Partidarios y miembros de la comunidad palestina se reunieron para organizar una marcha por-palestina por las calles de Lima, Peru.
La movilización se llevó a cabo en conmemoración de un año de ataques en Gaza y con el objetivo de defender la libertad del pueblo palestino, además de exigir el fin de la guerra de agresión sionista-imperialista en la región.
Estas son las fotos que hemos obtenido de la referida marcha:
El pasado 7 de
octubre se cumplió el primer aniversario del inicio de la brillante
contraofensiva “Diluvio de Al-Aqsa” a cargo de la Resistencia Nacional
Palestina; ese mismo día se celebró en Francia una audiencia que debía resolver
sobre la décima petición de extradición y libertad del comunista libanes
Georges Ibrahim Abdallah, preso político desde hace 40 años como rehén del
imperialismo yanqui y francés en complicidad con el sionismo criminal.
El 5 de octubre en
la Ciudad de México hubo una marcha convocada por la Plataforma Común por
Palestina y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE); la
marcha partió del Ángel de la Independencia al monumento a la Revolución y
concluyó con un mitin unitario.
Tamaulipas.
El
7 de octubre
los compañeros del Comité de Solidaridad con El Pueblo de Palestina
–Tamaulipas
realizaron una actividad de difusión en el centro de Tampico, en el
lugar se
distribuyeron volantes y se pegaron algunos dazibaos en lugares
públicos. Los compañeros del Comité realizaron un discurso
reivindicando el derecho del pueblo palestino a repeler a los invasores y
tuvieron oportunidad de intercambiar comentarios con el pueblo que se
interesó en la actividad y la causa palestina.
Oaxaca
El
7 de octubre
la Corriente del Pueblo Sol Rojo convocó a una acción de solidaridad la
cual inició en Santo Domingo con una combativa marcha bajo la lluvia
hacia el zócalo de la ciudad donde se realizó un mitin saludando a la
heroica Resistencia Nacional Palestina, al valiente pueblo libanés que
rechaza la agresión colonial del sionismo y al camarada Georges Ibrahim
Abdallah, exigiendo su liberación. Ahí mismo se
quemaron las banderas del imperialismo yanqui y el sionismo criminal.
Durante el trayecto se repartieron cientos de boletines.
Liga Antiimperialista: “EL DILUVIO DE AL-AQSA” ES UNA ANTORCHA DE RESISTENCIA
A continuación publicamos una declaración de la Liga Antiimperialista publicada en ocasión del Aniversario del Diluvio de Al-Aqsa.
“El
DILUVIO DE AL-AQSA” ES UNA ANTORCHA DE RESISTENCIA QUE FORTALECE LA
DETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS OPRIMIDOS PARA LUCHAR CONTRA El ESTADO
ISRAELÍ GENOCIDA Y LA AGRESIÓN IMPERIALISTA
La resistencia de un pueblo organizado y armado está destinado a la victoria
“Sabemos
que Israel afirma tener herramientas modernas de espionaje y el aparato
de inteligencia más poderoso, pero lo hemos visto colapsar bajo las
garras de la resistencia y pisoteado por los zapatos de la resistencia.” (Marwan Al Abdel)
La
causa de la guerra no son los palestinos, sino el sionismo israelí y
sus apoyos imperialistas. El Estado sionista de Israel ha estado
librando una guerra colonial contra el pueblo palestino durante décadas
para usurpar la tierra que le pertenece a este último.
El
7 de octubre de 2024, es el primer aniversario del Diluvio de Al-Aqsa.
El 7 de octubre de 2023 marca una nueva etapa en la lucha de las Fuerzas
de Liberación Nacional Palestina contra el sionismo israelí, que han
sido siempre una gran fuente de resistencia para las fuerzas
antiimperialistas y antifascistas del mundo. Las Fuerzas de Liberación
Nacional Palestina, unidas bajo un mismo techo, han realizado un
“Deluge” que ha aterrorizado no sólo al Estado genocida de Israel, sino
también a los imperialistas, del que se beneficia de su ilimitado apoyo
económico, político, diplomático y militar. 28 puntos de Gaza, la
prisión a cielo abierto más grande del mundo, rodeada de vallas y muros,
incluyendo los “nuevos asentamientos”, símbolos de la ocupación
colonial, entraron por tierra, por aire mediante paracaídas, y por mar.
El justo movimiento de resistencia lanzó una operación chocante. El
sionismo israelí y sus amos, EE.UU., y los otros imperialistas que les
rodean, caracterizaron este hecho como el principio de una guerra
integral.
Con
el 7 de Octubre, no sólo el genocidio israelí, sino también los
imperialistas sufrieron una gran pérdida de prestigio y el mito de su
“poder invencible” fue seriamente herido. Bajo las alas de los gigantes
monopolios internacionales y de los imperialistas (Gran Bretaña, Canadá,
Francia, Alemania…), especialmente EE.UU., protegido por la famosa
“Cúpula de Hierro”, teniendo la red de inteligencia más poderosa en el
mundo, con la cooperación de los Estados regionales reaccionarios, el
Estado de Israel recibió una vez más la “amarga lección” de que “el pueblo, y sólo el pueblo, es la fuerza motriz que hace la historia mundial”.
Aquellos que creen que ganarán la guerra con medios tecnológicos frente
a las masas organizadas que no dudan en morir por su causa en cada
momento de la historia. Aunque el Estado de Israel intentó conseguir
resultados cometiendo todo tipo de crímenes, incluyendo el genocidio,
tras la gran conmoción que experimentó el 7 de Octubre, no pudo
conseguir ningún resultado, su balance interno está agitando, una gran
oposición se acumula en el interior del país, y la burbuja de la
grandeza militar y tecnológico e invencibilidad, ha estallado.
La
imagen de invencibilidad del Estado sionista de Israel fue rota por el
Diluvio de Al-Aqsa. Después de la rendición impuesta por los Acuerdos de
Oslo, fue un nuevo comienzo en un punto en el que el expansionismo
sionista se había “normalizado” y se creía que la causa palestina estaba
“acabada”. El Diluvio de Al-Aqsa rompió muchas ideas preconcebidas y
rompió el status quo que por largo tiempo fue establecido para
Palestina. El proceso de “normalización” incluyendo el aislamiento de
Palestina, llegó a su fin. Como se dice en el saber popular, de nuevo,
“el poder ha roto el juego”.
“Sin un ejército popular, nada tendrá el pueblo” (Mao Tse-Tung)
Este
movimiento de las Fuerzas de Liberación Nacional Palestina ha mostrado
la posibilidad de derrota del poderoso frente a un débil pero organizado
movimiento basado en el pueblo. Esta posibilidad tiene una profundidad
instructiva para todos los movimientos revolucionarios y de resistencia
nacional.
Israel
es un poder tecnológico y militar enorme con un gran apoyo militar y
material; pero la gloriosa historia de la lucha de clases ha probado
repetidamente que aquellos quienes están determinados en su lucha por su
justa causa, aquellos quienes se organizan por esta causa, aquellos
quienes establecen lazos estrechos con los pueblos oprimidos y los hacen
parte de la lucha, a pesar de todas las imposibilidades, derrotan a las
fuerzas con grandes medios.
Hay
una situación en la cuál la “potencia gigante” ha declarado la
soberanía absoluta sobre los territorios palestinos y los ha rodeado con
muros de seguridad, que ha hecho arrodillarse a 4 Estados árabes en 6
días, que ha realizado intercambios de prisioneros en una forma que hace
parecer que miles de luchadores de la resistencia palestina valen lo
que un soldado israelí, que puede operar por todo el mundo, y que aunque
tiene el apoyo económico, militar y político de los imperialistas
dirigidos por EE.UU., no sirve de nada. El poder que ha conllevado esta
inutilidad es un pueblo que ha estado bajo asedio por décadas, aislado
del mundo, incluso cubriendo sus necesidades básicas a través de
túneles, y condenados a la pobreza y destrucción.
