¡Proletarios de todos los países, uníos!
América Latina:
¡Desarrollar la creciente protesta popular todo en función de iniciar la guerra
popular bajo la dirección del Partido Comunista militarizado!
Toda América Latina está llena de
leña seca, que arderá pronto en una gran llamarada
“Así pues, si nos sujetamos al marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung [hoy, marxismo-leninismo-maoísmo] y a partir de él analizamos la realidad concreta de la revolución peruana tenemos que concluir que vivimos una situación revolucionaria en desarrollo y, en consecuencia, toda estrategia, táctica y acción políticas deben partir de tal reconocimiento, pues de otra manera erraremos gravemente. En síntesis, la lucha de clases en la actualidad y en su perspectiva, la contienda antagónica entre revolución y contrarrevolución, sólo puede ser vista certera y correctamente y aplicada con firmeza y decisión si se parte de reconocer la existencia de situación revolucionaria en desarrollo; es a partir de este reconocimiento que el proletariado y su Partido y los revolucionarios en el país pueden enjuiciar la actual situación política y establecer su táctica”.(Presidente Gonzalo doc.: Desarrollemos la Creciente Protesta Popular, 1979)
Expresamos nuestro saludo y solidaridad internacionalista proletaria al
proletariado y las masas del pueblo del Ecuador y del pueblo de Chile que con
sus heroicas jornadas de lucha y como parte de los pueblos de America Latina,
luchan por la defensa de sus derechos, libertades, conquistas y beneficios
alcanzados en dura lucha contra los explotadores y su aparato de represión el
viejo Estado, violencia organizada de grandes burgueses y terratenientes al
servicio del imperialismo, principalmente yanqui, están clamando por la
dirección del Partido Comunista militarizado para levantarse en poderosa
revolución de nueva democracia para barrer con guerra popular la vieja sociedad
de explotación y opresión y el viejo Estado que la mantiene y defiende. Para
culminada la revolución democrática pasar inmediata e ininterrumpidamente al
socialismo y proseguir con revoluciones culturales proletarias hasta llegar al
dorado comunismo.
Extendemos este saludo y solidaridad al proletariado y a las masas de
todos los pueblos de América Latina que con sus luchas están expresando la
necesidad de levantarse en poderosa rebelión bajo la dirección de su Partido
Comunista militarizado, Partido Comunista, marxista-leninista-maoísta, que
aplicando las contribuciones de validez universal del presidente gonzalo inicie
y desarrolle la guerra popular para barrer al imperialismo, la semifeudalidad y
el capitalismo burocrático que nos devoran y oprime, siguiendo el camino de
cercar las ciudades desde el campo y establecer el nuevo Poder.
Consideramos necesario partir de un breve análisis del desarrollo de la
situación revolucionaria en América Latina, que se expresa en las
movilizaciones, protestas y levantamientos de las masas populares, como los
últimos levantamientos de resistencia popular en Chile y en el Ecuador y ver
las particularidades de éstos últimos y de otros producidos en esta última
década con respecto a los anteriores, es decir de fines de los 80 del siglo
anterior hasta la primera década del presente, con el fin de sacar las
lecciones correspondientes y reafirmamos en la tarea pendiente del Partido
Comunista para iniciar la guerra popular.
Para abordarlo, es necesario partir de algunas consideraciones, como: La
crisis general del imperialismo, del imperialismo yanqui principalmente, por
ser el principal que nos domina, se descarga no solo sobre las espaldas del
propio proletariado de los Estados Unidos, sino en gran medida en nuestros
países por su condición semicolonial y semifeudal sobre la cual se desenvuelve
un capitalismo burocrático. Como señalara el Presidente Mao Tse Tung: El imperialismo esquilma más y más
a las naciones oprimidas las cuales se levantan en poderosas tormentas
revolucionarias debiendo ser dirigidas por sus partidos comunistas.
Desde finales de los años 80 y a
lo largo de los noventa del siglo pasado asistimos a la profundización de la
situación semicolonial de nuestros países con la aplicación del “consenso de
Washington”, su llamado “neoliberalismo” con “ “privatizaciones” y
“desregulación” acompañados de los “paquetazos”
de medidas económicas anti-populares.
Durante todos estos años, en forma desigual, en diferentes países del
continente como México, Venezuela, Ecuador, Argentina, Brasil, Bolivia, Chile,
Haití etc. de acuerdo al desarrollo de las condiciones objetivas y subjetivas
se desarrolla un fuerte movimiento de protesta y descontento de las masas
contra el viejo Estado, sus gobiernos reaccionarios, partidos legales e
instituciones, llegando en algunos casos con grandes levantamientos y oleadas
populares de resistencia por la defensa de derechos y conquistas alcanzados en
duras jornadas de lucha a lo largo del siglo pasado. Estos movimientos se
caracterizaron casi sin excepción por ser levantamientos citadinos espontáneos
a los que se plegaba el campesinado.
