lunes, 23 de septiembre de 2019

Sobre la Selva o Amazonía: Tratar el problema nacional para todo el país no sólo para los selvícolas

Extraído del blog AND:


Bagua-Amazonas (Perú) alrededor de veinticinco nativos fueron asesinados el 05 de junio de 2009 en la Curva del diablo por protestar contra la entrega de la Amazonía a las grandes empresas imperiqalistas y de la gran burguesía

Sobre la Amazonía. Brasil posee la mayor extensión de la Selva Amazónica seguido de Perú y luego viene Bolivia y otros países.

Quienes luchan por la revolución democrática en nuestos países para acabar con las tres montanas: el imperialismo, la semifeudalidad y el capitalismo burocrático, tienen la necesidad de desarrollar las potencialidades de la Selva a fin de desa­rrollar nuestras políticas en el Nuevo Poder en esa región y, por el otro, conocer qué planteamientos tiene la reacción y el imperialismo para desenmascararlos.

Para el imperialismo, esta inmensa región que abarca buena parte de América del Sur, tiene mucha importancia y la conciben como pulmón de oxigenación, “gran reserva”; pero ellos ven que requiere tiempo explotar tantas riquezas que existen en la Amazonía, la ven en perspectiva. En sus reunones y declaraciones muestras su interé particular por la Selva entrando en pugna con sus rivales.

Los viejos Estados terrateniente-burocrático que poseen territorio en esta zona tienen convenios para desarrollarla, es decir para la mayor penetración del capitalismo burocrático en la región amazónica. Logicamente esto se da en colusión y pugna entre las clases dominantes de estos países para sacar para si el máximo provecho. Por ejemplo, el viejo Estado brasileno tiene grandes planes para salir por la Amazonía al Pacífico como lo muestra la construcción de la carretera inteocéanica que une la costa peruana con Sao Pablo; aparte de los planes del imperialismo que apunta a usar toda esa riqueza.

Además, toda la Amazonía presenta conflictos fronterizos. También tener presente que el imperialismo apunta a estas riquezas, ver por ejemplo las privatizaciones y concesiones efectuadas por los gobiernos durante estas últimas décadas a las grandes empresas imperialistas en materia forestal, agrícola, minera, petrolera, turística, biodiversidad, etc.. Así que el problema no es simple y se irá complejizando más.

Otra cuestión a tener en cuenta es la actuación del narcotráfico, tiene que ver con la necesidad de los campesinos de cultivar la coca para poder vivir, lo que sirve de pretexto al imperialismo yanqui para intervenir tras sus programas de control y combate al narcotráfico.

La mayor penetración del imperialismo y del capitalismo burocrático atiza la lucha de clases en la región.

Sobre esto, tener presente los últimos acontecimientos que viene denunciando el Jornal A Nova Democracia y su Director sobre los incedios forestales en la región Amazónica brasilera promovido por los terratenientes y que cuentan con el fomento y apoyo del propio presidente fascista Bolsonaro para despojar a los campesinos y nativos de sus tierras y territorios, para tratar de matar en su orígen la gran rebelión campesina y del pueblo en desarrollo militarizando la región como se muestra en el artículo que publicamos ayer de AND-Brasil. La agudización de la lucha de clases se ha venido expresando en la participación masiva de las poblaciones de la Selva de Brasil, Perú, etc.en las huelgas y paros nacionales y regionales, en las luchas de los nativos contra el gra despojo saldada con muertes de sus combatientes provistos de arcos y flechas contra los contingentes con armas modernas mortíferas de las fuerzas de la reacción, como en Bagua Perú al final de la década pasada.

En la agudización de la lucha de clases entre revolución y contrarrevolución en la Selva Amazónica está pues el el choque de dos sistemas, de dos formas de producción las semnifeudales e incluso las formas comunales primitivas en desintegración y el del capitalismo burocrático.

En esos inmensos territorios se da la presencia tanto de los Partidos Comunistas que pugnan por dirigir la lucha de los campesinos colonos y nativos, como de los oportunistas que están actuando como siempre a la cola del ejército y demás fuerzas represivas del viejo Estado tanto en Perú como en Brasil y otros.

Todo ese proceso de agudización de la lucha de clases por el choque de modos de producción recibió un fuerte impulso con el proceso de traslado de población serrana a la Selva alta, sobre todo a Jaén, Huánuco, el Perené, Oxapampa y Madre de Dios, en Perú en los 50 y 60 y en Brasil con el traslado de la población campesina de diversas zonas del país por el gobierno militar en los 60. a Rondona y otros lugares de la Selva. Luego se ha intensificó la colonización, empezó con un énfasis en las posibi­lidades agrícolas de la región y las de reducir la presión poblacional de la sierra. Para después entrar las grandes empresas mineras, petroleras, agroextactivas, farmacéuticas y también del turismo.