Mientras
es una realidad que los imperialistas y sus secuaces tienen enormes
recursos, no se debería olvidado que las masas oprimidas y explotadas
también tienen experiencias históricas de resistencia y lucha. Las
tácticas de guerra de los comunistas vietnamitas quienes derrotaron al
imperialismo americano en Vietnam a pesar de toda su brutalidad, quienes
cavaron túneles subterráneos contra los bombardeos aéreos y
transformaron el subterráneo en un centro de resistencia y ataque, hoy
se han convertido en armas de las fuerzas de resistencia palestina en
los centros urbanos. El 7 de Octubre, después de que la conmoción del
ataque pasase, hubo propaganda de que Israel aplastaría rápidamente la
resistencia en Gaza y destruiría los túneles. Pero, ¿era ésta la
realidad? A pesar de toda la guerra psicológica y la manipulación de
enormes aparatos de propaganda, ha sido la voluntad de las Fuerzas de
Resistencia Palestina las que han determinado la guerra, no las mentiras
e historias exageradas del Estado israelí y sus apoyos. La guerra
organizada en estos túneles continúa sacudiendo al Estado israelí.
En
casi un año de guerra en una zona diminuta, el Estado israelí no ha
sido ni capaz de alcanzar ni siquiera a los prisioneros de guerra en
poder de las Fuerzas de Resistencia Palestina, y mucho menos de lograr
la victoria.
El
Diluvio de Al-Aqsa también ha destruido las destartaladas teorías
puestas encima de la mesa por parte de revisionistas y reformistas en
nombre de la paz, democracia, desarme y reconciliación. Son las fuerzas
armadas de las Fuerzas de Resistencia Palestina, los ejércitos unidos de
las fuerzas de resistencia las que pararán al Estado israelí genocida y
a sus apoyos imperialistas. Por lo tanto, los eventos desde el 7 de
Octubre han eliminado toda opción que no sea la lucha armada.
En
la era del imperialismo y las revoluciones proletarias, la burguesía se
ha convertido en reaccionaria en todos los aspectos y está equipada “de
arriba a abajo” con el aparato de la violencia. Por esta misma razón, “La
tarea central y la forma más alta de toda revolución es la toma del
Poder por medio de la fuerza armada, es decir, la solución del problema
por medio de la guerra. Este principio marxista-leninista de la
revolución tiene validez universal, tanto en China como en los demás
países.” (Mao Tse-Tung).
El
proletariado, las naciones y pueblos oprimidos, donde sea que estén en
el mundo, pueden resistir la violencia organizada “de arriba a abajo” de
la contrarrevolución sólo mediante la organización de la violencia de
la revolución, sólo de esta forma pueden ganar su independencia, sólo de
esta forma pueden tomar el poder político. Esta es la razón por la que
Mao dijo “Sin un ejército popular, nada tendrá el pueblo.”
Mao, quién planteó la teoría de la Guerra Popular, la teoría de guerra
del proletariado más avanzada, y la dirigió en la práctica, aconsejó al
proletariado internacional y a las naciones y pueblos oprimidos que sin
organizar la violencia de la revolución, sin educar al proletariado y a
las naciones y pueblos oprimidos en esta realidad, sin adoptar la
violencia revolucionaria como principio, el poder político no puede ser
tomado y la independencia nacional no puede ser ganada.
La
experiencia desde finales del siglo XIX, cuando la burguesía completó
su reaccionarización, nos ha mostrado concretamente que en muchas partes
del mundo el proletariado y las masas oprimidas han sido capaces de
resistir, triunfaron y establecieron el poder político contra las clases
dominantes sólo cuando ellos mismos han tenido fuerzas armadas y han
librado la lucha armada. La burguesía no entregará voluntariosamente su
poder, luchará hasta la muerte por él y usará no sólo su propio poder
sino también el poder de las otras burguesías del mundo. Por lo tanto,
el proletariado y las naciones y pueblos oprimidos deben organizar la
resistencia y la violencia revolucionaria si realmente quieren tomar el
poder político, acabar con el sistema de explotación y ganar su
independencia nacional.
El Estado genocida de Israel es la encarnación de la agresión imperialista y el colonialismo
“Si
Israel no existiese, EE.UU., tendría que haber inventado un Israel.
Israel es el mayor poder que EE.UU., tiene en Oriente Medio para
proteger sus intereses en la región. Imaginen el mundo en esta situación
sin Israel. ¿Cuántos buques de guerra habría en el Mediterráneo?
¿Cuántas tropas serían desplegadas en Oriente Medio?” (Joe Biden, Presidente de EE.UU.).
Israel,
con su carácter sionista, desde su mismo principio ha sido punto de
apoyo y puesto avanzado de los imperialistas en la región. Para el
imperialismo estadounidense, la existencia de Israel significa el
despliegue de docenas de buques de guerra en el Mediterráneo y decenas
de miles de soldados en Oriente Medio. La estructura sionista del Estado
de Israel está formado por el racismo y la religión. Se ven a sí mismos
como una “raza elegida” obligada a obtener la tierra “prometida por
Dios” cueste lo que cueste.
El
14 de mayo de 1948, el mandato británico finalizó y el Consejo Nacional
Judío, reunido en Tel-Aviv bajo la dirección del colono israelí David
Ben Gurion, declaró el establecimiento del Estado de Israel. Desde esta
fecha en adelante, de la noche a la mañana algunos de los palestinos
viviendo en su propia tierra comenzaron a vivir bajo el mandato de otro
estado. Esto fue también el inicio de la pérdida de los palestinos de su
tierra trozo a trozo, siendo apretujados en un estrecho espacio y
finalmente completamente expulsados de sus tierras.
El
Estado sionista de Israel no puede ser definido sin mencionar al
imperialismo. El Estado sionista de Israel es EE.UU., Gran Bretaña,
Francia, Alemania, Canadá. Es más que un Estado, es una “daga
sangrienta” que el imperialismo ha clavado en la región de Oriente Medio
y una encarnación del mal que encarna las prácticas salvajes de los
explotadores y que está orgulloso de ello. Es un símbolo de la agresión
imperialista a un nivel estatal. El Estado de Israel es un Estado
genocida.
El
Estado sionista de Israel es la reencarnación en el siglo XXI de la
agresión genocida del colonialismo eurocéntrico, que se ha extendido de
África a Asia, de América a Australia, desde el siglo XV.
Este
proceso genocida sirve a los intereses de EE.UU., en la región. Por
esta razón es vital que los palestinos no levanten la cabeza de nuevo.
El 5 de noviembre de 2023, tras una reunión en Amán, capital de
Jordania, con los Ministros de Exteriores de Jordania, Egipto, Arabia
Saudí, Catar y Emiratos Árabes Unidos (EAU) y el Secretario General del
Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina
(OLP), el Secretario de Estado de EE.UU., Blinken, explicó su posición
de la siguiente forma: “Un alto el fuego ahora permitiría a Hamas ganar
de nuevo poder y repetir lo que hicieron el 7 de Octubre.” Esta
declaración fue realizada bajo los auspicios de partidarios que
derramaron lágrimas de cocodrilo por Gaza. Una vez más, se ha visto que
todos los Estados reaccionarios, incluyendo Turquía, que quiere que los
ataques israelíes paren y usar la sensibilidad de su propia opinión
pública para su propia demagogia, no se pueden ni permitir un “alto el
fuego humanitario” a menos que sus amos lo deseen. Ha quedado claro que
la tarea de estos países, que apoyan la causa palestina con la más
fuerte retórica, sólo es jugar el papel de “pastor” sobre el asunto
palestino para el imperialismo estadounidense. Carentes de poder para
asegurar que la ayuda humanitaria llega a Gaza, estos países son
incapaces de hacer la más ligera contribución a la causa palestina. Sus
comunicados y declaraciones de apoyo para Palestina no son más que
mentiras. La verdad es que estos países son lacayos cuyos intereses
están alineados con el imperialismo estadounidense.
