jueves, 15 de junio de 2017

La Dirección Centralizada del Partido - Capítulo VI del libro "Una Comprensión Básica del PCCh"




Nota DPCP:
El blog "Defensa del PCP", a partir de hoy, pondrá a su disposición el libro "Una Compresión Básica del Partido Comunista de China", separado por capítulos a modo de correción de los posibles errores de tipeo y posteriormente compartiremos el libro completo en un solo archivo PDF.
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Capítulo VI

La Dirección Centralizada del Partido

Los estatutos del partido estipulan: “Los órganos del estado, el Ejército Popular de Liberación y la milicia, los sindicatos, las asociaciones de campesinos pobres y medios de la capa inferior, las federaciones de mujeres, la Liga de la Juventud comunista, los Guardias Rojos, los Pequeños Guardias Rojos y otras organizaciones revolucionarias de masas deben todas aceptar la dirección centralizada del partido. El fortalecimiento de esta dirección centralizada, la plena puesta en juego de su papel revolucionario en las filas del proletariado –esta es la garantía fundamental de que nuestra causa socialista logrará aún mayores victorias. Todos los comunistas deben fortalecer su concepto del partido, someterse conscientemente a la dirección centralizada del partido y preservarla.


El Partido Debe Ejercer la Dirección en Todo; Este es un Importante Principio Marxista-Leninista

Hace más de un siglo, Marx y Engels, sintetizando la experiencia de la Comuna de París, señaló claramente: “contra este poder colectivo de las clases poseedoras a la clase obrera no puede actuar, como clase, excepto constituyéndose ella misma como partido político, distinto y opuesto a todos los viejos partidos formados por las clases poseedoras”. (104) Dirigiendo la revolución rusa, Lenin le dio gran importancia a la construcción del partido y su papel dirigente. En 1905, en su artículo “Un Acuerdo Militante por el Levantamiento”, planteó: “Vemos en el independiente e intransigente partido marxista del proletariado revolucionario la única prenda de victoria del socialismo y el camino a la victoria que es el más libre de vacilaciones”. (105) Luego de la victoria de la Revolución de Octubre, sintetizando la experiencia de la dictadura del proletariado en un momento oportuno, Lenin una vez recalcó. “… todas las actividades políticas y económicas… (del gobierno) … están guiadas por la vanguardia consciente de la clase obrera –el partido comunista”. (106) La doctrina marxista-leninista sobre la construcción del partido nos enseña lo siguiente: la dirección del partido es la condición fundamental e indispensable para lograr la victoria en la revolución proletaria, para establecer y consolidar la dictadura del proletariado y para realizar el objetivo final de eliminación de las clases. En la larga lucha librada por el proletariado y las amplias masas dirigidos por el partido proletario contra la burguesía y las otras clases explotadoras, el partido debe fortalecer incesantemente su dirección centralizada.

