Vo Nguyen Giap fue un comunista vietnamita y General del Ejercito
Popular de Vietnam. Un brillante militar y un estratega que derrotó en
grandes batallas como Lạng Sơn (1950); Hòa Bình (1951–1952); Điện Biên
Phủ (1954); la Ofensiva del Tết (1968); la Ofensiva de Pascua (1972) y
la Campaña final de Hồ Chí Minh (1975) a dos países imperialistas como
lo fueron Francia y Estados Unidos. Los dos artículos contiene plena
vigencia, ya que coloca la violencia revolucionaria en su justo lugar
frente a la visión y táctica de los revisionistas que pregonan la
conciliación de clases. En el arma y el hombre Giap hace trizas los
argumentos de los revisionistas socialimperialistas rusos sobre la
hegemonía del enemigo a través de las armas.
En un momento en el que las guerrillas en Colombia entregan las armas a
los centenarios enemigos del pueblo, en donde firmaron los "acuerdos de
paz" que legitimaron el despojo violento de las tierras de los
campesinos a sangre y fuego, y su posterior ingreso en el podrido
establo parlamentario y su ingenua confianza en él, desde el
proletariado revolucionario les decimos que su lucha desvirtuada a
inicios de los 80ta por la participación en la presente guerra por la
renta extraordinaria de la tierra y el negocio de los psicotropicos,
distinta a la justa lucha guerrillera de los 60 y 70, no representa los
intereses del pueblo colombiano, y para las personas despistadas que
albergan ilusiones por ese camino, les compartimos los dos siguientes
artículos.
¿Paz o violencia?
La
violencia: partera del nuevo sistema social
Desde el
momento en que la sociedad fue dividida en clases, las clases dominantes
establecieron su máquina de Estado para oprimir y explotar a las clases
dominadas por ellas. El Estado es el instrumento de la violencia empleado por
las clases dominantes para aplastar toda resistencia que pueda surgir en las
clases dominadas. Los dominadores emplean tropas, policías, espías, tribunales
de Justicia y prisiones contra los dominados. Las clases explotadoras en el
Poder emplean siempre, por una parte, la violencia para reprimir a las clases explotadas.
Por otra parte, emplean a sus “teóricos” para esparcir el pacifismo y la teoría
de la “no violencia” tratando de que los explotados se resignen a su destino
sin recurrir a la violencia para resistir a las clases explotadoras en el
Poder.
Sin embargo,
los que constantemente recurren a la violencia para la represión del pueblo
trabajador, son los que claman contra el uso de la violencia. La violencia a la
que se oponen y atacan es la que los oprimidos y explotados por ellos emplean
para resistirlos, en tanto que la violencia que ellos emplean frecuentemente
para reprimir al pueblo trabajador la proclaman como un favor que conceden a
este último.
Los que han
tragado el veneno del pacifismo y humanitarismo burgueses se oponen a toda
clase de violencia. No hacen ninguna distinción del carácter de clase de los
diversos tipos de violencia. Para ellos la violencia empleada por la burguesía
con objeto de reprimir al proletariado y la violencia empleada por el
proletariado para resistir a la burguesía son una y la misma cosa. Lenin dijo
una vez: “Hablar de ‘violencia’ en general, sin distinguir las condiciones que
diferencian la violencia reaccionaria de la revolucionaria, es equipararse a un
filisteo que reniega de la revolución, o bien, sencillamente, engañarse uno
mismo y engañar a los demás con sofismas” [1]
Para los
pacifistas, todo tipo de violencia es malo. Frente a la muerte causada por la violencia,
lo único que pueden hacer es gemir y lamentarse. No saben nada de la ley del
desarrollo social. Sólo ven el lado feo de la violencia y no comprenden que,
además de su fealdad, juega un papel revolucionario en la historia. Marx dijo
una vez que la violencia “es la partera de toda vieja sociedad que lleva en su
seno otra nueva”.
