martes, 15 de noviembre de 2016

Avance de la revista Sol Rojo N°44

¡VIVA EL MAOÍSMO, ABAJO EL REVISIONISMO!
¡DESARROLLAR EL DEBATE EN EL MOVIMIENTO COMUNISTA INTERNACIONAL SOBRE LA APLICACIÓN DEL MAOÍSMO!

1. Sobre la lucha de dos líneas en el Movimiento Comunista Internacional y el papel del Presidente Gonzalo y el Partido Comunista del Perú
Cuando vemos la situación actual en el mundo y en particular las guerras populares y luchas armadas que avanzan bajo la bandera del maoísmo, podemos constatar que se está realizando lo establecido por el Presidente Gonzalo, que "el maoísmo, encarnándose en los pueblos del mundo, marcha inconteniblemente a comandar la nueva gran ola de la revolución proletaria mundial". En Perú, India, Filipinas, Nepal y otros países, cientos de miles de obreros y campesinos se han levantado en armas bajo la bandera roja del marxismo-leninismo-maoísmo, heroicamente dando sus vidas para acabar con el viejo y podrido sistema imperialista de explotación y opresión, mientras los imperialistas desesperadamente buscan mantener su sistema con un nuevo reparto del mundo, con más guerra genocida de rapiña. Se confirma, como dice el Presidente Gonzalo, que estamos en la ofensiva de la revolución proletaria mundial, que la revolución es la tendencia histórica y política principal; y que lo que corresponde para acabar con la guerra imperialista es la guerra popular mundial.
¿Significa eso entonces, que el camino es recto y fácil? ¿Qué mientras que los Partidos Comunistas adopten el nombre "maoísta" e inicien la lucha armada, nuestra unidad y los triunfos están garantizados? Claro que no. Dentro de esta ofensiva de la revolución mundial se desarrolla todavía una ofensiva contrarrevolucionaria general, iniciada y dirigida por el imperialismo yanqui y el revisionismo contemporáneo, y su ideología y política se expresa también - inevitablemente - dentro del Movimiento Comunista Internacional y dentro de cada Partido Comunista. El problema principal no es la guerra contrarrevolucionaria, la fuerza militar y política del imperialismo y la reacción; y además, como marxistas entendemos que es inevitable que "para triunfar la revolución engendra y aplasta una poderosa contrarrevolución" (Presidente Gonzalo).  Por ello, para ver lo que se necesita para garantizar el triunfo de la guerra popular en cada país y el barrimiento del imperialismo a nivel mundial, tenemos que coger que lo interno es lo decisivo, y que el peligro principal es el revisionismo, y que el nuevo revisionismo de hoy - bajo el membrete del 'maoísmo' - fundamentalmente plantea las mismas tesis revisionistas del pasado; diferentes variaciones del "camino pacífico", del "partido de todo el pueblo", de cuestionar y negar la dirección proletaria de la revolución, de "acuerdos" o "coexistencia pacífica" con el imperialismo, de sustituir el nuevo Poder por democracia burguesa y, al fin y al cabo, de negar la necesidad de la revolución cultural proletaria y atacarla; todo eso para servir a los intereses de un puñado de dirigentes, no de la clase y los pueblos. Combatir y aplastar al revisionismo dentro y fuera de nuestras filas - y ver que el Comité Central es el vórtice de la lucha de clases - es lo decisivo para poder confrontar y aplastar toda ofensiva del enemigo. Cada salto en la guerra popular - el inicio de la lucha armada, la construcción del nuevo Poder y principalmente el salto para conquistar el Poder en todo el país - sin excepción va a generar líneas contrarias, sus dirigentes traidores y capituladores, su oposición revisionista (apoyada siempre por la reacción) que debe ser aplastada para poder avanzar. "El que sea correcta o no la línea ideológica y política lo decide todo" (Presidente Mao Tse-tung).
La inflexión y la actual situación compleja de la guerra popular en Perú, así como la traición en Nepal son hechos que confirman lo planteado arriba, y es indispensable sacar lección y aprender de los ejemplos negativos así como de los positivos. En el caso del Perú, pese a la detención del Presidente Gonzalo, la traición y el trabajo contrarrevolucionario de la LOD y la LOI y toda la situación compleja actual, contamos hoy con un Partido y un Comité Central que ha analizado, sintetizado y denunciado el negro derrotero de estas líneas revisionistas, una dirección que mantiene el rumbo de la revolución enarbolando, defendiendo y aplicando al pensamiento gonzalo para resolver los problemas, retomar lo perdido con guerra popular y seguir cumpliendo su papel de fracción roja en el MCI, combatiendo al revisionismo a nivel mundial.
