Ayer viernes tuvo lugar un tiroteo entre un destacamento del 39º
Batallón de Infantería del Ejército del gobierno y un grupo de unos 20
combatientes rojos del Nuevo Ejército del Pueblo pertenecientes a la
Compañía Pulang Bagani en Magpet, Cotabato Norte. Los militares
recibieron el apoyo aéreo de los helicópteros ligeros Hugues MG250. Los
guerrilleros pudieron escapar pero tuvieron que abandonar armas y
equipos.
El pasado miércoles, 20 de septiembre, nueve combatientes de la guerrilla comunista del Nuevo Ejército del Pueblo (NEP), incluido un comandante, fueron asesinados
en un enfrentamiento con soldados en el norte del país.
El combate tuvo lugar el miércoles en una aldea de la provincia de Nueva
Écija, a unos 220 kilómetros al noreste de Manila, después de que las
tropas llevaran a cabo una ofensiva tras detectar la presencia de 15
miembros de la guerrilla comunista, explicó a Efe el portavoz militar,
Restituto Padilla.
El pasado 10 de septiembre el fascista presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, amenazó con declarar la ley marcial contra los comunistas
en el país si estos protagonizan movilizaciones violentas y llevan la
violencia a las calles. En un discurso el mandatario aseguró que no
dudaría en tomar medidas si la insurgencia comunista se torna violenta.
"No cometáis el error. Yo no os quiero asustar. No cometáis el error de
organizar una rebelión donde haya combates en las calles. No dudaré en
imponer la ley marcial en todo el país y ordenaré arrestar a todos",
dijo Duterte durante un acto con los medios en Cagayan de Oro, en el sur
del país.
Respondiendo a estas amenazas el Profesor José María Sisón,
Presidente fundador del Partido Comunista de Filipinas y Presidente de
la Liga Internacional de la Lucha de los Pueblos (ILPS), acusó a Duterte de estar preparando el terreno para establecer una dictadura fascista en Filipinas.
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