Nota DPCP:
El blog "Defensa del PCP", a partir de hoy, pondrá a su disposición el libro "Una Compresión Básica del Partido Comunista de China", separado por capítulos a modo de correción de los posibles errores de tipeo y posteriormente compartiremos el libro completo en un solo archivo PDF.
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Capítulo
VI
La
Dirección Centralizada del Partido
Los estatutos del partido
estipulan: “Los órganos del estado, el Ejército Popular de Liberación y la
milicia, los sindicatos, las asociaciones de campesinos pobres y medios de la
capa inferior, las federaciones de mujeres, la Liga de la Juventud comunista,
los Guardias Rojos, los Pequeños Guardias Rojos y otras organizaciones
revolucionarias de masas deben todas aceptar la dirección centralizada del
partido. El fortalecimiento de esta dirección centralizada, la plena puesta en
juego de su papel revolucionario en las filas del proletariado –esta es la
garantía fundamental de que nuestra causa socialista logrará aún mayores
victorias. Todos los comunistas deben fortalecer su concepto del partido,
someterse conscientemente a la dirección centralizada del partido y
preservarla.
El Partido Debe Ejercer la Dirección
en Todo; Este es un Importante Principio Marxista-Leninista
Hace
más de un siglo, Marx y Engels, sintetizando la experiencia de la Comuna de
París, señaló claramente: “contra este poder colectivo de las clases poseedoras
a la clase obrera no puede actuar, como clase, excepto constituyéndose ella misma
como partido político, distinto y opuesto a todos los viejos partidos formados
por las clases poseedoras”. (104) Dirigiendo la revolución rusa, Lenin le dio
gran importancia a la construcción del partido y su papel dirigente. En 1905,
en su artículo “Un Acuerdo Militante por el Levantamiento”, planteó: “Vemos en
el independiente e intransigente partido marxista del proletariado
revolucionario la única prenda de victoria del socialismo y el camino a la
victoria que es el más libre de vacilaciones”. (105) Luego de la victoria de la
Revolución de Octubre, sintetizando la experiencia de la dictadura del
proletariado en un momento oportuno, Lenin una vez recalcó. “… todas las
actividades políticas y económicas… (del gobierno) … están guiadas por la
vanguardia consciente de la clase obrera –el partido comunista”. (106) La
doctrina marxista-leninista sobre la construcción del partido nos enseña lo
siguiente: la dirección del partido es la condición fundamental e indispensable
para lograr la victoria en la revolución proletaria, para establecer y
consolidar la dictadura del proletariado y para realizar el objetivo final de
eliminación de las clases. En la larga lucha librada por el proletariado y las
amplias masas dirigidos por el partido proletario contra la burguesía y las
otras clases explotadoras, el partido debe fortalecer incesantemente su
dirección centralizada.
El
fortalecimiento de la dirección centralizada del partido siempre ha sido uno de
los brillantes conceptos del Presidente Mao. En el período de la revolución
agraria, en su gran obra Sobre la
Corrección de las Ideas Erróneas en el partido, (107) hizo una profunda
síntesis de la experiencia del partido en dirigir al Ejército Rojo y a los
movimientos de masas y señaló de forma muy clara cómo fortalecer la dirección
centralizada y unificada del partido. En el período de la guerra de resistencia
contra el Japón, sobre la base de la situación prevaleciente en la lucha en esa
época y la experiencia de la lucha entre las dos líneas dentro del partido, el
Presidente Mao presidió personalmente la elaboración de varios documentos
importantes como la “Resolución sobre el Fortalecimiento del Espíritu del partido”
la “Resolución sobre Unificar la Dirección del partido en las Bases de Apoyo
Anti-Japonesas y Normalizar las Relaciones Entre los Diferentes Organismos” y
“Algunas Cuestiones Cruciales Respecto a los Métodos de Dirección” en los que
se elaboraron los principios fundamentales para implementar la dirección
centralizada del partido. En estas resoluciones, él planteo claramente: “La
unificación y el carácter centralizado de la dirección en las bases de apoyo
deben manifestarse por la presencia en cada una de estas bases de un comité
unificado del partido que los dirija”. Durante la Guerra de Liberación, los
brillantes escritos del Presidente Mao, Sobre
el Establecimiento de un Sistema de Informes, Sobre el Fortalecimiento del