La
Corte Internacional de Justicia debería condenar no sólo al Primer
Ministro de Israel, Netanyahu, sino también a los funcionarios estatales
que apoyan el genocidio, expulsión y atrocidades de Israel, por
crímenes contra la humanidad
El
régimen reaccionario sionista, con el apoyo de los imperialistas y sus
secuaces en la región, ha recurrido al genocidio y deportación contra la
población civil frente a los ojos de todo el mundo, sin reconocer
ninguna ley humanitaria, para escapar del punto muerto en el que ha
caído después de la dura pérdida de prestigio que ha sufrido. Gaza, que
es una zona de sólo 365 kilómetros cuadrados y es el hogar de 2,3
millones de palestinos, está siendo incendiada, destruida, deshumanizada
y desmembrada frente a los ojos de todo el mundo. En resumen, el Israel
sionista, respaldado por el apoyo militar y político-económico del
imperialismo estadounidense, alemán, francés y británico, ha convertido
Gaza en un cementerio. Ha atacado intencionalmente edificios, escuelas,
hospitales, mezquitas-iglesias, campamentos, con un intenso bombardeo,
asesinando a miles de palestinos e hiriendo decenas de miles. De una
población de 2,3 millones de personas en Gaza, un millón son
desplazados. Gaza ha estado sujeta a una ola de ataques con el objetivo
de la deshumanización total.
200
trabajadores de la ONU y 169 periodistas han sido asesinados.
Hospitales, escuelas, mezquitas, iglesias, convoyes de ayuda y campos de
refugiados han sido bombardeados. El número de asesinados supera las
40.000 personas. Este proceso de genocidio y brutalidad está siendo
llevado con la protección y apoyo dados por los buques de guerra
pertenecientes a los Estados imperialistas como EE.UU., Francia,
Alemania, Inglaterra y Canadá, anclados frente a la costa de Gaza. Los
imperialistas son los responsables principalmente por este proceso de
genocidio y atrocidad. Los imperialistas tienen una responsabilidad
colectiva en esto. Los imperialistas han equipado al Estado de Israel
con la legitimidad para cometer todos los crímenes que encajan en el
ámbito de “crímenes contra la humanidad” incluso de acuerdo con el
“criterio internacional” de la burguesía. Por esta razón, no sólo el
presidente de Israel, sino también los funcionarios de todos los otros
Estados que le apoyan, especialmente el presidente de Estados Unidos,
quién apoya todo el proceso de genocidio, deberían ser juzgados por
crímenes contra la humanidad en la Corte Internacional de Justicia. Como
los miembros del Senado de EE.UU., que dieron a Netanyahu una
atronadora ovación en cada minuto de su discurso en el Congreso de
EE.UU., en el que describió el genocidio y atrocidades que cometieron,
también deberían ser juzgados. Porque el genocidio infligido al pueblo
palestino está siendo llevado a cabo con “la sabiduría y apoyo
colectivo” de los imperialistas.
El
momento de la profunda crisis del sistema imperialista profundiza las
contradicciones entre los imperialistas y necesitan la expansión de las
guerras de agresión contra las naciones y pueblos oprimidos
Con
la intensificación y diversificación de la guerra mundial de reparto y
hegemonía, caen las caretas y todos están tomando posiciones de acuerdo
con su clase. La naturaleza de las leyes internacionales y a quién
sirven han sido reveladas. Democracia, igualdad, todos los valores
propagados por la burguesía están siendo pisoteados. Frente al genocidio
y brutalidad de Israel, apoyados por la coalición imperialista, en
colusión y pugna, dirigido por el imperialismo estadounidense, los
políticos y fuerzas de seguridad de “los apóstoles de la democracia y
los derechos humanos” tales como EE.UU., Alemania y Francia, se han
quitado sus caretas de “Estados que respetan los derechos humanos y
libertades” y se han convertido en agresores fascistas contra las masas
que apoyan la resistencia palestina.
El
mundo es un vórtice en el que las contradicciones interimperialistas se
intensifican, los conflictos regionales se expanden y el mundo está
rodeado por tendencias belicistas. El imperialismo está siguiendo el
camino de superar los cuellos de botella y crisis mediante guerras y
escalada en la agresión contra naciones y pueblos oprimidos. Al mismo
tiempo, esto dirige hacia la intensificación política deseada por una
lucha por el nuevo reparto de influencia económica y dominación.
Mientras que el podrido capital financiero monopolista desatado en el
mercado mundial, no duda en establecer su hegemonía optando por las
guerras. Esto prepara el camino para agudizar la contradicción
interimperialista y poner más y más en la agenda la opción de la
agresión militar.
Una
de las consecuencias más obvias de la crisis de descomposición del
sistema imperialista es el proceso al que se dirige tras la invasión de
Ucrania. En los últimos años, la política de EE.UU., y de la OTAN de
belicismo y de cercar a Rusia en Europa del Este, se ha intensificado.
Al mismo tiempo que el imperialismo ruso perdió influencia
continuadamente como fuerza hegemónica principal en Ucrania de 1991 en
adelante, EE.UU., y la UE pudieron expandirse económica y políticamente.
El resultado de esta provocación fue la invasión militar de Ucrania por
parte del imperialismo ruso el 24 de febrero de 2022. A pesar del
intenso apoyo técnico, logístico y económico proveído por la OTAN a
Ucrania durante más de dos años, Rusia ha hecho un firme progreso. Las
sanciones económicas impuestas a Rusia por parte de los imperialistas
occidentales lideradas por EE.UU., han fracasado a la hora de detener,
crear contradicciones, crear nuevas áreas de tensión y debilitar la
influencia a nivel mundial del imperialismo ruso. Las pérdidas militares
ucranianas han llevado a que EE.UU., y la OTAN no se retiren, pero
vayan más allá para provocar al imperialismo ruso. EE.UU., ha dado
permiso a Ucrania para usar armas dentro del territorio reconocido
oficialmente como Rusia, el proceso de equipar a Ucrania con F-16 se ha
acelerado, y la industria armamentística de EE.UU., y la OTAN continúan
alimentando a Ucrania.
Todos
los desarrollos similares en el mundo no se pueden considerar
independientes de la guerra por la hegemonía y redistribución a escala
global. Hoy, el mundo está presenciando una guerra con la redistribución
como su eje, una guerra que por un propia naturaleza durará años y se
diversificará y expandirá en términos de medios y campos. En esta
guerra, los actores globales así como sus proxies juegan un papel en el
cerco y retención de territorios. La lucha es política, económica,
militar y diplomática. Crear corredores de comercio y desarrollar
maniobras para hacerlos disfuncionales están entre las herramientas de
este proceso. Hay una división de regiones no sólo en términos de
recursos, riqueza, etc., sino también de acuerdo a su importancia
estratégica. La política de la OTAN, central para EE.UU., de cercar
Rusia, la inclusión de Finlandia y Noruega en la OTAN, la
intensificación militar de los países fronterizos con Rusia, el cerco
militar de EE.UU., y sus “aliados” en la región del Indo-Pacífico contra
China, la intensificación de la entrada al Mar Rojo, en Somalia,
Etiopía y Taiwán, son todas ellas expresiones de esto.
