¡¡EN ESTE PRIMERO DE MAYO A CELEBRAR JUBILOSOS LOS CIEN AÑOS DE LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE CON MÁS GUERRA POPULAR!!
¡Proletarios de todos
los países, uníos!
“Han
pasado los tiempos en que nuestros obreros doblaban sumisamente el espinazo,
sin ver una salida a su situación de sojuzgamiento ni un rayo de luz en su
amarga vida. El socialismo les ha mostrado esa salida, y miles y miles de
combatientes se agrupan bajo la bandera roja, levantando los ojos hacia ella
como hacia su estrella polar.”
(V. I. Lenin, “El
Primero de Mayo”. 1904.)
Saludos rojos a los partidos y
organizaciones comunistas, saludos rojos a los militantes y combatientes que
con su sangre riegan la fértil tierra de la revolución proletaria mundial; saludos rojos al proletariado internacional,
a los trabajadores del mundo, a los pobres del campo y la ciudad que en la
nueva ola se yerguen para tomar el cielo por asalto.
Nos reafirmamos en nuestra
todopoderosa ideología, el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el
maoísmo, única ideología científica, en los aportes de validez universal del
pensamiento Gonzalo. Suscribimos firmemente la campaña por la vida y salud del
Presidente Gonzalo, el más grande marxista-leninista-maoísta viviente sobre la
tierra.
Esta es una importante fecha en
la cual el proletariado internacional pasa revista a sus fuerzas e informa
sobre el estado de su situación, el estado de la lucha de clases y las expresiones
más altas que esta última alcanza con las guerras populares.
Hay que destacar también que este
Primero de Mayo tiene honda significación pues este año celebramos los cien
años de la Revolución de Octubre. Hito histórico extraordinario que señala el
inicio de la nueva era de la revolución proletaria mundial.
Situación
internacional
Todas las
contradicciones del mundo actual se agudizan, y principalmente se agudiza la
contradicción principal, entre naciones oprimidas e imperialismo y la tercera
contradicción, interimperialista. El gobierno de Trump expresa una mayor
reaccionarización del imperialismo en general así como del imperialismo yanqui
en particular, siendo éste cabeza de todas las bandas agresoras; aumentando su
intromisión sin límite, lleva a cabo genocidios en Afganistán y desembarco de
tropas en Siria; y no cabe duda que también el pueblo estadounidense será más
golpeado y reprimido y su situación empeorará atizando con ello las llamas de
una futura guerra popular en las entrañas de la bestia imperialista en
respuesta a esta guerra contra el propio pueblo norteamericano. El imperialismo
alemán, por su parte, ha trazado su plan de acción para convertirse en
superpotencia y de esta manera pugnar por la hegemonía mundial, es así como
alista nuevos contingentes ampliando su fuerza y capacidad militar. El
imperialismo ruso extiende su diplomacia
e intervención militar directa en Asia Occidental. Por su parte China imperialista
ya no le basta con su creciente injerencia comercial en África y América Latina
y busca pactos y acuerdos para fortalecer sus posiciones y aumenta
constantemente su presupuesto militar. Francia, Inglaterra, Japón, Italia y
otros imperialismo menores no se quedan atrás en todos estos preparativos que
como señalara el presidente Gonzalo pueden desembocar en una tercera guerra
mundial.
Las bestias
imperialistas descargan la crisis económica internacional con furia sobre el
tercer mundo, atizando el odio y la lucha de las masas. Esta situación se
manifiesta entre otras cuestiones en lo que la misma ONU reconoce como “la
mayor crisis humanitaria en la historia del mundo”, expresada en la cantidad de
hambrientos y en la cantidad de población desplazada. Todo esto reafirma que la
situación revolucionaria en el mundo es un hecho innegable aun cuando se dé con
desarrollo desigual y que nos encontramos, tal como afirmara el Presidente Mao,
en los próximos 50 a 100 años en que el
imperialismo será barrido de la faz de la tierra.