Sistema de Comités de partido y Métodos de Trabajo de los Comités de partido (108)
proporciona una línea, orientación y sistema concretos para garantizar la
dirección centralizada del partido. El Presidente Mao recalcó de nuevo “Para
hacer la revolución, se necesita un partido revolucionario. Sin un partido
revolucionario, sin un partido construido sobre la base de la teoría
marxista-leninista, es imposible dirigir a la clase obrera y a las amplias
masas populares para derrotar el imperialismo y sus lacayos”. (109) En el
período de la revolución socialista, el Presidente Mao ha educado más
ampliamente a los miembros del partido de modo que puedan fortalecer su
concepto del partido y respetar y proteger su dirección centralizada. En 1957,
en Sobre el Tratamiento Correcto de las
Contradicciones en el Seno del Pueblo, él dio como principal criterio
político para distinguir las “flores fragantes” de las “hierbas venenosas”:
“Las palabras y las acciones… deben ayudar a fortalecer, no a descartar, ni
debilitar, la dirección del partido comunista”. (110) Durante la Gran
Revolución Cultural Proletaria, el Presidente Mao sintetizó una vez más en un
buen momento la experiencia ganada en fortalecer la dirección centralizada del
partido, y criticó severamente los crimines de Liu Shao-chi, Lin Piao y otros
estafadores similares que sabotearon la dirección del partido. La teoría del
Presidente Mao sobre la dirección centralizada del partido ha enriquecido, y
desarrollado la doctrina marxista-leninista sobre la construcción del partido y
nos muestra cómo respetar y preservar esta dirección centralizada.
Nuestro
partido es un partido proletario. Está conformado de elementos avanzados del
proletariado y es una vigorosa organización de vanguardia que guía al proletariado
y a las masas revolucionarias en su lucha contra sus enemigos de clase. Nuestro
partido no es apenas cualquier organización de masas, sino que constituye la
forma superior de organización del proletariado. El programa básico del partido
comunista de China es el completo derrocamiento de la burguesía y todas las
otras clases explotadoras, el establecimiento de la dictadura del proletariado
en lugar de la dictadura de la burguesía y el triunfo del socialismo sobre el
capitalismo. La meta final del partido es la realización del comunismo. El
programa básico y la meta final del partido reflejan de forma concentrada las
aspiraciones y deseos del proletariado y de todas las masas trabajadoras;
encarnan inevitable el proceso de desarrollo histórico. Es debido a su carácter
de vanguardia y a la gloriosa tarea que tiene sobre sus hombros que nuestro
partido es capaz de representar los intereses de los mayores sectores de las
amplias masas, y esto es lo que determina su posición y papel dirigentes en la
causa revolucionaria del pueblo chino.
Nuestro
partido toma el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung como la base teórica
que guía su concepción. Esto es lo que permite comprender las leyes objetivas
del desarrollo social y entender adecuadamente la historia y la realidad actual
de la revolución china, y desde esto, llevar a cabo un análisis científico de
las principales relaciones de clase en nuestra sociedad, elaborar una correcta
línea y unos principios políticos correctos, y dirigir al proletariado y a las
amplias masas revolucionarias a lograr la victoria sobre la burguesía y a las
demás clases explotadoras y contra el oportunismo tanto de “izquierda” como de
derecha; para llevar la revolución socialista hasta el fin.
Nuestro
partido ha sido organizado y educado personalmente por el Presidente Mao; es un
grande, glorioso y correcto partido. En el curso de largos años de lucha
revolucionaria, nuestro partido ha sido entrenado y puesto a prueba en todo
tipo de condiciones difíciles y luchas complejas, y nunca ha dejado de
desarrollarse, crecer y ganar el apoyo y confianza de las masas de todas partes
del país. A partir de su propia experiencia, las amplias masas del pueblo
entienden profundamente que, sin la firme dirección del partido comunista de China,
sin el tipo de apoyo fundamental que los comunistas chinos le han dado, hubiera
sido imposible derribar las “tres grandes montañas” del imperialismo, el
feudalismo y el capitalismo burocrático. La historia ha demostrado plenamente
que la dirección ejercida por el partido es la garantía fundamental para que el
proletariado logre la victoria en la revolución.
