Los comunistas consideran que las elecciones no son un asunto de principios sino un problema de táctica de la lucha de clases del proletariado. Es decir, que obedece a las formas de organización y de lucha destacadas en un determinado período, lo cual exige el análisis concreto de la situación concreta.
Conscientes de que la táctica debe servir a la estrategia, es decir, en el caso de los comunistas, servir a la acumulación de fuerzas para el triunfo de la revolución proletaria, se debe resolver cómo aprovecharlas en ese único sentido.
Bajo las condiciones actuales, caracterizadas por la descomposición y agonía del capitalismo imperialista, el parlamento se ha convertido en un instrumento de la mentira, del fraude, de la violencia, de la destrucción, de los actos de bandolerismo, confirmando la correcta apreciación de la Internacional Comunista en su Segundo Congreso en 1920.
De ahí que el método fundamental de la lucha del proletariado contra la burguesía, es decir contra su poder gubernamental, es ante todo el de las acciones de masas. El de la preparación de las masas para destruir mediante la guerra popular el parlamento y todas las instituciones de la máquina gubernamental burguesa.
Por consiguiente, aun en el caso de que sea necesario participar en el parlamento (para contribuir a la movilización revolucionaria de las masas contra el Estado) el objetivo de los comunistas y revolucionarios es destruir esa institución desde adentro. En palabras de la Internacional: El Partido Comunista entra en ella no para dedicarse a una acción orgánica sino para sabotear desde adentro la maquinaria gubernamental y el parlamento, y para respaldar las acciones combativas extraparlamentarias. Por tanto, los comunistas no ayudan a legislar, ni aspiran, ni siembran ilusiones en cambiar de gobernantes, ni mucho menos ocupan cargos en el poder ejecutivo burgués: presidencia, gobernaciones, alcaldías, ministerios, etc.
Entonces, los objetivos de los comunistas en cada farsa electoral burguesa son:
- Elevar la conciencia de los trabajadores sobre el programa de la revolución cuya tarea política inmediata es justamente destruir el viejo y podrido Estado de los explotadores e instaurar el nuevo Estado de los obreros y campesinos armados.
- Clarificar entre las masas el papel que juegan las elecciones como institución mediante la cual las clases explotadoras dirimen sus divergencias, pues el gobierno es la junta que administra sus negocios comunes y, por tanto, las elecciones son el mecanismo mediante el cual deciden qué miembros de las clases dominantes aplastarán al pueblo desde gobierno.
- Mostrar a través de los hechos concretos que la democracia burguesa es democracia para los explotadores capitalistas y dictadura contra el pueblo, donde las elecciones son un engaño para darle la apariencia democrática frente al pueblo haciéndole creer que es él quien elige, cuando en verdad quienes eligen son los grandes burgueses, terratenientes e imperialistas que financian las campañas.
Prestando atención a las actuales condiciones de la lucha de clases en Colombia y a la actitud histórica del pueblo frente a las elecciones, es necesario precisar:
- Que existe un ascenso de la lucha revolucionaria de las masas, cuya expresión más sublime fue el levantamiento popular iniciado el 28 de abril de 2021, el cual fue apabullado mediante el terrorismo estatal y dando algunas migajas por parte del régimen mafioso y paramilitar, con la complicidad de los jefes vende-obreros del Comité Nacional de Paro y los jefes de los partidos reformistas quienes acudieron a socorrer al Gobierno, contribuyendo a aislar a la juventud rebelde, disuadiendo al pueblo de darle continuidad a la lucha y sembrando ilusiones en que la farsa electoral resolverá los problemas del pueblo. Es decir, darle una salida institucional burguesa a la crisis sin resolver las causas profundas del levantamiento y burlando las aspiraciones del pueblo trabajador. Tal fue el papel de los jefes del “Pacto Histórico” y la “Coalición Centro Esperanza”.
- Que la grave crisis social, la causa más profunda del levantamiento popular, lejos de atenuarse se ha acentuado siendo alarmantes las cifras de desempleo, subempleo, contratos miserables, carestía, hambre y miseria, causas a su vez de la creciente delincuencia y demás lacras del capitalismo… todo lo cual hace prever nuevos y más poderosos levantamientos.