En el campo de la
revolución, las guerras populares siguen pujantes señalando que la revolución
es la tendencia histórica y política principal en el mundo. La guerra popular
en la India, dirigida por el Partido Comunista de la India (maoísta), viene
resistiendo una fuerte campaña contrarrevolucionaria y fuertes golpes a su
dirección, no obstante continúa ampliando su ámbito de acción. El gobierno de
Modi y el Estado burgués-terrateniente indio necesitan desenvolver una
represión cada vez más sangrienta y las masas combaten y resisten contra éste con
más guerra popular en campo y diversas luchas en ciudad. Con el Partido
Comunista de Filipinas a la cabeza, las masas filipinas han regado su preciosa
sangre demostrando la justeza de su guerra popular y evidenciando palmariamente
que quieren y necesitan que la revolución sea llevada hasta el fin. En Turquía
sigue la guerra popular. En Perú, la reciente farsa de juicio al Presidente
Gonzalo busca aniquilar su vida y pretende nuevamente golpear a la clase y
pueblo peruano en un intento por destruir al Partido Comunista del Perú, derrotar
la guerra popular y conjurar la reorganización general del Partido y su
culminación, cuyo proceso se está coronando con gran vigor.
A pesar del recodo la
guerra popular en Perú es la expresión más alta por ser en dicho país donde el
maoísmo se eleva como nueva, tercera y superior etapa, proceso llevado adelante
por el propio Presidente Gonzalo quién lo plasmó para el Perú como pensamiento
gonzalo. Las dificultades que enfrentan las guerras populares confirman que el
peligro principal es el revisionismo y, por consecuencia, la capitulación, pero
esto no cambia en nada que la revolución es la tendencia histórica y política
principal y que nos encontramos en la ofensiva estratégica de la revolución
proletaria mundial, cuestión que quedará demostrada con la constitución y/o
reconstitución de partidos comunistas y el consiguiente inicio de nuevas
guerras populares, que fortalecerán la izquierda dentro del MCI, avanzando
inexorablemente, aunque con desarrollo desigual, hacia la guerra popular
mundial.
También las luchas de
resistencia nacional no han cesado ni por un minuto en Irak, Afganistán e
incluso se han extendido a Pakistán complicando al imperialismo yanqui y sus
compinches. Igualmente la lucha del pueblo palestino resiste la redoblada
ofensiva del sionismo israelí. Así mismo, la lucha crece en Argentina, Brasil y
México, donde las masas muestran gran combatividad.
Sobre la
situación del Movimiento Comunista Internacional
La principal dificultad que
enfrenta el Movimiento Comunista Internacional (MCI) es la dispersión. Sin
superar este problema no podrá cumplir con su meta final: el comunismo. La
lucha contra esta dificultad ha empeñado ingentes esfuerzos por parte de
organizaciones y partidos maoístas quienes realizando reuniones y encuentros en
América Latina y Europa han logrado dar importantes golpes al imperialismo, al
mismo tiempo que una significativa victoria para el proletariado internacional.
Se avanza de forma concreta a la reunificación del MCI. Sin embargo la lucha
por la unidad del MCI ha sido un proceso prolongado del cual necesitamos
aprender.
En 1872 Marx y Engels declararon
la muerte de la Primera Internacional, sin embargo a partir de esa fecha el
movimiento alcanzó proporciones insospechadas a nivel internacional, incluso la
creación en 1889 de la II Internacional, contribuyó a dar cauce y nuevo impulso
a un movimiento socialista que se desarrollaba sin cesar; pero fue justamente
Lenin quien en dura lucha declaró la bancarrota de esta internacional que se
ahogaba en manos del socialchovinismo, el oportunismo y el revisionismo allá
por 1914.
