Pocos días antes del golpe de estado del 11 de septiembre de 1973, los Cordones Industriales obreros entregaron una carta al presidente del país,
Salvador Allende, acusándole de haber capitulado ante la
institucionalidad burguesa y de frenar el avance revolucionario popular,
Ante la ofensiva de la derecha, el gobierno chileno respondía con su
mano tendida conciliadora en vez de organizar o armar al pueblo en un
punto en el que, como ya tenía más que claro la burguesía, y también
dicen los Cordones Industriales en su carta, "hay sólo dos alternativas:
la dictadura del proletariado o la dictadura militar".
"Los trabajadores sentimos una honda frustración y desaliento cuando su Presidente, su Gobierno, sus Partidos, sus organizaciones, les dan una y otra vez orden de replegarse en vez de la voz de mando de avanzar. Nosotros exigimos que no sólo se nos informe sino que también se nos consulte sobre las instrucciones que al fin y al cabo son definitorias para nuestro destino".
A pesar de la evidencia y de los avisos de la clase trabajadora, el gobierno chileno seguía demostrando que, lejos de responder a esas amenazas, simplemente cedía ante ellas y depositaba su fe en policías y militares.
Así, el gobierno de Allende había aprobado una Ley de Control de Armas, claramente dirigida contra las organizaciones de trabajadores, y dejó al ejército con la tarea de desarmarlas. El gobierno estaba poniendo en bandeja el triunfo al fascismo, por su escrupuloso respeto de las normas de la legislación burguesa.
Los Cordones Industriales recordaban al gobierno conciliador de Allende "que no solo se nos está llevando por el camino que nos conducirá al fascismo en un plazo vertiginoso sino que se nos ha estado privando de los medios para defendernos".
Sin embargo, el gobierno de Unidad Popular se empeñó en, llevado por su reformismo burgués, desoyendo a los trabajadores
"Los trabajadores sentimos una honda frustración y desaliento cuando su Presidente, su Gobierno, sus Partidos, sus organizaciones, les dan una y otra vez orden de replegarse en vez de la voz de mando de avanzar. Nosotros exigimos que no sólo se nos informe sino que también se nos consulte sobre las instrucciones que al fin y al cabo son definitorias para nuestro destino".
A pesar de la evidencia y de los avisos de la clase trabajadora, el gobierno chileno seguía demostrando que, lejos de responder a esas amenazas, simplemente cedía ante ellas y depositaba su fe en policías y militares.
Así, el gobierno de Allende había aprobado una Ley de Control de Armas, claramente dirigida contra las organizaciones de trabajadores, y dejó al ejército con la tarea de desarmarlas. El gobierno estaba poniendo en bandeja el triunfo al fascismo, por su escrupuloso respeto de las normas de la legislación burguesa.
Los Cordones Industriales recordaban al gobierno conciliador de Allende "que no solo se nos está llevando por el camino que nos conducirá al fascismo en un plazo vertiginoso sino que se nos ha estado privando de los medios para defendernos".
Sin embargo, el gobierno de Unidad Popular se empeñó en, llevado por su reformismo burgués, desoyendo a los trabajadores
chilenos y a las enseñanzas que todo burgués desprecia, las del marxismo-leninismo.
Así, mucho tiempo antes, en 1905, Lenin había explicado algo que
llevaría a la clase trabajadora rusa años más tarde, a la creación del
primer estado proletario de la historia, la Unión Soviética, tras el
triunfo de la Revolución de Octubre de la que este año se cumple su
centenario:
"Solamente el pueblo armado puede ser el verdadero baluarte de la
libertad popular. Y cuanto antes logre el proletariado armarse y más
tiempo logre mantenerse en su posición militar huelguista –
revolucionaria, antes comenzarán a vacilar las tropas y más se
multiplicarán, entre los soldados, las gentes que acabarán dándose
cuenta de lo que tienen que hacer, que abrazarán la causa del pueblo en
contra de los tiranos, en contra de los asesinos de obreros inermes y de
sus mujeres y sus hijos" (Vladimir Ilich Ulianov, Lenin, Vperiod,
número 4, 31 (18) de enero de 1905).
