Italia. Este 25 de abril fue el “Día
de la Liberación”, fecha en que los trabajadores y el pueblo celebran la caída
del régimen fascista de Mussolini. En esta ocasión el confinamiento impidió las
grandes concentraciones de masas que caracterizan esta fecha, pero ello no imposibilitó
que el movimiento revolucionario y de los trabajadores expresara la vigencia de
su lucha, justamente en medio del estado de sitio impuesto por el gobierno.
Centros Sociales de trabajo comunitario y edificios sindicales han colocado
grandes pancartas reivindicando la lucha antifascista en tiempos del
coronavirus. Las exigencias actuales tienen que ver con el acceso universal a
la salud, especialmente de pruebas gratuitas de COVID19, respeto al trabajo, al
salario, al derecho a la salud y la vida de los trabajadores, entre otros.
Además la suspensión de rentas y cobros por servicios públicos como energía
eléctrica, agua potable, alcantarillado y recolección de basura. En Milán una manifestación
antifascista fue reprimida y al menos dos activistas arrestados. Días antes en
Turín, una manifestación contra el hambre y la escasez de alimentos fue
reprimida por la policía
Túnez. Se registró una manifestación
en el Distrito de Douz-Nord en contra de las condiciones en que se encuentran
los enfermos dentro de un centro de cuarentena en la Ciudad de Sousse. Este
lugar ha sido improvisado por el gobierno, que actuando de forma negligente ha
instalado el centro de cuarentena en una escuela, contrariando sus propias
declaraciones que aseguraban su instalación en un hotel de la gran burguesía.
El sistema de salud ha sido privatizado y ha colapsado, por ello no existen las
condiciones de infraestructura necesarias para atender la emergencia sanitaria.
Las masas se han tomado las calles en repudio, y el viejo estado ha respondido
con policías antimotines, disparando gases lacrimógenos contra la población. Un
vehículo de la policía fue incendiado por los manifestantes. Vehículos
terrestres no tripulados de la policía recorren las calles para forzar el
confinamiento.
Turquía. Dos activistas son detenidos
por el gobierno archi-reaccionario de Erdogan. Los integrantes del Partido Democrático
del Pueblo (HDP) fueron arrestados por distribuir alimentos entre la población
justamente cuando repartían paquetes con comida a personas de escasos recursos
económicos y en situación de calle, las cuales están resintiendo dramáticamente
la emergencia sanitaria y la crisis. Recordemos que el régimen reaccionario de
Erdogan ha decretado la guerra total contra cualquier expresión de organización
y lucha popular, y pareciera que ahora también contra cualquier expresión de
solidaridad hacia los más pobres. La emergencia sanitaria del COVID19 le viene
perfectamente para imponer sus políticas antipopulares y fascistoides.
Sudáfrica. En Puerto Elizabeth se
registran disturbios provocados por el hambre. El confinamiento obligatorio, la
falta de acceso a servicios de salud y la escasez de alimentos han llamado a la
gente a las calles. El gobierno reaccionario ha enviado más policías que
alimentos a las zonas populares. Un ejemplo de ello es que en una villa con más
de 2,500 habitantes solamente han llegado 70 paquetes con comida, mientras que
por sus calles patrullan convoyes policiacos, perfectamente armados con equipo
antidisturbios y en número ostensible.
México. Más de 190 organizaciones
democráticas y populares, así como instituciones y académicos se han pronunciado
contra las acciones del “nuevo gobierno” de la república respecto a la
imposición del llamado “Tren Maya”, el cual continúa sus obras pese a la emergencia
sanitaria. El comunicado señala que «Pareciera
ser que el gobierno federal se aprovecha de la actual coyuntura para avanzar,
sin el riesgo de oposición, en la continuación de un proyecto que ha sido
cuestionado por diversos sectores y cuya opacidad incluso ha generado la
emisión de una orden de suspensión por parte de un Juez Federal ante un amparo
presentado por comunidades de Calakmul y Candelaria». Los firmantes exigen
la cancelación de este megaproyecto contra el cual diversos movimientos
populares se han venido articulando cada vez más. Paralelamente en el Istmo de
Tehuantepec, la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo
(UCIZONI) demanda la suspensión de los trabajos de modernización y
rehabilitación de las vías férreas que contempla el “Tren Transistmico” (parte
del megaproyecto del Plan para el Desarrollo del Istmo) por no contar con la
documentación legalmente requerida. En ambos procesos, comunidades y pueblos
han organizado la defensa legal y la movilización en contra de estos
megaproyectos, los cuales asegura el “nuevo gobierno” que “continuarán como medidas para mitigar las consecuencias derivadas del
COVID19”.
Oaxaca,
México. En
medio de la Fase 3 por la epidemia del COVID19, el gobierno de terratenientes y
grandes burgueses en Oaxaca ha emitido un decreto donde se endurecen las
medidas de confinamiento contra la población, estableciendo arrestos de hasta
36 horas y multas contra aquellas personas que rompan el confinamiento o no lleven
cubrebocas por las calles. El gobierno de Oaxaca actúa con dureza contra el
pueblo trabajador y apapacha a las clases parasitarias, destinando fondos de
emergencia para compensar las pérdidas de sus ingresos por los cierres
parciales en sus comercios e industrias. Tras la privatización de la salud
pública el acceso a esta es limitado, prácticamente nulo en los 570 municipios
y las más de 12,622 localidades que existen en la entidad. Las vías de acceso
terrestre y marítimas son ineficientes, muchas de ellas improvisadas e
intransitables. Esto implica que además de no existir clínicas o centros de
salud en todas las comunidades tampoco lleguen personal médico, medicamentos,
ni alimentos a la población. Los pueblos han debido tomar sus propias medidas
de autocuidado a partir de sus propias experiencias y tradiciones de
organización y lucha. Muchas comunidades y poblaciones han conformado Comités de Sanidad en Higiene en Defensa del
Pueblo, los cuales están desarrollando acciones de sanitización,
censos de
riesgos a la salud para la detección temprana de pacientes sospechosos
de COVID19 y solidaridad alimenticia de manera independiente, sin contar
con
el respaldo del viejo estado ni de sus organismos contrainsurgentes. El
mensaje
de estos comités constituidos y dirigidos por el pueblo es contundente: ¡La
pandemia no cancela nuestra lucha!
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