Dentro
de nuestro partido siempre se ha dado una aguda lucha entre las dos líneas,
sobre la cuestión de si debe mantenerse o no la dirección por parte del
partido. Los caudillos de diversas líneas oportunistas siempre han usado todos
los medios para oponerse a la dirección centralizada del partido, y la han
debilitado e incluso han llegado hasta a suprimirla. Liu Shao-chi difundía la
falacia de que “la revolución no requiere necesariamente la dirección del
partido comunista” y afirmaba que la relación entre el partido y las demás
organizaciones era una “relación complementaria” lo que significaba que el partido
“sólo puede ayudar, pero no dirigir”, y negaba abiertamente su papel dirigente.
Lin Piao, el arribista y conspirador burgués, promovía por una parte la “teoría
de muchos centros y ningún centro”, con el objeto de negar la correcta
dirección del comité central del partido encabezado por el Presidente Mao, y
por otra, difundía con todas sus fuerzas la idea de que los movimientos de
masas eran “naturalmente razonables”, para oponerse a la dirección del partido
sobre ellos. (111) La historia de la lucha entre las dos líneas en el partido
muestra que la cuestión de si se está fortaleciendo y consolidando la dirección
del partido, o por el contrario está siendo debilitada y saboteada es un
criterio importante para distinguir el marxismo auténtico del falso, y a las
falacias de Liu Shao-chi, Lin Piao y otros criminales similares, debemos librar
la gran crítica revolucionaria contra ellos de manera profunda para liquidar su
perniciosa influencia y poder respetar y salvaguardar más conscientemente la
dirección centralizada del partido.
La Dirección Centralizada del Partido
es Esencialmente la Dirección de una Correcta Línea Ideológica y Política
El
marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung es la guía para la acción de nuestro
partido, la base teórica que le permite elaborar su línea, para determinar su
orientación y sus políticas. La línea política revolucionaria proletaria y los
principios políticos del Presidente Mao son una expresión concentrada del
pensamiento guía del partido, ellos constituyen el punto de partido en su
orientación política y en todas sus acciones. La dirección que ejerce nuestro
partido, guiado por el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung, sobre el
proletariado y las amplias masas revolucionarias, así como sobre todo el
trabajo -político, económico, militar, ideológico o cultural- representa en
última instancia la aplicación de la línea y principios revolucionarios
proletarios del Presidente Mao.
Si
se pone en práctica o no la dirección centralizada depende de lo correcto de la
línea ideológica y política. El Presidente Mao ha señalado: “El que sea
correcta o no la línea ideológica y política lo decide todo”. (112). Para que
un partido proletario pueda asumir la tarea de dirigir la revolución, lo
esencial es que sostenga una correcta línea marxista-leninista. Si no, no podrá
permanecer en la vanguardia de la historia, ni asumir plenamente su papel como
núcleo dirigente de la causa revolucionaria del proletariado. Es el caso porque
es sólo siguiendo una correcta línea marxista-leninista que nuestro partido
puede mantener su carácter como vanguardia del proletariado, que puede vencer
todos los obstáculos y ejercer su dirección centralizada. En términos
generales, lo correcto de la línea ideológica y política del partido es lo que
determina su carácter y su papel, lo que determina el éxito o el fracaso de su
causa. Si nos hubiéramos descarriado de la línea revolucionaria del Presidente
Mao, ni nuestro partido, ni nuestro estado, ni nuestro pueblo serían lo que son
hoy, y esto ha sido demostrado claramente por la historia de la lucha revolucionaria
del pueblo chino. De 1924 a 1927, nuestro partido dirigió una revolución de
extensión y heroísmo sin precedentes. Al comienzo y hasta mediados de ese
período, la línea del partido era correcta, permitiendo que la lucha
revolucionaria lograra grandes victorias. Pero, al final de ese período como
resultado de la línea capitulacionista de derecha de Chen Tu-hsiu que ocupaba una posición dominante en
los órganos del partido, esta heroica y gran revolución sufrió fracasos y
reveses. Después de que nuestro partido liquidara esta línea oportunista, la
revolución una vez más reanudó su desarrollo. Luego aparecieron sucesivamente
en el partido tres líneas oportunistas de “izquierda” y dos líneas
escisionistas, poniendo en serio peligro la revolución. Después de la
conferencia de Tsunyi en 1935, (113) en la que al Presidente Mao se le asignó
el puesto de líder de todo el partido, nuestro partido, bajo su dirección,
siguiendo su línea revolucionaria proletaria, y guiado por
marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung, marchó de victoria en victoria. Si
bien el partido desde esa época ha experimentado varias dificultades como
resultado de varias líneas erróneas, éstas nunca han jugado un papel
predominante dentro de él. Esto demuestra plenamente que es sólo siguiendo una
correcta línea ideológica y política que nuestro partido pudo dirigir al
proletariado y a las amplias masas del pueblo en el difícil y arriesgado camino
de la revolución hasta que el peligro le dio paso a la paz y el fracaso le dio
paso a la victoria. Es sólo de esta forma que la nave de la revolución ha
podido seguir su curso a través de mares tormentosos y alcanzar la costa de la
victoria.
