Hoy,
luego de las duras batallas y heroicas gestas del pueblo peruano, el viejo
estado burocrático terrateniente se hunde cada vez más en el fango, en su
charco de corrupción e inmundicia, en mayor crisis política, económica y
social, su hundimiento es inevitable, nosotros debemos darle santa sepultura.
Para
que su destrucción sea efectivo demanda al pueblo peruano desarrollar más
luchas populares para así transformar la sociedad que vivimos, otro camino no
hay.
El
que quiera en verdad salir del atolladero en que nos han sumido las clases
dominantes, debemos entender ello y dejarnos de seguir tapándonos los ojos. La
realidad está ahí nítida, cristalina como el agua, dependerá de cuánto hacemos nosotros para
transformarla.
Vizcarra, peón del imperialismo yanqui, dando su mensaje a la nación |
Todo
ello lo hacen para fortalecer, el predominio, del Presidente sobre el congreso,
o sea, preeminencia del poder ejecutivo sobre el poder legislativo. Toda la
gran burguesía compradora está jugando sus cartas en ese orden, para no ser
tocados y poder rehacer todo a su favor nuevamente. Como vemos, estamos
entrando a un orden que niega los derechos democráticos burgueses y ese orden
es el fascismo o sea a su forma más abierta y brutal de dictadura burguesa y de
control corporativo sobre las diversas facetas de la vida social.
Para
muestra de su fascismo es la respuesta violenta que dieron en la «marcha contra
la corrupción», 27 de julio de 2018, con bombas lacrimógenas, petardos,
rochabus, llegando hasta la detención de hijos del pueblo. Eso solo es una muestra
de lo que se nos vendrá más seguido ante su mayor crisis.
Sobre «nueva constitución» no dijo nada Vizcarra, por obvias razones, eso está
bendecido por todos los santos que existen en el mundo, es una herejía plantear
su cambio, por el momento. Sobre esa base hay que "moralizar" nos
dicen estos gobernantes.
Dentro de la pugna de las facciones de la gran burguesía entre la compradora y
la burocrática tenemos que entender algo previamente. La consigna por una «nueva constitución» lo
tiene como parte de su programa el oportunismo y la gran burguesía burocrática,
también ciertos sectores de la gran burguesía compradora. Eso es entendible
porque es parte de sus planes para nueva reestructuración
de su podrido capitalismo burocrático. Entre los representantes de la gran
burguesía burocrática tenemos a Verónica Mendoza, Gregorio Santos, Marco Arana,
Patria roja, movadef que busca entrar en la pugna por curules y otros enfilando
sus discursos hacia una «una nueva constitución».
Esta
salida, que no favorece al pueblo, es un punto del «ACUERDO NACIONAL», establecido
en el gobierno gran burgués de Alejandro Toledo, “el Acuerdo Nacional considera que el Perú requiere de una
Constitución…”, además dicen “la
Constitución para el Siglo XXI debe ser producto de un consenso nacional”. Ahí
está expresado claro como necesidad de la clase dominante una «nueva
constitución». Ahora la pugna de la clase dominante solo centra ahí en que
sector de la gran burguesía lo va llevar adelante, esa «nueva constitución», si
la compradora o la burocrática.
Las
masas, también, avanzan en su comprensión, en su nivel de conciencia política. Por
el momento, la avanzada de la reacción, el oportunismo, cabalga sobre la luchas
de las masas y las orientan a pedir «nueva constitución» – pedido del oportunismo
que no es nuevo en nuestra historia –, y para acabar con la influencia nociva del
oportunismo debemos entender que las masas son arena de contienda y debemos
pugnar por ganarlas al oportunismo, y cuando las masas se quiten la venda de
los ojos sobre «nueva constitución» ¿qué? Lo único que va quedar a las masas es
botar a todos, desde el más simple funcionario hasta el de más alto rango del
viejo estado, y rehacer la vida política de la sociedad peruana, eso se
denomina científicamente: hacer la revolución peruana. Dependerá de nuestra
acción que eso sea lo más rápido posible.
Los hijos preclaros del pueblo no podemos llevar a las masas a que esa sea su
meta final: «nueva constitución». Si hacemos ello estaríamos sirviendo a la
reacción y nosotros no somos verdugos de nuestro pueblo, eso sería un craso
error de mira hacia lo verdaderamente importante: «la revolución para nuestro
país».
Nosotros,
los que estamos por la transformación de nuestro país, no podemos ser comparsa
de ese pedido, que favorece a la reacción. Entonces ¿qué debemos hacer? ¿Qué
salida dar? Simple, debemos entender este momento del nivel de las masas para
orientarlas hacia una elevación mayor de su comprensión política del momento que
vivimos.
Para
que avance la conciencia de las masas, es necesario, “proponer consignas reivindicativas parciales y formas de lucha
aceptables para las masas, de acuerdo con la situación y las condiciones del
lugar y del momento, así como la conciencia política de las masas, con el fin
de impeler a ésta a la lucha; y, en consonancia con los cambios habidos en las
condiciones durante la lucha, conducir estas paulatinamente a una etapa
superior, o bien , ‘en el momento debido contenerla’ y terminarla temporalmente
con el fin de prepararse para la siguiente etapa de la lucha de masas, superior
y más amplia”.
Hacer
entender, a las masas, que mientras siga subsistiendo el imperialismo en el
mundo y sigamos sometidos al capitalismo burocrático no hay salida a nuestras
necesidades. Podremos mejorar relativamente nuestra situación pero a la larga
se pauperizara más ya que la crisis de este sistema es cíclica y cada vez se da
en menos tiempo sus crisis. Entonces hay que difundir que una «nueva
constitución» no salvara al país sino su «transformación total», de raíz, donde
se instaure una sociedad de la eterna armonía, sin pobres ni ricos.
Realizar
la revolución es lo que realmente salvara al país, esa mira política debemos
tener los preclaros hijos de pueblo, no dejarse engañar por los intelectuales
burgueses con su monserga de «nueva constitución». Debemos entender que la meta
es la revolución y para lograr la meta debemos marchar analizando las
condiciones del momento para ir elevando la conciencia del pueblo para dar el
salto que necesitamos, que es desarrollar la revolución peruana. Esto se logra
de forma organizada, organizando la pobreza de forma científica, o sea
desarrollar propaganda clasista de las formas que podamos, poner en marcha la
creatividad que todos lo tenemos, y desarrollar planes para el momento concreto
que se vive con la meta de ir estableciendo otros para seguir avanzando.
La
brega será dura, larga, difícil, cruenta; hay que acerar el alma, ser fuertes,
vigorosos, no temer y estar seguros de la victoria; que la confianza en su
conquista anide en nuestro corazón pues servimos al pueblo.
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