jueves, 2 de febrero de 2017

Ecuador: ¡No votar!, ¡Boicotear las elecciones!

“Si me permitieran, les diría que lo principal de las elecciones es boicotearlas y, si es posible, impedirlas ¿Qué va a ganar el pueblo? Nada,  Nada va a ganar con la renovación electoral Eso creo que es una cosa muy clara en la historia del país” Presidente Gonzalo


Una vez más el país ha entrado en la campaña electoral de cara a los comicios presidenciales a realizarse el 19 de febrero del presente año.

Una vez más nuestro pueblo es obligado a asistir a un purulento proceso electoral  cuyo contenido  se ha convertido en un verdadero espejo que refleja la forma como opera la vieja democracia burgués-terrateniente.

La pugna entre la burguesía comparadora y la burguesía burocrática ha llegado a su punto más álgido.

El régimen de Alianza País vuelve a reeditar sus alianzas  con los sectores del sindicalismo capitulador, movimiento indígena  y campesinado domesticado; con ciertos partidos  “revolucionarios” amaestrados, como el PCE oportunista; socialistas, y hasta con algunos sectores de la burguesía compradora que no ven con “malos ojos” la gestión gubernamental del régimen de la cual se ha beneficiado.

Del “otro lado”, dos frentes. Uno, la rancia burguesía compradora representada por el banquero Lasso, la expresión más recalcitrante de la banca y los grandes terratenientes. Paralelamente Cinthya Viteri, de Madera de Guerrero, otra manifestación de la burguesía compradora entrelazada con los grandes importadores, comerciantes y también con los terratenientes.

Como posición del centro a la izquierda, la llamada Unidad De Las Izquierdas, una coalición ecléctica que procura mostrarse como una “tercera vía”, algo así como el basurero de la izquierda oportunista y revisionista que aúpa a “Unidad Popular” (extinto MPD), el indigenismo ambiguo de Pachakutik, algunos sobrevivientes de la Izquierda Democrática, los autodenominados “movimientos sociales” y los residuos corporativistas de las FFAA liderados por el general retirado Paco Moncayo, candidato presidencial. Esta “unidad” sumida en el más abyecto pragmatismo es lo que dijera el Presidente Gonzalo, “una verdadera coladera de contradicciones como una colusión y pugna ¿Qué los une? La colusión, los afanes, seguir el camino del cretinismo parlamentario”.

Las contradicciones interburguesas expuestas en la actual campaña, ha estado marcada por las mutuas acusaciones de corrupción presentadas  en el manejo de concesiones petroleras (Petroecuador), y desde luego, toda la podredumbre que gira en torno a la constructora Oderbech que salpica a unos y a otros; el jaqueo de cuentas de los correos electrónicos de algunos de los candidatos, y la presencia de candidatos reciclados de los programas “basura” de la televisión nacional.

Tanta degradación se presenta precisamente cuando las elecciones acaecen cruciales para la reacción ante escenarios tan complejos como son los que se desarrollan en la arena internacional, donde  las contradicciones inter imperialistas son dirimidas con violencia cruenta, forzando una nueva repartija y con ella un nuevo  realineamiento de las semi colonias, particularmente dentro de los nuevos planes que tiene la superpotencia imperialista de EEUU y la potencia imperialista rusa.

La importancia que tienen estas elecciones también está marcada por el interés que tiene la burguesía burocrática por profundizar la reforma estatal que ha tenido serios tropiezos en su concreción ante la abrupta caída del precio del petróleo, sin cuyos ingresos, la reforma, se ha constreñido, no permitiendo la reactivación temporaria del capitalismo burocrático, que dicho sea de paso se desmorona vertiginosamente.

La profunda crisis que aqueja al viejo estado y que se expone de manera palmaria en la mayor pauperización en los niveles de vida de nuestro pueblo, es aprovechada por los candidatos de distinta laya para vomitar su mercado de ofertas electorales viciadas del más aberrante e insano populismo. Está demás citar cuánto y qué ofrece cada uno de los candidatos presidenciales, todos, traficando con la voluntad de nuestro pueblo que de una u otra manera aún está alineado  y transita  el derrotero que marca la vieja democracia a través de las elecciones.

