viernes, 26 de mayo de 2017

El Partido Comunista de Filipinas sobre la ley marcial del régimen de Duterte

La ley marcial del régimen de Duterte lo aislará más del pueblo
Al imponer la ley marcial y restringir los derechos civiles y políticos, el presidente de la GRP, Duterte, está aislando aún más a su régimen del pueblo. En la vana esperanza de justificar la imposición de la ley marcial en Mindanao y su plan para imponerla en todo el país, ayer describió la ley marcial de Marcos como “buena” en total desprecio al sufrimiento del pueblo filipino bajo la dictadura militar de 1972-1986.
Como resquicio de la detestada ASSO (Orden de Detención, Búsqueda y Embargo) de Marcos, Duterte ordenó ayer a los militares que llevaran a cabo búsquedas y arrestos sin orden judicial. Ha ordenado a la AFP que realice controles, toques de queda y otras restricciones que violan la libertad de movimiento del pueblo. Mediante la imposición de medidas tan severas, pretende establecerse como un hombre fuerte que no tolerará desafíos a su autoridad.
En la ciudad de Davao, la mini dictadura de Sarah Duterte está aprovechando la declaración de la ley marcial al presentar una larga lista de medidas antidemocráticas que trata de restringir las libertades populares, en particular su derecho a reunirse, expresar sus quejas y buscar soluciones. Como su padre, también quiere prohibir otros actos que ella considera como desafíos a su autoridad y poder.
Las garantías de Duterte de ayer de que no tolerará abusos son absolutamente inútiles. Quiere destacar el hecho de que los tribunales civiles permanecen abiertos, pero descuidan señalar que éstos son impotentes en medio de la suspensión del recurso de habeas corpus y el poder absoluto militar de detener a alguien indefinidamente. También ha amenazado constantemente a la Corte Suprema contra la emisión de órdenes de restricción para impedir que realice actos que potencialmente violen las leyes del GRP.
Antes de la imposición de la ley marcial, los soldados de la AFP son conocidos por los abusos militares contra el pueblo. Con la ley marcial de Duterte, las tropas fascistas de la AFP están obligadas a realizar mayores abusos con una impunidad aún mayor, pues ya no están restringidas por las sutilezas legales.
Ha ampliado el mandato del general Eduardo Año como jefe de Estado Mayor de la AFP y lo ha designado como supuesto administrador de la ley marcial. Él ha puesto a un conocido violador de los derechos humanos y perpetrador de secuestros y otras tácticas de guerra sucia al timón de su régimen de ley marcial. Duterte, al otorgarle vastos poderes, pudo conseguir ganar su apoyo y evitar que se uniera o dirigiera un golpe para establecer una junta militar. Sin embargo, también aumentó la influencia y el poder de los intervencionistas estadounidenses a través de sus fanáticos en el escalafón de la AFP que están decididos a derrocar su régimen bajo el exclusivo poder hegemónico de Estados Unidos.
Duterte ha hecho un espantajo del llamado Grupo Maute. Que la exhibición de la bandera negra “ISIS” ha amenazado sus poderes como presidente de GRP es un exceso de su imaginación. Duterte y la AFP ni siquiera podían dar al público una estimación creíble de la fortaleza de este grupo. Hay temores bien fundamentados de que algunas fuerzas pueden realizar operaciones sucias para justificar la extensión y expansión de la ley marcial de Duterte para cubrir todo el país.
Partido Comunista de Filipinas
 25 de mayo de 2017

ODC

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