El
Presidente Mao nos enseña que: “para llevar la revolución a la victoria, un
partido político debe depender de lo correcto de su propia línea política y
solidificar su propia organización”. (114). Para que el partido pueda ejercer
su dirección centralizada, es esencial que siga una correcta línea en los
frentes ideológico y político, y al mismo tiempo que tenga una organización que
sea capaz de garantizar la implementación de su línea. Sin sólidas garantías
organizativas, es imposible implementar exitosamente una línea
marxista-leninista, y no puede haber posibilidad de dirección centralizada del
partido.
“Organizativamente,
a la dirección centralizada del partido debe dársele expresión en dos aspectos:
Primero, con respecto a la relación entre diversas organizaciones al mismo
nivel, de los siete sectores industria, agricultura, comercio, cultura y
educación, el Ejercito, el gobierno y el partido- es el partido el que ejerce
la dirección en general; el partido no es paralelo a los otros y mucho menos
está bajo la dirección de algún otro. Segundo, con respecto a la relación entre
niveles superiores e inferiores, el nivel inferior está subordinado al nivel
superior y todo el partido está subordinado al comité central. Esto ha sido
desde hace mucho tiempo una norma en nuestro partido y a la que hay que
adherirse” (115).
Para
cumplir su magna misión de emancipar a toda la humanidad, el proletariado,
aparte de su propio partido político, también debe establecer todo tipo de
organizaciones que correspondan a las necesidades de la lucha: órganos
estatales, una organización militar, sindicatos de trabajadores. Liga de la Juventud,
federaciones de mujeres y otras organizaciones de masas son indispensables para
llevar a cabo la revolución y la construcción socialista hasta el fin, cumplir
la misión histórica del proletariado y hacer realidad su magno objetivo: el
comunismo. Para hacer esto, todas estas organizaciones son importantes, el
partido, como la forma superior de organización del proletariado, debe tener el
mando en el trabajo en todas las esferas sin excepción, y poner todas las
secciones, todas las organizaciones, bajo su única dirección centralizada.
Todas las organizaciones, en todas las áreas de trabajo, sólo podrán jugar
plenamente su papel si fortalecemos la dirección centralizada del partido y
concentramos el trabajo de todas las organizaciones hacia un único objetivo
determinado por la línea del partido y sus principios políticos. De esta forma
nuestras diversas organizaciones podrán luchar aún más eficazmente por la causa
de la revolución proletaria.
La
dirección centralizada del partido es primero y ante todo el liderazgo ejercido
por el comité central dirigido por el Presidente Mao. Bajo la dirección
centralizada del comité central, los comités locales del partido integran
órganos de dirección centralizada para todas las secciones, todas las
organizaciones y todas las áreas de trabajo en su región determinada.
Los
cuerpos inferiores deben obedecer a los cuerpos superiores y todo el partido
debe obedecer al comité central está es la garantía organizativa necesaria para
poner en vigor la dirección centralizada del partido. Nuestro partido es una
organización estricta, basada en el principio organizativo del centralismo
democrático: tiene un comité central, su órgano principal, así como sus
organizaciones locales y organismos primarios, y todos estos funcionan como
partes orgánicas del todo unificado que es el partido. Para asegurar la cabal
implementación de la correcta línea ideológica y política en todos los campos,
para unificar la voluntad, la disciplina y las acciones de todos los miembros
del partido, y organizaciones del partido, y para garantizar el ejercicio de la
dirección centralizada del partido en todos los frentes, en todas las
organizaciones y todas las secciones, es absolutamente necesario que los
cuerpos inferiores obedezcan a los cuerpos superiores y que todo el partido
obedezca al comité central.
Para
fortalecer la dirección centralizada del partido, la dirección de un comité de
partido no puede ser remplazada por una “conferencia conjunta” de varios
sectores. Pero al mismo tiempo, es necesario dar rienda suelta al papel de los
comités revolucionarios y otros sectores y organizaciones a todos los niveles.
