La tendencia de las masas populares hacia la protesta ha puesto
cada vez más en evidencia cuán importante es la participación de la
mujer en la lucha obrera y popular, tanto en Chile como en el resto del
mundo.
Cada vez son más las mujeres que han dejado de lado sus miedos
para convertirse en dirigentas de sus organizaciones, para combatir
decididamente la explotación y la opresión, expresada también en el
patriarcado, el feminismo burgués y todas las formas en que a las
mujeres del pueblo se les quiere hacer creer que no valen nada.
En este número queremos destacar a dos ejemplares jóvenes mujeres
que han defendido férreamente a su pueblo y, desechando cualquier
prejuicio sobre ellas, se pusieron a la cabeza de la luchas en sus
respectivos países, como parte de las luchas revolucionarias a nivel
mundial.
Remis Carla fue una estudiante de Educación en la Universidad Federal
de Pernambuco, Brasil. Desde el 2012 venía desempeñándose en varias
tareas al servicio de la revolución. Lo que la motivó a sumarse a la
lucha fue haberse encontrado, en un acto, con el periódico A Nova
Democracia, en el salón de del Centro de Educación de su Universidad.
Ese mismo año la compañera ingresó al Movimiento Estudiantil Popular
Revolucionario (MEPR) y al Movimiento Femenino Popular (MFP), así como
también fue activista del Colectivo Bagaço.
En memoria de Remís Carla Costa |
La compañera se comprometió fervorosamente con la Revolución Agraria
en Brasil, luchó en defensa de los derechos estudiantiles, y toda su
participación política estuvo bajo el alero de la ideología científica
del proletariado. La última actividad política en la que Remis participó
fue un estudio de la entrevista, recién publicada, de la camarada
Laura, comandante del EPL (Ejército Popular de Liberación) y dirigente
del PCP (Partido Comunista del Perú).
El 17 de diciembre del 2017 Remis desapareció sin advertencia
alguna, por lo que, tras mucha persistencia, sus familiares
consiguieron dejar constancia en la policía 48 horas después. El día 23
del mismo mes, el cuerpo de Remis fue encontrado envuelto en una
sábana y enterrado en una cueva ubicada a diez metros de la casa de su
ex novio, Paulo César, quien confesó haberla asesinado. La compañera
tenía 24 años y fue ella misma quien, un mes antes de su asesinato, dejó
constancia en una comisaría, denunciando las amenazas y agresiones de
su ex novio. Sin embargo, la policía fue sarcástica con la compañera,
llegando a sugerir que ella habría hecho las marcas de agresión en su
brazo con tinta de lápiz.
Si el cuerpo de la compañera fue encontrado, es exclusivamente
porque los familiares, amigos y compañeros de la joven insistieron en
poder encontrarla. La policía se negaba a buscarla y tuvo una postura
negligente con la situación, intentando absurdamente culpar a Remis de
su propia desaparición. Es así como se organizó la campaña “¿Cadê
Remis?” (¿Dónde está Remis?), movilización que tuvo gran repercusión
entre las masas y que tuvo una base clasista, identificando al Viejo
Estado como enemigo del pueblo. La intensa movilización y organización
popular fue la responsable de develar lo ocurrido.
Gracias a esta movilización Remis tuvo un entierro digno, al cual
asistieron alrededor de 300 personas y donde se le rindió homenaje por
su entrega al pueblo y su labor revolucionaria. Los ecos de esta
despedida no sólo se quedaron en Brasil, sino también resonaron por
Chile y Alemania, donde se le rindió homenaje.
La otra compañera que es un ejemplo de dignidad es Ahed Tamimi,
quien desde los 11 años participa activamente de las protestas que se
realizaban en su poblado, con el objetivo de liberar a Palestina de las
garras yanquis y sionistas.
Ahed Tamimi ya demostró a esa edad una furia revolucionaria ejemplar
cuando encaró a las fuerzas militares de Israel, ya sea a bofetadas o a
gritos, por estar constantemente amenazando la vida de su familia y la
de su pueblo.
El pasado 15 de diciembre la compañera fue formalizada por la ley
corrupta israelí por abofetear y patear a uno de los militares, luego
de que le dispararon a su primo en la cara con una bala de goma.
Actualmente, Ahed se encuentra detenida por la milicia a la espera del
juicio ante los tribunales de la ocupación parasitaria israelí. Ella es
una de las 4 mujeres en su familia que fueron acusadas injustamente,
demostrando que el terrorismo imperialista yanqui y nazi de Israel no
logrará paralizar a las mujeres palestinas. Las masas han tomado partido
por Ahed, quien en estos momentos es considerada una heroína y un
ejemplo de lucha a seguir.
La lucha revolucionaria conlleva saber cuáles son los costos de ésta.
Sin embargo, estas valerosas mujeres barrieron con el individualismo y
pusieron su vida al servicio de la clase obrera y el pueblo. Esto es lo
que brilla de la lucha feminista proletaria y nos recuerda que,
mientras haya compañeros y compañeras al servicio del pueblo, nunca será
en vano, ya que en todos los lugares del mundo están brotando las más
hermosas semillas que retoman y desarrollan el camino de la Revolución.
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