domingo, 29 de julio de 2018

Perú: Crisis del estado burocrático terrateniente y «nueva constitución»

Hoy, luego de las duras batallas y heroicas gestas del pueblo peruano, el viejo estado burocrático terrateniente se hunde cada vez más en el fango, en su charco de corrupción e inmundicia, en mayor crisis política, económica y social, su hundimiento es inevitable, nosotros debemos darle santa sepultura.

Para que su destrucción sea efectivo demanda al pueblo peruano desarrollar más luchas populares para así transformar la sociedad que vivimos, otro camino no hay.

El que quiera en verdad salir del atolladero en que nos han sumido las clases dominantes, debemos entender ello y dejarnos de seguir tapándonos los ojos. La realidad está ahí nítida, cristalina como el agua,  dependerá de cuánto hacemos nosotros para transformarla.

Vizcarra, peón del imperialismo yanqui, dando su mensaje a la nación
Ahora, para dorar la píldora, el peón del imperialismo yanqui, Martin  Vizcarra llama a un «referéndum» al pueblo – en su mensaje a la nación –, sobre temas que en nada toca la situación de las necesidades del pueblo. Si bien, es cierto, los puntos a consulta busca "moralizar" las cosas para unas próximas elecciones que se vienen, y sobre las elecciones no debemos  olvidar que “a los oprimidos se les autoriza para decidir una vez cada varios años ¡qué miembros de la clase opresora han de representarlos y aplastarlos en el Parlamento!", pero ¿qué buscan en los hechos con estas medidas? Solo buscan maquillar las cosas para decir que algo están haciendo y así salvar a Vizcarra de su implicancia en los actos de corrupción que se destapo con los audios de diversos funcionarios de este viejo estado en el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM).

Todo ello lo hacen para fortalecer, el predominio, del Presidente sobre el congreso, o sea, preeminencia del poder ejecutivo sobre el poder legislativo. Toda la gran burguesía compradora está jugando sus cartas en ese orden, para no ser tocados y poder rehacer todo a su favor nuevamente. Como vemos, estamos entrando a un orden que niega los derechos democráticos burgueses y ese orden es el fascismo o sea a su forma más abierta y brutal de dictadura burguesa y de control corporativo sobre las diversas facetas de la vida social.

Para muestra de su fascismo es la respuesta violenta que dieron en la «marcha contra la corrupción», 27 de julio de 2018, con bombas lacrimógenas, petardos, rochabus, llegando hasta la detención de hijos del pueblo. Eso solo es una muestra de lo que se nos vendrá más seguido ante su mayor crisis.
Represión policial en «marcha contra la corrupción»
Sobre «nueva constitución» no dijo nada Vizcarra, por obvias razones, eso está bendecido por todos los santos que existen en el mundo, es una herejía plantear su cambio, por el momento. Sobre esa base hay que "moralizar" nos dicen estos gobernantes.

Dentro de la pugna de las facciones de la gran burguesía entre la compradora y la burocrática tenemos que entender algo previamente.  La consigna por una «nueva constitución» lo tiene como parte de su programa el oportunismo y la gran burguesía burocrática, también ciertos sectores de la gran burguesía compradora. Eso es entendible porque es parte de sus planes para nueva reestructuración de su podrido capitalismo burocrático. Entre los representantes de la gran burguesía burocrática tenemos a Verónica Mendoza, Gregorio Santos, Marco Arana, Patria roja, movadef que busca entrar en la pugna por curules y otros enfilando sus discursos hacia una «una nueva constitución».

Esta salida, que no favorece al pueblo, es un punto del «ACUERDO NACIONAL», establecido en el gobierno gran burgués de Alejandro Toledo, “el Acuerdo Nacional considera que el Perú requiere de una Constitución…”, además dicen “la Constitución para el Siglo XXI debe ser producto de un consenso nacional”. Ahí está expresado claro como necesidad de la clase dominante una «nueva constitución». Ahora la pugna de la clase dominante solo centra ahí en que sector de la gran burguesía lo va llevar adelante, esa «nueva constitución», si la compradora o la burocrática.

Las masas, también, avanzan en su comprensión, en su nivel de conciencia política. Por el momento, la avanzada de la reacción, el oportunismo, cabalga sobre la luchas de las masas y las orientan a pedir «nueva constitución» – pedido del oportunismo que no es nuevo en nuestra historia –, y para acabar con la influencia nociva del oportunismo debemos entender que las masas son arena de contienda y debemos pugnar por ganarlas al oportunismo, y cuando las masas se quiten la venda de los ojos sobre «nueva constitución» ¿qué? Lo único que va quedar a las masas es botar a todos, desde el más simple funcionario hasta el de más alto rango del viejo estado, y rehacer la vida política de la sociedad peruana, eso se denomina científicamente: hacer la revolución peruana. Dependerá de nuestra acción que eso sea lo más rápido posible.

Los hijos preclaros del pueblo no podemos llevar a las masas a que esa sea su meta final: «nueva constitución». Si hacemos ello estaríamos sirviendo a la reacción y nosotros no somos verdugos de nuestro pueblo, eso sería un craso error de mira hacia lo verdaderamente importante: «la revolución para nuestro país».

Nosotros, los que estamos por la transformación de nuestro país, no podemos ser comparsa de ese pedido, que favorece a la reacción. Entonces ¿qué debemos hacer? ¿Qué salida dar? Simple, debemos entender este momento del nivel de las masas para orientarlas hacia una elevación mayor de su comprensión política del momento que vivimos.

Para que avance la conciencia de las masas, es necesario, “proponer consignas reivindicativas parciales y formas de lucha aceptables para las masas, de acuerdo con la situación y las condiciones del lugar y del momento, así como la conciencia política de las masas, con el fin de impeler a ésta a la lucha; y, en consonancia con los cambios habidos en las condiciones durante la lucha, conducir estas paulatinamente a una etapa superior, o bien , ‘en el momento debido contenerla’ y terminarla temporalmente con el fin de prepararse para la siguiente etapa de la lucha de masas, superior y más amplia”.

Hacer entender, a las masas, que mientras siga subsistiendo el imperialismo en el mundo y sigamos sometidos al capitalismo burocrático no hay salida a nuestras necesidades. Podremos mejorar relativamente nuestra situación pero a la larga se pauperizara más ya que la crisis de este sistema es cíclica y cada vez se da en menos tiempo sus crisis. Entonces hay que difundir que una «nueva constitución» no salvara al país sino su «transformación total», de raíz, donde se instaure una sociedad de la eterna armonía, sin pobres ni ricos.

Realizar la revolución es lo que realmente salvara al país, esa mira política debemos tener los preclaros hijos de pueblo, no dejarse engañar por los intelectuales burgueses con su monserga de «nueva constitución». Debemos entender que la meta es la revolución y para lograr la meta debemos marchar analizando las condiciones del momento para ir elevando la conciencia del pueblo para dar el salto que necesitamos, que es desarrollar la revolución peruana. Esto se logra de forma organizada, organizando la pobreza de forma científica, o sea desarrollar propaganda clasista de las formas que podamos, poner en marcha la creatividad que todos lo tenemos, y desarrollar planes para el momento concreto que se vive con la meta de ir estableciendo otros para seguir avanzando.

La brega será dura, larga, difícil, cruenta; hay que acerar el alma, ser fuertes, vigorosos, no temer y estar seguros de la victoria; que la confianza en su conquista anide en nuestro corazón pues servimos al pueblo.
                                                                                        
29 de Julio del 2018

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