El
revisionismo y la violencia
Hoy en día
los revisionistas contemporáneos y los oportunistas de derecha del movimiento
comunista y del movimiento obrero siguen batiendo la lengua sobre “paz” y
“humanitarismo”; no se atreven a mencionar la palabra “violencia”. Para ellos
la violencia es tabú. Temen la palabra “violencia” como la sanguijuela a la
cal. El hecho es que han negado la teoría marxista-leninista sobre el papel de
la violencia en la historia. Hace más de ochenta años, al criticar la filosofía
reaccionaria de Dühring, Engels escribió: “Para Herr Dühring la violencia es el
mal absoluto; el primer acto de violencia es para él el pecado original. Toda
su exposición es una jeremiada sobre la manera en que hasta hoy la historia se
ha contaminado así por el pecado original, sobre la infame desnaturalización de
todas las leyes naturales y sociales por este poder diabólico: la violencia.
Pero, la violencia juega todavía en la historia otro rol: un rol
revolucionario; según las palabras de Marx, ella es la partera de toda vieja
sociedad que lleva en su seno otra nueva; es el instrumento con ayuda del cual
el movimiento social se abre camino y hace añicos las formas fosilizadas y
muertas; de esto no hay ni una sola palabra en Herr Dühring” [2]
Los
comunistas no son tolstoístas o discípulos de Gandhi que predican la “no
violencia”. Tampoco difunden la idea de la “violencia por la violencia”. No son
“belicosos” y “sedientos de sangre” como siempre dicen los reaccionarios para
calumniarlos. Simplemente muestran los comunistas un hecho, es decir, la
violencia es un fenómeno social, un resultado de la explotación del hombre por
el hombre y un medio empleado por los bloques dominantes y explotadores para
mantener y extender su dominación. Los comunistas sostienen que la clase obrera
y el resto del pueblo trabajador –víctimas de la explotación y dominación–
deben recurrir a la violencia revolucionaria para aplastar a la violencia
contrarrevolucionaria, de modo que puedan lograr su propia emancipación y que
la sociedad pueda avanzar de acuerdo con la ley del desarrollo histórico. Hace
más de cien años Marx y Engels establecieron claramente en el Manifiesto
Comunista: “El proletariado, derrocando por la violencia a la burguesía,
implanta su dominación” [3].
También
dijeron: “Los comunistas consideran indigno ocultar sus ideas y propósitos.
Proclaman abiertamente que sus objetivos sólo pueden ser alcanzados derrocando
por la violencia todo el orden social existente” [4].
Los
comunistas plantean el rol histórico que juega la violencia no porque sean
“maníacos” de la violencia sino porque es una ley que rige el desarrollo social
de la humanidad. No puede triunfar ninguna revolución y ningún desarrollo de la
sociedad humana es posible sin entender esta ley.
La dictadura
del proletariado
La causa
revolucionaria del proletariado no significa una simple barajada del personal
gubernamental o un simple cambio de gabinete mientras sigue intacto el viejo
orden político y económico. La revolución proletaria no debe conservar la
máquina del Estado (policía, gendarmes, fuerzas armadas y estructura
burocrática existentes), empleada principalmente para oprimir al pueblo sino
que debe aplastarla y reemplazarla por una absolutamente nueva. Esta es una de
las condiciones que marcan la diferencia entre la revolución proletaria y la
revolución burguesa. La revolución burguesa no aplasta la máquina del Estado
feudal existente, sino que se apodera de ella, la mantiene y la perfecciona.
Por el contrario, la revolución proletaria aplasta la máquina estatal existente
del sistema capitalista.
