A la dirección calumniosa de la Segunda Internacional
Por Nadezhda Konstantínovna Krúpskaya (viuda de Lenin)
Por qué la Segunda Internacional toma a Trotsky bajo su protección
A los Trotskistas y a los Zinovievistas no les interesa el destino de las masas.
Lo único que les importa es cómo tomar el
poder, aunque sea con la ayuda de la Policía Secreta del Estado Alemán y
de los enemigos más salvajes de la dictadura del proletariado, ansiosos
por restaurar la sociedad del estado burgués y la explotación
capitalista de las masas de trabajadores en el país de los Soviets.
No es por accidente que Trotski, que
nunca captó el carácter esencial de la dictadura del proletariado, que
nunca comprendió el papel desempeñado por las masas en la construcción
del Socialismo, Trotsky, que cree que el Socialismo puede ser construido
con órdenes desde arriba, optase por la vía de organizar actos
terroristas contra Stalin, Voroshilov y otros miembros del Buró Político
que están ayudando a las masas a construir el Socialismo.
No ha sido por casualidad que el
inescrupuloso bloque en torno a Kamenev y Zinoviev se haya juntado a
Trotski, paso a paso, hacia el fondo del abismo de la traición de la
causa de Lenin, de la causa de las masas trabajadoras, de la causa del
Socialismo.
Trotski, Zinoviev, Kamenev y toda su
banda de asesinos, trabajaron codo a codo con el fascismo alemán y
formaron una alianza con la Policía Secreta del Estado alemán. A partir
de aquí es que todo el país exige unánimemente: “¡Estos perros rabiosos
deben ser fusilados!”
Ellos han querido crear confusión en las
masas. Han querido disparar al Camarada Stalin, el corazón y el cerebro
de la revolución, Y fallaron. La banda miserable de canallas ha sido
ejecutada. Las masas se han unido más estrechamente en torno al Comité
Central; su lealtad a Stalin es más fuerte que nunca.
Tampoco es accidental que la Segunda
Internacional se comporte como si hubiera enloquecido, y se apresure a
proteger la banda asesina de Trotski-Zinoviev que se esfuerza en
desintegrar el Frente Popular. De Brouckere, Citrine y sus compañeros,
perdonan todas las fechorías cometidas por los enemigos de la clase
trabajadora de la Unión Soviética, contra el Partido y sus líderes. En
el aullido antisoviético levantado por la burguesía mundial, la voz del
la Segunda internacional es la más alta.
La Tercera Internacional nació de la
lucha contra la Segunda Internacional. Con la ayuda de los renegados,
Kautsky y su comparsa, la Segunda Internacional llevó a cabo una salvaje
campaña difamatoria dirigida contra la dictadura del proletariado,
contra el poder Soviético.
La Segunda Internacional pretende
extenuar y derrotar el orden capitalista lanzando arena a los ojos de
las masas trabajadoras. Por lo tanto, ahora apoya al agente de la
Policía Secreta del Estado Alemán, Trotski.
Pero la tentativa ha sido un fracaso.
Nuestra tierra soviética se ha vuelto poderosa y alza cada vez más alto
las banderas del Comunismo. Con paso seguro avanza continuamente por el
camino indicado por Marx, Engels y Lenin.
Ni los trotskistas, ni los partidarios de
Zinoviev, ni la Segunda Internacional, tendrán éxito en esconder este
hecho y en lanzar arena a los ojos de las masas. La tensa situación en
el escenario internacional y la amenaza de un peligro de guerra
aumentará la vigilancia de los trabajadores e incrementará y fortalecerá
el Frente Popular de las masas trabajadoras del mundo entero.
International Press Correspondence, 12 de Septiembre de 1936, Vol. 16, No. 42, pag. 1162.
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