El fortalecimiento de la dirección centralizada del partido siempre ha sido uno de los brillantes conceptos del Presidente Mao. En el período de la revolución agraria, en su gran obra Sobre la Corrección de las Ideas Erróneas en el partido, (107) hizo una profunda síntesis de la experiencia del partido en dirigir al Ejército Rojo y a los movimientos de masas y señaló de forma muy clara cómo fortalecer la dirección centralizada y unificada del partido. En el período de la guerra de resistencia contra el Japón, sobre la base de la situación prevaleciente en la lucha en esa época y la experiencia de la lucha entre las dos líneas dentro del partido, el Presidente Mao presidió personalmente la elaboración de varios documentos importantes como la “Resolución sobre el Fortalecimiento del Espíritu del partido” la “Resolución sobre Unificar la Dirección del partido en las Bases de Apoyo Anti-Japonesas y Normalizar las Relaciones Entre los Diferentes Organismos” y “Algunas Cuestiones Cruciales Respecto a los Métodos de Dirección” en los que se elaboraron los principios fundamentales para implementar la dirección centralizada del partido. En estas resoluciones, él planteo claramente: “La unificación y el carácter centralizado de la dirección en las bases de apoyo deben manifestarse por la presencia en cada una de estas bases de un comité unificado del partido que los dirija”. Durante la Guerra de Liberación, los brillantes escritos del Presidente Mao, Sobre el Establecimiento de un Sistema de Informes, Sobre el Fortalecimiento del Sistema de Comités de partido y Métodos de Trabajo de los Comités de partido (108) proporciona una línea, orientación y sistema concretos para garantizar la dirección centralizada del partido. El Presidente Mao recalcó de nuevo “Para hacer la revolución, se necesita un partido revolucionario. Sin un partido revolucionario, sin un partido construido sobre la base de la teoría marxista-leninista, es imposible dirigir a la clase obrera y a las amplias masas populares para derrotar el imperialismo y sus lacayos”. (109) En el período de la revolución socialista, el Presidente Mao ha educado más ampliamente a los miembros del partido de modo que puedan fortalecer su concepto del partido y respetar y proteger su dirección centralizada. En 1957, en Sobre el Tratamiento Correcto de las Contradicciones en el Seno del Pueblo, él dio como principal criterio político para distinguir las “flores fragantes” de las “hierbas venenosas”: “Las palabras y las acciones… deben ayudar a fortalecer, no a descartar, ni debilitar, la dirección del partido comunista”. (110) Durante la Gran Revolución Cultural Proletaria, el Presidente Mao sintetizó una vez más en un buen momento la experiencia ganada en fortalecer la dirección centralizada del partido, y criticó severamente los crimines de Liu Shao-chi, Lin Piao y otros estafadores similares que sabotearon la dirección del partido. La teoría del Presidente Mao sobre la dirección centralizada del partido ha enriquecido, y desarrollado la doctrina marxista-leninista sobre la construcción del partido y nos muestra cómo respetar y preservar esta dirección centralizada.

Nuestro partido es un partido proletario. Está conformado de elementos avanzados del proletariado y es una vigorosa organización de vanguardia que guía al proletariado y a las masas revolucionarias en su lucha contra sus enemigos de clase. Nuestro partido no es apenas cualquier organización de masas, sino que constituye la forma superior de organización del proletariado. El programa básico del partido comunista de China es el completo derrocamiento de la burguesía y todas las otras clases explotadoras, el establecimiento de la dictadura del proletariado en lugar de la dictadura de la burguesía y el triunfo del socialismo sobre el capitalismo. La meta final del partido es la realización del comunismo. El programa básico y la meta final del partido reflejan de forma concentrada las aspiraciones y deseos del proletariado y de todas las masas trabajadoras; encarnan inevitable el proceso de desarrollo histórico. Es debido a su carácter de vanguardia y a la gloriosa tarea que tiene sobre sus hombros que nuestro partido es capaz de representar los intereses de los mayores sectores de las amplias masas, y esto es lo que determina su posición y papel dirigentes en la causa revolucionaria del pueblo chino.

Nuestro partido toma el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung como la base teórica que guía su concepción. Esto es lo que permite comprender las leyes objetivas del desarrollo social y entender adecuadamente la historia y la realidad actual de la revolución china, y desde esto, llevar a cabo un análisis científico de las principales relaciones de clase en nuestra sociedad, elaborar una correcta línea y unos principios políticos correctos, y dirigir al proletariado y a las amplias masas revolucionarias a lograr la victoria sobre la burguesía y a las demás clases explotadoras y contra el oportunismo tanto de “izquierda” como de derecha; para llevar la revolución socialista hasta el fin.

Nuestro partido ha sido organizado y educado personalmente por el Presidente Mao; es un grande, glorioso y correcto partido. En el curso de largos años de lucha revolucionaria, nuestro partido ha sido entrenado y puesto a prueba en todo tipo de condiciones difíciles y luchas complejas, y nunca ha dejado de desarrollarse, crecer y ganar el apoyo y confianza de las masas de todas partes del país. A partir de su propia experiencia, las amplias masas del pueblo entienden profundamente que, sin la firme dirección del partido comunista de China, sin el tipo de apoyo fundamental que los comunistas chinos le han dado, hubiera sido imposible derribar las “tres grandes montañas” del imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático. La historia ha demostrado plenamente que la dirección ejercida por el partido es la garantía fundamental para que el proletariado logre la victoria en la revolución.