La
revolución proletaria es un proceso de aguda lucha en la cual la burguesía es
derribada, el orden burgués es destruido, las propiedades de los capitalistas y
terratenientes son confiscadas y se realiza la propiedad pública de los
diversos principales medios de producción. La clase obrera no se apodera
simplemente de la máquina estatal existente ni transfiere la máquina estatal
militarista burocrática de las manos de la burguesía a las suyas. Debe aplastar
la máquina estatal burguesa y establecer una nueva máquina estatal propia, es
decir, la dictadura del proletariado. Aplastar la máquina estatal existente es
“la condición preliminar de toda revolución popular verdadera”. En una carta a
L. Kugelman en 1871, Marx consideraba que tal acción era esencial para todos
los países de Europa continental, y que en los años de 1870 a 1880, en los
países fuera del continente europeo, tales como Inglaterra y los EEUU, era
posible que la clase obrera se apoderara del poder estatal por medios
pacíficos, porque en ese tiempo el capitalismo no había crecido hasta
transformarse en el capitalismo monopolista y todavía no se habían desarrollado
en Inglaterra y EEUU el militarismo y la burocracia. Este era el estado de
cosas antes de que surgiera el imperialismo. Pero al comenzar el siglo XX,
cuando el capitalismo prevalecía en todos los países y se desarrollaba hasta
alcanzar su etapa superior, es decir, el imperialismo, y cuando el militarismo
y la burocracia comenzaron a aparecer en Inglaterra y los EEUU, la posibilidad
de apoderarse del poder estatal por medios pacíficos no existía ya en esos dos
países. En 1917 Lenin escribió en El Estado y la Revolución que esta tesis de
Marx con su limitada aplicación al continente ya no podía aplicarse y que en
Inglaterra o EEUU la demolición de la maquinaria estatal existente ya se había
convertido en la condición primordial para cualquier revolución popular
auténtica. En 1918, en La revolución proletaria y el renegado Kautsky, Lenin
consideraba esta cuestión como una ley universal: “La revolución proletaria es
imposible sin destruir violentamente la máquina del Estado burgués y sin
sustituirla por otra nueva…” [5].
Cuando Lenin
criticó la llamada tesis de Kautsky de que “la transición podía ocurrir
pacíficamente, es decir, de una manera democrática”, señaló claramente que este
era un intento de ocultar a los lectores el hecho de que la violencia
revolucionaria es el signo fundamental del concepto de la dictadura del proletariado,
y que era un fraude encaminado a sustituir la revolución violenta por la
revolución pacífica. Dijo: “todos los subterfugios, los sofismas, las viles
falsificaciones de que Kautsky se vale, le hacen falta para rehuir la
revolución violenta, para ocultar que reniega de ella, que se pasa al lado de
la política obrera liberal, es decir, al lado de la burguesía. Ahí está el
quid” [6].
Extracto de
un artículo de Vo Nguyen Giap publicado en El hombre y el arma, pág. 153 a 158,
ediciones La Rosa Blindada, 1968.
EL HOMBRE Y EL ARMA(1)
Según el marxismo-leninismo, el motor del desarrollo de la sociedad humana dividida en clases, es la lucha de clases, y son las masas populares las que siempre hacen la historia. Por lo tanto, al analizar la relación entre el hombre y el arma, nuestro partido afirma que es el hombre el factor decisivo, y critica enérgicamente la teoría burguesa según la cual el arma es lo decisivo. Tratando de salvarse del peligro de su aniquilamiento, el imperialismo lleva a cabo, con todos sus esfuerzos, la propaganda sobre la “omnipotencia de las armas” y en realidad utiliza el arma para dominar al hombre, amenazando y reprimiendo el movimiento revolucionario de los pueblos trabajadores. Para revisar los puntos de vista fundamentales del marxismo-leninismo sobre la lucha de clases, los revisionistas contemporáneos se apoyan sobre el arma nuclear. Consideran que, ante el gran poderío del arma nuclear, los pueblos trabajadores oprimidos y explotados no tienen otro camino que el de sustituir la lucha de clases por la conciliación de clases. Toman la llamada “contradicción entre la humanidad y el arma nuclear” para sustituir la contradicción de clases y no distinguen el amigo del enemigo, las guerras justas de las injustas, los instigadores de guerra de los defensores de la paz.
Los marxistas consideran que el arma nuclear tiene gran potencia, pero que no es mas que un instrumento de la lucha de clases y que no la sustituye. El arma nuclear influye enormemente en la estrategia y táctica militares, pero no cambia la estrategia revolucionaria del proletariado ni le hace confundir acerca de cuáles son sus enemigos y cuáles sus amigos. Las armas nucleares influyen en el desarrollo de las hostilidades y la victoria pero no es el elemento determinante de la victoria y tampoco hacen cambiar la perspectiva de desarrollo de la sociedad. En la guerra el factor decisivo es y será siempre el hombre; las masas populares son y seguirán siendo las forjadoras de la historia. El proletariado y el pueblo trabajador, oprimidos y explotados, han derribado, en la lucha de clases, el yugo dominante de la clase explotadora, han conquistado triunfos consecutivos y continúan venciendo apoyados principalmente en su nivel de conciencia y espíritu organizativo. De haber escuchado las tesis que consideran al arma como factor decisivo y al poseedor de muchas y buenas armas como seguro vencedor sobre el que tiene pocas y malas, el proletariado y los pueblos trabajadores oprimidos se habrían cruzado de brazos y encaminado por un callejón sin salida y no habrían podido construir, partiendo con las manos vacías, la obra que actualmente han realizado. (...)