Hace décadas el PCP, basándose en lo establecido en su Línea Internacional, ha llevado a cabo una lucha implacable dentro del MCI contra el revisionismo: por la comprensión del marxismo-leninismo-maoísmo como tercera,  nueva  y superior etapa del marxismo; por la aplicación concreta del maoísmo a las condiciones de cada país, contra las tendencias hegemonistas del PCR (EE.UU.) en el MRI y su oposición al asumir el maoísmo; por la vigencia universal de la guerra popular; por las contribuciones universales del Presidente Gonzalo, principalmente la militarización de los Partidos Comunistas, y otros puntos. En los años 80, "el PCP fue el único partido en el mundo que estuvo a la vanguardia en la defensa del maoísmo y asumió el bregar por la unidad de los marxistas-leninistas-maoístas del mundo para que esta ideología sea mando y guía de la revolución peruana y mundial" (Línea Internacional), y desde alrededor del año 2000 fue el PCP el que encabezó e insistió en la lucha contra los "acuerdos de paz" y el revisionismo de Prachanda y los demás dirigentes revisionistas en Nepal cuando otros en el MRI se callaron, tomaron una posición vacilante o hasta defendieron la política revisionista como "táctica" (por ejemplo, en la Conferencia de Hamburgo en 2010 el Partido Comunista de Italia - Maoísta planteó lo siguiente sobre los "acuerdos de paz" en Nepal: “la aplicación creadora de la guerra popular en Nepal llevó otros avances y lecciones útiles para nuestro movimiento. Ninguna guerra popular puede ser igual a otra: los principios son similares, pero la aplicación debe ser coherente con la realidad de cada país, debe ser aplicación dinámica en teoría, política y acción.”).
Esta lucha, llevada a cabo por el PCP y a través de su organismo generado el MPP, tuvo repercusiones contundentes entre los comunistas y masas revolucionarias de todo el mundo, y consecuentemente también inevitablemente generó una "contraofensiva" de los dirigentes revisionistas de varios Partidos y organizaciones. Encabezados por el PCR (EE.UU.) y su cabeza revisionista Bob Avakian, un puñado de dirigentes en el MCI iniciaron una campaña negra para aislar y difamar al PCP y su Jefatura, en convergencia (e incluso en contacto directo) con las ratas traidoras de la LOD en Perú, y recurriendo a los mismos ataques y pretextos revisionistas de Jruschov, Teng Hsiao-ping, Hoxha y otros: del llamado "culto a la personalidad", de una supuesta lucha contra el "dogmatismo" y "sectarismo" etc. Así como los hoxhistas, los autoproclamados "marxistas-leninistas" y hasta “pensamiento mao-tsetung” rechazan al maoísmo y la Gran Revolución Cultural Proletaria con el pretexto de que "el maoísmo fracasó" cuando los revisionistas restauraron el capitalismo en China, de manera igual algunos "maoístas" hoy rechazan al PCP y al pensamiento gonzalo tomando el recodo y la inflexión en Perú como pretexto.

2. Aprender de la Gran Polémica acerca de la Línea General del Movimiento Comunista Internacional
Hoy, la mayoría de los Partidos del MCI - e incluso algunos de los ex dirigentes del CoMRI - en una serie de declaraciones y documentos han denunciado el revisionismo de Avakian y Prachanda. Algunos incluso reconocen - al menos en palabras - las contribuciones del Presidente Gonzalo y el papel del PCP. Pero cuando el PCP insiste en que se necesita hacer un balance de las luchas en el MRI y de la aplicación del maoísmo, analizando los problemas del pasado en lucha de dos líneas con una actitud de autocrítica para poder identificar y aplastar el revisionismo de hoy, estos dirigentes se oponen, y así como Avakian toman la situación compleja de la guerra popular en Perú como pretexto para continuar la campaña de aislamiento y difamación contra el PCP y así proteger su propio oportunismo frente a la crítica de los marxistas-leninistas-maoístas. Los mismos que antes han acusado al PCP de ser "dogmatico" y "sectario" ahora repiten lo mismo en forma velada: "luchamos contra toda tendencia que levanta la bandera roja del PCP, la guerra popular y el Presidente Gonzalo como un ícono dogmatico [...] Nadie debe atribuir al Presidente Gonzalo las simplificaciones de muchos de sus seguidores en Perú y el extranjero" (Partido Comunista Maoísta - Italia, septiembre de 2016). ¿Quiénes son estos "seguidores" a que se refiere aquí? ¿Cómo se expresa este "dogmatismo"? ¿Por qué no hacer una crítica clara y específica? Lo que queda claro de declaraciones como esta – donde repiten casi literalmente lo planteado por Avakian cuando su PCR (EE.UU.) dirigía el CoMRI - es que según estos camaradas, el problema urgente del MCI hoy no está en la política de "acuerdos de paz", en el cretinismo parlamentario o en partidos "maoístas" que promueven el "camino pacífico" y la colaboración con el imperialismo, sino en un supuesto "dogmatismo" del cual no explican ni jota.