Dentro de nuestro partido siempre se ha dado una aguda lucha entre las dos líneas, sobre la cuestión de si debe mantenerse o no la dirección por parte del partido. Los caudillos de diversas líneas oportunistas siempre han usado todos los medios para oponerse a la dirección centralizada del partido, y la han debilitado e incluso han llegado hasta a suprimirla. Liu Shao-chi difundía la falacia de que “la revolución no requiere necesariamente la dirección del partido comunista” y afirmaba que la relación entre el partido y las demás organizaciones era una “relación complementaria” lo que significaba que el partido “sólo puede ayudar, pero no dirigir”, y negaba abiertamente su papel dirigente. Lin Piao, el arribista y conspirador burgués, promovía por una parte la “teoría de muchos centros y ningún centro”, con el objeto de negar la correcta dirección del comité central del partido encabezado por el Presidente Mao, y por otra, difundía con todas sus fuerzas la idea de que los movimientos de masas eran “naturalmente razonables”, para oponerse a la dirección del partido sobre ellos. (111) La historia de la lucha entre las dos líneas en el partido muestra que la cuestión de si se está fortaleciendo y consolidando la dirección del partido, o por el contrario está siendo debilitada y saboteada es un criterio importante para distinguir el marxismo auténtico del falso, y a las falacias de Liu Shao-chi, Lin Piao y otros criminales similares, debemos librar la gran crítica revolucionaria contra ellos de manera profunda para liquidar su perniciosa influencia y poder respetar y salvaguardar más conscientemente la dirección centralizada del partido.


La Dirección Centralizada del Partido es Esencialmente la Dirección de una Correcta Línea Ideológica y Política

El marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung es la guía para la acción de nuestro partido, la base teórica que le permite elaborar su línea, para determinar su orientación y sus políticas. La línea política revolucionaria proletaria y los principios políticos del Presidente Mao son una expresión concentrada del pensamiento guía del partido, ellos constituyen el punto de partido en su orientación política y en todas sus acciones. La dirección que ejerce nuestro partido, guiado por el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung, sobre el proletariado y las amplias masas revolucionarias, así como sobre todo el trabajo -político, económico, militar, ideológico o cultural- representa en última instancia la aplicación de la línea y principios revolucionarios proletarios del Presidente Mao.

Si se pone en práctica o no la dirección centralizada depende de lo correcto de la línea ideológica y política. El Presidente Mao ha señalado: “El que sea correcta o no la línea ideológica y política lo decide todo”. (112). Para que un partido proletario pueda asumir la tarea de dirigir la revolución, lo esencial es que sostenga una correcta línea marxista-leninista. Si no, no podrá permanecer en la vanguardia de la historia, ni asumir plenamente su papel como núcleo dirigente de la causa revolucionaria del proletariado. Es el caso porque es sólo siguiendo una correcta línea marxista-leninista que nuestro partido puede mantener su carácter como vanguardia del proletariado, que puede vencer todos los obstáculos y ejercer su dirección centralizada. En términos generales, lo correcto de la línea ideológica y política del partido es lo que determina su carácter y su papel, lo que determina el éxito o el fracaso de su causa. Si nos hubiéramos descarriado de la línea revolucionaria del Presidente Mao, ni nuestro partido, ni nuestro estado, ni nuestro pueblo serían lo que son hoy, y esto ha sido demostrado claramente por la historia de la lucha revolucionaria del pueblo chino. De 1924 a 1927, nuestro partido dirigió una revolución de extensión y heroísmo sin precedentes. Al comienzo y hasta mediados de ese período, la línea del partido era correcta, permitiendo que la lucha revolucionaria lograra grandes victorias. Pero, al final de ese período como resultado de la línea capitulacionista de derecha de Chen  Tu-hsiu que ocupaba una posición dominante en los órganos del partido, esta heroica y gran revolución sufrió fracasos y reveses. Después de que nuestro partido liquidara esta línea oportunista, la revolución una vez más reanudó su desarrollo. Luego aparecieron sucesivamente en el partido tres líneas oportunistas de “izquierda” y dos líneas escisionistas, poniendo en serio peligro la revolución. Después de la conferencia de Tsunyi en 1935, (113) en la que al Presidente Mao se le asignó el puesto de líder de todo el partido, nuestro partido, bajo su dirección, siguiendo su línea revolucionaria proletaria, y guiado por marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung, marchó de victoria en victoria. Si bien el partido desde esa época ha experimentado varias dificultades como resultado de varias líneas erróneas, éstas nunca han jugado un papel predominante dentro de él. Esto demuestra plenamente que es sólo siguiendo una correcta línea ideológica y política que nuestro partido pudo dirigir al proletariado y a las amplias masas del pueblo en el difícil y arriesgado camino de la revolución hasta que el peligro le dio paso a la paz y el fracaso le dio paso a la victoria. Es sólo de esta forma que la nave de la revolución ha podido seguir su curso a través de mares tormentosos y alcanzar la costa de la victoria.

