domingo, 7 de mayo de 2017

¡Viva el 63° aniversario del triunfo popular vietnamita sobre el imperialismo francés!

Periódico El Pueblo:
El 7 de mayo de 1954 el pueblo de Vietnam coronó la victoria de Dien Bien Phu, derrotando a las tropas invasoras del imperialismo francés, conquistando la independencia vietnamita y poniendo fin al colonialismo en Vietnam y toda Indochina. Estudiemos su gran e inmortal ejemplo en la lucha de liberación nacional. 
En septiembre de 1941, Nguyen Ai Quoc, más conocido como Ho Chi Minh, creó la Liga Para la Independencia del Vietnam (Vietminh), con el fin de luchar contra la opresión imperialista de Japón y Francia.

Ho Chi Minh a la izquierda y Vo Nguyen Giap a la derecha
Japón intentó esclavizar a Vietnam y convertirla en su colonia, pero las tropas de liberación, que actuaban siempre en forma de guerrillas, rechazaron la ofensiva japonesa y acorralaron luego a las tropas francesas, quienes incluso contaron con cuerpos de élite de la Legión Extranjera (compuesto por mercenarios provenientes de diferentes países, como por ejemplo nazis alemanes encarcelados en Francia).
A fines de 1953, el mando francés trasladó el campo de batalla a Dien Bien Phu, un valle rodeado por altas montañas, donde las tropas imperialistas buscaban cortar las rutas de las fuerzas revolucionarias, pensando en que sus fuerzas aéreas y los 14 cuarteles con 16.200 solados serían una fuerza aplastante que la población local no podría enfrentar.
Ho Chi Minh y el General Vo Nguyen Giap, por el contrario, estaban convencidos de que la guerra popular vietnamita convertiría a Dien Bien Phu en la tumba de los colonialistas franceses.
A pesar de las características del terreno y los esfuerzos colonialistas de los franceses por aislar a las fuerzas revolucionarias, miles de personas atravesaron más de 500 kilómetros de rutas montañosas, trasladando toneladas de armas, municiones y alimentos para los heroicos combatientes populares.
El 13 de marzo, a las 17:00 hrs, las fuerzas revolucionarias irrumpieron en forma masiva y sopresiva sobre las posiciones francesas en Him Lam (Beatrice) y Doc Lap (Gabrielle). La primera posición cayó el primer día, dejando un saldo de 300 soldados imperialistas aniquilados y otros 200 tomados prisioneros.
La posición de Doc Lap fue tomada al día siguiente. Ante la victoria vietnamita, el comandante francés de artillería se suicidó y su muerte fue ocultada a las propias tropas, para que no afectara la moral de los soldados invasores.
 
Artillería antiaérea de Vietnam
Los franceses respondieron a la caída de sus posiciones enviando paracaidistas y lanzando bombas desde aviones, que fueron atacados y derribados por baterías de ametralladoras antiaéreas. Los invasores estaban completamente desconcertados, pues no se explicaban cómo habían sido trasladadas semejantes armas por los vietnamitas hasta las altas montañas.
Junto a esto, todas las fortificaciones y posiciones francesas fueron rodeadas por trincheras y túneles conectados entre sí, que fueron construidos de tal forma que los vietnamitas podían circular bajo tierra sin ser percibidos por los soldados invasores. Así cayeron también los aeropuertos y a los franceses no les quedó más remedio que enviar los suministros en paracaídas, pero estos insumos eran rápidamente capturados por la resistencia nacional.
La última ofensiva francesa fue lanzada el 4 de mayo. Su objetivo era tomar una posición vietnamita, pero al adentrarse a territorio de las fuerzas revolucionarias vieron que ya no podrían avanzar y no sólo eso, ¡tampoco podían devolverse!
Moderno ejército francés se retira humillado y derrotado por un pueblo en armas
 El 7 de mayo, las fuerzas revolucionarias atacaron el cuartel general de De Castries, quien junto a su estado mayor se rindió de manera incondicional, poniendo fin a la Batalla de Dien Bien Phu
Dien Bien Phu marcó la independencia de Vietnam y el comienzo de la caída del imperialismo francés sobre las colonias de Asia y África.

Esta victoria revolucionaria demuestra que la liberación de los pueblos ha de ser obra de los pueblos mismos, que al imperialismo se le derrota con guerra popular y que a un pueblo unido, organizado y dirigido por un verdadero Partido Comunista nada lo puede derrotar. Ni las avanzadas armas ni la complejidad del terreno es decisivo en la guerra. Lo decisivo es la moral del hombre, fundamentada sobre la justeza de su causa. Y nada es más justo que expulsar al invasor, luchar por transformar el mundo de explotación de sus cimientos y construir un mejor porvenir para el pueblo. Ese es el verdadero y triunfante combustible de la guerra. No hay armas que puedan derrotar a un pueblo entero ni territorios inexpugnables donde las masas no puedan llegar.

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