El
Secretario General de la OTAN, Stoltenberg, ha expresado abiertamente
la amenaza de las armas nucleares, diciendo que hay “debates sobre sacar
activos nucleares de los almacenes y ponerlos a punto para una alianza
que debe demostrar al mundo de fuera que tiene un fuerte poder
disuasorio”, y que “mientras las armas nucleares existan, permaneceremos
como una alianza nuclear, porque un mundo en el cuál Rusia, China y
Corea del Norte tienen armas nucleares y la OTAN no las tiene, es un
mundo más peligroso”. En la misma entrevista con The Guardian, el
Secretario de la OTAN enfatizó que la amenaza que supone el desarrollo
de las capacidades nucleares de China. Sin embargo, el principal foco de
la OTAN parece ser “actualizar o mejorar sus armas nucleares contra la
amenaza rusa”. Ciertamente, estos desarrollos y discursos no deberían
llevarnos a la conclusión de que la guerra interimperialista es
inminente. Por otra parte, debemos reconocer que la guerra serán cada
vez más una opción.
La
situación muestra que los conflictos regionales están en aumento,
expandiéndose desde Oriente Medio y el Mar Rojo hacia el Golfo, el
continente africano y el sudeste asiático. Hay una situación política en
Oriente Medio en la cuál las contradicciones que existieron antes del
Diluvio Al-Aqsa de la resistencia palestina contra el Israel sionista el
7 de Octubre de 2023, se han profundizado. En esta situación, el Israel
sionista, con el pleno apoyo de EE.UU., y los imperialistas
occidentales, se centran en hacer de Gaza una zona segura destruyendo,
deshumanizando y ocupando con una brutal masacre, profundizando la
ocupación con políticas colonizadoras reaccionarias en Cisjordania y
fragmentando aun más la ya fragmentada Palestina. Al mismo tiempo,
Israel está intentando escalar el conflicto con Irán de una forma
calculada, bajo la guía de EE.UU. Israel no mantiene en secreto su deseo
de expandir sus ataques hacia Líbano y Siria. Con este fin, está
organizando una operación en contacto estrecho con Estados Unidos.
Durante la visita del Ministro de Defensa de Israel, Gallant, a Estados
Unidos el 23 de junio, se debatieron los planes para atacar al libanés
Hezbollah. Los buques de guerra estadounidenses están posicionados en el
Mediterráneo para amenazar los movimientos y países en la región que
están del lado de Palestina y por una posible guerra entre Hezbollah e
Israel. Está claro que esto haría escalar los conflictos regionales y
proveería a Irán con una plataforma para nuevos movimientos.
Debido
a sus ricos recursos naturales y posición estratégica, la región de
Oriente Medio siempre ha sido una de los más importantes epicentros de
lucha por la repartición entre los imperialistas. Por lo tanto las
guerras se han convertido en una parte natural de la vida en esta
región.
Los
conflictos entre el pueblo palestino y el Estado israelí ocupante han
tenido siempre un impacto más allá de su propia escala. Además de muchas
razones entrelazadas y mutuamente determinadas, como se menciona
arriba, la importancia central de Oriente Medio en términos de recursos
energéticos mundiales y la lucha por el dominio sobre recursos
energéticos son decisivos. Ya que no hay fuente de energía que haya
aparecido que torne en insignificante el petróleo y el gas, esto
continuará siendo uno de los puntos clave en la lucha por el dominio del
mundo.
El
socialimperialismo chino ha estado intentando ganar un punto de apoyo
en la ecuación de Oriente Medio. El año pasado hizo un importante
movimiento al mediar en los problemas entre Irán y Arabia Saudí.
Continúa este proceso al reunirse con las organizaciones palestinas. A
esta reunión asistieron todas las fuerzas de la resistencia palestina.
Facciones palestinas con diferentes posiciones incluyendo Fatah y Hamas,
acordaron acabar con sus hostilidades y formar un gobierno de “unidad
nacional” como parte de las negociaciones mediadas por el gobierno
chino. Según el acuerdo, calificado como “Diálogo de Pekín”, estas
facciones formarán un gobierno interno de reconciliación. De acuerdo con
el comunicado, se acordó lograr la unidad nacional que incluye todas
las facciones dentro de la Organización para la Liberación de Palestina
(OLP). Esto puede ser visto como un paso importante para la Liberación
Nacional Palestina y las Fuerzas anticoloniales para continuar su lucha
juntas contra el Estado de Israel y sus partidarios. Israel y sus
partidarios pasaron a la acción al asesinar a Ismail Haniyeh, Jefe del
Buró Político de Hamas, quién estaba en Irán. El objetivo de este
asesinato fue desmoralizar las fuerzas de la resistencia en el contexto
de Hamas, que destaca con su poder y efectividad dentro de las Fuerzas
de Resistencia Palestina, para mostrar el poder de Israel, y para
intimidar a Irán. Al dirigir a Irán directamente hacia la guerra, Israel
quiere implicar directamente a las potencias imperialistas dirigidas
por EE.UU., en la guerra. De esta forma, la ocupación y genocidio por
parte de Israel del pueblo palestino será relegado y “un terreno
legítimo” será creado para un ataque contra Irán, el cuál ha sido el
objetivo de EE.UU., durante muchos años. Además, con la implicación de
Irán de facto en el proceso, la región se volverá un campo de batalla
más amplio ya que organizaciones como Hezbollah, Yemen y Hashd-al-Shaabi
en Irak se convertirán en parte directa de la guerra de resistencia
nacional.
El
7 de Octubre ha dinamitado el proceso de normalización dirigida por
EE.UU., entre Israel y Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Jordania y Arabia
Saudí. Además de los Acuerdos de Abraham, energía y rutas de comercio y
normalización política, los planes para la completa destrucción de
Palestina han sufrido un serio golpe. De esta forma, EE.UU., quieren
consolidar su hegemonía en la región y debilitar la creciente influencia
de China y Rusia. El Diluvio de Al-Aqsa tiene la característica de
darle la vuelta a todos los planes y orientaciones y condenar todas las
fuerzas reaccionarias a una nueva búsqueda por el equilibrio.
Identificar
las Fuerzas de Resistencia Palestina con HAMAS, estrechar la
resistencia y presentarlo como un “Conflicto con Islamistas” es un
intento de legitimar los genocidios israelíes en público.
Toda
fuerte ruptura en la lucha de clases clarifica las contradicciones y
reorganiza las filas. En tales momentos de ruptura histórica, no hay
sólo un reacercamiento entre imperialistas y Estados reaccionarios, sino
también un reacercamiento político e ideológico entre aquellos que se
definen a sí mismos como antiimperialistas, revolucionarios o en contra
de la guerra de agresión imperialista en la evaluación de la situación
que se plantea. En esencia, cada clase evalúa lo que está pasando en el
marco de la perspectiva guiada por sus propios intereses de clase y toma
posición de acuerdo con ello. Esto es lo que pasó en este proceso.
La
lucha palestina por la independencia nacional y contra la ocupación
está basada en un derecho indiscutible. Este es el punto principal a
enfatizar en esta lucha. La Lucha de Liberación Nacional Palestina y su
dirección han sido formados en varias formas ideológicas y políticas,
aunque los puntos básicos de partida son los mismos. Es un hecho que
fuerzas con referencias islámicas fueron apoyadas inicialmente por los
imperialistas para oponerse al socialismo y para hacer las luchas de
liberación nacional dependientes de los imperialistas. La pérdida de
credibilidad de la dirección de la Lucha de Liberación Nacional
Palestina, que inició con Arafat y continuó con Mahmoud Abbas, a ojos
del pueblo palestino es un factor decisivo en la emergencia e incluso
posición dominante de estas fuerzas. La persistencia de los movimientos
con referencias islámicas en la resistencia contra aquellos quienes
constantemente hicieron concesiones al expansionismo israelí y a los
imperialistas y perdieron su credibilidad debido a la corrupción, ha
ganado la simpatía del pueblo palestino.