El Presidente Mao nos enseña que: “para llevar la revolución a la victoria, un partido político debe depender de lo correcto de su propia línea política y solidificar su propia organización”. (114). Para que el partido pueda ejercer su dirección centralizada, es esencial que siga una correcta línea en los frentes ideológico y político, y al mismo tiempo que tenga una organización que sea capaz de garantizar la implementación de su línea. Sin sólidas garantías organizativas, es imposible implementar exitosamente una línea marxista-leninista, y no puede haber posibilidad de dirección centralizada del partido.

“Organizativamente, a la dirección centralizada del partido debe dársele expresión en dos aspectos: Primero, con respecto a la relación entre diversas organizaciones al mismo nivel, de los siete sectores industria, agricultura, comercio, cultura y educación, el Ejercito, el gobierno y el partido- es el partido el que ejerce la dirección en general; el partido no es paralelo a los otros y mucho menos está bajo la dirección de algún otro. Segundo, con respecto a la relación entre niveles superiores e inferiores, el nivel inferior está subordinado al nivel superior y todo el partido está subordinado al comité central. Esto ha sido desde hace mucho tiempo una norma en nuestro partido y a la que hay que adherirse” (115).

Para cumplir su magna misión de emancipar a toda la humanidad, el proletariado, aparte de su propio partido político, también debe establecer todo tipo de organizaciones que correspondan a las necesidades de la lucha: órganos estatales, una organización militar, sindicatos de trabajadores. Liga de la Juventud, federaciones de mujeres y otras organizaciones de masas son indispensables para llevar a cabo la revolución y la construcción socialista hasta el fin, cumplir la misión histórica del proletariado y hacer realidad su magno objetivo: el comunismo. Para hacer esto, todas estas organizaciones son importantes, el partido, como la forma superior de organización del proletariado, debe tener el mando en el trabajo en todas las esferas sin excepción, y poner todas las secciones, todas las organizaciones, bajo su única dirección centralizada. Todas las organizaciones, en todas las áreas de trabajo, sólo podrán jugar plenamente su papel si fortalecemos la dirección centralizada del partido y concentramos el trabajo de todas las organizaciones hacia un único objetivo determinado por la línea del partido y sus principios políticos. De esta forma nuestras diversas organizaciones podrán luchar aún más eficazmente por la causa de la revolución proletaria.

La dirección centralizada del partido es primero y ante todo el liderazgo ejercido por el comité central dirigido por el Presidente Mao. Bajo la dirección centralizada del comité central, los comités locales del partido integran órganos de dirección centralizada para todas las secciones, todas las organizaciones y todas las áreas de trabajo en su región determinada.

Los cuerpos inferiores deben obedecer a los cuerpos superiores y todo el partido debe obedecer al comité central está es la garantía organizativa necesaria para poner en vigor la dirección centralizada del partido. Nuestro partido es una organización estricta, basada en el principio organizativo del centralismo democrático: tiene un comité central, su órgano principal, así como sus organizaciones locales y organismos primarios, y todos estos funcionan como partes orgánicas del todo unificado que es el partido. Para asegurar la cabal implementación de la correcta línea ideológica y política en todos los campos, para unificar la voluntad, la disciplina y las acciones de todos los miembros del partido, y organizaciones del partido, y para garantizar el ejercicio de la dirección centralizada del partido en todos los frentes, en todas las organizaciones y todas las secciones, es absolutamente necesario que los cuerpos inferiores obedezcan a los cuerpos superiores y que todo el partido obedezca al comité central.