- Que las actuales crisis económica, social, sanitaria y ambiental, contribuyen a exacerbar las contradicciones por arriba y generan crisis políticas, por tanto debilitan las fuerzas de la reacción y se convierten en terreno propicio y ocasiones para derribar a los explotadores, frente a lo cual la única actitud correcta es unir, organizar y movilizar las fuerzas populares para acciones más decididas y revolucionarias, encaminadas a derribar el régimen y establecer un nuevo gobierno de obreros y campesinos.
- Que el levantamiento popular destacó nuevas formas embrionarias tendientes a constituir el nuevo poder popular, como las Asambleas (obreras, campesinas, populares), los Grupos de Choque o Primeras Líneas para enfrentar las Fuerzas Disponibles y ESMAD de la Policía, las Guardias (indígenas, cimarronas, populares) y embriones de la Milicia Popular, las cuales es necesario racionalizar, hacer conscientes y generalizar entre las masas, como parte de los preparativos de los nuevos levantamientos populares.
- Que la actitud política mayoritaria del pueblo frente a las elecciones sigue siendo la abstención electoral, como demostraron las pasadas elecciones de los Consejos Juveniles (apenas un 10% de la participación) con los cuales el régimen, la burguesía, los jefes de los partidos de la pequeña burguesía y el oportunismo pretendían canalizar la rebelión juvenil hacia el reforzamiento de la institucionalidad burguesa.
- Que en tales condiciones llamar a respaldar la farsa electoral (votando por cualquier politiquero, o en blanco e incluso anulando el voto) se convierte en un apoyo a la reacción y a darle una salida institucional a las crisis de las clases dominantes. Pero a la vez, teniendo en cuenta que no es posible ahora llamar al boicot para impedir las elecciones y por tanto sería una actitud “izquierdista”, como también sería infantil marginarse de la contienda y olvidar las obligaciones que tienen los comunistas de aprovechar las elecciones para contribuir a elevar la conciencia de las masas y reforzar las tareas de lucha.
El Comité de Dirección de la Unión Obrera Comunista (mlm),
CONVOCA:
A las organizaciones comunistas y revolucionarias, a los dirigentes y activistas que de verdad representan los intereses del pueblo, a la juventud rebelde destacada como vanguardia del levantamiento popular, a desplegar una enérgica
CAMPAÑA POLÍTICA ANTIELECTORAL
Denunciando el carácter reaccionario del Estado burgués, terrateniente y proimperialista colombiano; el régimen mafioso que hoy tiene en sus manos el poder y la necesidad del nuevo Estado de los obreros y campesinos, con instituciones ejecutivas y legislativas al mismo tiempo, con funcionarios elegibles y removibles en cualquier momento y con salarios iguales al de un trabajador común.
Denunciando la farsa electoral, la mentira de la falsa y mutilada democracia burguesa, y aclarando la diferencia esencial entre esa caduca forma y la nueva forma democrática del poder popular, donde sean las masas armadas, mediante la democracia directa, quienes toman las decisiones y por encima de las cuales no existe poder alguno.
Denunciando los programas de los politiqueros, confrontándolos con el Programa Socialista y el Programa Inmediato para que las masas diferencien claramente y acojan los programas revolucionarios como banderas de su lucha en los próximos levantamientos populares.
Llamando a las organizaciones obreras, campesinas, indígenas y populares a no dejarse dividir por los politiqueros. Sus organizaciones deben ser para preparar la lucha contra los enemigos y sus recursos utilizarse en ese esfuerzo y no para financiar campañas políticas. En tal sentido, retomar la realización de las Asambleas Populares, la reactivación y fortalecimiento de las Primeras Líneas y la formación de las milicias populares, por encima de las divisiones artificiales en torno a votar o no votar, o a uno u otro candidato.
Realizando actos de agitación, propaganda y movilización con esos mismos propósitos.
Llamando al pueblo colombiano a agitar por todos los medios y por todas partes las consignas revolucionarias:
¡No votar! ¡Preparar el levantamiento popular!
¡Abajo el podrido Estado burgués y sus elecciones, viva el futuro Estado de obreros y campesinos!
¡Ni el Estado ni los politiqueros, solo el pueblo salva al pueblo!
Comité de Dirección – Unión Obrera Comunista (mlm)
Marzo 04 2022
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