El viejo estado burgués-terrateniente, hoy como ayer, manifiesto como una verdadera maquinaria burocrático-militar,  en las últimas semanas ha dejado ver su alto grado de descomposición, no solo a nivel estructural, sino también en el orden de su organización política y gubernamental. Las entrañas del  actual régimen fascista es espuria, se muestra como es: podrido, represivo, desfoliador, demagogo, entreguista, deviene de los regímenes anteriores acarreando consigo, además de represión, explotación y miseria,  la subsistencia de un eje transversal propio de las semicolonias semifeudales: la corrupción.

Sólo los canallas o los bobos pueden creer que el proletario debe primero conquistar las mayoría en las votaciones realizadas bajo el yugo de la burguesía, bajo el yugo de la esclavitud asalariada, y que sólo después debe conquistar el poder. Esto es el colmo de la estulticia o de la hipocresía, esto es sustituir la lucha de clases y la revolución por votaciones bajo el viejo régimen, bajo el viejo poder...Lenin

El marxismo ha contribuido científicamente a definir claramente qué es la democracia, a quién sirve y cómo opera en el campo de la superestructura. Pero el marxismo-leninismo-maoísmo, también ha sabido delimitar  cuáles son las tareas  de los comunistas y del elemento consiente en el seno del pueblo respecto de estos procesos demo burgueses.

Engels sostenía que la democracia es la forma lógica del dominio burgués; y el marxismo leninismo acuña una definición y rol claro de las elecciones y del parlamentarismo burgués cuando identifica que “cada cierto número de años qué miembros de la clase dominante han de oprimir y aplastar al pueblo en el Parlamento: ésta es la verdadera esencia del parlamentarismo burgués”, aspecto que ha sido plenamente notorio en la democracia burgués-terrateniente en el Ecuador donde el pueblo enajenado y alienado ya sea por las relaciones de producción como por el permanente trabajo que hace el viejo estado en el campo de la conciencia, ante la falta de correcta dirección ideológica, recurrentemente se ha movido  bajo la sombra de la democracia farisea creyendo que desde los procesos electorales puede elegir a sus mandatarios que encaramados en  la presidencia o la asamblea, van a solucionar sus problemas, sus requerimientos.

Los comunistas estamos claros que “el parlamentarismo ha caducado históricamente” es la verdad, pero eso lo sabemos nosotros, las masas no, aún se muestran permeables a los procesos electorales, en esa medida nos corresponde “decirles la amarga verdad, de decirles que sus prejuicios democrático-burgueses y parlamentarios son eso, prejuicios, pero al mismo tiempo, debéis observar serenamente el estado real de conciencia y de preparación de la clase entera (y no sólo de su vanguardia comunista), de toda la masa trabajadora entera (y no sólo de sus individuos avanzados). (Lenin); nos corresponde difundir cuál es el rol de las elecciones, cómo éstas pretenden vendernos la idea de que al votar somos “soberanos” y los “elegidos” nuestros legítimos representantes.

 Nos corresponde decir y demostrar en los hechos cómo esta democracia burguesa está al servicio de la gran burguesía, grandes terratenientes y del imperialismo; que la única democracia que le es útil a las masas explotadas en países como el nuestro: semicolonial y semifeudal, es la que se refrenda o construye en la revolución de Nueva Democracia, que es la expresión estructural y organizativa de la economía, política, social, cultural del nuevo estado de dictadura conjunta, obrero-campesina-pequeña burguesía,  donde el rol ideológico del proletariado es  fundamental porque garantiza el tránsito al socialismo. Que por fuera de ese sistema de estado, de dictadura conjunta, no hay democracia que responda a sus intereses.

El Manifiesto Comunista también establece las condiciones en las que se debe transitar el  camino para la liberación de las masas oprimidas de la opresión y explotación: “[Los comunistas] Proclaman abiertamente que sus objetivos sólo pueden ser alcanzados derrocando por la violencia todo el orden social existente.” Y hay que entenderlo, ese viejo orden social existente y que oprime a las masas jamás podrá ser demolido desde el voto, desde el ánfora, con blandas y esquivas medidas o gobiernos reformistas, que para hacerlo, el pueblo con dirección proletaria  debe, necesaria e inevitablemente,  hacer su guerra, que es guerra popular,  que únicamente a través de ella podrá enterrar no solo la vieja democracia, sino el viejo estado en su conjunto, el viejo poder de la gran burguesía y de los grandes terratenientes e infringirle una contundente derrota al imperialismo yanqui, fundamentalmente.