En este contexto es instructivo ver los documentos de la Gran Polémica de los años 60, la lucha encabezada por el Presidente Mao y el PCCH contra el revisionismo contemporáneo. Estudiar las siguientes citas del documento "Una vez más sobre las divergencias entre el camarada Togliatti y nosotros" (de la revista Bandera Roja, China 1963):
"Siempre hemos sido de la opinión de que las divergencias entre los Partidos hermanos se deben resolver por la vía de las consultas entre los Partidos, por medio de conversaciones bilaterales, multilaterales o conferencias de Partidos hermanos. Siempre hemos sostenido que ningún Partido puede hacer cargos públicos y unilaterales a otro Partido hermano, ni mucho menos lanzar ataques o calumnias contra éste. Hemos sido firmes y resueltos en nuestra defensa de la unidad. Contra lo que esperábamos, el camarada Togliatti y otros camaradas aprovecharon la oportunidad del Congreso de su Partido para lanzar ataques públicos contra el Partido Comunista de China. Puesto que, de este modo, ellos nos desafiaron directamente a un debate público, ¿que podíamos hacer? ¿Acaso podíamos seguir callados como antes? ¿Acaso 'sólo se permite a los mandarines prender fuego a las casas mientras a la gente común se les prohíbe encender sus lámparas'? ¡No!, ¡no!, ¡no! Ciertamente debíamos contestar. No nos dejaron otra alternativa que darles una respuesta pública."
Así como Togliatti, Jruschov y otros revisionistas, Avakian y otros dirigentes en el MRI han tratado de acallar la crítica de los marxistas-leninistas-maoístas con el pretexto de "no debatir las divergencias entre los partidos en público". Y así como el Partido Comunista de China, el PCP ha mantenido y mantiene hoy que frente a ataques calumniosos - en convergencia y contacto directo con traidores y soplones, como en el caso de Avakian - lo que corresponde es hacer la lucha pública y abierta, movilizando a las masas contra el revisionismo y en defensa del marxismo. Eso sigue siendo válido hoy, cuando la lucha contra el revisionismo es una necesidad urgente para el avance y el triunfo de la guerra popular en cada país, para conjurar la capitulación, sacando lección de la traición en Nepal y la perspectiva negra que se vislumbra en algunos de los Partidos del MCI, y para poder unirnos y forjarnos para la guerra popular mundial contra la guerra mundial imperialista.
"El camarada Togliatti y algunos otros camaradas del PCI [...] nos han acusado de 'dogmáticos y sectarios que esconden su oportunismo detrás de una fraseología ultrarrevolucionaria' etcétera, etcétera. [...]
En una palabra, es inadmisible que ciertas personas actúan como los mandarines que ordenaron 'prender fuego a las casas de la gente mientras se prohibía a la gente hasta encender sus lámparas'. Desde tiempos inmemoriables, semejante arbitrariedad jamás ha sido sancionada por el público. No se puede en absoluto resolver las divergencias entre los comunistas adoptando la actitud del amo hacia sus criados; dichas divergencias sólo se pueden resolver colocando los hechos sobre la mesa y explicándose con argumentos. Todos los proletarios y comunistas de mundo entero deben unirse, pero sólo pueden unirse sobre la base de las dos Declaraciones de Moscú, sobre la base de plantear los hechos y discutirlos racionalmente, sobre la base de consultas en pie de igualdad y reciprocidad, y sobre la base del marxismo-leninismo. Si algunos actúan como amos que blanden su bastón sobre las cabezas de sus criados, invocando 'unidad, unidad', lo que de hecho quieren decir es 'escisión, escisión'. El proletariado internacional no aceptará tal escisionismo. Deseamos la unidad y jamás permitiremos que un puñado de gentes continué sus actividades escisionistas."
Como vemos aquí, las acusaciones de "dogmatismo" y "sectarismo" son parte de un viejo método revisionista para evitar la lucha abierta y honesta y rechazar la crítica ideológica y política en vez de "colocar los hechos sobre la mesa y explicarse con argumentos" como es el método de los comunistas. Y hoy vemos también como algunos camaradas dirigentes de diferentes Partidos regularmente refieren a la supuesta "unidad" del MCI, pero evitan hablar de las divergencias. Buscan una "unidad" no basada en los principios de la ideología universal del proletariado, el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo, sino en la conciliación, en concesiones, en la búsqueda de un “crecimiento rápido”, del apoyo de fracciones de la burguesía y sus intelectuales. Eso, como ya sabemos, no lleva a la unidad de los comunistas y de los pueblos del mundo, sino a su escisión y al oportunismo.