En 1919 como necesidad nuevamente
de agrupar a las fuerzas comunistas de todos los países fue fundada la
Internacional Comunista (III Internacional) y muy pronto se multiplicarán los
partidos marxista-leninistas por todo el orbe. A partir de 1943, determinado
por las necesidades de la lucha y la guerra mundial imperialista el MCI decidió
disolver la Internacional Comunista, sin embargo, lejos de paralizarse el
movimiento revolucionario y al contrario con triunfos indiscutibles como la
derrota aplastante del nazismo en 1945, la victoria cabal de la revolución de
nueva democracia en China, las luchas de liberación nacional, etc., se
conquistó un nuevo y más alto nivel, alcanzándose ni más ni menos que el
equilibrio estratégico de la revolución proletaria mundial. No cabe ni la menor
duda, la constitución de la Internacional Comunista contribuyó enormemente a la
formación de nuevos partidos comunistas y un gran impulso a la revolución
mundial. Muchos de sus frutos solo vieron la luz tras su disolución.
Combate
a la dispersión.
El golpe revisionista y contrarrevolucionario de1956 en la URSS, constituyó un
importante revés al avance vertiginoso que había alcanzado el MCI después de
1943. Con el Presidente Mao a la cabeza el PCCH libró una importante lucha de
dos líneas en la Gran Polémica. Esto fue la lucha contra el revisionismo
contemporáneo, una lucha a muerte contra esta nefasta avanzada de la
contrarrevolución; fruto de esta lucha se publica en 1963 “la carta de los 25 puntos”
un verdadero manifiesto en el cual se plantea la línea general para el
movimiento comunista internacional más “los nueve comentarios”. Esta fue una maciza
declaración sobre la base de los principios marxista-leninistas (tal como se
definía en ese periodo la ideología científica). En esta Carta los comunistas
del mundo entero encontraron una sólida guía para librar la lucha de dos líneas
contra revisionistas y oportunistas enquistados en el movimiento revolucionario
y que hacían coro al revisionismo de Jruschov.
Con el desarrollo de la Gran Revolución
Cultural Proletaria el MCI recibió un nuevo espaldarazo sin embargo no se
reunificaron en un único y mismo centro las fuerzas comunistas. El golpe
contrarrevolucionario en China en 1976 abrió un nuevo periodo de honda
dispersión y lucha de dos líneas que en dos sucesivas conferencias de partidos
y organizaciones trató de superarse en los años 1980 y 1984, en este último año
la II Conferencia dio origen al Movimiento Revolucionario Internacional, un
paso hacia la reunificación de las fuerzas comunistas. No obstante este avance
y en circunstancias que el PCP dirigiendo guerra popular ya había sancionado
esta cuestión, no había unidad en torno al maoísmo como nueva, tercera y
superior etapa del marxismo, además de presentarse otros problemas. Sólo en
1993 se establece en el MRI el marxismo-leninismo-maoísmo y tras una enconada
lucha de dos líneas el 2000 logra arrancarse una declaración conjunta. Luego de
esto se impone el revisionismo de Avakian en el co-MRI, llevándolo hacia su
bancarrota. Esto convergiendo con lo que era entonces la línea oportunista de
derecha devenida después capitulacionista y revisionista en el Perú. Con esto
nos reafirmamos en que el revisionismo es peligro principal.
Sobre Lenin,
la Revolución de Octubre y los 1° de Mayo
La celebración del 1° de Mayo era
una tarea ineludible para todos los revolucionarios bolcheviques. Lenin insistía
en la necesidad de impulsar acciones de protesta en dicha celebración. Así,
antes de octubre de 1917, cada 1° era una demostración de fuerza del
proletariado revolucionario, medía sus fuerzas, sus avances o repliegues
ordenados. Era por definición –y debe seguir siéndolo- una fecha combativa.
