Comunicado CC 21/ 2016 - 9 de noviembre 2016
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La victoria de Donald
Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU. del martes 8 de
noviembre confirma la crisis del sistema político estadounidense, que es
el caso más clamoroso e influyente de la crisis política de la
burguesía imperialista en todo el mundo. Es una confirmación del
análisis del curso de las cosas sobre la cual el (n)PCI ha basado y basa
su línea y su actividad. Confirma el análisis de la crisis general del
capitalismo generada por la crisis de sobreproducción absoluta de
capital, análisis que está a la base de la comprensión del curso
catastrófico de las cosas que la burguesía imperialista impone al mundo.
La victoria de Donald Trump es una confirmación de la ciencia de las
actividades con las cuales los seres humanos han hecho y hacen su
historia, de la concepción comunista del mundo, del
marxismo-leninismo-maoísmo, el marxismo de nuestra época, la época de la
segunda oleada de la revolución proletaria mundial y del renacimiento
del movimiento comunista en el mundo. Nuestro Manifiesto Programa es también la exposición sintética de esta ciencia.
La situación
internacional se hace siempre más revolucionaria. La crisis de
sobreproducción absoluta de capital se vuelve también siempre más crisis
del sistema de relaciones internacionales y de los sistemas políticos
de cada país. Los Estados Unidos de América son un caso ejemplar e la
crisis de su sistema político se repercute directamente sobre el sistema
de relaciones internacionales. Para las clases dominantes es siempre
menos posible y más absurdo dirigir la sociedad de las maneras en las
cuales lo dirijan en el periodo del “capitalismo de rostro humano” y las
clases dominadas y los pueblos oprimidos están cada vez mas impacientes
por la vida que las clases dominantes imponen. Las masas populares de
la los países imperialistas tienen por delante suyo dos caminos:
1. El camino de la
movilización revolucionaria que los comunistas deben promover y que solo
ellos pueden promover a la cabeza de la clase obrera (o sea de los
trabajadores de las empresas capitalistas).
2. El camino de la
movilización reaccionaria, de la confrontación y de la guerra entre
países y naciones y en cada país entre partes de las masas populares: en
los países imperialistas sus blancos designados son los inmigrantes,
las mujeres, los jóvenes, los pensionados, las minorías nacionales, la
parte más pobre y marginada de la población. Esto es el camino promovido
por los grupos más criminales de la burguesía imperialista y bendito
con misericordia y compasión por su clero.
La situación es
favorable a la revolución proletaria, la revolución es necesaria. La
cuestión de la revolución socialista en los países imperialistas se
vuelve siempre de manera más ancha y profunda la cuestión de la suerte
de la especie humana.
La suerte de la
revolución socialista depende de nosotros los comunistas. Nosotros hemos
heredado del siglo pasado, de la empresa mundial puesta en marcha por
la Revolución de Octubre en Rusia e personificada por Lenin y Stalin y
de la revolución china personificada por Mao Tse-tung, el
marxismo-leninismo-maoísmo, la ciencia de las actividades con la cual
los seres humanos han hecho y hacen su historia, la concepción comunista
del mundo con la cual debemos guiar nuestra actividad de
transformación de la sociedad. Nuestra tarea actual es hacer de manera
que se vuelva la guía de la empresa que no hemos podido cumplir en el
siglo pasado, durante la primera oleada de la revolución proletaria
(1917-1976): la instauración del socialismo en los países imperialistas.
Esta es la mejor ayuda que podemos dar y daremos a los pueblos
oprimidos por el sistema imperialista mundial y en particular por la
Comunidad Internacional de los grupos imperialistas europeos,
estadounidenses y sionistas.
La revolución
socialista es por su naturaleza internacional y el internacionalismo es
uno de las características comunes a los grupos y partidos comunistas de
cada país, una de las características que distinguen su empresa de
todos los otros proyectos e intentos, generosos o criminales, utópicos o
fallidos, metidos en el campo por la izquierda burguesa de una parte y
por los promotores de la movilización reaccionaria de la otra, para
poner fin al catastrófico curso de las cosas.
La revolución
socialista por su naturaleza puede ser cumplida sólo siguiendo en cada
país, por sus modos y sus tiempos, el camino deducido de la historia y
de las características de aquel país en particular. Es por tanto en cada
país una revolución nacional que tiene también carácter internacional:
esto se traduce y se expresa en la confluencia y acciones reciprocas de
las tantas revoluciones nacionales, cada una por los modos y tiempos
“revolución en un solo país".