Para fortalecer la dirección centralizada del partido, la dirección de un comité de partido no puede ser remplazada por una “conferencia conjunta” de varios sectores. Pero al mismo tiempo, es necesario dar rienda suelta al papel de los comités revolucionarios y otros sectores y organizaciones a todos los niveles. Los comités de partido deben practicar el centralismo democrático y fortalecer su dirección colectiva. Deben unir al pueblo “de todos los rincones del país” y no practicar el “localismo de montaña”. Deben “dejar que la gente tenga derecho a decidir” y no que “una sola persona tenga derecho a decidir”. Los organismos del partido de ciertas unidades no prestan suficiente atención a jugar su adecuado papel en los comités revolucionarios y otras organizaciones de las masas revolucionarias. Se involucran en todos los pequeños detalles del trabajo, gastan todo su tiempo en cuestiones secundarias, y se sumergen en un laberinto de tareas particulares y no prestan atención a las cuestiones importantes. En otras unidades, los organismos del partido no aplican adecuadamente el sistema de dirección colectiva y de distribuir tareas y responsabilidades; cuestiones importantes no son discutidas colectivamente, sino que en cambio individuos solos se encargan de ellas. En aún otras unidades, los miembros de los organismos del partido no prestan atención a unir a todo el pueblo, sino que a cambio forman pequeños círculos y camarillas. No dejan que las masas se expresen por sí mismas; sólo el secretario hable e interrumpe a los demás. (116) Todo esto va contra el principio de la dirección centralizada del partido y debe ser completamente rectificado.


Asir Bien las Cuestiones Importantes, Fortalecer la Dirección Centralizada del Partido

Para fortalecer la dirección centralizada del partido, los comités de partido a todos los niveles deben de tomar como punto de partida la línea básica del partido y asir bien las cuestiones importantes. Asir por completo las cuestiones importantes significa asir las contradicciones principales. El Presidente Mao ha señalado: “Al estudiar cualquier proceso complejo en el que existen dos o más contradicciones, debemos dedicar todos los esfuerzos a descubrir la contradicción principal. Una vez es captada esta contradicción principal, todos los problemas pueden resolverse con facilidad”. (117)

A través de todo el período histórico del socialismo, la lucha entre proletariado y la burguesía, entre el socialismo y el capitalismo, constituye la contradicción principal en nuestro país. Por tanto, asir las cuestiones importantes significa asir la lucha entre las dos clases, los dos caminos y las dos líneas; asir estas importantes cuestiones es asir la contradicción principal.

En el sumamente complicado trabajo revolucionario, es el partido el que lo dirige todo. Para implementar la dirección centralizada del partido, el trabajo de los comités de partido debe centrarse básicamente alrededor de la lucha de clases y la lucha de dos líneas. Esto se debe a que, bajo condiciones de dictadura del proletariado, la lucha de clases y la lucha de dos líneas existen objetivamente, en todos los campos, en todos los frentes, en todas las instituciones y es imposible evitarlas. Es sólo captando las cuestiones fundamentales que son de importancia decisiva para toda la causa revolucionaria –la lucha de clases y la lucha de dos líneas- que los comités de partido pueden ser perspicaces en todas las circunstancias, mantener la orientación política proletaria en todo el trabajo, enfrentar los trastornos causados por diversas tendencias erróneas de “izquierda” o derecha, implementar firmemente la línea política básica y los principios del partido y jugar firmemente la línea política básica y los principios del partido y jugar su papel protagónico en la lucha como vanguardia del proletariado.

Con el fin de que los comités de partido puedan captar estas importantes cuestiones, deben analizar constante y atentamente las relaciones de clase fundamentales en su área o institución, ser capaces de captar en buen tiempo el estado de la correlación de fuerzas de clase y las nuevas tendencias en la lucha de clases y la lucha de dos líneas. El Presidente Mao nos enseña que debemos aprender a “aplicar el método marxista-leninista para analizar una situación política y evaluar las fuerzas de clase…”. (118) En el período del socialismo, la lucha de clases es complicada y de larga duración. Esta abarca al mismo tiempo tanto contradicciones entre el enemigo y nosotros como contradicciones en el seno del pueblo, y, ya que estas contradicciones a menudo están entrelazadas, es difícil distinguirlas inmediatamente. En estas circunstancias, es sólo conociendo, y analizando en profundidad las relaciones de clase básicas en la sociedad, que es posible captar las leyes objetivas de la lucha de clases, aplicar correctamente la línea política básica y los principios del partido, distinguir entre los dos tipos de contradicciones, y unirnos a nuestros verdaderos amigos y atacar a nuestros verdaderos enemigos para lograr aún mayores victorias en la revolución y en la construcción.