La guerra es la continuación de la lucha política mediante las armas. Toda guerra tiene carácter de clase. La lucha armada de los pueblos oprimidos y explotados es la lucha contra la clase opresora y explotadora por la conquista de la independencia nacional, la democracia y el derecho a vivir del hombre. Así, en la formación de las fuerzas armadas, a fin de lograr la victoria en la guerra, ¿cómo concebir y resolver el problema del hombre y el arma? Partiendo de la afirmación de que los promotores principales de nuestra revolución son las masas obreras y campesinas bajo la dirección del Partido de la clase obrera, nuestro partido preconizó, desde el día de su fundación y en su programa político: “fundar un ejercito obrero-campesino”. Los hombres de las fuerzas armadas de nuestro partido y pueblo no son más que el obrero, el campesino y el pueblo trabajador. Son los que tienen como Miliciano del Ejército Popular de Liberación. Política y Teoría objetivo de lucha la independencia nacional, la tierra para los que la trabajan y el avance hacia el socialismo. Con tan justa causa por objetivo, con el invencible ideal del marxismo-leninismo, los combatientes y cuadros revolucionarios de las fuerzas armadas del pueblo vietnamita son persistentes y férreos núcleos unidos que ninguna violencia podrá quebrantar; por cruel que sea el enemigo, no lo temen; por más armas modernas que este tenga a su alcance no podrá derrotarlos. La historia de la lucha y el crecimiento durante veinte años de nuestro ejército y su tradición de “resueltos a combatir y a vencer” demuestran elocuentemente que nuestro ejército ha conseguido una poderosa fuerza de lucha porque es un ejército obrero-campesino, formado por elementos destacados del proletariado y campesinado, creados por el pueblo, organizado y dirigidos por el Partido de la clase obrera.
Así, cuando apreciamos el papel del hombre en la lucha armada y en las fuerzas armadas, debemos señalar claramente su carácter de clase, es decir, ver cuál es la clase que lleva a cabo la guerra y la naturaleza de clase de esas fuerzas armadas. Allí reside la diferencia fundamental entre la ciencia militar proletaria y la ciencia militar burguesa. (...) Logrado el punto de vista marxista sobre el papel del hombre vemos, inmediatamente, la perspectiva del ejército y del lado de quién se encuentra la victoria. Esto refleja el carácter invencible de la guerra justa dirigida por el proletariado -y de su ejército- representante del modo de producción más progresista de la historia. Refleja también la derrota inevitable de la guerra injusta llevada a cabo por una clase moribunda y la disgregación inevitable de todos los ejércitos de la clase explotadora. Nuestro Partido enfrentó firmemente el problema clave, vital, cual es la naturaleza proletaria en la formación del ejército. Así nuestro ejército fue probado en el fuego de la lucha y creció rápidamente como el “Apóstol Llong” (2). De hoy en adelante, en cuanto a nuestra observación de la situación del hombre dentro de las fuerzas armadas, debemos mantener firmemente este problema vital.
Cualquiera que sea el ejército, al analizar sus características, vemos que ellas resultan de la coordinación entre dos factores fundamentales, cuyas relaciones son inseparables: el hombre y el arma. Pero el carácter de la relación entre esos dos factores lo decide la naturaleza de clase del ejército y de la guerra que lleva a cabo. En el ejército de la clase explotadora, dedicado a realizar guerras injustas, de acuerdo con la contradicción antagónica existente entre los explotadores, dueños de las armas, y las masas militares pertenecientes a las clases explotadas, obligadas a ser carne de cañón y a luchar como mercenarios, la ley de la coordinación entre el hombre y el arma es opuesta, el arma es la que domina al hombre; también aquí, entre el hombre y el arma, existe una contradicción antagónica, reflejo del antagonismo de clase entre el hombre explotador y el explotado, entre los explotadores dueños de las armas y los que las empuñan como mercenarios. No obstante, cuando el soldado ignorante de sus intereses de clase empuña el arma para combatir y obtiene victorias, cada victoria obtenida es su propia derrota, ya que es un trabajador oprimido y explotado. Los intereses de los trabajadores solamente serán garantizados cuando rechace el uso de las armas para combatir como mercenario, realice la lucha contra la guerra y vuelva el cañón del fusil para disparar a la cabeza de los explotadores, poseedores de las armas.