Los comités de partido deben practicar el centralismo democrático y fortalecer
su dirección colectiva. Deben unir al pueblo “de todos los rincones del país” y
no practicar el “localismo de montaña”. Deben “dejar que la gente tenga derecho
a decidir” y no que “una sola persona tenga derecho a decidir”. Los organismos
del partido de ciertas unidades no prestan suficiente atención a jugar su
adecuado papel en los comités revolucionarios y otras organizaciones de las
masas revolucionarias. Se involucran en todos los pequeños detalles del
trabajo, gastan todo su tiempo en cuestiones secundarias, y se sumergen en un
laberinto de tareas particulares y no prestan atención a las cuestiones
importantes. En otras unidades, los organismos del partido no aplican
adecuadamente el sistema de dirección colectiva y de distribuir tareas y
responsabilidades; cuestiones importantes no son discutidas colectivamente, sino
que en cambio individuos solos se encargan de ellas. En aún otras unidades, los
miembros de los organismos del partido no prestan atención a unir a todo el pueblo,
sino que a cambio forman pequeños círculos y camarillas. No dejan que las masas
se expresen por sí mismas; sólo el secretario hable e interrumpe a los demás.
(116) Todo esto va contra el principio de la dirección centralizada del partido
y debe ser completamente rectificado.
Asir Bien las Cuestiones Importantes,
Fortalecer la Dirección Centralizada del Partido
Para
fortalecer la dirección centralizada del partido, los comités de partido a
todos los niveles deben de tomar como punto de partida la línea básica del
partido y asir bien las cuestiones importantes. Asir por completo las
cuestiones importantes significa asir las contradicciones principales. El
Presidente Mao ha señalado: “Al estudiar cualquier proceso complejo en el que
existen dos o más contradicciones, debemos dedicar todos los esfuerzos a
descubrir la contradicción principal. Una vez es captada esta contradicción
principal, todos los problemas pueden resolverse con facilidad”. (117)
A
través de todo el período histórico del socialismo, la lucha entre proletariado
y la burguesía, entre el socialismo y el capitalismo, constituye la contradicción
principal en nuestro país. Por tanto, asir las cuestiones importantes significa
asir la lucha entre las dos clases, los dos caminos y las dos líneas; asir
estas importantes cuestiones es asir la contradicción principal.
En
el sumamente complicado trabajo revolucionario, es el partido el que lo dirige
todo. Para implementar la dirección centralizada del partido, el trabajo de los
comités de partido debe centrarse básicamente alrededor de la lucha de clases y
la lucha de dos líneas. Esto se debe a que, bajo condiciones de dictadura del
proletariado, la lucha de clases y la lucha de dos líneas existen
objetivamente, en todos los campos, en todos los frentes, en todas las
instituciones y es imposible evitarlas. Es sólo captando las cuestiones fundamentales
que son de importancia decisiva para toda la causa revolucionaria –la lucha de
clases y la lucha de dos líneas- que los comités de partido pueden ser
perspicaces en todas las circunstancias, mantener la orientación política
proletaria en todo el trabajo, enfrentar los trastornos causados por diversas
tendencias erróneas de “izquierda” o derecha, implementar firmemente la línea
política básica y los principios del partido y jugar firmemente la línea
política básica y los principios del partido y jugar su papel protagónico en la
lucha como vanguardia del proletariado.
Con
el fin de que los comités de partido puedan captar estas importantes
cuestiones, deben analizar constante y atentamente las relaciones de clase
fundamentales en su área o institución, ser capaces de captar en buen tiempo el
estado de la correlación de fuerzas de clase y las nuevas tendencias en la
lucha de clases y la lucha de dos líneas. El Presidente Mao nos enseña que
debemos aprender a “aplicar el método marxista-leninista para analizar una
situación política y evaluar las fuerzas de clase…”. (118) En el período del
socialismo, la lucha de clases es complicada y de larga duración. Esta abarca
al mismo tiempo tanto contradicciones entre el enemigo y nosotros como
contradicciones en el seno del pueblo, y, ya que estas contradicciones a menudo
están entrelazadas, es difícil distinguirlas inmediatamente. En estas
circunstancias, es sólo conociendo, y analizando en profundidad las relaciones
de clase básicas en la sociedad, que es posible captar las leyes objetivas de
la lucha de clases, aplicar correctamente la línea política básica y los
principios del partido, distinguir entre los dos tipos de contradicciones, y
unirnos a nuestros verdaderos amigos y atacar a nuestros verdaderos enemigos para
lograr aún mayores victorias en la revolución y en la construcción.