El
hecho de que la nación palestina está bajo ocupación y que esta
ocupación está constantemente expandiéndose no debería evitar la
identificación de la contradicción fundamental en la evaluación de las
fuerzas aquí. La contradicción principal aquí es entre la ocupación y la
antiocupación. La resolución de esta contradicción formará la base para
la resolución de las contradicciones entre las fuerzas progresistas y
reaccionarias en la sociedad palestina. El asunto en el que pondremos el
foco ahora, es que la lucha de la nación palestina por su derecho a la
autodeterminación y contra la ocupación se justifica y debe apoyarse.
Aquellos que rechazan la legitimidad de la lucha de las Fuerzas de
Liberación Nacional Palestina contra la ocupación y por la independencia
nacional sobre la base de la naturaleza de HAMAS, son los partidarios
del imperialismo que legitiman la ocupación del sionismo israelí y
justifica la ocupación y agresión de los aliados reaccionarios e
imperialistas, especialmente del imperialismo estadounidense.
“Estamos
aquí y luchamos como FPLP. Somos muy fuertes en Gaza, tenemos miles de
miembros. Desde el 7 de Octubre hemos sufrido centenares de mártires.
Estábamos aquí antes que Hamas, estábamos aquí antes que los islamistas.
Fuimos la fuerza principal que dirigió la lucha armada en 1973…” (Maher
Al Taher, Responsable de Relaciones Internacionales del FPLP).
La
unificación de las Fuerzas de Liberación Nacional Palestina y su lucha
conjunta contra el Estado de Israel es un desarrollo muy importante para
la lucha de liberación nacional palestina. Geográficamente dividida,
políticamente fragmentada y habiendo perdido su dirección central
encarnada en la Organización para la Liberación de Palestina (OLP),
Palestina ahora está reuniendo todas sus partes. Está claro que esta
reunificación molesta a muchos. Porque una Palestina sin unidad está
siempre destinada a la derrota. El Estado de Israel y sus partidarios
hicieron lo mejor que pudieron para evitar esta reunificación. Con este
proceso, la arena internacional trató de crear dudas acerca de la
resistencia del pueblo palestino, especialmente enfatizando la identidad
ideológica de HAMAS. Incluso se dijo que organizaciones tales como
HAMAS representaban a la reacción debido a su identidad islámica, y se
dio apoyo al genocidio y brutalidad israelíes abierta o indirectamente.
Describir
a la resistencia palestina como un conflicto entre identidades
religiosas es una distorsión organizada y deliberada de la realidad.
Pretende encubrir la realidad que hizo crecer a la resistencia
palestina. Israel y sus partidarios llevan a cabo esta propaganda
sistemáticamente. Esto es para encubrir el colonialismo expansionista y
la reacción israelí apoyada por el imperialismo desde 1948 y los cerca
de 80 años de prácticas genocidas del sionismo israelí. De esta forma,
quieren embutir la resistencia palestina en identidades islámicas para
respaldarse en su propia opinión pública por una parte, y por otra para
ocultar la existencia de fuerzas revolucionarias de ojos de los demás.
La
ideología reaccionaria de HAMAS y de otras organizaciones orientadas
hacia el islam y el papel que juegan en la resistencia palestina hoy, no
elimina la injusticia de la esclavización, subyugación y opresión de
Palestina por parte de Israel. Ni tampoco elimina el carácter político
de la lucha palestina por la liberación de este yugo, sea la que sea su
orientación ideológica. Esta lucha no tiene un carácter islamista, sino
que tiene un contenido que busca liberar Palestina del yugo. En este
contexto, la lucha del pueblo palestino es en todo sentido una Lucha de
Liberación Nacional. La operación “Diluvio de Al-Aqsa” y la Lucha de
Liberación Nacional Palestina en conjunto tiene una esencia nacional
cuyo contenido no puede ser determinado sólo por HAMAS y organizaciones
islamistas similares.
Todo
tipo de reaccionarios quienes dudan del poder creativo de las masas
oprimidas, explotadas y subyugadas del pueblo están atónitos por el
logro de algo que es imposible “de acuerdo con ellos”, toman refugio en
teorías de la conspiración y al final hacen pasar las acciones de las
masas oprimidas del pueblo como un proyecto de esta o de otra sección de
los poderes dominantes. Para ellos, las masas populares son ignorantes,
sin poder e impotentes. Sin el consentimiento de los poderes
dominantes, no pueden conseguir nada independientemente de ellos. ¡No es
el trabajo de las masas oprimidas hacer que los tronos de los
gobernantes se tambaleen! Varias versiones de estos grupos, cuyos
cerebros están esclavizados por las clases dominantes, no dudaron en
repetir el mismo sinsentido a coro cuando las acciones de las Fuerzas de
Liberación Nacional Palestina empezaron. Incluso peor, aquellos que
luchan por su existencia en condiciones similares al pueblo palestino
también son parte de este panorama reaccionario. Aunque saben que los
argumentos usados en la propaganda reaccionaria contra la Liberación
Nacional Palestina y las fuerzas anticoloniales también son usados
contra ellos, han sacrificado sin dudar los principios de apoyo por una
justa lucha de las naciones oprimidas como resultado de relaciones e
intereses tácticos que han desarrollado con las fuerzas reaccionarias e
imperialistas en la región. Las relaciones entrelazadas con el
imperialismo tienen un impacto significante en las dinámicas de
determinar esta actitud incorrecta. También es ejemplarizante en
términos de mostrar las dimensiones de esta relación.
La Lucha de Liberación Nacional Palestina tiene una larga historia de lucha
Como funcionario del FPLP, Marwan al-Abda dijo “Al
estar Hamas preocupado, Hamas – incluso sólo – está luchando hoy no
sólo por su propio programa, no por un Partido o un lado, sino por la
defensa del pueblo palestino. Está luchando contra un enemigo histórico y
social, el enemigo de todos los Partidos palestinos. Israel siempre ha
querido demonizar a la resistencia. Para las clases dominantes
explotadoras, cualquier fuerza de resistencia que se levanta contra el
orden de dominación y explotación dado, es demonizado. El lado de la
resistencia, ya sea revolucionario-comunista, religiosa o cualquiera que
sea la ideología que lleva, será condenado por resistir. En conclusión,
estamos en una etapa de liberación nacional y esto requiere que todos
nos unamos en un frente nacional único. Esto es lo que exigimos. ¿Por
qué hubo charlas en el pasado sobre reconciliación entre las partes
palestinas y sobre acabar con la división, sobre reuniones, sobre crear
un frente amplio, debates sobre la OLP? Porque estamos bajo ocupación y
necesitamos unidad. No hay desacuerdo en torno a ello. El elemento de
unidad es un tipo de fuerza que el ocupante no quiere que alcancemos. La
unidad también significa fortalecerse. Ellos quieren dividir la
resistencia. Sabemos y el ocupante sabe que hay un proyecto israelí para
dividir a la resistencia palestina.
Estamos
luchando bajo el espacio de operaciones conjuntas del Frente Popular de
Liberación de Palestina – Brigadas del Mártir Abu Ali Mustafa. El
espacio de operaciones conjuntas no es una nueva organización. Se
estableció en guerras previas y ha acumulado experiencia, plan y
habilidad. Este espacio también recibe ayuda y apoyo para no sentirse
huérfano. Por encima de todo, está unido en operaciones militares y por
primera vez seguro de sí mismo en torno a las operaciones conjuntas.
Además,
la resistencia popular sabe que está implicada en una lucha integral
contra el imperialismo y el sionismo y con los árabes por la
“normalización” en la región. Sabe muy bien quién es enemigo y quién es
amigo.”
