Como
Mariátegui estableció; somos nación en formación como los demás países
de América Latina. ¿Tenemos conformación y desarrollo como el de China?
No. ¿Hemos llegado a formar nación como China? No. Más aún creemos que
es la revolución a través de la guerra popular la que va a vertebrar la
nación peruana. Además creemos que no debemos dar margen a la vieja
disputa sobre nacionalidades. SE expresan ideas nocivas que de tiempo en
tiempo vuelven, como en los 60 y 70 que hablan de nacionalidad quechua,
de nacionalidad aimara, ¿y los de la costa? ¿y los selvícolas? Eso no
sirve a la integridad de la nación, va contra la formación de la nación.
En
síntesis, tener en cuenta nuestra situación de nación en formación que
es la guerra popular la que va a estructurar la nación peruana que será
posible teniendo en cuenta esa base quechua, aimara, etc. Lo que
planteamos es ver nuestro propio país, aquí lo que existe es eso: un
país con un Estado en el cual una nación está gestándose y no podrá
hacerse sin esa base quechua y aimara.
8. CULMINAR LA
FORMACION DE LA NACION PERUANA UNIFICANDO REALMENTE EL PAIS PARA
DEFENDERLO DE TODA AGRESION IMPERIALISTA Y REACCIONARIA, SALVAGUARDANDO
LOS DERECHOS DE LAS MINORIAS.
¿Por
qué plantea así?, porque la nación peruana es una nación en formación y
esa formación nacional se está gestando en largos años, son centurias, y
no puede disgregársela en nación quechua, en nación aymara, o naciones
por decenas de silvícolas
(…)
Nación
en formación, lo que corresponde es culminar la formación de la nación
peruana, eso es o nos desintegramos, o no hay nación peruana en
concreto. Dice a su vez, unificando realmente el país, porque no está
unificado, solo nosotros podremos hacerlo, tanto culminar la formación
de la nación como unificar realmente el país. Dice además, para
defenderlo de toda agresión imperialista y reaccionaria, muy importante;
ahí está nuestro ‘anti patriotismo’. ¿Quién plantea así, quien habla de
nación peruana?, se la da ya por consagrada, por establecida, y de esa
manera están siguiendo a un fascista como Víctor Andrés Belaunde porque
él comenzó con esa cantaleta de que ya existe la nación peruana, en su
“famosa refutación” de los 7 Ensayos, refutación en sueños, una cascara
vacía nunca pudo refutar nada, cc. Tiene un profundo contenido y tiene
realidad. Reitero: somos nación en formación, el país no está unificado,
hay que unificarlo, ¿para qué?, para defenderlo, tenemos que
defenderlo, ¿por qué? va a ser agredido o está expuesto a agresiones en
diversos momentos, imperialistas o reaccionarios. Claro, este país es
uno de los más fácilmente divisibles, hay que cuidarse cc. porque pueden
aprovechar del desarrollo de la revolución, del hundimiento del viejo
Estado, de que no copemos todo el país para intentar dividirlo: Ecuador
coludido con Chile, Brasil con sus apetitos bastardos de salir al
Pacífico y Estados Unidos, el imperialismo, detrás buscando
utilizarlos.
Aquí
estamos expresando nosotros un auténtico sentido patriótico y eso no
puede menos que unir a quienes tienen sentido de patria, del suelo este
que eso es patria, patria no es sino el lugar de los padres de los
cuales hemos nacido, nada más quiere decir; es un patriotismo marxista
que no se contrapone – se complementa- con el internacionalismo
proletario. Los revisionistas, esos no entienden de patria ni de
nación, están soñando, y no han entendido lo que dice el
Manifiesto. Creo que esto va a ser ver el sentido que tenemos de nación,
su unificación del país de defensa de nuestra patria y hay elementos
que tienen ese espíritu nacional, de unificación del país, de
patriotismo, lo tienen pues camaradas eso sirve además a aglutinar.
Y
la parte final dice, salvaguardando los derechos de las minorías,
claro, porque así unificado la nación, unificando al país hay
diferencias minoritarias que deben ser salvaguardadas; nos demandan que
sea necesario satisfacer; por ejemplo, ¿vamos a prohibir la lengua
quechua, como vamos a hacerlo camaradas, vamos a prohibir la lengua
aymara o la multitud de lenguas silvícolas?, no podríamos camaradas, no
podríamos: a eso se refiere.
He ahí pues la manera cómo podemos ver el problema nacional, el problema de la nación peruana.
El I Congreso del PCP, en la Línea Militar, analiza
el proceso histórico de nuestro pueblo y demuestra que éste siempre ha
luchado, que "se ha acunado y avanzado en la violencia revolucionaria,
es en ella, en sus diversas formas y gradaciones, que nuestro pueblo
conquistó reivindicaciones, derechos y libertades, pues nada le cayó del
cielo ni le fue dado, `malgrado lo que digan los traidores' todo lo
conquistó en definitiva con violencia revolucionaria, en ardorosa
contienda contra la violencia reaccionaria; así se conquistaron las ocho
horas, así se conquistaron tierras y se retuvieron, así se arrancaron
derechos y se derrumbó tiranos. La violencia revolucionaria es, pues,
esencia misma de nuestro proceso histórico... es fácil entender que el
desarrollo y triunfo de la revolución peruana, de nuestra revolución
democrática, de la emancipación del pueblo y de la clase, será lograda
únicamente a través de la más grandiosa guerra revolucionaria de nuestro
pueblo, alzando en armas a la masa a través de la guerra popular".
