajo del partido. Debe plantear valientemente sus opiniones sobre toda cuestión política importante, adherirse a los que están en lo correcto y oponerse a los que están en el error. No persistir en los puntos de vista correctos ni combatir los puntos de vista erróneos, es ser irresponsable hacia el partido, e ir contra el espíritu de partido de un comunista.
Para practicar correctamente el centralismo democrático, también debemos defender la unidad centralizada del partido. El Presidente Mao nos enseña: “…el partido comunista no sólo necesita democracia sino que necesita más aún centralización”. (135) Nuestro partido es una organización de vanguardia que guía al proletariado y a las masas revolucionarias contra los enemigos de clase. Sin estar unificado y centralizado es imposible que el partido derroque al enemigo. Necesitamos democracia, pero como un medio, no como un fin. La democracia sirve para fortalecer el centralismo, para garantizar el liderazgo centralizado del partido, para consolidar la dictadura del proletariado –y no para debilitarlos. Cuando hablamos de centralización, hacemos referencia en primer lugar a la centralización de las opiniones correctas. Los comités de partido a todos los niveles deben, tomando el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung como su guía, practicar correctamente el centralismo Es sólo de esta forma en que podrán lograr unidad de pensamiento, política, plan, mando y acción, y dirigir así a todos los miembros del partido y a las masas en llevar a cabo las tareas militantes establecidas por el partido.

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