La
Resistencia Nacional Palestina es por encima de todo la resistencia
unida del pueblo palestino. La resistencia de las Fuerzas de Liberación
Nacional Palestina contra la agresión y el expansionismo colonial
israelíes empezó en 1948, cuando los palestinos fueron desposeídos y
expulsados de sus propias tierras. En los primeros años de la
resistencia, las fuerzas islámicas no eran ni siquiera parte de la lucha
armada palestina. Muchas organizaciones influenciadas por el
marxismo-leninismo y el Pensamiento Mao Tse-tung, tales como Fatah, el
Frente Democrático y el Frente Popular por la Liberación de Palestina,
adoptaron la lucha armada contra el Estado de Israel desde su creación.
La lucha de liberación nacional palestina, nacional e
internacionalmente, ha sido principalmente la causa de revolucionarios y
comunistas. Después de que la Primera Intifada se convirtiese en una
resistencia mayor en 1987, las fuerzas islámicas decidieron implicarse
en la lucha armada. HAMAS y Yihad Islámica son organizaciones que
surgieron de este proceso. Después de que Fatah acabase con la lucha
armada con los “Acuerdos de Oslo” y la línea del compromiso se puso al
frente, los islamistas se pusieron al frente de la resistencia.
El
“Diluvio de Al-Aqsa” fue un movimiento no sólo de HAMAS u
organizaciones similares con una formación ideológica islámica, sino
también por parte de 14 organizaciones palestinas que formaron un frente
de resistencia nacional y el proceso fue organizado por el “Espacio de
Operaciones Conjuntas”. Este “Espacio de Operaciones de Conjuntas” es
también el centro de coordinación de la resistencia palestina en la
guerra actual. Las organizaciones en el centro de coordinación de esta
guerra son las Brigadas Izz ad-Din Kassam, brazo armado de Hamas, las
Brigadas Al-Quds de Yihad Islámica, las Brigadas Abu Ali Mustafa del
Frente Popular por la Liberación de Palestina (FPLP) y las Brigadas
Muyahidín, el Batallón Nidal al-Amuri, las Brigadas Nasser Salah al-Din,
las Brigadas de Resistencia Nacional del Frente Democrático por la
Liberación de Palestina (FDLP), las Brigadas Abdel Qader al-Husseini,
las Brigadas Mártir Yihad Jibril, los Grupos Mártir Ayman Jude and el
Ejército Tormenta. Desde el 7 de Octubre cuadros y luchadores de
organizaciones de izquierda tales como el FPLP y el FDLP y de las
Brigadas Nasser Saladin han sido martirizados. Todas estas
organizaciones siguen implicadas en el conflicto.
Además,
la práctica de organizaciones palestinas actuando conjuntamente ya
empezó antes del 7 de Octubre. El primer “Espacio de Operaciones
Conjuntas” entre las fuerzas de la resistencia fuera de Fatah fue
fundado en 2006. En 2014, 12 organizaciones se unieron contra la
“Operación Margen Protector” de Israel. En 2018, esta sala fue
formalizada como “Sala Conjunta de Grupos de la Resistencia Palestina”.
Las Brigadas de Mártires de Al-Aqsa, el brazo armado de Fatah, que fue
expulsado de Gaza por parte de Hamas en 2007, no fueron incluidas en
esta sala a pesar de su apoyo verbal. El Batallón Nidal al-Amudi, las
Brigadas Nasser Saladin y las Brigadas Muyahidín fueron formadas por
cuadros de Fatah que rechazaron los acuerdos de Oslo y dejaron las
Brigadas de Mártires de Al-Aqsa, que habían dejado atrás sus armas y se
habían convertido en las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina.
En
el 22º día de la operación, 5 organizaciones de la resistencia
palestina (FPLP, FPLP-DC, FPLP-GC, HAMAS y Yihad Islámica) publicaron
una declaración conjunta. La declaración conjunta enfatizaba la
importancia de adherirse a la unidad nacional y rechazar los intentos
del enemigo de dividir el pueblo o monopolizar cualquier parte de ello,
enfatizaba la importancia de unir esfuerzos y estrechar las filas en
esta batalla decisiva. La declaración culpó a EE.UU., de este proceso y
resumió el objetivo de la lucha de la siguiente forma: “Al
librar esta lucha en defensa de nuestra tierra, nuestro pueblo y
nuestros lugares santos, reafirmamos nuestro compromiso por el derecho
de nuestro pueblo de resistir y nuestra confianza en la victoria de
nuestro pueblo en esta batalla por la liberación, retorno,
autodeterminación y establecimiento de un estado palestino con Jerusalén
como su capital”.
El
carácter ideológico-de clase de los movimientos de independencia
nacional y antocoloniales por supuesto es importante, pero en términos
de la cuestión en su conjunto, la legitimidad de la resistencia y
rebelión contra la ocupación colonial de Palestina es esencial. El
derecho de las naciones a la autodeterminación es un derecho
indiscutible y la lucha de las fuerzas anticoloniales y de Liberación
Nacional palestinas son legítimas en su contenido y forma.
La
lucha de las Fuerzas de Liberación Nacional Palestina y de Resistencia
Anticolonial es un aliado del proletariado en la lucha por la revolución
mundial
La
contradicción entre pueblos oprimidos y los países dependientes y
colonias y los imperialistas la contradicción central de nuestra época.
La profundización de la crisis general e inevitable del sistema
imperialista incrementa la intensidad de la contradicción entre estos
países y sus pueblos oprimidos y los imperialistas. La resolución de
esta contradicción en favor de las naciones y pueblos oprimidos
profundiza las contradicciones internas del sistema imperialista y de
forma última, lo debilita. En este sentido, la lucha de las naciones y
pueblos oprimidos contra el imperialismo suma fuerza a la lucha del
proletariado. Es por esta realidad que Lenin, Stalin y Mao Tse-tung,
mientras mencionaban las contradicciones que forman el sistema
imperialista, enfatizaron la contradicción entre imperialismo y naciones
y pueblos oprimidos como la contradicción que marca nuestra época. Esta
también es la definición que define la posición de las fuerzas que
luchan contra el imperialismo y contra el sistema imperialista y así,
clarifica los aliados del proletariado. Los movimientos de liberación
nacional son aliados del Movimiento Comunista Internacional. Estas dos
fuerzas se complementan entre ellos en la lucha contra el imperialismo.
Necesitamos observar la Lucha de Liberación Nacional Palestina desde
esta perspectiva.
Este
nuevo estado de guerra entre el Estado de Israel y la Resistencia
Nacional Palestina es una nueva etapa en la lucha en curso entre lo
correcto y lo erróneo. La Lucha de Liberación Nacional Palestina es
histórica y políticamente justa. La reacción sionista y sus partidarios
imperialistas están del lado equivocado. En esta lucha, el proletariado
consciente y los pueblos oprimidos del mundo están con la Resistencia
Nacional Palestina. El hecho de que el ataque que ha provocado esta
guerra incluya los asentamientos del sionismo israelí no cambia “lo que
es justo”. Palestina está en una guerra de defensa, es justa y esta
guerra es legítima. Si Palestina gana esta guerra contra Israel, esto
será, como dijo el Camarada Lenin, bienvenido “con amor” por parte del
proletariado internacional.
La
colonización o semicolonización es una tendencia inevitable del
imperialismo. Esto de nuevo es muy evidente en el periodo en que estamos
viviendo. Los Estados, cargados con enormes deudas, han sostenido este
sistema hasta hoy con dinero que la economía real no puede manejar. El
sistema está en bancarrota desde hace un tiempo. Sin embargo, continúa
existiendo a través de los Estados dependientes y especialmente
semicoloniales. La intensidad y continuidad de las guerras regionales de
hoy, inflación crónica, y hoy los impuestos crecientes, son todos parte
de esto. Está claro que esto no es independiente del imperialismo y del
sistema corrupto de la burguesía monopólica. Al respecto de esto,
debemos llevar hacia delante y defender el derecho de las naciones a la
autodeterminación como un principio que debe ser defendido en la lucha
antiimperialista. Nuestra conciencia debe estar clara en este asunto.