La carta de los Cordones Industriales a Salvador Allende se escribió y
fue entregada al presidente el de septiembre de 1973; apenas una semana
después el golpe del fascismo triunfó mientras los trabajadores estaban
todavía desarmados, dando lugar a una de las dictaduras más sangrientas
de la historia.
A pesar de la dramática enseñanza en Chile, después de tantos años
muchos idealistas, crédulos o progres siguen, como Allende, arrastrados
por su oportunismo y reformismo, alejados del análisis científico de las
leyes de funcionamiento del capitalismo, soñando con que la
emancipación de los trabajadores puede alcanzarse a través de la
democracia burguesa, aunque la historia haya mostrado una y otra vez que
el poder se conquista y se defiende solo con, y volviendo a Lenin, "un
fusil en el hombro de cada obrero".
Carta:
A SU EXCELENCIA EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, COMPAÑERO SALVADOR ALLENDE (Santiago, 5 de septiembre de 1973).
Ha llegado el momento en que la clase obrera organizada en la
coordinadora provincial de cordones industriales, el Comando Provincial
de Abastecimiento Directo y el Frente Unico de Trabajadores en
Conflicto, ha considerado de urgencia dirigirse a Ud. alarmados por el
desencadenamie....Continuar Leyendo
Extraído del blog Cuestionatelotodo
Hola!
ResponderBorrar“Un libro incómodo”
ResponderBorrar“Un libro incómodo”
Para poder valorar un libro, es preciso haberlo leído. Tal afirmación, tan obvia, parece que no se ha cumplido con la obra Stalin ¡insólito! de Ricardo E. Rodríguez Sifrés (Templando el acero, 2017), que en varios medios ha sido condenada sin que se le haya concedido el beneficio de la duda, esto es, haberla leído previamente.
Es de sobras conocido que la figura de Stalin ha generado (y genera) una cantidad de bibliografía ingente, que resulta prácticamente imposible abarcar. Además, debemos considerar más factores que dificultan su valoración como personaje histórico. En primer lugar, la contundencia con que ha quedado fijada la imagen arquetípica de un Stalin perverso, cruel y tirano. En segundo término, la dificultad, para quien no sabe ruso, de poder acceder a los archivos y a la reciente bibliografía escrita en ese idioma sobre el político georgiano. En tercer lugar, el problema que supone discernir entre el estudio histórico (que aspira a la objetividad, a pesar de que esta sea imposible) y la ideología política del autor que escribe un texto. Por último, creo que también es un problema no disponer de una edición crítica de las obras completas de Stalin. Las fuentes primarias siguen siendo fundamentales. A diferencia de Karl Schögel (“han quedado atrás aquellos tiempos en los que cabía imaginar que el estudio de los textos de Marx y de Lenin podía contribuir al entendimiento de ese gran caos tumultuario que fue la Rusia del siglo XX”, Terror y utopía. Moscú en 1937, 2014, El Acantilado, p. 26), considero que la lectura de las obras de Stalin sigue siendo fundamental para el estudio de su figura.
La obra de Rodríguez Sifrés resulta incómoda porque no constituye una apología hagiográfica de Stalin. El autor no duda en reconocer los errores de su gobierno, y lo hace explícito en reiteradas ocasiones (“hubo muchas equivocaciones, errores, derrotas, arbitrariedades, violencia, injusticias, avances y retrocesos”, p. 55, y también en p. 41, 56-58, 467). Además, y de manera inteligente, el autor no duda en emplear fuentes claramente críticas con la obra política de Stalin (entre otros, Conquest, los hermanos Medvedev, Locqueur o Rayfield), de manera que el lector se siente desconcertado en diversas ocasiones, ya que no sólo se han empleado fuentes que pudieran resultar útiles para conseguir vindicar la figura de Stalin.
Para el autor, a pesar de los errores que se cometieron, la valoración sobre Stalin es eminentemente positiva. A pesar de los errores, considera que la Revolución se consagró, y la URSS que dejó tras su muerte era más fuerte que la que se encontró cuando llegó al poder. Soy de la opinión que aún nos faltan varias décadas para poder entender con precisión qué supuso el mandato de Stalin, tan extenso en el tiempo como complejo en su evolución.
