Traducido por «Traductores e intérpretes al servicio del pueblo» desde el artículo de New Epoch titulado «AFRICA – Threat of Corona-virus shows the criminal face of imperialism« y publicado el 26 de marzo de 2020.
Después de que el virus del
SARS-CoV-2 (coronavirus) se propagara hacia Europa, los casos en países
africanos han aumentado y en la mayoría de los países ya existen casos
positivos confirmados. Según las cifras registradas el 25 de marzo,
estas mostraron que alrededor de 1.000 personas arrojaron resultados
positivos en al menos 40 países.
La propagación del virus hacia los países africanos llevó a que los
medios de comunicación burgueses e imperialistas reportaran sobre la
deficiente prestación de servicios de salud. Especialmente cínicos son
los «factores positivos» que han dicho de África en el curso del brote
del coronavirus. Los informes muestran que la «ventaja» de la población
es que sólo un 3% de los africanos son mayores de 65 años. En cuanto a
esta «ventaja», no significa que mueran menos personas, porque la edad
no es razón suficiente, sino que el mal estado de salubridad es lo que
hace más probable las muertes por el virus. En cambio, la población más
joven se debe, en primer lugar, a la mala situación de los países
africanos, que no pueden desarrollarse más a causa de la explotación y
opresión imperialista. Debido a la situación actual, la gente muere
antes, los sistemas de salud son cada vez más precarios, el acceso al
agua es malo y la nutrición es deficiente…
La segunda cínica «ventaja» es que los países africanos tendrían
«más experiencia» con respecto a epidemias y enfermedades. Eso no es una
«ventaja» como muestran, porque lo más importante para prevenir
epidemias y enfermedades, es un buen sistema de salud pública.
A causa de muchas enfermedades, el sistema de atención de salud es
casi inexistente y millones de personas mueren a causa de enfermedades
que podrían curarse fácilmente con los medicamentos adecuados. El mayor
problema es que los países africanos son utilizados por los
imperialistas para disponer de su mano de obra barata y recursos
naturales baratos, incluso el tratamiento médico está controlado por el
imperialismo y funciona en gran medida gracias a la «ayuda» de las ONG
(organización no gubernamental), lo que socava la autodeterminación y el
desarrollo del sistema de atención nacional de la salud.
Además, las medidas de «protección» que se aplican en los países
imperialistas son una burla en comparación a la realidad de muchos
países africanos, ya que millones de personas viven en barrios
marginales. En Sudáfrica viven oficialmente 14 millones de personas en
barrios marginales y en la ciudad keniana de Kibera, alrededor de
700.000. Una gran parte de la población africana no tiene acceso al
suministro de agua, por lo que no pueden lavarse las manos con
regularidad. Así como también la «seguridad» en el trabajo es absurda si
observamos en los derechos de los trabajadores. Es obvio que el «auge»
económico que se propagandiza no es el que traerá mejores condiciones a
la gente, pues son exactamente los países imperialistas y sus
organizaciones como la OMS (Organización Mundial de la Salud) y el FMI
(Fondo Monetario Internacional) los que profundizan la explotación,
dejando a la gente casi sin sistema de salud. Y no sólo eso; los
imperialistas están robando el equipo médico de los países africanos. En
Ghana sólo hay un médico cada 10.000 personas, mientras que hay más
médicos de Ghana en Gran Bretaña que en la misma Ghana. Lo mismo ocurre
en Francia: hay más médicos de Benín trabajando para ellos que en su
mismo país. Estos ejemplos podrían enumerarse por mucho tiempo. La gente
ve que los imperialistas no sólo viven a expensas de su propio pueblo,
sino en gran medida a expensas de los pueblos oprimidos. El imperialismo
conduce a ese mal servicio de salud, por no hablar de la corrupción que
surge a partir de la explotación de los países y los pueblos. También
el suministro médico está controlado por los países imperialistas, el
95% de todos los productos médicos de África son importados, lo que
significa que los países imperialistas utilizan especialmente las
epidemias para sus propios intereses, tanto políticos como económicos.
El último punto que demuestra lo que una pandemia de este tipo
significa para los pueblos de África, es el número de camas de cuidados
intensivos. Sudáfrica, que es elogiada como la «economía más fuerte» de
África, tiene alrededor de 1.000 camas de cuidados intensivos para 57
millones de personas, en comparación con Alemania que tiene 28.000 camas
de cuidados intensivos. Aún peor es la situación de Kenia, ya que para
50 millones de personas sólo hay 130 camas de cuidados intensivos. En
Italia, donde el sistema de salud se derrumba frente al virus (debido a
los anteriores recortes masivos en el sistema de salud), hay 41 médicos
para 10.000 personas y en África, en promedio, hay dos médicos para
10.000 personas.
Las epidemias como el coronavirus y otras enfermedades no están
afectando a todo el mundo «de la misma manera». Situaciones como estas
muestran las condiciones previas aún con mayor claridad, mostrando los
verdaderos intereses de los países imperialistas (especialmente Estados
Unidos y la Unión Europea), que hablan de «ayuda», pero lo que permanece
es la pobreza, la explotación y la opresión. La crisis del sistema
imperialista mundial que se profundiza con esta situación actual llevará
a más gente a luchar contra la opresión y la explotación, a luchar por
los intereses y derechos de los pueblos contra el imperialismo.
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