Ese es el camino de lógico desarrollo de los ejércitos de la clase explotadora, especialmente los del imperialismo, sus títeres y lacayos; porque, de acuerdo a las leyes de la historia, son las masas explotadas las que vencerán a las clases explotadoras; porque, el hombre es quien fabrica el material y lo domina y no se deja nunca dominar por el material. A pesar de que los explotadores realizan todas las maniobras posibles, desde la acción psicológica, el soborno, la demagogia, la corrupción, el libertinaje, hasta el apremio brutal –atan con cadenas las piernas del soldado a las ametralladoras para conseguir en sus tropas la cohesión entre el arma y el hombre- y pese a que logran algunos éxitos momentáneos, su ejercito no podrá escapar de la derrota. Así lo demostró la realidad del Cuerpo expedicionario francés y de las tropas títeres de Bao Dai en la pasada guerra en todo el país, como la actual del ejército yanqui en el sur.
Por el contrario, en el ejército del proletariado, debido a que no existe la contradicción de clase antagónica, y a que los intereses de clase son unánimes –bases de la cohesión política y moral-, la ley de la coordinación entre el hombre y el arma es la del dominio del hombre sobre el arma. En el seno de esta relación entre el hombre y el arma no existe la contradicción antagónica entre el hombre y el arma sino una relación dialéctica de mutua influencia en la cual el hombre juega el papel dirigente. Por eso, solamente aquí se realiza la unidad entre el hombre y el arma de manera completa e integra; el hombre puede desarrollar su moral y todas sus capacidades a fin de desarrollar hasta el máximo el poderío de las armas, de mantenerse firme frente a todas las circunstancias políticas complejas, así como vencer en las mas difíciles fases del combate. Eso hace del ejército proletario un ejército invencible, resuelto a combatir y a vencer.
La cohesión en el ejército proletario entre el hombre y el arma tiene bases de clase, se mueve y desarrolla a través de las actividades conscientes del hombre. Éste realiza su papel decisivo en el combate en un todo unido estrechamente con el arma porque, en la particularidad de la forma de acción armada, el arma es el instrumento fundamental del hombre para convertir la posibilidad de sus fuerzas morales en fuerzas materiales capaces de destruir al enemigo. Por eso, al apreciar al hombre dentro de las fuerzas armadas, después de señalar claramente su naturaleza de clase, debe vérsele en su relación orgánica con el arma y el desarrollo dialéctico de esta relación según el desarrollo de la revolución, de la lucha de clases en cada momento.
Notas:
1. Este artículo fue publicado originalmente en la revista Hoc Tap (Estudio), órgano teórico del Consejo Central del Partido del Trabajo de Vietnam y reunido junto a otros trabajos en volumen por Ediciones en Lenguas Extranjeras, Hanoi, en 1965. Fue editado en Buenos Aires en 1968 por La Rosa Blindada, editorial cuyo director es José Luis Mangieri, y que también publicó “Guerra del pueblo, Ejército del pueblo” del mismo Giap y una “Selección de escritos políticos” y los “Cuadernos de la cárcel” de Ho Chi Minh. De esta edición local tomamos el siguiente extracto. La introducción es un extracto de un artículo del compañero de la JCR, Juan Morel.
2. Según una leyenda vietnamita, el “Apóstol Llong”, a la edad de 3 años, frente a la agresión extranjera, creció vertiginosamente, convirtiéndose en jefe de las tropas de la dinastía de Hung y liberó gloriosamente a su patria.
Extraordinaria publicación. Felicitaciones!!!