Con
el fin de que los comités de partido puedan captar las cuestiones importantes,
deben mantener la política al mando en todo trabajo, manejar correctamente la
relación entre las cuestiones esenciales y las cuestiones secundarias, entre
las cuestiones políticas y profesionales, entre la revolución y la producción,
entre ser rojo y ser experto- y asegurar la dirección de la línea ideológica y
política correcta. Captar las cuestiones importantes significa ponerlas en
primer plano, incluirlas como cuestiones esenciales en la agenda de las
reuniones del comité de partido. Los comités de partido deben prestarles
atención a las cuestiones importantes y discutirlas constantemente. Esto no
significa que puedan descuidar sus otras tareas o negar la importancia de
llevarlas a cabo por completo, por el contrario, a éstas debe dárseles su lugar
adecuado. Por ejemplo, desarrollar la economía socialista y dirigir bien la
producción tanto industrial como agrícola, son tareas muy importantes –tareas a
largo plazo para el período del socialismo- y terminantemente deben cumplirse
bien. Pero en comparación con las tareas de librar exitosamente la lucha de
clases y la lucha de dos líneas, las tareas de librar exitosamente la lucha de
clases y la lucha de dos líneas, las tareas de la producción están en segundo
lugar. Como señaló Lenin: “La política debe tener precedencia sobre la
economía. Sostener lo contrario es olvidar el ABC del marxismo”. (119) Así,
entre las cuestiones esenciales y el resto del trabajo, existe una relación de
subordinación. No podemos considerarlos a ambos en el mismo plano y mucho menos
podemos invertirlos. Además, en el frente, por ejemplo, de la producción,
existe también la cuestión de por cuál ideología está guiada, qué orientación
está siguiente y qué camino está tomando –es decir, existe también la cuestión
de la línea. Si simplemente nos metemos de lleno a la producción sin
preocuparnos por la lucha de clases y la lucha de dos líneas en el campo de la
producción, si dejamos a un lado la política proletaria y producimos por la
producción, no solo se hace imposible llevar a cabo la producción adecuadamente,
sino que además, nos arriesgamos a perder nuestra orientación, lo cual es
sumamente peligroso.
Hay
camaradas que no comprenden suficientemente la importancia de captar las
cuestiones esenciales. Sostienen que “No preocuparse uno mismo por las
cuestiones esenciales es a lo sumo mostrar tendencias burocráticas, y no es
realmente un error grave” y consideran que “es peligroso preocuparse uno mismo
por las cuestiones importantes; es más seguro ceñirse a las cuestiones
secundarias”. Esta forma de ver las cosas es completamente incorrecta. Lin Piao
y su camarilla, quienes difunden la reaccionaria “teoría de las fuerzas
productivas” afirmaban que “política significa que los campesinos hagan un buen
trabajo de cultivo y los obreros lleven a cabo su trabajo bien”. Su objetivo
criminal era derrocar la dictadura del proletariado con el fin de restaurar el
capitalismo. De este modo, si gastamos todo nuestro tiempo absortos en pequeñas
cuestiones concretas, si miramos sin ver y escuchamos sin oír la lucha de
clases y la lucha de dos líneas, nos arriesgamos a ser engañado, y a largo
plazo, a apartarnos de la línea revolucionaria del Presidente Mao, perjudicando
la causa del partido y del pueblo, y proporcionando oportunidades favorables
para los enemigos de clase quienes abrigan la esperanza de restaurar el
capitalismo ¿Cómo podemos decir que ésta es sólo una especie de “tendencia
burocrática”? debemos entender que si simplemente nos preocupamos de la
producción sin mirar si la línea es correcta o no, entonces si el revisionismo
llega al poder, si se apodera del partido y el estado, aun cuando la producción
en cantidad y en calidad, sus frutos sólo serán aprovechados por la clase
terrateniente y capitalista y proporcionarán una base material para el
revisionismo y el capitalismo. Desde que la camarilla de Jruschov-Brezhnev
ascendió al poder en la Unión Soviética, ellos han convertido un país
socialista en un país socialimperialista, ellos han “lanzado satélites al cielo
pero han permitido que la bandera roja caiga al suelo”, y esta es una dura
lección para nosotros. Por esto es por lo que, si no nos preocupamos por las
cuestiones esenciales –la lucha de clases y la lucha de dos líneas- si
olvidamos la línea básica del partido, entonces acabaremos inevitablemente en
el camino revisionista. ¿Cómo podemos decir que esto “no es peligroso” y que
“no es realmente un grave error”?