Para poder unirnos los comunistas a nivel mundial no podemos ver cada revolución, cada guerra popular, como algo aislado e independiente del desarrollo de la revolución mundial. Estamos por la independencia, autodecisión y autosostenimiento de cada Partido Comunista para no depender de bastón de mando alguno, pero no tomamos este principio como pretexto para rechazar la crítica de otros Partidos o negar la necesidad de unidad a nivel mundial y de desarrollar la lucha sobre la línea general del MCI. De hecho, la lucha contra el revisionismo es una lucha a nivel internacional, como dice el documento citado:
"Los eventos han mostrado que la tendencia revisionista moderna es un producto, bajo nuevas condiciones, de las políticas del imperialismo. Así, inevitablemente esta tendencia tiene carácter internacional, y, así como los debates anteriores, el debate actual entre los marxistas-leninistas y los revisionistas modernos inevitablemente está deviniendo en un debate internacional."
Hoy vemos que el imperialismo, en su negro e imposible sueño de salvar su sistema, busca cumplir la tarea reaccionaria de evitar que sus guerras de reparto, rapiña y genocidio generen más resistencia y más revolución; y los imperialistas están conscientes de que eso en concreto implica tratar de impedir que el proletariado a través de sus Partidos Comunistas asuma la dirección de las guerras de liberación nacional, realizando las revoluciones democráticas y continuándolas como revoluciones socialistas y culturales hasta finalmente barrer el imperialismo y toda explotación de la faz de la tierra. Esta tarea reaccionaria como siempre significa en concreto combatir a la ideología del proletariado, el marxismo, es decir hoy: el maoísmo. Por eso el imperialismo inevitablemente, en forma consciente y planificada así como tambien en forma espontánea, sigue generando y fomentando el revisionismo dentro de las filas del proletariado internacional, especialmente en las zonas del Tercer Mundo más importantes para el imperialismo en su guerra de reparto, y en los países imperialistas donde necesitan fortalecer la retaguardia en función de la guerra. Las formas que toma este revisionismo van a corresponder a las necesidades del imperialismo en cada momento. Corresponde a los comunistas de cada país identificar y precisar cómo este revisionismo se expresa en cada momento, en su país así como en otros países, para poder desenmascarar y aplastarlo. Vamos a ver algunas de sus principales expresiones actuales y como debemos combatirlo.

3. El revisionismo de hoy: cretinismo parlamentario, capitulación, fichas de ajedrez
El cretinismo parlamentario: Una de las formas principales que el imperialismo, la reacción y el revisionismo aplican para socavar y desviar a los Partidos Comunistas y las guerras populares es la difusión de ilusiones parlamentarias, de un "camino pacífico" como hemos visto en Nepal y en el engendro electorero de la LOD en Perú, el "MOVADEF". Los revisionistas habitualmente buscan sustentar su cretinismo parlamentario refiriendo a citas de Lenin e incluso del Presidente Mao y el Partido Comunista de China para tomar políticas que han sido aplicadas en condiciones especificas del pasado y convertirlas en dogmas supuestamente de validez general y universal. Aunque estos nuevos revisionistas asumen el membrete del "maoísmo", en realidad se oponen a la tercera, nueva y superior etapa del marxismo y la aplicación de nuestra ideología a las condiciones concretas de hoy; quieren quedarse en los tiempos del "leninismo" o del "pensamiento mao-tsetung" para justificar su política revisionista. Veamos lo que los comunistas chinos plantearon en 1963 (lo subrayado es nuestro):
"Hemos sostenido siempre que la participación en la lucha parlamentaria es un medio de la lucha legal que, en ciertas condiciones, la clase obrera debe utilizar"
"Sostenemos que los parlamentos burgueses, incluido el actual parlamento italiano, tienen su carácter de clase y sirven de adornos para la dictadura de la burguesía. Como dijo Lenin [...] 'Los parlamentos burgueses están tanto más sometidos a la Bolsa y a los banqueros cuanto más desarrollada está la democracia' burguesa."
Entonces, la posición marxista sobre el carácter de los parlamentos burgueses queda clara, pero entonces, siguiendo lo planteado por Lenin, ¿cuáles fueron las condiciones necesarias para poder utilizar esta lucha parlamentaria en servicio de la revolución?
"Teniendo en cuenta sus propios intereses, en determinadas condiciones, la burguesía admite en su parlamento a representantes de los partidos de la clase obrera [...]
En la lucha parlamentaria, los partidos de la clase obrera deben mantener una alta vigilancia y persistir en todo momento en su independencia política".