ResponderBorrarMuy bien que se traiga a recordación este mensaje sobre una guerra de clase auténticamente guerra popular donde es la masa esa clase pobre que participó, un verdadero aluvión una verdadera bomba que superó cualquier arma masiva genocida cualquier dimensión de bomba destructora de pueblos enteros y de exterminio de sus habitantes. Tormentas de bombas cayeron sobre VIETNAM, LAOS Y CAMBOYA. Sumaron millones de toneladas de bombas, querían limpiar la tierra de su dominio invadidas-robadas, a los pueblos nativos que se hicieron comunistas, en una palabra, querían exterminar todo ser viviente.
La ofensiva imperialista invasora genocida de Japón, Francia, EEUU. Etc. No paraban hasta exterminar todo sentido de vida en estos países, pero como siempre, se burlan del pueblo y lo subestiman y no han entendido que un pueblo cuando decide rebelarse masivamente no hay arma alguna que lo detenga, es más fácil detener que el sol brille o que el viento sople. Esos pueblos en su resistencia violenta armada se convirtieron en tres bocas de volcán expulsando bocanadas de fuego que como lenguas al rojo vivo crujieron en poderosas hogueras que envolvieron en sus llamas comunistas a los malditos imperialistas reduciéndolos a polvo. La superioridad de las armas de los imperialistas y sus lacayos fueron superadas por el coraje de un pueblo consciente que se educó a través de la guerra popular comunista. ¨No son las armas superiores al hombre son los hombres superiores a las armas¨Mao. Todos los imperialistas, del color que sean, siempre sus políticas se rigen por el poder de las armas y los auténticos comunistas maoístas nos regimos por el coraje de los pueblos y de los combatientes rojos comunistas como lo puede probar LA COMUNA DE PARIS, LA REVOLUCION RUSA, LA REVOLUCION CHINA, LA REVOLUCION EN NEPAL antes de ser traicionada por ese maldito fascista de PRACHANDA, LA REVOLUCIÓN EN EL PERU, LA REVOLUCION EN FILIPINAS Y LA REVOLUCION EN LA INDIA. Por un lado Mao nos dice: ¨el poder nace del poder del fusil¨. También nos dice que las masas son un mar de sabiduría militar, una potente expresión bélica que aplasta cualquier ofensiva imperialista por mortífera que sea,calcinándolas en las hogueras de la resistencia de la guerra popular comunista maoísta.
A más de la guerra popular comunista se hace un aporte extraordinario al desarrollo de las guerras de clase comunista como fue la del extraordinario comunista poderoso líder POLT POT, quien puso en claro que las siguientes guerras populares van a ser demasiadas sangrientas y que vamos a ver ataques muy violentos de los revisionistas juntos con los imperialistas contra los comunistas como lo vivió en su propia piel los comunistas campucheanos que perdieron la vida anta invasión de los revisionistas vietnamitas orientados y dirigidos por el revisionismo sovietico.
Claramente lo dice el gran maestro Gonzalo: ¨La revolución comunista lleva un presupuesto de sangre¨, también nos dice: ¨extenderemos rieles hasta el comunismo¨ y será con guerra popular hasta el fin del comunismo antagonizando la lucha de clases con su poderoso ejercicio antagónico de la dictadura del proletariado entonando claramente que ¨SALVO EL PODER LO DEMAS ES ILUSION¨. Lenin.
La poderosa guerra popular MLM pensamiento Gonzalo organizada y dirigida por el poderoso partido comunista maoísta militarizado del peru ha probado que la guerra total es la que nos garantiza un rápido triunfo donde vibre el trueno del fusil en manos de los combatientes maoístas y las grandes masas armados con politicas de hierro como son el MLM pensamiento Gonzalo.
ResponderBorrarLas políticas revisionistas al servicio de la burguesía se ha venido manifestando desde hace varios años, sobre todo, en los países oprimidos como se ha dado en el Africa con Mandela revisionista empedernido que le sirvió más a los intereses del los blancos y sobre todo a los Imperialistas y particularmente a los EEUU.
Cuba hoy no es más que caricatura de revolución quizás hoy se entienda mejor la MUERTE DEL CHE GUEVARA si su muerte fue así de simple, unos soldados en patrulla del ejército boliviano que se enfrentaron con la guerrilla o fue esos bandidos de Castro y todas sus huestes incluyendo a su hermano Raul hoy un peon imperialista de los gringos.