Algunas consideraciones más. Creo que el libro hubiera ganado en profundidad si se hubiera atendido a otros aspectos, a saber: llama la atención la ausencia de referencias a la historia de Rusia en general, para entender el miedo e inseguridad de sus gobernantes (ya desde los tiempos de los zares) a una posible invasión extranjera, tal y como intuyó hace décadas Ian Grey, que comparó a Stalin con Iván el Terrible. Esta línea de investigación, planteada recientemente por James Harris (El gran miedo. Una nueva interpretación del terror en la Revolución Rusa, Crítica, 2017), resulta muy atractiva, a la vez que ha evidenciado de manera empírica que Stalin no era un paranoico que dictaba las confesiones en los llamados “juicios de Moscú” (“no hay pruebas que indiquen que Stalin dictó el contenido de las confesiones como parte de algún plan cuidadosamente urdido para deshacerse de quienes en otra época habían sido sus rivales y otros viejos bolcheviques”, El gran miedo, p. 175) . Por otra parte, se echa de menos un estudio más detallado sobre el tema del culto al líder, una de las mayores acusaciones que recaen aún sobre Stalin. Además, la figura de Beria (tan criticada por Svetlana Allilúyeva) hubiera merecido, quizás, una atención más destacada, así como el controvertido apartado sobre el gulag. Aspectos como la repercusión económica de este podrían haberse tratado, a la vez que se echa de menos la referencia a la obra de Anne Applebaum, sobre todo por la cantidad de fuentes primarias que dicha autora incluye (Gulag, Debate, 2012). Otros temas como el llamado “complot de los médicos” o la memoria sobre Stalin, especialmente durante los mandatos de Brézhnev, Andrópov y Chernenko, podrían haber sido interesantes para conocer la opinión del autor, puesto que el tema de Kruschov y Gorbachov se trata de manera amplia en la obra. Por último, la bibliografía debería citarse siguiendo cánones académicos.
ResponderBorrarEn cualquier caso, se trata de una obra que merece ser leída, escrita con un estilo ágil y diáfano, y que ayuda a replantear una figura tan compleja y escurridiza como la de Stalin.
De: Xavier Baró, Catalunya.
Respuesta.
ResponderBorrar¨Sobre mi tumba tirarán montañas de basura, el viento de la historia las borrará inexorablemente¨. Stalin.
¨. . . observar con lucidez las fuerzas del enemigo y asegurar al Partido contra cualquier sorpresa ¨.Stalin.
Esto es exactamente lo que hizo el maestro Stalin aniquilar todas aquellas fuerzas que pusieron en peligro la revolución bolchevique y pasaría desde la toma del partido desde adentro como evidente paso que fue siendo minado por individuos abiertamente contrarrevolucionarios y miembros dirigentes activos del partido. A la cabeza de estos golpes de Estado estaba ese perro de Leon Trostki dirigentes del partido y quien intrigó de mil maneras forjando toda una máquina de bandidos para apoderarse del partido y cambiar de color la revolución y por ende al partido. Traicion y burla a ese proletariado aguerrido rojo de acero forjado en la ciencia del ML y dirigido por la sabiduría del gran maestro Stalin.
Así que lo genuino del partido y todos sus combatientes bajo la dirección de Stalin detectaron ese monstruoso plan del golpe contra la revolución comunista bolchevique y de manera científica aplicaron el castigo correcto contra los golpistas contrarrevolucionarios fusilándolos para salvar la obra de Marx-Lenin y la materialización de esta bella obra: LA REVOLUCION COMUNISTA RUSIA en manos del proletariado comunista revolucionario ruso, construida con sangre comunista de verdaderos combatientes hijos del ML.