Con el fin de que los comités de partido puedan captar las cuestiones importantes, deben mantener la política al mando en todo trabajo, manejar correctamente la relación entre las cuestiones esenciales y las cuestiones secundarias, entre las cuestiones políticas y profesionales, entre la revolución y la producción, entre ser rojo y ser experto- y asegurar la dirección de la línea ideológica y política correcta. Captar las cuestiones importantes significa ponerlas en primer plano, incluirlas como cuestiones esenciales en la agenda de las reuniones del comité de partido. Los comités de partido deben prestarles atención a las cuestiones importantes y discutirlas constantemente. Esto no significa que puedan descuidar sus otras tareas o negar la importancia de llevarlas a cabo por completo, por el contrario, a éstas debe dárseles su lugar adecuado. Por ejemplo, desarrollar la economía socialista y dirigir bien la producción tanto industrial como agrícola, son tareas muy importantes –tareas a largo plazo para el período del socialismo- y terminantemente deben cumplirse bien. Pero en comparación con las tareas de librar exitosamente la lucha de clases y la lucha de dos líneas, las tareas de librar exitosamente la lucha de clases y la lucha de dos líneas, las tareas de la producción están en segundo lugar. Como señaló Lenin: “La política debe tener precedencia sobre la economía. Sostener lo contrario es olvidar el ABC del marxismo”. (119) Así, entre las cuestiones esenciales y el resto del trabajo, existe una relación de subordinación. No podemos considerarlos a ambos en el mismo plano y mucho menos podemos invertirlos. Además, en el frente, por ejemplo, de la producción, existe también la cuestión de por cuál ideología está guiada, qué orientación está siguiente y qué camino está tomando –es decir, existe también la cuestión de la línea. Si simplemente nos metemos de lleno a la producción sin preocuparnos por la lucha de clases y la lucha de dos líneas en el campo de la producción, si dejamos a un lado la política proletaria y producimos por la producción, no solo se hace imposible llevar a cabo la producción adecuadamente, sino que además, nos arriesgamos a perder nuestra orientación, lo cual es sumamente peligroso.

Hay camaradas que no comprenden suficientemente la importancia de captar las cuestiones esenciales. Sostienen que “No preocuparse uno mismo por las cuestiones esenciales es a lo sumo mostrar tendencias burocráticas, y no es realmente un error grave” y consideran que “es peligroso preocuparse uno mismo por las cuestiones importantes; es más seguro ceñirse a las cuestiones secundarias”. Esta forma de ver las cosas es completamente incorrecta. Lin Piao y su camarilla, quienes difunden la reaccionaria “teoría de las fuerzas productivas” afirmaban que “política significa que los campesinos hagan un buen trabajo de cultivo y los obreros lleven a cabo su trabajo bien”. Su objetivo criminal era derrocar la dictadura del proletariado con el fin de restaurar el capitalismo. De este modo, si gastamos todo nuestro tiempo absortos en pequeñas cuestiones concretas, si miramos sin ver y escuchamos sin oír la lucha de clases y la lucha de dos líneas, nos arriesgamos a ser engañado, y a largo plazo, a apartarnos de la línea revolucionaria del Presidente Mao, perjudicando la causa del partido y del pueblo, y proporcionando oportunidades favorables para los enemigos de clase quienes abrigan la esperanza de restaurar el capitalismo ¿Cómo podemos decir que ésta es sólo una especie de “tendencia burocrática”? debemos entender que si simplemente nos preocupamos de la producción sin mirar si la línea es correcta o no, entonces si el revisionismo llega al poder, si se apodera del partido y el estado, aun cuando la producción en cantidad y en calidad, sus frutos sólo serán aprovechados por la clase terrateniente y capitalista y proporcionarán una base material para el revisionismo y el capitalismo. Desde que la camarilla de Jruschov-Brezhnev ascendió al poder en la Unión Soviética, ellos han convertido un país socialista en un país socialimperialista, ellos han “lanzado satélites al cielo pero han permitido que la bandera roja caiga al suelo”, y esta es una dura lección para nosotros. Por esto es por lo que, si no nos preocupamos por las cuestiones esenciales –la lucha de clases y la lucha de dos líneas- si olvidamos la línea básica del partido, entonces acabaremos inevitablemente en el camino revisionista. ¿Cómo podemos decir que esto “no es peligroso” y que “no es realmente un grave error”?