Muchos movimientos revolucionarios en America han sido aplastados por los fascistas imperialistas y la burguesía lacaya, aplastados por que estos revolucionarios nunca han entendido y nunca lo entendieron que la revolución comunista es una guerra de clase total donde ¨barres al enemigo o El te barre (P.Gonzalo), estos movimientos son como Marx los llamó: MEDUSAS, QUE NO TIENEN CABEZA¨. Por eso no les importa y se burlan de las masas, se entienden mejor con la burguesía y sino ahí tenemos lo más recién los de las FARC. COLOMBIA (Suramérica) disputando poder burgués parlamento-votos y se prepara por ese mismo camino otra organización el ELN. Pero ejemplos tenemos a montón como lo de Nicaragua, San Salvador, etc. que de supuesta revolución comunista pasan a hacer otros opresores y explotadores. Lo más condenable es tener en las conciencias de los revolucionarios comunistas millones de mártires que creyeron en estos supuestos revolucionarios para luego dejar en el limbo millones de esperanzados en las garras de los depravados burgueses y que muchos de estos supuestos revolucionarios terminaron ejerciendo poder burgués explotando y oprimiendo a las masas pobres como el caso de JORGE MUJICA extupamaro, un depravado bandido que se vistió de revolucionario para engañar a las masas.
Asi que todas estas organizaciones que se hacen llamar revolucionarias y hasta comunista y maoístas que no se inscriben en la ciencia del MLM pensamiento Gonzalo y que no están regidos por un partido maoísta militarizado pensamiento Gonzalo serán un fiasco un remedo de revolución y que todas terminarán por ser corrompidas como las que ya conocemos hasta la saciedad. Si hay algo que le temen es a esta bella sentencia de MAO:¨QUIEN NO TEME MORIR EN MIL PEDAZOS TUMBARÁ AL EMPERADOR¨.
Los ataques no se hacen solamente por el placer de atacar, los ataques buscan liquidar al enemigo y hacer trizas su poder¨.Mao.
"Concluir que se puede ser comunista sin haber asimilado los conocimientos acumulados por la humanidad, sería cometer un enorme error. Nos equivocaríamos si pensáramos que basta con saber las consignas comunistas, las conclusiones de la ciencia comunista, sin haber asimilado la suma de conocimientos de los que es consecuencia el comunismo. El marxismo es un ejemplo de cómo el comunismo ha resultado de la suma de conocimientos adquiridos por la humanidad". Lenin.
¨Se puede reconocer como norma, que mientras conserven el contacto con las grandes masas del pueblo, los bolcheviques serán invencibles. Y al contrario, en cuanto se desliguen de las masas y pierdan contacto con ellas, en cuanto se dejen cubrir por la herrumbre burocrático, perderan toda su fuerza y quedaran anulados¨.
¨En la epoca de la dominacion de la burguesia, el partido del proletariado no puede crecer y fortalecerse sino en la medida en que realice la lucha contra los elementos opotunistas, hostiles a la revolucion y al partido, en su seno y en la clase obrera¨.STALIN.
ResponderBorrar¨...el canibalismo de la contrarrevolución, convencerá a los pueblos que para abreviar, para simplificar, para concentrar la agonía sangrienta de la vieja sociedad y los sangrientos sufrimientos del parto de la nueva, NO EXISTE MÁS QUE UN MEDIO: EL TERRORISMO REVOLUCIONARIO ¨. Marx.
Compañeros caídos en combate, en combate seréis vengados!!!!!!!
Guerra popular hasta el fin del Comunismo!!!!!!!
Dar la vida por el Partido y la revolucion!!!!
No olvidar nunca la lucha de clases !!!!!
Viva la dictadura del proletariado !!!!!
Viva el MLM principalmente maoísmo Pensamiento Gonzalo!!!!!
Salvo el poder lo demás es ilusión !!!!!!
¨Tantas tareas por delante, todas tan urgentes. El mundo gira, el tiempo apremia. Diez mil años es demasiado, hay que aprehender el día, aprehender el instante¨. Mao !!!!!!!
" NO HAY NINGUNA REVOLUCION QUE SEA POSIBLE SIN EL TERROR " Lenin.!!!!!
Tomado de combatir y resistir.