Es
una realidad objetiva que los componentes de las luchas de los pueblos
de los países dependientes y coloniales contra los colonialistas e
imperialistas muestran diversidad de clase y que cada clase y estrato
tiene su propio punto de vista y diferencias al respecto d ella
naturaleza de la sociedad a ser creada. El hecho de que la línea
ideológica y política del proletariado no es efectiva o decisiva en
tales luchas, aunque expresa una importa deficiencia, no cambia la
naturaleza del problema en su conjunto.
“El
carácter indudablemente revolucionario de la inmensa mayoría de los
movimientos nacionales es algo tan relativo y peculiar, como lo es el
carácter posiblemente reaccionario de algunos movimientos nacionales
concretos. El carácter revolucionario del movimiento nacional, en las
condiciones de la opresión imperialista, no presupone forzosamente, ni
mucho menos, la existencia de elementos proletarios en el movimiento, la
existencia de un programa revolucionario o republicano del movimiento,
la existencia en éste de una base democrática. La lucha del emir de
Afganistán por la independencia de su país es una lucha objetivamente
revolucionaria, a pesar de las ideas monárquicas del emir y de sus
partidarios, porque esa lucha debilita al imperialismo, lo descompone,
lo socava.” (Stalin)
El
hecho de que la comprensión del antiimperialismo, de las luchas
antiimperialistas, de la ira y de la resistencia contra el imperialismo
de clases diferentes al proletariado sea limitado y contenga
inconsistencias, no puede ser visto como un obstáculo en las relaciones
que hemos establecido y estableceremos con ellas. Lo que estamos
obligados a hacer en esta situación es a cumplir la misión de dirección
en superar estas inconsistencias. Esto, como el programa de la LAI
enfatiza “va de la mano con la efectividad del punto de vista del proletariado en esta lucha.”
Las
luchas por la independencia nacional y la revuelta contra el
colonialismo fueron correctamente identificadas por Lenin como fuerzas
aliadas del proletariado en la lucha mundial del Movimiento Proletario
Internacional en la Era del Imperialismo y de las Revoluciones
Proletarias. Al mismo tiempo, se dejó claro que la “Cuestión Nacional y
Nacional Colonial” es otra esfera en la que lucha de clases se
materializa y que es imperativo “lograr la unidad” en la lucha contra el
sistema imperialista. Uno de los principales pilares de la existencia y
supervivencia del sistema imperialista es el saqueo de “países
dependientes y coloniales” y la transferencia de enormes recursos a los
Estados imperialistas. En este contexto, los enemigos del proletariado
internacional y de los pueblos de los países coloniales y dependientes
son comunes, y para luchar contra el imperialismo, no es una elección
sino una necesidad para estas fuerzas construir un frente revolucionario
común contra el imperialismo.
“El
leninismo ha puesto al desnudo esta incongruencia escandalosa, ha
demolido la muralla entre los blancos y los negros, entre los europeos y
los asiáticos, entre los esclavos “cultos” e “incultos” del
imperialismo, y con ello ha vinculado la cuestión nacional al problema
de las colonias. Con ello, la cuestión nacional ha dejado de ser una
cuestión particular e interna de los Estados para convertirse en una
cuestión general e internacional, en la cuestión mundial de liberar del
yugo del imperialismo a los pueblos oprimidos de los países dependientes
y de las colonias.
[…]
El
leninismo demostró, y la guerra imperialista y la revolución en Rusia
lo han corroborado, que el problema nacional sólo puede resolverse en
relación con la revolución proletaria y sobre la base de ella; que el
camino del triunfo de la revolución en el Occidente pasa a través de la
alianza revolucionaria con el movimiento de liberación de las colonias y
de los países dependientes contra el imperialismo. La cuestión nacional
es una parte de la cuestión general de la revolución proletaria, una
parte de la cuestión de la dictadura del proletariado.” (Stalin)
“De
esto se desprende que hay dos tipos de revolución mundial, y el primero
pertenece a la categoría burguesa o capitalista. La era de este tipo de
revolución mundial pasó hace mucho tiempo; tocó a su fin con el
estallido de la Primera Guerra Mundial imperialista de 1914, y, sobre
todo, con la Revolución de Octubre de 1917 en Rusia. Desde entonces,
comenzó el segundo tipo de revolución mundial: la revolución mundial
socialista proletaria. Esta revolución tiene como Fuerza principal al
proletariado de los países capitalistas, y como aliados, a las naciones
oprimidas de las colonias y semicolonias. Sean cuales fueren las clases,
partidos o individuos de una nación oprimida que se incorporen a la
revolución, tengan o no conciencia de este punto, lo entiendan o no en
el plano subjetivo, basta con que luchen contra el imperialismo para que
su revolución sea parte de la revolución mundial socialista proletaria,
y ellos mismos, aliados de ésta.” (Mao Tse-tung, Sobre la Nueva
Democracia)
En
nuestra era, cuando la burguesía es completamente reaccionaria, las
luchas por la liberación nacional y el colonialismo son también parte
del proceso de Revolución de Nueva Democracia. Ya que los procesos
coloniales y de ocupación en nuestra época no pueden darse
independientemente de los imperialistas, por lo tanto cada lucha
anticolonial y antiocupación objetivamente incluye el antiimperialismo.
Mientras que llevar adelante la lucha anticolonial y antiocupación sobre
una línea proletaria asegura el desarrollo de un proceso de Revolución
de Nueva Democracia directo y consistente, ya que los componentes de la
lucha de las Fuerzas de Resistencia Palestina están principalmente
enfocados en la antiocupación y la eliminación de la situación colonial,
la resolución de este asunto en favor de las Fuerzas de la Resistencia
también madurará las precondiciones para el progreso del proceso de
Revolución de Nueva Democracia.
“En
esta era, toda revolución emprendida por una colonia o semicolonia
contra el imperialismo, o sea, contra la burguesía o capitalismo
internacional, ya no pertenece a la vieja categoría, a la de la
revolución democrático-burguesa mundial, sino a la nueva categoría; ya
no forma parte de la vieja revolución burguesa o capitalista mundial,
sino de la nueva revolución mundial: la revolución mundial socialista
proletaria. Estas colonias o semicolonias en revolución no pueden ser
consideradas como aliadas del frente de la contrarrevolución capitalista
mundial; se han convertido en aliadas del frente de la revolución
socialista mundial.” (Mao Tse-tung, Sobre la Nueva Democracia)
La Lucha de Liberación Nacional Palestina está destinada a vencer
“Como
Lenin apuntó, las guerras civiles proletarias contra la burguesía, la
dictadura del proletariado contra los estados burgueses y las guerras
revolucionarias nacionales de los pueblos oprimidos contra el
imperialismo son inevitablemente guerras revolucionarias…” (6º Congreso
Mundial de la Internacional Comunista, 1928).
Como
fuerzas antiimperialistas y revolucionarias del mundo, primero y por
delante de todo estamos a favor de un mundo sin guerra y estamos
luchando por ello. Pero sabemos que esto no ocurrirá sin acabar con el
sistema de explotación y barbarie en el que vivimos. Por esta razón,
estamos alejados de perspectivas y lemas “humanistas” y “pacifistas”, y
vemos la destrucción de la base objetiva que realmente crea las guerras
como una necesidad para acabar con la guerra. Por lo tanto determinamos
nuestra actitud observando las condiciones objetivas y contradicciones
sobre las que las guerras tienen lugar y que contradicciones buscan
resolver.