De todo esto podemos ver que la cuestión de si los comités de partido captan o no las cuestiones esenciales no es simplemente una cuestión de métodos de pensamiento y métodos de trabajo, sino que por el contrario es una cuestión de orientación y línea, una cuestión fundamental de principios. Con el fin de fortalecer la dirección centralizada del partido, los comités del partido deben en todo momento y en toda circunstancia tener en mente la línea básica del partido y asumir seriamente las cuestiones esenciales de la lucha de clases y la lucha de dos líneas. Deben asegurarse de que, aun cuando las tareas sean pesadas, las cuestiones esenciales no se dejan de lado, y aun cuando haya un montón de trabajo, se asigna tiempo para ellas. Deben elevar constantemente su nivel de conciencia en cuanto a captar las cuestiones esenciales se refiere, y esforzarse por llevar a cabo aún mejor, todas las tareas militantes asignadas a ellos por el X congreso.


Los Miembros del Partido Comunista Deben Sujetarse Conscientemente a la Dirección Centralizada del Partido y Mantenerla

El fortalecimiento de la dirección centralizada del partido y la puesta plenamente en juego de su papel protagónico en las filas del frente del proletariado no pueden separarse del papel que los comunistas deben cumplir como elementos avanzados y como ejemplo. Todo miembro del partido debe llevar a cabo plenamente su papel, estar sometido completamente a la dirección centralizada del partido y mantenerla.

En el frente ideológico, debemos elevar nuestro nivel de conciencia respecto a la gran importancia de fortalecer la dirección centralizada del partido. El carácter complejo y duradero de la lucha de clases y la lucha de dos líneas en el partido y las duras tareas que debemos asumir en la revolución y construcción a lo largo de todo el periodo histórico del socialismo, hace obligatorio para nosotros fortalecer la dirección centralizada del partido y no debilitarla. En sus intentos por derrocar, la dictadura del proletariado y restaurar el capitalismo en nuestro país, los enemigos de clase tanto externos como internos siempre han dirigido sus ataques contra nuestro partido. Infiltrando nuestras filas y atrayendo a nuestros cuadros a las suyas, ellos tratan por todos los medios de ganar agentes en nuestro partido, con la vana esperanza de transformar este partido marxista-leninista en un partido revisionista, un partido fascista, y cambiar el color de toda China. Ante esto debemos estar sumamente vigilantes. Algunos camaradas piensan que el fortalecimiento de la dirección centralizada del partido es una cuestión de dirigentes y que no les concierne a ellos. Esto es completamente falso. Como dijo el camarada Stalin: “Sin la dirección del partido… la dictadura del proletariado sería imposible. Sería suficiente sacudir el partido, para debilitarlo.”(120). De este modo podemos ver que los intereses fundamentales del proletariado dependen de mantener la dirección del partido; es una cuestión muy importante de la que depende la consolidación y el desarrollo de la dictadura del proletariado. ¿Cómo puede entonces alguien decir que esto no le concierne? Todo comunista debe mirar estas cuestiones desde el elevado punto de vista de la lucha de clases y la lucha de dos líneas con el fin de aprender a captar la importancia de fortalecer la dirección centralizada del partido, de someterse a la dirección centralizada del partido y mantenerla.