La victoria de Donald
Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU. debe concentrar
nuestra atención sobre las tareas que los comunistas deben desarrollar
en el mundo, en Italia con respecto directamente a nosotros los
comunistas italianos.
En cuanto a nosotros
los comunistas italianos la experiencia de los últimos meses ha puesto a
la orden del día tres cuestiones unidas dialécticamente, en el sentido
que los progresos que hacemos en el campo de una determinan los
progresos que hacemos en el campo de las otras y dependen de estos. Con
estas tres cuestiones, que lo quieran o no, se miden y sobre estas el
curso de la cosa mide, promueve o margina, individuos y grupos que
quieren ser comunistas, que quieren, es decir, cumplir el rol de
vanguardia en la revolución socialista en curso, la revolución
socialista que día a día avanza y si afirma en la lucha de clases y que
el (nuevo)Partido comunista ha abiertamente proclamado y se ha empeñado
en promover al momento de su constitución hace doce años, el 3 de
octubre de 2004.
Estas son las tres cuestiones principales, que se conectan, que debemos enfrentar en los próximos meses
1. Transformación y
elevación intelectual y moral de los miembros y de los organismos del
partido: la movilización revolucionaria de las masas populares de
desarrollara en una gran escala y superará la movilización reaccionaria
si los comunistas son sus promotores intelectualmente adecuados y
moralmente decididos en asumir sin reservas la responsabilidad de la
gran empresa histórica que en cada país y en el mundo deben cumplir; las
masas populares de los países imperialistas no instauraron el
socialismo en los países imperialistas en el curso de la primera oleada
de la revolución proletaria (1917-1976) principalmente por la
insuficiencia de los dirigentes de los respetivos partidos comunistas:
la cosa no se repetirá una segunda vez.
2. Organización de
los trabajadores: en primer lugar en las empresas capitalistas, en
segundo lugar en las empresas publicas y en la instituciones (escuelas,
universidades, hospitales, etc.) que proporcionan servicios públicos, en
tercer lugar en cada zona de habitación.
3. Valorización audaz
con los fines de nuestro plan de acción de la actividad de la izquierda
burguesa pero ninguna sujeción a sus iniciativas: la izquierda burguesa
mueve y remueve el descontento de las masas populares, pero sus
iniciativas no alimentan, por falta de resultados, la movilización
reaccionaria solamente si nosotros los comunistas las valorizamos para
hacer propaganda del socialismo y la constitución del Gobierno del
Bloque Popular y para establecer contactos con elementos avanzados de
las masas populares.
La oligarquía de
financistas, industriales, generales, profesionales, aventureros,
criminales profesionales que gobierna los EE.UU., que oprime y embota
las masas populares estadounidenses y explota y destruye el mundo
buscará de continuar bajo la égida de Donald Trump la política que
persigue desde hace tiempo: las promesas hechas por Donald Trump a las
masas populares estadounidenses para arrebatarle el voto terminaran en
el olvido donde ya terminaron las promesas de Barack Obama. Sólo el
desarrollo de la revolución proletaria en el mundo y de la revolución
socialista que instaurará en los países imperialistas el socialismo
(como se ha expuesto en el Comunicado CC 15 / 2016 - 26 de agosto de 2016) hará frente victoriosamente a ella.
El primer país
imperialista que romperá las cadenas de la Comunidad Internacional de
los grupos imperialistas europeos, estadounidenses y sionistas, mostrará
el camino y abrirá la vía también a las masas populares de los otros
países y tendrá su apoyo (internacionalismo proletario). Italia puede
ser este país: depende de nosotros los comunistas que sea así.
Para hacerse
comunista se necesita apoderarse de la ciencia de la actividad con la
cual los seres humanos hacen su historia, desarrollarla y usarla para
instaurar el socialismo: el partido es la escuela para cada individuo
decidido a hacerse comunista!
Constituir
clandestinamente en cada empresa capitalista, en cada empresa pública,
en cada institución, en cada centro habitado un Comité de Partido para
asimilar la concepción comunista del mundo y aprender aplicarla
concretamente cada uno en su situación particular!
Estudiar el Manifiesto Programa del Partido es la primera actividad de quien se organiza para hacerse comunista. Establecer un contacto clandestino con el Centro del Partido es la segunda. Promover la constitución de OO e OP con su orientación para constituir el GBP es la tercera.
¡Con el socialismo ningún ser humano está de más! ¡Hay lugar para todos!
Osar soñar, osar pensar, osar ver más allá del horizonte de la sociedad burguesa.
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