Imágenes contrapuestas sobre la Selva

En los medios oficiales, empresariales, académicos, etc se proyectan dos imágenes contrapuestas sobre la Selva, la de un futuro promisor y la de uno incierto, la de una imagen desarro­llista versus conservadorista. Pero ninguna de estas dos visiones sobre la Selva pertenece al pueblo; estas dos imágenes no son las únicas, porque además está la posición del proletariado, que al fin y al cabo es la única verdaderamente científica.

De las visiones que no pertenecen al pueblo de ver la Selva: una es la de los especialistas, que como nosotros sabemos, son pagados por el extranjero o son extranjeros y la del Estado que repre­senta a las clases explotadoras, así ambos criterios son de las clases dominantes; además están los criterios del imperialismo ( también contradictorios porque el imperialismo no es uno sólo, como se ve en la intromisión de Macron denunciada por el Director de AND, ver video); los de los propios selvícolas, los de las comunidades nativas, los de las poblaciones migrantes de la Sierra, más estas son las posiciones expontáneas de la masa a cuyo encuentro viene la posición del proletariado. Esta tiene que desarrollarse más por necesidad de desarrollar la revolución democrática mediante la guerra popular, para lo que falta hacer un análisis exhaustivo de la región.

Cómo ven esas dos posiciones la Selva en el Campo geográfico. No existen diferencias entre las diversas imágenes globales que mane­jan el Estado y las organizaciones políticas nacionales, pero sí existen diferencias en la prioridad que dan o exigen para las inversiones en la selva. Una imagen, la del Estado, es “desarrollista” y la ve como de una fertilidad ilimitada, por tanto faltarían sólo capitales, tecnología moderna y población emprendedora, lo cual serviría para desarrollar la región y desarrollar el propio Estado; es visión futurista , por ejemplo cuando se prevee miles de hectáreas de tierra incorporada a la producción agrícola por cada kilómetro de carretera construido. Es una muestra de cómo el Estado concibe la Selva como remedio para aliviar los problemas del país, y sus propuestas insisten en potenciar el flujo migratorio para sofrenar la lucha campesina por la tierra y aplicar tecnologías avanzadas moder­nas, monocultivo y actividad forestal tradicional; ven como problema sencillo y a corto plazo. La ven como una especie de “Dorado”.

Los especialistas, antropólogos, ecólogos, manejan criterios con­trapuestos a los del Estado y las organizaciones políticas nacionales, parten de la fragilidad del medio ecológico, que hay que desarrollar una tecnología pero no indiscriminada como plantea el Estado sino do­sificada, adecuada para evitar el deterioro ecológico y para permitir un uso sostenido de sus recursos. Lo cierto es que no es como se cree que la Selva tiene un valor ilimitado, una fertilidad que nunca se acaba, el humus es delgado, demanda formas de trabajo distintas, por ejemplo, en escaque, como en ajedrez, esto se ha aplicado en otros países. Se requieren técnicas adecuada no indiscriminada.

Para el viejo Estado los nativos son como "el perro del hortelano"

Movimento latifundista iniciou-se em Novo Progresso, interior do PA, ligado à extrema-direita e em apoio ao governo el campo económico. (AND Brasil)

 Para el Estado el problema es expandir la frontera agrícola de la Selva, busca sofrenar la explosividad de la Sierra con la migración a la Selva en los países andinos que tienen acceso a la región; pero a los campesinos serranos les implica una serie de cambios, desde la comida, por eso no se puede mandar así no más a la población a la Selva, hay que crear una serie de condiciones, planes diversos, lo que pasa es que el Estado aplica lo que el imperialismo le manda, sofrenar la explosividad de la Sierra aplicando esta medida, entre otras; además el Estado lo que quiere es llevar el capitalismo burocrático a la Selva también, como ya lo está haciendo, por ejemplo, junto a la palma aceitera de los Romero en Perú, vemos la empresa estatal acetera palma de espino.

Sabemos que para los especialistas, las imágenes son pesimistas, los esquemas disponibles sólo aseguran resultados cortos, son a corto plazo, pero de impactos destructivos a largo plazo; los sistemas nativos tradicio­nales de aprovechamiento de los bosques son inviables con una mayor concentración poblacional; se requiere trabajar a escalas reducidas. Hay un trabajo de un señor Chirif de 1983, quien sostiene que a la Selva se la ve como “exportación de la miseria” y que el nuevo desarrollo es a expensa de los colonos ya asentados y de la población nativa, y que la región constituye una colonia interna para el país, que reproduce los esquemas histórico de explotación, destrucción de recursos y subordinación regional.