De
todo esto podemos ver que la cuestión de si los comités de partido captan o no
las cuestiones esenciales no es simplemente una cuestión de métodos de pensamiento
y métodos de trabajo, sino que por el contrario es una cuestión de orientación
y línea, una cuestión fundamental de principios. Con el fin de fortalecer la
dirección centralizada del partido, los comités del partido deben en todo
momento y en toda circunstancia tener en mente la línea básica del partido y
asumir seriamente las cuestiones esenciales de la lucha de clases y la lucha de
dos líneas. Deben asegurarse de que, aun cuando las tareas sean pesadas, las
cuestiones esenciales no se dejan de lado, y aun cuando haya un montón de
trabajo, se asigna tiempo para ellas. Deben elevar constantemente su nivel de
conciencia en cuanto a captar las cuestiones esenciales se refiere, y
esforzarse por llevar a cabo aún mejor, todas las tareas militantes asignadas a
ellos por el X congreso.
Los Miembros del Partido Comunista
Deben Sujetarse Conscientemente a la Dirección Centralizada del Partido y
Mantenerla
El
fortalecimiento de la dirección centralizada del partido y la puesta plenamente
en juego de su papel protagónico en las filas del frente del proletariado no
pueden separarse del papel que los comunistas deben cumplir como elementos
avanzados y como ejemplo. Todo miembro del partido debe llevar a cabo plenamente
su papel, estar sometido completamente a la dirección centralizada del partido
y mantenerla.
En
el frente ideológico, debemos elevar nuestro nivel de conciencia respecto a la
gran importancia de fortalecer la dirección centralizada del partido. El
carácter complejo y duradero de la lucha de clases y la lucha de dos líneas en
el partido y las duras tareas que debemos asumir en la revolución y
construcción a lo largo de todo el periodo histórico del socialismo, hace
obligatorio para nosotros fortalecer la dirección centralizada del partido y no
debilitarla. En sus intentos por derrocar, la dictadura del proletariado y
restaurar el capitalismo en nuestro país, los enemigos de clase tanto externos
como internos siempre han dirigido sus ataques contra nuestro partido.
Infiltrando nuestras filas y atrayendo a nuestros cuadros a las suyas, ellos
tratan por todos los medios de ganar agentes en nuestro partido, con la vana
esperanza de transformar este partido marxista-leninista en un partido
revisionista, un partido fascista, y cambiar el color de toda China. Ante esto
debemos estar sumamente vigilantes. Algunos camaradas piensan que el
fortalecimiento de la dirección centralizada del partido es una cuestión de
dirigentes y que no les concierne a ellos. Esto es completamente falso. Como
dijo el camarada Stalin: “Sin la dirección del partido… la dictadura del
proletariado sería imposible. Sería suficiente sacudir el partido, para
debilitarlo.”(120). De este modo podemos ver que los intereses fundamentales
del proletariado dependen de mantener la dirección del partido; es una cuestión
muy importante de la que depende la consolidación y el desarrollo de la
dictadura del proletariado. ¿Cómo puede entonces alguien decir que esto no le
concierne? Todo comunista debe mirar estas cuestiones desde el elevado punto de
vista de la lucha de clases y la lucha de dos líneas con el fin de aprender a
captar la importancia de fortalecer la dirección centralizada del partido, de
someterse a la dirección centralizada del partido y mantenerla.
Debemos
manejar adecuadamente la relación entre el individuo y la organización,
someterse resueltamente a la dirección del partido y no sólo hacer lo que se
quiera. Todo miembro del partido comunista es parte integral del conjunto. Debe
pertenecer a uno de los organismos del partido y estar bajo la dirección de
este organismo, trabajar y luchar por implementar el programa y la línea del
partido. Debe mantener el sistema de informes a los organismos del partido,
informar frecuentemente a su organismo sobre el estado de su ideología y su
trabajo, debe reflejar los sentimientos y necesidades de las masas y, con el
apoyo y la ayuda de la organización del partido, fortalecer los lazos entre el
partido y el pueblo para hacer el trabajo del partido bien. Si invertimos la
relación entre el individuo y la organización, y ponemos al individuo por
encima de la organización, queremos que la organización se someta al individuo,
debilitamos la dirección centralizada del partido; esto es sumamente peligroso.