En vísperas del Primero de Mayo
de 1904, siendo un marxista riguroso y un revolucionario experimentado, Lenin
supo ver la perspectiva que se abría en la lucha proletaria en ese momento. Con
solidez teórica afirmó que la única salida a la situación de explotación y
opresión que enfrentaba la clase obrera era el socialismo, llamando al
proletariado revolucionario a agruparse bajo la bandera roja, su estrella
polar. Al año siguiente reafirmaba el llamado y lo profundizaba con palabras de
trascendental vigencia: “¡Abajo la
enemistad entre los obreros de distintas nacionalidades o diferentes
religiones! Esta enemistad sólo favorece a los bandoleros y a los tiranos,
quienes se benefician con la ignorancia y la desunión del proletariado.” Lenin
miraba alto y lejos, ni las religiones ni las nacionalidades deben dividir a la
clase. En ese abril de 1905 especificando la estrategia y la táctica de la
línea militar proletaria dicta estas magistrales y señeras palabras:
“¡Pongámonos en pie
para defender la libertad, hagamos frente a cuantos tratan de desviar la cólera
del pueblo del que es nuestro verdadero enemigo! ¡Nos lanzaremos, con las armas
en la mano, a la insurrección, para derrocar al gobierno zarista y conquistar
la libertad para todo el pueblo! ¡A las armas, obreros y campesinos! ¡Organicen
reuniones secretas, formen grupos de combate, consigan todas las armas que
puedan y envíen a sus hombres de confianza al Partido Obrero Socialdemócrata de
Rusia, para recibir orientación y consejo! ¡Que el Primero de Mayo de este año
se convierta para nosotros en la celebración de la insurrección popular,
preparémonos para ella y estemos atentos a la señal para lanzarnos al ataque
decisivo contra el tirano! ¡Abajo el gobierno zarista!”
Así pensaba y actuaba un jefe
proletario auténtico. Este verdadero llamado a la acción se correspondía
plenamente con la situación revolucionaria en desarrollo en la Rusia de 1905;
en lo fundamental son palabras de honda trascendencia y vigencia para nosotros,
son leyes de la lucha de clases, leyes que continuaron desarrollándose con
posterioridad por el Presidente Mao principalmente y constituyen parte de la
línea general para el trabajo de los comunistas en cualquier rincón del mundo.
Más tarde, cuando se producía el
nuevo ascenso revolucionario en Rusia hacia 1912, inmerso en los preparativos
para el Primero de Mayo Lenin exponía ante el proletariado revolucionario y los
oprimidos que los sucesos del Lena
(huelga y masacre en abril de 1912) y el propio 1° de mayo marcaban el nuevo ascenso del proletariado ruso. En 1913
en circunstancias similares, pero esta vez haciendo el balance sostiene:
“Y de buenas a
primeras, como un rayo, hiende la atmósfera brumosa y pesada la celebración del
Primero de Mayo por la clase obrera de Rusia…” “Ante cientos de viejos
revolucionarios, a quienes no han vencido ni doblegado las persecuciones de los
verdugos y la deserción de los amigos, y ante millones de hombres de la nueva
generación de demócratas y socialistas, han vuelto a plantearse en toda su
grandeza las tareas de la revolución inminente y resaltan vigorosamente las
fuerzas de la clase de vanguardia que la dirige.”
Para finalmente concluir con
palabras que oportunistas y revisionistas de toda especie han olvidado o
tergiversado:
“La enorme
superioridad de las huelgas rusas sobre las de los demás países europeos –los
más adelantados- demuestra no las cualidades especiales o las facultades
especiales de los obreros de Rusia, sino las condiciones especiales en la Rusia actual, la existencia de una situación
revolucionaria, la maduración de una crisis directamente revolucionaria. Cuando
se acerque en Europa el momento de una similar maduración de la revolución
(allí será una revolución socialista, y no democráticoburguesa, como en nuestro
país), el proletariado de los países capitalistas más desarrollados desplegará
una energía mucho mayor en sus huelgas revolucionarias, en las demostraciones y
en la lucha armada contra los defensores de la esclavitud asalariada.”