Lo que los comunistas tenemos que determinar hoy entonces es: ¿existen hoy, en algún país en el mundo, estas condiciones en las cuáles la burguesía puede admitir a verdaderos partidos proletarios en sus parlamentos? ¿Existen hoy en algún país en el mundo las condiciones para que el proletariado pueda mantener "su independencia política" dentro del sistema parlamentario de la burguesía? La conclusión de todos los marxistas-leninistas-maoístas es que en la presente época - de la ofensiva de la revolución mundial y de la crisis general y última del imperialismo - tales condiciones no existen en ningún país; al contrario, toda la experiencia del MCI demuestra que en las décadas pasadas desde el documento citado, no hay ni un solo ejemplo que indique que la participación en el parlamento burgués pueda servir a desarrollar la revolución. De hecho, hay innumerables ejemplos de "partidos comunistas" que en los parlamentos se han vendido por un plato de lentejas, convirtiéndose en partidos burgueses, vendiendo la preciosa sangre de la clase para lograr puestos para un puñado de dirigentes revisionistas dentro del viejo Estado. Así son las condiciones bajo el imperialismo de hoy. El método de "admitir a partidos de la clase obrera" en sus parlamentos para que abjuren de la violencia y entreguen las armas del pueblo hoy es parte de una política contrarrevolucionaria sistemática del imperialismo en todo el mundo, las elecciones dentro del sistema reaccionario sirven como parte de la guerra contrarrevolucionaria, y la política que corresponde a los comunistas en cada país es desarrollar el boicot en función de la guerra popular.
Por eso, hoy definimos como cretinismo parlamentario toda política que promueve la participación de los Partidos Comunistas en las elecciones y los parlamentos burgueses bajo la dictadura de la burguesía y/o los terratenientes, y es un cretinismo parlamentario directamente ligado a la política de los "acuerdos de paz", a las ilusiones de "regímenes progresistas" o "antiimperialistas" como el chavista en Venezuela o el de Duterte en Filipinas, y a la tendencia revisionista de venderse a una u otra potencia imperialista, convirtiendo a los movimientos revolucionarios en fichas de ajedrez en la guerra imperialista de reparto.
Sobre el Frente Único y los regímenes burgueses "antiimperialistas": A la luz de esta realidad, tenemos que ver la política actual del Partido Comunista de Filipinas (PCF), que plantea: "Cientos de miles de campesinos tienen que ser movilizados, así que las conversaciones de paz puedan servir como plataforma para imponer la verdadera reforma agraria…" (Bayan No. 10, May 21, 2016) Es decir, "reforma agraria" dentro del viejo sistema en vez de la revolución de nueva democracia; el fenómeno no es nuevo, en Perú tenemos suficiente experiencia de las "reformas agrarias" fascistas y corporativas de Velasco, que tiene sus equivalentes también en otros países de América Latina y otras partes del mundo. El PCF dice: "Imponer las reformas necesarias para resolver los problemas que están a la raíz de la presente guerra interna". (Ibid.) Lo que plantean aquí, así como la LOD en Perú ("solución política de los problemas derivados de la guerra") o Prachanda en Nepal, es que las contradicciones fundamentales pueden resolverse sin la destrucción del viejo Estado, sin conquistar el Poder a través del triunfo de la guerra popular. El sustento de esta política del PCF supuestamente es que el nuevo régimen de Duterte tiene "particularidades" que "engendran" una "situación favorable" para la "promoción de los intereses del pueblo a través del avance de la revolución democrática popular" (Ibid.). En el mismo número de la revista citada - portavoz oficial del PCF - se informa que Duterte ha ofrecido al PCF cuatro puestos en el consejo de ministros del gobierno reaccionario. El PCF considera que "una alianza o coalición entre el régimen de Duterte y el PCF y las fuerzas revolucionarias pueda realizarse sobre la base de principios como la soberanía nacional y la justicia social".
Aparte de la palabrería de "justicia social" - en realidad nada más que reformismo - vemos aquí como estos dirigentes tergiversan la política maoísta del Frente Único contra el imperialismo para presentar a regímenes como el de Duterte como "antiimperialistas" y poner el proletariado y el pueblo a la cola de la gran burguesía. En el documento "Proposición acerca de la línea general del Movimiento Comunista Internacional" de 1963, el Partido Comunista de China planteó lo siguiente (lo subrayado es nuestro):
"El proletariado y su partido deben, sobre la base de la alianza obrero-campesina, unir a todas las capas sociales que puedan ser unidas y organizar un amplio frente único contra el imperialismo y sus lacayos. Para consolidar y ampliar este frente único, es necesario que el partido del proletariado conserve su independencia ideológica, política y de organización y mantenga firmemente su hegemonía en la revolución. […]
En algunos de estos países [países nacionalistas que han conquistado recientemente la independencia política], la burguesía nacional patriótica sigue junto a las masas populares en la lucha contra el imperialismo y el colonialismo, y toma algunas medidas en bien del progreso social. Esto exige que el partido del proletariado aprecie en su justo valor el papel progresista de la burguesía nacional patriótica y consolide la unidad con ella.
En algunos países recién independizados, a medida que se agudizan las contradicciones sociales internas y la lucha de clases en la palestra internacional, la burguesía, y sobre todo la gran burguesía, tiende cada vez más a entregarse al imperialismo y a aplicar una política antipopular, anticomunista y contrarrevolucionaria. Esto exige que el partido del proletariado se oponga resueltamente a semejante política reaccionaria.