Una de estas estudiosas o especialistas, en el campo étnico-social, plantea que el Estado ve a las masas ribereñas y nativas como no interesadas en el progreso y que por tanto poco aportan en términos económicos, que sus requerimientos de tierras y recursos se ven restringidos, que se precisa desarrollar mecanismos para integrarlos a la vida nacional y a la economía de mercado. Recordemos lo que dijos el fascista y genocida Alán García antes de asesinas a los nativos en Bagua, que ellos eran como "el perro del hortelano", es decir que no querian y que no podian y no dejaban trabajar a los que si querian hacerlo, es decir las grandes empresas.

En síntesis, el Estado ve a las masas con prejuicio, como ignorantes, que están contra el progreso, que son incapaces de asumir sentimientos na­cionales, y lo que quieren es explotarlas más e introducir sus planes de economía de mercado; pero cómo pedirles a las poblaciones indígenas sentimientos nacionales si se las ha mantenido aisladas, si nada o casi nada se ha hecho por integrarlas y obviamente dentro de las condiciones en que viven es bien difícil que espontáneamente se integren; para el Estado la cuestión es sembrar “espíritu nacional y sentimiento patrió­tico” de ahí su acción cívica, pero transformar la base económica, las relaciones de producción, las relaciones de explotación, nada.

Concebirlas como realidades étnicas distintas atenta contra la unidad nacional
Tratar el problema nacional para todo el país no sólo para los selvícolas

También, querer concebirlas como realidades étnicas distintas es riesgoso porque atenta contra la unidad nacional, para los revolucionrios es problema nacional desde el punto de vista del marxismo, tener en cuenta sus pecu­liaridades y la realidad nacional, no se las puede concebir simplemente como naciones, con su cultura, con su lengua porque esto es concebir en forma reducida y totalmente errónea la cuestión nacional, eso es reconocerles sólo una parte y someterlos y oprimirlos en el fondo.
Para lo maoísta lo que corresponde es concretar el Programa de la Revolución Democrática y tratar el problema nacional para todo el país no sólo para los selvícolas. El marxismo nos enseña que esas agrupaciones deben desenvolverse como naciones en todo el sentido de la palabra, en todo el contenido que tiene; aplicar las tesis del camarada Stalin sobre nación, quien plantea que para definir una nación deben verse 4 características: unidad de lengua, unidad de territorio, unidad de economía y unidad de sicología, esta última se concreta en cultura; para el marxismo, es el capitalismo el proceso que impulsa a las naciones. Un ejemplo bien claro es el proceso que se dio en Europa Oriental, esas naciones se han conformado, extienden sus dominios y agrupan a otras que no llegaron a cuajar y surge el problema de naciones sometidas. A éstas el marxismo les plantea el derecho a ser autónomas, pero esto se puede quedar en palabra si no se les plantea el derecho a separarse. Marx analiza el imperio Austro-húngaro, ve hechos concretos y plantea el derecho a la separación. En el camarada Stalin también encontramos el derecho a la separación, es pues, clave. Pero también implica el derecho a unirse libremente y obviamente esto ligado a una economía unida que lo sustente, una base económica que le permita unirse y no una economía que sirva a explotarlos. Lenin por eso dijo derecho de autonomía se concreta en derecho a separarse libremente.

Mucho se agita el reconocimiento de sus derechos, pero desligan el derecho a tener un territorio propio, es que en el fondo reducen nación a cultura, problema nacional a identidad cultural. Una de las expresiones de reducir a cultura el problema nacional en el Perú es Velasco, quien“reconoció” el que­chua como otra lengua oficial y sacaba el diario La Crónica en quechua, pero, si los campesinos no saben ni leer ni escribir cómo iban a leer en quechua, además no es lengua escrita, es solamente hablada, ha sido un grupo de estudiosos en un evento quienes le dieron esa estructura que el quechua no llegó a madurar, le dieron una grafía que no había aún logrado. Ahí tenemos un caso de reducir nacionalidad a lengua, a cultura y a la vez un tráfico demagógico.

¿Cómo garantizar el uso de una lengua de un grupo minoritario?