Aplastar a esos malditos traidores burleteros de los obreros y campesinos rusos, del proletariado mundial y de su preciosa sangre. Así se procede con rigor con resolución LA DICTADURA DEL PROLETARIADO y con resolución LA LUCHA DE CLASES. El líder bandido mayor salió corriendo de miedo ante la ira del proletariado comunista ruso y huyó a México para que el gobierno mexicano le protegiera la vida pues el proletariado mexicano no lo quería y los comunistas sabían bien quien era este bandido así que gracias a la solidaridad y castigo del proletariado comunista mundial fue aniquilado, como tiene que ser con los traidores a donde vayan, deben ser aniquilados como ocurrió con este vil traidor y asesino: LEÓN TROSTKI.
Hoy existe y continúa reproduciéndose camada tras camada de contrarrevolucionarios con ropaje revisionista que les permite vestirse de ovejas pero haciendo estragos infames y crueles entregando a lo mas bellos revolucionarios a los criminales bestias asesinas de la burguesía imperialista que los asesinan de la manera mas bárbara y monstruosa con el descuartizamiento y desapariciones, pero las banderas rojas de la guerra popular y el comunismo continúa enarbolandose en manos de ese movimientos hermoso del proletariado revolucionario en camino de transformar el mundo capitalista en un mundo bello y dorado el comunismo que se hará a través de la guerra popular hasta el fin del comunismo y bajo la dirección de partidos maoístas militarizados MLM principalmente maoísta pensamiento Gonzalo.
ResponderBorrarPues con la pluma y cerebros corrompidos vendidos al capital todos estos bandidos intelectuales con su vida de privilegios que la burguesía imperialista les provee para que escriban e inventen infamias y crueldades en contra de los grandes titanes DEL COMUNISMO: MARX-ENGELS y sus grandes discípulos: LENIN-STALIN-MAO-PRESIDENTE GONZALO...y desfiguren la ciencia del Comunismo.
Todas estas publicaciones engañan y estafan con historias puercas y amañadas, montañas de mentiras basura y nada más. Estos pérfidos personajes recibirán el castigo del proletariado comunista mundial y lo recibirán el castigo sin piedad no porque estén en contra de la ciencia del MLM sino porque odian al proletariado y lo venden por miserables monedas a los mayores criminales del mundo: LA BURGUESIA IMPERIALISTA!!!. Son plumeros académicos embrutecidos, verdaderos mercaderes, mercenarios y sicarios de la pluma al servicio de la inmunda burguesía imperialista!!!.
Pero la ciencia del MLM pensamiento Gonzalo no va desaparecer ella se impondrá con guerra popular porque es toda poderosa y posee la solidez de la tierra, el mar, abarca todo como el astro sol de manera limpia y resplandeciente, es altamente destructora y todo lo que vaya en contra de ella lo demuele, con ella barreremos destruyendo totalmente el capitalismo-imperialismo de la faz de la tierra y sobre sus cenizas se impondrá el dorado comunismo, dude quien lo dude se impondrá pues la ciencia universal social no tiene otra ciencia sino la del proletariado mundial y esta ciencia no morirá sólo inspira al final del comunismo.
Gloria al todo poderoso pensamiento Gonzalo!!!!.
El tal Pedro Rodríguez levanta a Abimael para justamente tirarlo al suelo. Difusor de mentiras y seguramente tombo infiltrado.No hay ninguna GP en el Perú.
ResponderBorrarEstos elementos que se parapetan detrás de ANÓNIMO indica que son hijos de Hitler pues quien es vocero mas parece un hijo negado de Hitler pues si bien recuerdan los lectores de sus comentarios manda a los hornos crematorios a todos aquellos que se expresan a favor de la revolución comunista violenta y sobre todo maoístas asi fue su ira cuando se refirió contra aquellos que han defendido la gran revolución comunista camboyana que de manera sabia dirigió Polt Pot.
ResponderBorrarPor lo que piensan y escriben tu lo reconocéreis, incapaces de aprender se ponen a enseñar productos de sus miradas cortas estrechas y de cerebros reducidos propio de académicos embrutecidos que no se cansan de erutar burradas.
Lo cuestionable que ande como mico colgándose de de página en página haciendo desmadres cuestionando lo incuestionable como ramplonazo saboteador y disociador que la página LUMINOSO FUTURO lo puso en su sitio pero como buena cucaracha regresa a regar infección revisionista proimperialista .