Por lo general, la burguesía de esos países tiene un carácter doble. El partido del proletariado, cuando establece un frente único con la burguesía, debe seguir una política tanto de unidad como de lucha. Su política debe ser la de unirse con la burguesía a medida que ésta se inclina a ser progresista, antiimperialista y antifeudal, y de luchar al mismo tiempo contra las tendencias reaccionarias de la burguesía al compromiso y colusión con el imperialismo y las fuerzas del feudalismo. La concepción del mundo del partido proletario en relación con el problema nacional es el internacionalismo, y no el nacionalismo."
Es decir, que en los países semicoloniales y semifeudales el proletariado debe construir un Frente Único, absolutamente dirigido por el proletariado a través de su Partido, basada en primer lugar en la alianza obrera-campesina, con la pequeña burguesía como aliado y, bajo ciertas condiciones, incluyendo a la burguesía media o nacional. ¿Representan entonces los regímenes de Duterte, de Chavez/Maduro en Venezuela y otros similares la burguesía media o nacional? ¿Es cierto que tienen un aspecto "antiimperialista"? ¡No! En realidad estos gobiernos representan fracciones de la gran burguesía, burocrática y compradora; representan al capitalismo burocrático, y consecuentemente son totalmente sometidos al imperialismo. Son fracciones de la burguesía que pueden bambolear entre diferentes superpotencias o potencias imperialistas, pero nunca pueden convertirse en antiimperialistas. Mientras es cierto que el proletariado puede utilizar las contradicciones entre las fracciones de la gran burguesía compradora y entre las superpotencias o potencias imperialistas, eso no significa entrar en "alianzas" o "coaliciones" con ellos. Primero, el imperialismo no puede ser el único blanco de la revolución democrática, porque no es una revolución nacionalista del viejo tipo, dirigida por la burguesía. Segundo, las fracciones de la gran burguesía del capitalismo burocrático pueden oponerse a la dominación de una u otra superpotencia o potencia imperialista, pero sólo para reemplazarla con la dominación de otros imperialistas - por muy "nacionalistas" que quieran pintarse. Aplicando la tesis marxista-leninista-maoísta de la revolución democrática, el PCP plantea:
"Nos enseña el Presidente Gonzalo que hay tres blancos en la revolución democrática, el imperialismo, el capitalismo burocrático y la semifeudalidad, siendo uno de ellos principal según el momento por el que atraviese la revolución; hoy en el período de la guerra agraria el blanco principal es la semifeudalidad.
El imperialismo, para nosotros el yanqui principalmente porque es el imperialismo principal que nos domina y que viene asegurando más su dominio y remachando nuestra situación de país semicolonial; pero también conjurar la penetración del socialimperialismo ruso y de otras potencias imperialistas; utilizar las diversas facciones del viejo Estado para agudizar sus contradicciones y aislar al enemigo principal para golpearlo. El capitalismo burocrático montaña constante de la revolución democrática que actúa manteniendo la semifeudalidad y la semicolonialidad al servicio del imperialismo. Y la semifeudalidad que subsiste bajo nuevas modalidades pero que constituye el problema básico del país. (...)
El Presidente Gonzalo define las clases sociales a las cuales unir: proletariado, campesinado principalmente pobre, pequeña burguesía y la burguesía media según las condiciones de la revolución. Y las clases contra las cuales apuntar, terratenientes de viejo y nuevo cuño y gran burguesía burocrática o compradora." (Revolución Democrática, PCP 1988) [Lo subrayado es nuestro -SR]
Lo que vemos hoy es que algunos dirigentes en diferentes países, distorsionando los principios del marxismo-leninismo-maoísmo y negando su aplicación a las condiciones concretas de hoy, promueven un llamado "Frente" con una u otra facción de la gran burguesía bajo el pretexto de un supuesto "frente antiimperialista". El resultado de tal política es inevitable; apunta a cabalgarse sobre la lucha heroica del proletariado y los pueblos, vendiendo a su preciosa sangre derramada para conseguir puestos en el viejo orden para un puñado de dirigentes llamados "maoístas", como ya hemos visto en Nepal, convirtiendo las guerras populares y luchas armadas revolucionarias en fichas de ajedrez del imperialismo. Mientras que los comunistas confiamos en las masas y en la revolución para barrer al imperialismo en una guerra popular mundial, estos dirigentes se unen con la posición de la LOD en Perú – que estamos en el “repliegue de la revolución mundial” – para justificar la capitulación. En su afán de integrarse y alcanzar puestos en el viejo sistema, ponen su confianza en otras potencias imperialistas (rusos, chinos y otros) para sujetarse a un nuevo orden “multipolar” que supuestamente va a permitir el desarrollo de la “justicia social” en forma “gradual” y “menos violenta”, o como dice el PCF:
"La amistad de Duterte con China puede ayudar al pueblo Filipino en su lucha para liberarse del control y dominio estadounidense y acabar con la dependencia del imperialismo EE.UU. Pero eso solo va a ocurrir si la lucha nacional democrática del pueblo filipino continua avanzando y si el régimen de Duterte forja una alianza patriotica con ellos. […]
En nombre de su unidad con el pueblo filipino contra el imperialismo EE.UU., hay que apelar a China para que asigne una considerable cantidad de inversiones para respaldar la industrialización nacional y la verdadera reforma agraria para así hacer que la economía local pueda desarrollarse independientemente." (http://www.cpp.ph/two-aspects-friendship-china/)

Enarbolar, defender y aplicar el maoísmo y aplastar al revisionismo
Fundamentalmente, estos problemas ideológicos y políticos en el MCI tienen su origen en la negación del maoísmo como tercera, nueva y superior etapa del marxismo. Sólo Partidos Comunistas construidos sobre el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo pueden mantener el rumbo de la revolución. Eso no puede significar asumir el maoísmo solamente como membrete, o tomar las tesis del Presidente Mao como fórmulas mecánicas sin aplicarlas a las condiciones concretas de hoy, y así negar la esencia del maoísmo. El maoísmo no se impone a través de la conciliación, con "acuerdos" entre dirigentes o con fusiones o amalgamas de Partidos, sino en lucha ideológica y política constante dentro de los Partidos para que la izquierda se imponga, nutrida por las heroicas masas del pueblo. Hoy vemos que algunos de los dirigentes y organizaciones que se han opuesto a asumir el maoísmo, insistiendo en el "marxismo-leninismo" o el "pensamiento mao-tsetung" ahora se han integrado en los Partidos marxistas-leninistas-maoístas. Posiciones que han sido criticadas en el MCI aparentemente "desaparecen", pero sin autocrítica, sin hacer el balance de las luchas para así llegar a la verdadera unidad. De esta manera no se resuelven las divergencias y la derecha solo se esconde; así se permite que el liberalismo sustituya al marxismo, se abre la puerta para el entrismo y la infiltración, y lleva a la degeneración de los Partidos y la escisión del MCI.
Así vemos como en la India los camaradas del PCI(M), enfrentando problemas de descohesión y de posiciones "no proletarias", han lanzado una campaña de "bolchevización", cuando lo que se necesita es una campaña de rectificación para imponer el maoísmo e identificar, combatir y aplastar las posiciones revisionistas, oportunistas o derechistas; campaña de rectificación en plena campaña militar de cerco y aniquilamiento, en las cosechas que se realiza con el campesinado, en las fábricas en las huelgas, porque lo político sigue a lo ideológico, y lo orgánico sigue a lo político. Y destacamos que la campaña de rectificación, y toda la lucha contra el revisionismo, se hace en todo el Partido, y el Comité Central es el vórtice de la lucha de clases. Ver el documento "Sobre campaña de rectificación con '¡Elecciones, no! ¡Guerra Popular, si!'" (PCP 1991):
"Necesitamos principalmente el maoísmo y ponerlo muy en alto, más cada vez; esto demanda defenderlo, no basta enarbolarlo, nosotros enarbolamos banderas para defenderlas; pero, lo principal es aplicarlo.
Necesitamos el maoísmo para aplastar el revisionismo; juntos, el imperialismo y el revisionismo se van a ir al tacho, pero no se puede combatir al imperialismo sin combatir al revisionismo. […]
Todo estudio del marxismo remueve, se expresa la contradicción entre las dos concepciones, golpea la parte no proletaria, atiza la forja en la ideología. Y, como en toda tarea se presentan tres momentos, cada uno con su contradicción, al comenzar se da el empezarla o no, el comenzarla ya es un 50% de avance; luego, al desenvolverla se presenta el proseguirla o dejarla, otra lucha; y aquí se presentó el darle largas, hasta se convirtió en un fardo y eso era malo, era consentir que lo viejo, lo burgués se imponga, discutimos y acordamos culminarla como tarea de choque. Este método es muy útil, es parte del estilo de trabajo marxista-leninista-maoísta, pensamiento gonzalo, consiste en concentrar todas nuestras energías en la tarea incumplida y multiplicar el tiempo a invertir hasta acabarla, es como cuando aplicamos marcha forzada ante la persecución del enemigo, ahí superamos la media y no nos dejamos coger; en el estudio es igual, no consentimos que la burguesía que contiende en nuestra cabeza derrote al proletariado sino que con esa nueva ideología que encarnamos derrotamos al enemigo idealista, burgués, extraño a la clase. Se da, pues, resistencia de lo viejo y cada uno libra la batalla en su mente consciente y voluntariamente hasta que lo derrota, quiebra esa resistencia en uno mismo; lo viejo dice ¡cómo vas a dejar lo que ya conoces! ¡cómo no seguir lo que es más fácil! ¡cómo abandonar lo que durante años te ha amamantado! y lo viejo pinta de rosa lo podrido para ablandarte. La tarea de choque ayuda a quebrar esa resistencia.