Saca
la lección de que los hechos políticos y militares son los que han
definido los grandes cambios en el país, nos dice que primero se da el
hecho militar y después el cambio político. Así se reafirma en que la
guerra es la continuación de la política por otros medios. Nos enseña
cómo las masas de nuestro pueblo han luchado contra los explotadores,
así desde el siglo VII en que surge el Estado en el Perú, las masas han
combatido la opresión y explotación. Que el imperio incaico estableció
su dominación a través de guerras de conquista y se definió su
predominio en la batalla de Yahuarpampa contra los Chancas para luego
expandirse a través de guerras; éste fue un hecho político y militar.
La
conquista por la corona española fue otro hecho político y militar que
se impuso aplastando la resistencia de los indígenas y utilizando las
luchas internas dentro de los conquistados; sin embargo debe resaltarse
entre otras la lucha de Manco Inca que condujo una rebelión contra los
españoles.
La
imposición del Virreinato fue otro hecho político y militar que aplastó a
los propios conquistadores y para mantenerse tuvo que enfrentar grandes
levantamientos campesinos como el de Juan Santos Atahualpa; y en 1780
el poderoso movimiento de Túpac Amaru que llegó a levantar 100 mil
hombres y se extendió desde Cusco y Puno hasta Bolivia, y puso en grave
riesgo el dominio virreinal repercutiendo en Argentina, Colombia y
México y removió América; movimiento derrotado pero que removió y socavó
el Virreynato preparando así condiciones para la Emancipación; pero
recordar que Túpac Amaru fue un cacique para ver su carácter de clase.
La
Emancipación es otro hecho político y militar y tiene tres momentos:
primero, en el siglo XVIII levantamientos campesinos, Túpac Amaru por
ejemplo; segundo, levantamientos en ciudades, como la de Zela en Tacna y
las guerrillas, resaltándose las de Cangallo y Yauyos a más de muchas
otras; tercero, enfrentamiento de grandes ejércitos que rematan las
gestas libertarias con San Martín y Bolívar, definiéndose en la batalla
de Ayacucho de 1824. Comprender que si bien la Emancipación fue dirigida
por los criollos tuvo el mérito de romper con el dominio de la corona
española; que San Martín fue un gran estratega militar y Bolívar
demostró condiciones de estratega político y militar, ambos combatieron
por emancipar varios países de América sin buscar beneficio alguno,
mostrando que para servir a una gran causa hay que poner siempre por
delante el interés general y nunca el personal, y esto sin ser
comunistas.
En la
República seguían mandando los terratenientes pero enfrentando a sangre y
fuego grandes luchas campesinas, entre ellas la de Atusparia y Uscho
Pedro o la de Llaccolla en Ocros. Aquí tenemos el negro capítulo de la
guerra con Chile donde se enfrentaron ambos países movidos por los
intereses de los ingleses y de los franceses que buscaban nuestras
riquezas del guano y el salitre; guerra que frenó el incipiente
desarrollo capitalista del país y mostró el sucio papel de las clases
dominantes, parte de las cuales capitularon ante Chile; pero hay que
resaltar la heroica resistencia de las masas contra el invasor en
defensa del pueblo y la integridad territorial, resistencia que tuvo
especial fuerza en las serranías del Centro-Sur del país donde se
formaron las guerrillas; Cáceres, que era un militar terrateniente,
cumplió un papel importante en esa circunstancia.
La
guerra con Chile que se dió desde 1879 a 1883, llevó al hundimiento de
la economía peruana; para entrar recién en 1895 al comienzo del
capitalismo burocrático que inicia el desarrollo de la sociedad peruana
contemporánea. El siglo XIX nos va a dejar el pasar de ser colonia a ser
semicolonia y de ser feudal a ser semifeudal y comienza a desarrollarse
el capitalismo burocrático ligado al imperialismo yanqui que va a
desplazar a los ingleses. Surge el proletariado moderno y cambia los
términos de la lucha política.
De
todo este proceso histórico salen las siguientes lecciones: que el
pueblo siempre ha luchado, no es pacífico y aplica la violencia
revolucionaria con los medios que tiene a su alcance; que las luchas
campesinas son las que más han remecido los cimientos de la sociedad y
que éstas no han podido triunfar porque les faltó la dirección del
proletariado representado por el Partido Comunista; y que los hechos
políticos y militares definen los grandes cambios sociales.
Desde
la posición de la línea militar, el Perú contemporáneo tiene tres
momentos ligados a la aparición del proletariado que funda su Partido
para tomar el Poder a través de la violencia revolucionaria,
especificando su camino, lo que se sintetiza en el proceso de la línea
militar del Partido.
MPP
JULIO 2020
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