Y son estas condiciones las que hoy
ya se presentan maduras en los países imperialistas, es la situación
revolucionaria que también afecta a dichos países y que demanda de los
comunistas en la actualidad constituir y/o reconstituir partidos comunistas
para ponerse al frente de la creciente ola revolucionaria de las masas en las
condiciones concretas de cada país. Se puede leer con claridad meridiana que
Lenin veía en la celebración del Primero de Mayo una oportunidad más para que
el proletariado revolucionario hiciese una demostración de fuerza como
preparativos para la lucha armada. Más validas aún hoy estas palabras cuando la
revolución ha devenido la tendencia histórica y política principal en el mundo,
y existe una situación revolucionaria en desarrollo desigual a nivel mundial. Y
hoy esa lucha armada que indicara Lenin es la guerra popular a desarrollarla de
acuerdo a las condiciones de cada país. Fue justamente esa bandera la que
enarboló el Presidente Mao planteando la universalidad de la lucha armada, es
decir, de la guerra popular. Este y solo este puede ser el único significado
que podemos darle al primero de mayo arrancándolo de las manos de oportunistas
y reaccionarios. Tal como dijera Mariátegui: “Hay que desterrar del 1° de mayo,
todo lo que en mucho ha tenido, y tiene todavía, el rito mecánico de simple
efemérides.” Y llamaba el amauta a combatir disciplinada y obstinadamente por
el socialismo.
Con
posterioridad a la victoria de octubre. La celebración del 1° de mayo
en 1918 se lleva a cabo con el Poder conquistado en las manos del proletariado
y de su alianza obrero-campesina, es una celebración con dictadura del
proletariado, aún más, es una celebración en una nueva época que nace en ese
glorioso1917, es la nueva era de la revolución proletaria mundial. “Esta nueva
era signada por la potenciación de la violencia…” señalarán los documentos del
PCP.
Por otra parte, las elecciones y
el cretinismo parlamentario, son camino de la reacción, táctica que ha quedado
envejecida y así lo prueba el propio desarrollo de la lucha de clases después
de 1917. Solo del fusil ha nacido lo nuevo y cuando se abandona este principio
solo mayores penurias se desencadenan sobre las masas. El camino de la clase y
el pueblo es la guerra popular, guerra popular mundial, guerra popular hasta el
comunismo, siendo de validez universal. Desarrollándose de acuerdo a las
condiciones de cada país.
Los 1° de mayo se comienzan a
conmemorar en la defensiva estratégica de la revolución proletaria mundial y a
partir de octubre de 1917, con dictadura proletaria, con partidos comunistas y
desde 1919 con Internacional Comunista, extraordinaria celebración con el Gran
Lenin a la cabeza, con nuevo poder, la nueva aurora comienza a destellar al
mundo. Nuevo poder a plena luz del día, poder proletario con nueva economía,
nueva política y nueva cultura. La burguesía imperialista temblaba y en su
cobardía se hundía intentando aplastar el nuevo mundo que nacía frágil pero
poderoso en verdad porque contaba con la simpatía del proletariado organizado
de todo el mundo. En un discurso brindado el 1° de mayo de 1919 Lenin
sentenciaba: “Hasta ahora, cuando se hablaba de lo que nuestros hijos verían en
el futuro, sonaba como un cuento; pero hoy, camaradas, ustedes ven con claridad
que el edificio de la sociedad socialista, cuyos cimientos hemos puesto, no es
una utopía. Nuestros hijos construirán este edificio todavía con mayor fervor.”
Repitamos junto a Lenin entonces, el vibrante grito hecho por él ese 1° de Mayo
de 1919: “¡Viva la República internacional de soviets! ¡Viva el comunismo!”
En este primero de mayo debemos
sostener que la fecunda idea de la unidad de los comunistas del mundo entero
nuevamente se ha puesto en marcha, guiados por la más avanzada y única
ideología científica, todopoderosa porque es verdadera, el
marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo y los aportes de validez
universal del pensamiento gonzalo, ideología fruto de la más avanzada
experiencia de la lucha de clases del proletariado internacional.
¡¡Viva el Primero de Mayo rojo y
combativo!!
¡¡Preparar, iniciar y desarrollar
guerras populares!!
¡¡Defender la vida del Presidente
Gonzalo!!
¡¡Libertad para Saibaba!!
¡¡Abajo el imperialismo yanqui,
principalmente!!
¡¡Viva el
marxismo-leninismo-maoísmo!!
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