¡ELECCIONES NO!, ¡GUERRA POPULAR SI!

 Este poderoso grito de guerra emitido por el Partido Comunista del Perú  resume cuáles son las tareas estratégicas del proletariado. Imponer, con guerra popular, el camino democrático ante el viejo camino de la reacción, el camino burocrático.

Si bien es cierto, los actuales niveles de organización de las masas y de su vanguardia, el proletariado, no nos permite confrontar las elecciones desde la guerra popular, hoy debemos bregar por combatir el proceso electoral como un componente sustancial del gran Plan Estratégico de construcción simultánea y concéntrica de los tres instrumentos para la revolución: partido, frente y ejército popular.

Impulsar el NO VOTAR nos permite desenmascarar el carácter de clase que tienen las elecciones. No cabe el voto nulo, o el voto en blanco, pues de todas maneras se vota, y al hacerlo avalamos el viejo instrumento de dominación con el que cuenta la reacción para mantener a nuestro pueblo oprimido, alienado, aherrojado por fuera de la lucha de clases y la guerra popular, es decir, por fuera del camino democrático.

¿QUÉ HACER?

NO VOTAR es una consigna y acción importante, pero es pasiva, consiguientemente debe ir de la mano de acciones que expliquen a las masas  del por qué no hacerlo.

NO VOTAR es importante, desdeña de la vieja democracia y su camino burocrático, pero a esa consigna hay que volverla mucho más combativa, que se complemente con la acción directa de las masas, por lo tanto también hay que  BOICOTEAR LAS ELECCIONES, y, como dice el Presidente Gonzalo, de ser posible, HAY QUE IMPEDIRLAS.

BOICOTEAR LAS ELECCIONES COMO APORTE A LA PREPARACIÓN DE LA GUERRA POPULAR EN EL PAÍS Y EL DESARROLLO DE LA NUEVA DEMOCRACIA AL SERVICIO DE LA GRAN REVOLUCIÓN PROLETARIA MUNDIAL, es lo que debemos hacer.

·         Desenmascarar el carácter de clase que tienen las elecciones, de cómo éstas sirven para vivificar la vieja democracia burgués terrateniente, y que ésta, es incompatible con los requerimientos del proletariado y demás clases explotadas.

·         Desenmascarar a la izquierda revisionista que desde el discurso seudo revolucionario convoca a las masas a participar en las elecciones. De igual manera al oportunismo, que cabalgando sobre las organizaciones sindicales, campesinas y populares arrastran a las masas para ponerlas a la cola de la burguesía en la caduca democracia electorera.

·          Desplegar una masiva campaña por el NO VOTAR, BOICOTEAR LAS ELECCIONES. Petardear los sueños constitucionalistas de la gran burguesía, grandes terratenientes y sus testaferros en el seno del pueblo: el revisionismo.

NO VOTAR. BOICOTEAR LAS ELECCIONES, una tarea compleja pero necesaria. Sujetos de nuestras capacidades y limitaciones coyunturales debemos hacerlo, no importa cuánto avancemos en esa tarea, debemos desplegarla, ejecutarla, es nuestra responsabilidad de frente a la lucha de clases, la revolución y la conquista del poder. Hay que entender bien esto, boicotear las elecciones es también un problema de principios, de guerra, ya Lenin lo sostenía: El boicot es una franca declaración de guerra al viejo poder, un ataque directo contra él”, eso hagamos, declaremos la guerra al viejo estado burgués terrateniente boicoteando el símbolo más relevante de la vieja democracia: las elecciones.

¡NO VOTAR. BOICOTEAR LAS ELECCIONES!

¡NO VOTAR, BOICOTEAR LAS ELECCIONES, DE SER POSIBLE, IMPEDIRLAS!

¡NO VOTAR, PREPARAR LA GUERRA POPULAR!

¡A DESENMASCARAR AL REVISIONISMO Y SU OPORTUNISMO ELECTORERO!

¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO!

¡A CONQUISTAR EL SOL ROJO DE LA LIBERACIÓN: EL COMUNISMO!

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