Eso no se logra con una ley y el Perú lo ha demostrado, el caso que hemos mencionado así lo prueba, como tampoco por una ley van a respetar las costumbres; con ese tipo de leyes, decía el camarada Stalin, no se resuelve nada; reducir el problema nacional a la dación de una serie de leyes por el Estado no resuelve el problema, debe ligarse a la unidad de lengua, a la de territorio, a la de economía y a la de sicología concretada en cultura, sino se reduce a “respeto a su lengua y sus costumbres” por decreto ley y se las convierte en “ghetto”; es una forma oportunista de ver el problema, es un respeto formal a su lengua y costumbres y un sometimiento real al Estado que manda. Por eso, a las minorías se les debe reconocer sus derechos plenos y verdaderos, a todo y libremente; el problema central es reconocerles y que realmente rija la igualdad de derechos y libertades, aplicar el principio de la territorialidad y su forma orgánica, la región, donde esas minorías se desenvuelvan y puedan, por tanto, crearse regímenes autónomos que libremente decidan unirse o separarse del Estado en que viven; pensar también que las regiones autónomas implican ciertas modalidades comunes.


La revolución apunta a Estados unitarios y descentralizados
 Lo claro es que somos países con una nación en formación y que, en cada uno de ellos, la tendencia histórica es a unirse; la revolución apunta a regímenes unitarios, a que en cada país se constituya una sola República, pero a la vez descentralizados en agrupaciones estratégicas amplias;  Estados unitarios y descentralizados, unitarios porque nos hace más fuertes y descentralizados ya que, como en la guerra popular, aplicamos un plan único centralizado para todos los frentes de trabajo, hacemos, por ejem­plo, planes económicos únicos, aplicables en las distintas regiones. Así, en cada región se aplica el mismo plan y puede potenciar ampliamente la iniciativa para aplicarlo y especificarlo a cada situación concreta, inclusive. Rige para todos el mismo principio de planificación; nosotros hablamos de realidades, sino qué es la experiencia de la URSS, y de China sino realidad, hecho material del cual muchas lecciones podemos extraer. La planificación, creación del socialismo, nos permite manejar la contradicción entre necesidad y libertad en una cuestión esencial: manejar las relaciones de producción, ordenarlas y dirigir la acción transformadora del hombre, no un sometimiento total a las leyes sino una expresión concreta de libertad; planificar permite el manejo económico y social, unir la acción transformadora de los hombres masivamente. Para el marxismo, libertad no es comprender la necesidad solamente sino, comprendiéndola, actuar para transformarla ya que los hombres son los creadores de las relaciones sociales, ejecutores de esas leyes que las ejercitan consciente y libremente, conscientes de todo ese proceso de la humanidad que se convierte en leyes objetivas; así la planificación es sumamente importante.

Nosotros en el Estado que construimos aplicamos la centralización sobre la base de la democracia real, verdadera, no esa que vemos aquí o en el plano internacional en los países imperialistas; aplicamos una centralización estratégica y una descentralización táctica, así un Estado con planificación estratégica y planificación táctica, descentralizada para las grandes regiones en que nuestro Estado se organice, obviamente no serán como las regiones que están haciendo en el viejo Estado, sino regiones en las que se ejerza la descentralización táctica, donde se potencie la iniciativa, donde los hombres libremente puedan ejercer su acción transformadora en todos los planos, donde, en resumidas cuen­tas, se pueda ejercer la democracia; hasta, si es necesario, introducir regímenes autónomos para las minorías, las que descentralizarán en su ámbito lo general, lo centralizado por el Estado.

Contra la desviación derechista de reducir el problema nacional a cul­tura

Una desviación derechista es reducir el problema nacional a cul­tura, reducir la cuestión nacional a cultura, a respeto de culturas, sólo de su lengua y sus costumbres, ésta es una tesis oportunista que fue combatida en la Internacional Comunista. Entonces, se debatía sobre esta cuestión y se trataban los planteamientos de Marx; en el Imperio Austro-húngaro el asunto se reducía a respeto de lengua y de costum­bres y se sometía a las naciones por la fuerza de las armas al dominio político y económico, al autoritarismo; éste es un ejemplo de Estado autoritario, el nuestro, al contrario de lo que nos imputan, no es un Es­tado autoritario, es un Estado en el cual se ejerce como en ningún otro sistema la democracia, se ejerce el control desde abajo y desde arriba y los hombres ejercen libremente su capacidad transformadora. En el caso de ese Estado reaccionario se les sometía a su orden imperial.

Hoy día, entre nosotros, esa desviación se está expresando en reducir nación a cultura y por otro lado, generar divisiones para so­frenar y golpear la revolución democrática, eso es lo que hace en Perú el ILV (Instituto Lingüístico de Verano), lo que hacen las fuerzas armadas y lo que ventean muchos intelectuales.