Para los comunistas que están en posiciones principales de comités de partido a
diversos niveles (rama general, rama), es aún más necesario prestar atención a
esta cuestión. Deben sujetarse a la dirección centralizada del comité de
partido, ponerse a sí mismos por dentro de él, no por fuera, mucho menos por
encima, con el fin de mejorar el trabajo a su cargo. Deben partir del punto de
vista de la situación global y no sólo de su propio sector y bajo ninguna
circunstancia debe convertir su región, sección o unidad en un “reino
independiente”. Los comunistas que tienen responsabilidades en las
organizaciones revolucionarias de masas a todos los niveles deben sujetarse
conscientemente a la dirección centralizada de la organización del partido a su
nivel, pedir instrucciones e informar lo más frecuente posible a la
organización. Al mismo tiempo, deben, bajo el liderazgo de los cuerpos
superiores, llevar a cabo su trabajo en forma activa y con iniciativa. En
resumen, todo miembro del partido comunista debe manejar correctamente la
relación entre el individuo y la organización, sujetarse resueltamente a la
dirección del partido –no hacer lo que le plazca en el frente político, no
pensar de una forma y actuar de otra en el frente organizativo, no creerse él
mismo el más inteligente en el trabajo- y preservar la dirección centralizada
del partido de forma ejemplar.
Debemos
luchar resueltamente contra las palabras y las acciones que debilitan y
sabotean la dirección centralizada del partido. La lucha entre quienes quieren
fortalecer y mantener la dirección centralizada del partido y quienes quieran
debilitarla y sabotearla tendrá lugar durante largo tiempo, y todo comunista
debe consagrarse valientemente a defender la dirección centralizada del partido
con el fin de consolidar la dictadura del Proletariado. Liu Shao-chi, Lin Piao
y otros de tales estafadores, así como el puñado de personas en posiciones de
autoridad, seguidores del camino capitalista que se han infiltrado en el
partido, estaban definitivamente interesados en sabotear la dirección del
partido con el fin de lograr su criminal objetivo de cambiar el carácter, el
programa y la línea del partido. Si bien Liu Shao-chi y Lin Piao fueron
derrotados, la lucha de ninguna manera ha acabado. En el futuro, pueden
presentarse otra vez individuos como ellos para emplear engaños para sabotear
la dirección centralizada del partido. Por esto es por lo que debemos mantener
nuestros ojos bien abiertos y aumentar nuestra vigilancia para frustrar los
complots tramados por estafadores del tipo de Liu Shao-chi y Lin Piao dirigidos
a sabotear la dirección centralizada del partido. Debemos luchar resueltamente
contra ellos en el espíritu revolucionario de atreverse a ir contra la
corriente. Hay camaradas en nuestras filas que se creen superiores a otros, que
son arrogantes que no respetan la dirección colectiva del partido y actúan
simplemente como les place, enfrentando todas las cuestiones importantes ellos
solos. Hay también camaradas que no tienen un fuerte concepto del partido, y,
en el área de trabajo en la que son responsables, no piden instrucciones con
suficiente frecuencia y no presentan suficientes informes a la organización del
partido y a su nivel. Hay incluso otros que ven la dirección centralizada del
partido de una manera unilateral –es decir, piensan que sujetarse a la
dirección del partido significa depender completamente de él; tanto para los
asuntos importantes como para los minúsculos, ellos siempre buscan la
aprobación del comité del partido para abordarlos, e impiden de este modo que
el comité aborde las cuestiones importantes. Todos estos defectos socavan el
proceso de fortalecimiento de la dirección centralizada del partido. Debemos
distinguir entre estos diferentes casos con el fin de corregirlos, ver que es
lo involucrado en términos de la línea y ayudar a estos camaradas a elevar su
comprensión y corregir su actitud. Todo miembro del partido comunista debe
fortalecer su concepto de partido, fortalecer su espíritu de partido proletario
y elevar su nivel de conciencia para defender la dirección centralizada del
partido y oponerse y frustrar los planes de las tendencias erróneas que apuntan
a debilitar y sabotear esta dirección.
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