Y, en un tercer momento, en el remate, también se presenta la contradicción por o contra la culminación de la tarea hasta que se define por culminar y se culmina. Haber terminado el estudio ya es un salto. Y la tarea de choque ha sido buen instrumento para coadyuvar al salto de rematar.
Han cumplido con la campaña de rectificación que no es sino una forma de desenvolver la lucha de dos líneas para ajustarse a la ideología del proletariado." [Lo subrayado es nuestro -SR]
En este contexto veamos un ejemplo ilustrativo actual de la India. Como dice el PCP en la cita arriba "no se puede combatir al imperialismo sin combatir al revisionismo". Como maoístas entendemos que la política del revisionismo está directamente ligada a las necesidades del imperialismo y sus planes contrarrevolucionarias. La contradicción entre los comunistas y los dirigentes y partidos revisionistas - que son partes del viejo sistema, del viejo Estado reaccionario - no es una contradicción en el seno del pueblo, sino entre nosotros y el enemigo. En agosto de 2016, "Bachsa Prasad Sing, un miembro del buro político del PCI(Maoísta), quien fue detenido en Kanpur en 2010 y recientemente liberado bajo fianza, ha expresado su disposición a formar un 'frente unido más amplio' en una entrevista después de su excarcelación." Es decir, un miembro del buro político del PCI(M), quien fue “liberado bajo fianza" ahora - al parecer en una iniciativa individual - expresa su disposición a unirse con los partidos revisionistas que son declarados enemigos de la guerra popular. Dice: "En mi opinión el modo de enfrentar el presente escenario es formar una fuerte resistencia y un frente unido más amplio contra las fuerzas Hindutva. No importa si el frente incluya a los partidos de izquierda parlamentarios. Es el momento de mantenernos unidos, de olvidar nuestras diferencias dogmaticas e ideológicas…" Es decir que para este miembro del buro político del PCI(M), ¿las diferencias entre los marxistas-leninistas-maoístas y los revisionistas son nada más que "diferencias dogmaticas e ideológicas" que debemos "olvidar"? ¿Fue eso entonces un error aislado, un dirigente individual que bajo la presión de la reacción abandonó la ideología y la política del Partido maoísta? No, según el artículo, "en respuesta a las preguntas enviadas por HT, un dirigente maoísta de rango elevado decía, 'No es su opinión personal. Expresa la posición del partido.'"
Sea como sea el carácter específico de los diferentes partidos revisionistas en la India o de las particularidades de la construcción del Frente en el país, estas declaraciones de los dirigentes del PCI(M), y las circunstancias y la forma en que se han hecho, para nosotros es una indicación clara de los problemas que hemos señalado arriba. Con el pretexto de una supuesta "unidad" o "táctica" frente a "terroristas fundamentalistas" o contra una u otra facción de las clases dominantes, estos dirigentes proponen "olvidar" nuestra lucha contra el revisionismo. Sí este es el mensaje que estos dirigentes difunden a las masas revolucionarias de la India, ¿cómo van a movilizar las masas contra el revisionismo y forjarlas en nuestra ideología para la conquista del Poder?
Contra esta política los marxistas-leninistas-maoístas, en la India así como en todos los países, deberían considerar y aplicar lo establecido por el Presidente Gonzalo: "Somos absolutamente opuestos a la teoría revisionista que aplican en Centroamérica, y quieren difundir a otras partes, de 'todos son revolucionarios', 'todos son marxistas', 'no hay necesidad de Partido Comunista que dirija', 'basta simplemente unir a todos y basarse en un frente para conducir una revolución'; ésa es la negación del marxismo, es la negación de Marx, es la negación de Lenin, es la negación del Presidente Mao" (La entrevista con el Presidente Gonzalo)
Estos son algunos ejemplos de porque es una necesidad urgente e indispensable desarrollar el debate entre los Partidos del MCI sobre la aplicación del maoísmo, y desarrollar la lucha a muerte contra el revisionismo en cada Partido, forjando a las masas en defensa de nuestra ideología para poder conquistar el Poder, armarnos para la guerra popular mundial y barrer al imperialismo, la reacción y el revisionismo de la faz de la tierra. Llamamos a los comunistas de cada país y cada Partido a rechazar con firmeza los intentos por parte de algunos dirigentes de evitar la lucha de dos líneas y desechar las críticas con acusaciones de "dogmatismo" y "sectarismo", recurriendo a la vieja tesis revisionista de la "lucha contra el culto a la personalidad" para negar la aplicación concreta del maoísmo e "invocando 'unidad, unidad', cuando lo que de hecho quieren decir es 'escisión, escisión'".

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