Nuestra posición sobre las minorías es el reconocerles el derecho a separarse libremente pero más conveniente es la unidad

Nuestra posición sobre las minorías es, en resumen, el reconocerles el derecho a separarse libremente, pero como comunistas les plantea­mos que más conveniente es la unidad. Consideramos que la lengua que nos va a unir es el español, no solamente a nosotros sino a todos los latinoamericanos, pero no nos oponemos a que se hable en lenguas nativas o dialectos; que el proceso nacional que se está expresando apunta a tener base económica común, a tener un territorio que ya está delimitado incluso, a tener una sicología común de la cual deriva una cultura común. Ése es el rumbo que se está desenvolviendo y que el proletariado prosigue y proseguirá, en el nuevo Estado de república democrática de nuevo tipo y de dictadura del proletariado, para la conformación definitiva y desarrollo de la nación peruana, brasilera, ecuatoriana, etc. pero dentro del internacionalismo proletario.

Garantizar sociedades no cuajadas en su proceso social es el rumbo histórico, no hay otro y estamos contra las desviaciones oportunistas de reducir nación a identidad nacional o a cultura; también estamos contra la manipulación imperialista de ir contra la revolución usando el problema de nación para dividir al pueblo y aislar el proletariado. Estamos por la conformación de la nación peruana, brasilera, ecuatoriana, etc., según sea el caso concreto y este proceso de nación en formación lo desarrollaremos plasmando la revolución. En síntesis, la formación de la nación está en transición y se con­sigue con revolución.

Es importante que tratemos este tema porque toda revolución democrática tiene que resolver el problema nacional y el problema de la tierra.

Es así a grandes rasgos como concebimos el problema, debemos ver la situación de los nativos, selvícolas, colonos, pero en general debemos tratar el problema nacional. Además tengamos presente que siempre, la experiencia internacional nos lo demuestra, los reaccionarios usan las minorías contra los procesos revolucionarios, nos lo muestra por ejemplo Guatemala, Viet Nam, entre otros.

Detrás de esas imágenes étnico-sociales elaboradas por el Estado y por los científicos es obvio que son representaciones ideológicas, pues, nada se puede desenvolver al margen de la ideología, de la política; así, detrás del Estado hallaremos la posición de los terratenientes y de la gran burguesía y detrás de los especialistas encontramos al imperia­lismo, la gran burguesía, la burguesía nacional o gente del pueblo que hace este tipo de estudio conscientemente al servicio del imperialismo o dejándose usar inconscientemente.

En este campo como en los otros la gente antes referida, tampoco hace un análisis desde el punto de vista de la lucha de clases que es el hilo conductor de la historia.

De lo que estamos viendo en la Selva, también como en la Sierra y en la Costa, se ve un proceso en marcha de despojo de tierras, por eso tanto afán de los gobernates de dar títulos a los campesinos, es para legalizar mercado de tierras, compra-venta y nueva concentración; penetración mayor de la gran burguesía a través de la banca comercial, por tanto ver la relación título, habilitación, usura, hipoteca, despojo y nueva concentración.

Necesidad de unir a las masas nativas

 El problema de la integración de las comunidades nativas no va a ser a través del camino burocrático, sino del camino democrático, de la incorporación a la guerra popular para construir el nuevo Estado, entretanto, luchar por su integración económica, social, etc., no consentir ser usados ni menospreciados; es parte del problema de nación en formación, so­mos una nacionalidad y debemos incorporar a las sociedades menos desarrolladas.

En la Selva no están suficientemente organizados la mayoría de los pequeños agricultores de la Selva;  la cuestión real y concreta es que no está organizado el grueso de esa masa ni su organización desarrollada por tanto no tiene cómo defenderse, se refleja el mismo problema que a nivel nacional, sólo hay costras que trafican y abultan lo poco y deformado que hacen. Aquí, entonces, hay una inmensa masa para organizar y defender, defender su propiedad, los precios de los productos que siembran, la libertad del cultivo y del comercio, etc., etc.; aquí está vigente el lema “Tierra para quien la trabaja” pero también hay que pensar en enarbolar el precio de los productos, precio correspondiente al costo de producción, a la fuerza de trabajo invertida; pago a tiempo y evitar que se monopolice el comercio; combatir la importación de alimentos, la exoneración de los impuestos o aranceles a la importación de alimentos que producen; exigir mejoramiento del transporte, de la red vial y acuática; en fin ver, pues, sus necesidades específicas.

 Debemos atizar más la lucha de clases, especificar las luchas de las regiones apunta a esta necesidad: mover las luchas regionales como parte de desarro­llar la situación revolucionaria.

Las principales fuentes para este artículo proeden de AND-Brasil y el Documento del II Pleno del PCP.

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