Para
aquellos quienes luchan para crear un mundo sin guerra ni explotación,
el problema está bastante claro. Habrá guerras hasta que la base
objetiva que crea guerras, esto es, la realidad de la sociedad de
clases, sea eliminada. Por lo tanto la humanidad debe luchar para crear
una sociedad sin clases. Por ello, debe organizar una contra-violencia
revolucionaria de la clase obrera y los oprimidos contra la violencia de
las clases dominantes y luchar para borrar las fuerzas de clase
explotadora dominante de la historia de la humanidad para siempre. Como
Lenin dijo “Sólo
cuando hayamos derribado, cuando hayamos vencido y expropiado
definitivamente a la burguesía en todo el mundo, y no sólo en un país,
serán imposibles las guerras. ”
Dentro
del sistema imperialista de explotación y saqueo, las guerras son
libradas principalmente en dos frentes: por una parte guerras injustas
que sirven a la continuación del sistema de explotación y benefician a
una u otra clase(s) explotadora(s), y por otra parte, guerras que sirven
a los intereses de la oprimida, explotada y subyugada clase obrera y
pueblos oprimidos, esas son, guerras justas. Estamos a favor de estas
guerras justas y somos parte de ellas.
En
palabras de Lenin, “el imperialismo es reacción política”. Por esta
misma razón, la lucha por la paz y por la libertad de los pueblos,
mujeres, naciones y naturaleza debe ser vista como un componente de la
guerra revolucionaria contra el imperialismo y el fascismo.
Se
debe reiterar una vez más que hoy la lucha antiimperialista está
también estrechamente vinculada a la lucha democrática. A escala global,
los principios y valores de la democracia han decaído en manos de la
burguesía, y la lucha por la democracia y consistente democratismo ha
ganado unidad y se une con el carácter antiimperilista. Esto significa
que los valores, principios y línea política de la democracia proletaria
con carácter antiimperialista consistente son crecientemente integrados
en los pueblos oprimidos.
El antiimperialismo es condición sine qua non para
la lucha por la democracia. Por supuesto, esto no significa que cada
lucha y movimiento democrático deba ser consistente y revolucionario
hasta el final. Sólo significa que cada lucha democrática contiene una
esencia antiimperialista, la cuál debemos responsabilizarnos de entender
para desarrollarla y unificarla.
El
camino que los antiimperialistas deben seguir es asir los intereses que
condicionan la solución. En este caso, está claro que estamos hablando
de una responsabilidad que se centra en los intereses de los pueblos
oprimidos quienes son los sujetos de la lucha por la democracia. El
logro de los derechos democráticos es posible con el triunfo de la lucha
contra el imperialismo. La importancia, profundidad, alcance y
necesidad de la lucha antiimperialista determina el alcance de la lucha
por la democracia. Abordar el asunto a nivel internacional es otro
importante asunto que necesita ser enfatizado. Recientes eventos
muestran que las condiciones por la lucha antiimperialista a nivel
internacional han madurado. La existencia y luchas de las naciones cuyo
derecho de autodeterminación ha sido usurpado y cuyos territorios han
sido ocupados han movilizado una considerable masa de gente. Las
secciones progresistas del mundo han abrazado la lucha contra la gran
destrucción causada por el imperialismo con gran odio y persistencia. La
intolerancia mostrada contra esta lucha, especialmente en las
“democracias avanzadas”, es una indicación firme de la naturaleza del
conflicto de intereses en este campo. Hay una clara intolerancia hacia
la lucha y hacia el contraataque. Los intereses de aquellos que han
creado el problema chocan con los intereses de aquellos a favor de una
solución revolucionario al problema en Palestina, por ejemplo.
El
único amigo de verdad del pueblo palestino son las masas de millones de
personas quienes, a pesar de las prohibiciones y la represión, llenan
las calles con un espíritu antiimperialista y antisionista en cada
esquina del mundo. Contra la dominación reaccionaria que legitima el
aislamiento de Palestina y la masacre del sionismo con “el cuento del
terrorismo”, están las acciones independientes de los pueblos que están
con Palestina sin pararse a hacer cálculos, pintando “Viva Palestina
Libre” en las paredes en todas partes, y enarbolan los símbolos de
Palestina.
La
Resistencia Nacional Palestina, formada como una lucha antiimperialista
poderosa de gran valor histórico, es mucho más gloriosa hoy. La última
antorcha que ilumina esta grandeza es el Diluvio de Al-Aqsa. Las
características guía de la lucha palestina iluminada por el Diluvio de
Al-Aqsa siguen brillando alegremente hoy. Son características que los
comunistas han iluminado repetidamente, explicado y practicado en todas
sus luchas. Estas son características que nos enseñan como ganar.
La
fortaleza y éxito de la resistencia palestina, su calidad que trastoca
todos las maquinaciones regionales del imperialismo estadounidense y el
sionismo, serán una palanca en la lucha de las naciones oprimidas y
masas populares. El éxito de la resistencia organizada de las naciones
oprimidas desposeídas, asediadas y sin poder, contra la reacción
imperialista y sionista, organizada al más alto nivel y poseyendo todos
los medios de dominación, casi una máquina de guerra, será una
referencia para las luchas de liberación. El hecho de que esta
resistencia profundiza la lucha por le hegemonía imperialista, la hace
ser abierta y la eleva al nivel de conflicto, revelará la necesidad de
organizar guerras revolucionarias y justas contra la hegemonía
reaccionaria. La grandeza, determinación y persistencia de la
resistencia de liberación palestina desenmascarará todas las fuerzas
reaccionarias regionales y elevará el nivel de conciencia y
determinación de los oprimidos para luchar.
Estamos
en un nuevo proceso en el cuál estamos destinados a ganar contra todo
imperialismo. El imperialismo es un sistema político y económico en
bancarrota esperando a ser lanzado al basurero de la historia. Los
pueblos tienen poderosas armas para remover este gigante montón de
basura. Nuestra tarea fundamental es organizar, armarnos nosotros mismos
y participar en las luchas por el poder sin dudarlo. Debemos
solidarizarnos plenamente con la resistencia nacional palestina,
enfatizar sin dudar, asir y defender cada característica revolucionaria
materializada en ella. Esto no será sólo solidaridad. Debemos librar
también una lucha abierta y activa en nuestros países contra todas las
extensiones internacionales y regionales y colaboradores con el sionismo
israelí. Israel está apoyado o alimentando en diferentes formas por
muchos Estados y monopolios internacionales. Como antiimperialistas,
debemos trabajar conjuntamente para atacar los recursos que apoyan y
alimentan esta ocupación y masacre en los países en los que vivimos.
Sólo podemos hacerlo creyendo y siendo guiados por el poder de los
pueblos para vencer al final.
Como
Comité de Coordinación de la Liga Antiimperialista, llamamos a todas
las fuerzas revolucionarias, antiimperialistas y antiocupación a apoyar
la Lucha de Liberación Nacional Palestina y ser parte de la resistencia,
cueste lo que cueste. Debemos asir la lucha del pueblo oprimido
palestino contra el sionismo israelí, uno de los arietes del sistema
imperialista, fortalecer la resistencia y mostrar nuestra solidaridad
con acciones concretas.
¡LA LUCHA DE LAS FUERZAS DE LIBERACIÓN NACIONAL PALESTINA CONTRA LA OCUPACIÓN Y El COLONIALISMO ES JUSTA Y LEGÍTIMA!
¡TODOS LOS IMPERIALISTAS Y REACCIONARIOS SON TIGRES DE PAPEL!
¡VIVA LA LUCHA POR LA INDEPENDENCIA NACIONAL DE LAS FUERZAS DE LIBERACIÓN NACIONAL PALESTINA!
¡VIVA El DERECHO DE LAS NACIONES OPRIMIDAS A LA AUTODETERMINACIÓN!
¡ABAJO El IMPERIALISMO, ABAJO El ESTADO SIONISTA DE ISRAEL!
Comité de Coordinación de la Liga Antiimperialista