Debemos manejar adecuadamente la relación entre el individuo y la organización, someterse resueltamente a la dirección del partido y no sólo hacer lo que se quiera. Todo miembro del partido comunista es parte integral del conjunto. Debe pertenecer a uno de los organismos del partido y estar bajo la dirección de este organismo, trabajar y luchar por implementar el programa y la línea del partido. Debe mantener el sistema de informes a los organismos del partido, informar frecuentemente a su organismo sobre el estado de su ideología y su trabajo, debe reflejar los sentimientos y necesidades de las masas y, con el apoyo y la ayuda de la organización del partido, fortalecer los lazos entre el partido y el pueblo para hacer el trabajo del partido bien. Si invertimos la relación entre el individuo y la organización, y ponemos al individuo por encima de la organización, queremos que la organización se someta al individuo, debilitamos la dirección centralizada del partido; esto es sumamente peligroso. Para los comunistas que están en posiciones principales de comités de partido a diversos niveles (rama general, rama), es aún más necesario prestar atención a esta cuestión. Deben sujetarse a la dirección centralizada del comité de partido, ponerse a sí mismos por dentro de él, no por fuera, mucho menos por encima, con el fin de mejorar el trabajo a su cargo. Deben partir del punto de vista de la situación global y no sólo de su propio sector y bajo ninguna circunstancia debe convertir su región, sección o unidad en un “reino independiente”. Los comunistas que tienen responsabilidades en las organizaciones revolucionarias de masas a todos los niveles deben sujetarse conscientemente a la dirección centralizada de la organización del partido a su nivel, pedir instrucciones e informar lo más frecuente posible a la organización. Al mismo tiempo, deben, bajo el liderazgo de los cuerpos superiores, llevar a cabo su trabajo en forma activa y con iniciativa. En resumen, todo miembro del partido comunista debe manejar correctamente la relación entre el individuo y la organización, sujetarse resueltamente a la dirección del partido –no hacer lo que le plazca en el frente político, no pensar de una forma y actuar de otra en el frente organizativo, no creerse él mismo el más inteligente en el trabajo- y preservar la dirección centralizada del partido de forma ejemplar.

Debemos luchar resueltamente contra las palabras y las acciones que debilitan y sabotean la dirección centralizada del partido. La lucha entre quienes quieren fortalecer y mantener la dirección centralizada del partido y quienes quieran debilitarla y sabotearla tendrá lugar durante largo tiempo, y todo comunista debe consagrarse valientemente a defender la dirección centralizada del partido con el fin de consolidar la dictadura del Proletariado. Liu Shao-chi, Lin Piao y otros de tales estafadores, así como el puñado de personas en posiciones de autoridad, seguidores del camino capitalista que se han infiltrado en el partido, estaban definitivamente interesados en sabotear la dirección del partido con el fin de lograr su criminal objetivo de cambiar el carácter, el programa y la línea del partido. Si bien Liu Shao-chi y Lin Piao fueron derrotados, la lucha de ninguna manera ha acabado. En el futuro, pueden presentarse otra vez individuos como ellos para emplear engaños para sabotear la dirección centralizada del partido. Por esto es por lo que debemos mantener nuestros ojos bien abiertos y aumentar nuestra vigilancia para frustrar los complots tramados por estafadores del tipo de Liu Shao-chi y Lin Piao dirigidos a sabotear la dirección centralizada del partido. Debemos luchar resueltamente contra ellos en el espíritu revolucionario de atreverse a ir contra la corriente. Hay camaradas en nuestras filas que se creen superiores a otros, que son arrogantes que no respetan la dirección colectiva del partido y actúan simplemente como les place, enfrentando todas las cuestiones importantes ellos solos. Hay también camaradas que no tienen un fuerte concepto del partido, y, en el área de trabajo en la que son responsables, no piden instrucciones con suficiente frecuencia y no presentan suficientes informes a la organización del partido y a su nivel. Hay incluso otros que ven la dirección centralizada del partido de una manera unilateral –es decir, piensan que sujetarse a la dirección del partido significa depender completamente de él; tanto para los asuntos importantes como para los minúsculos, ellos siempre buscan la aprobación del comité del partido para abordarlos, e impiden de este modo que el comité aborde las cuestiones importantes. Todos estos defectos socavan el proceso de fortalecimiento de la dirección centralizada del partido. Debemos distinguir entre estos diferentes casos con el fin de corregirlos, ver que es lo involucrado en términos de la línea y ayudar a estos camaradas a elevar su comprensión y corregir su actitud. Todo miembro del partido comunista debe fortalecer su concepto de partido, fortalecer su espíritu de partido proletario y elevar su nivel de conciencia para defender la dirección centralizada del partido y oponerse y frustrar los planes de las tendencias erróneas que apuntan a debilitar y sabotear esta dirección.

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