Por lo señalado anteriormente, vivimos una situación revolucionaria en
desarrollo desigual en el mundo y en América Latina, esta se viene expresando
con toda nitidez en la creciente protestas populares y los movimientos de las
masas, ¿que corresponde? Forjar una dirección revolucionaria como
condición subjetiva para la revolución,
el Partido Comunista marxista-leninista-maoísta militarizado, para destruir las
tres montañas que nos oprimen (el imperialismo, la semifeudalidad y el
capitalismo burocrático) con guerra popular.
Sin la dirección del proletariado a través de su Partido Comunista, la
lucha del campesinado por la tierra, problema principal de la revolución
democrática, en la mayoría de los casos no pasó los límites locales o
regionales. Estos movimientos no podían llevar al levantamiento del campesinado
como fuerza principal de la revolución para seguir el camino de cercar las
ciudades desde el campo. Como las masas son arena de contienda no sólo entre
revolución y contrarrevolución, sino también arena de contienda reaccionaria;
como no se aprovechó la movilización espontáneamente de las masas para
organizarlas científicamente bajo dirección del partido revolucionario, se
montaron sobre sus luchas toda clase de oportunistas y reaccionarios para servir
a los intereses del viejo Estado.
Pues, como siempre, los oportunistas y revisionistas de toda laya se
montaron sobre las justas protestas de las masas encolerizadas para desviarlas
con sus llamados al “diálogo” y a la “negociación” y a la “constituyente” para
una nueva reestructuración del viejo Estado en Chile, Ecuador, Bolivia, etc.
Con el servicio de estos traidores, los frutos de los movimientos populares
fueron capitalizados por una de las dos facciones de la gran burguesía
(compradora y burocrático) y grupos en que estas se dividen para dirimir sus
disputas y reestructurar el viejo Estado centralizando más el Poder en el
Ejecutivo para, entre otro, reprimir la revolución que está en gestación dando lugar a gobiernos fascistas-corporativos en algunos de estos
países, mientras en otros se mantuvo el régimen demo-burgués reaccionario
centralizando el Poder en el Presidente
o en el Ejecutivo (absolutismo
presidencialista o del Ejecutivo).
Así, en las dos décadas anteriores a la presente, que ya está
finalizando, caen una serie de gobiernos reaccionarios principalmente de la
facción compradora y los suceden otros de la misma facción y, en menos casos,
de la facción burocrática, en algunos casos
encabezados por el oportunismo. Estos gobiernos, pese a sus diferencias o
matices reeaccionarios, van aplicar sin excepción y bajo la supervisión del
Banco Mundial (BM) la parte complementaria de las “reformas estructurales
neoliberales”, la llamada “segunda ola de reformas” con las “ayudas no
retributivas”, que se aplican desde México pasando por Brasil hasta Argentina y
Chile, esto es, desde el sur del Río Grande hasta la Patagonia. Estas “ayudas”
de combate a la pobreza son para justificar el mayor saqueo de las riquezas
naturales, ampliar la base social de los regímenes y mantener a raya el
descontento popular mediante las llamadas “políticas re-distributivas”o de
“goteo hacia abajo”.
Los gobiernos de la facción
burocrática, tan lacaya del imperialismo como la compradora, presentaron la
redoblada explotación imperialista sobre nuestros países en Venezuela, Ecuador,
Argentina, Bolivia, etc: crecimiento de la inversión imperialista directa
(FDI), de la deuda externa (convertida en los 90 en “deuda soberana”) y el
saqueo de nuestras riquezas naturales, rebautizado como “neoextractivismo”, con
algunos matices de política económica, como una “política nacionalista”,
“anti-imperialista” y en algunos casos como el “Socialismo del siglo XXI”.
Estos, se pusieron al servicio del plan yanqui, de la superpotencia hegemónica
única, que llevó al crecimiento sin precedentes de la especulación financiera y
del endeudamiento mundial, de la exportación de capitales principalmente a
China y los países del Tercer Mundo como inversión extranjera directa a través
de sus filiales, del comercio de bienes intermedios y de commodities.
Incorporando todos estos países a la autoridad del Fondo Monetario
Internacional (FMI) y a la Organización Mundial del
Comercio (OMC), bajo hegemonía del imperialismo yanqui.
Pero, en los países de América Latina no solo se dio la mayor dominio y
sometimiento del imperialismo principalmente yanqui sobre todos ellos, sino que
estos países también se abrieron a la mayor penetración de las demás potencias
imperialistas como Alemania, España, Francia, Rusia, Japón, China
social-imperialista, etc. Agudizando la contienda inter-imperialista por estos
países. Y, como tenía que ser, sucedió una nueva crisis imperialista, la del
2007-2008, la peor del imperialismo, crisis del cual todavía no pueden salir,
están entrampados y el 2002 y 2020 esta se agudizara más, están ingresando a
una nueva crisis general de consecuencias imprevisibles. Con la crisis mundial
se acabó el boom de los precios de los commodities y se volvieron a incrementar
los índices de pobreza, desempleo, desnutrición con crecimiento de la
“desigualdad”.
El imperialismo, principalmente yanqui persiste en su infame objetivo de
ser superpotencia hegemónica única en el mundo, desenvuelve su plan dividiendo
al mundo en seis Comandos Militares, América Latina ha sido incorporada, una
parte, dentro del ámbito del Comando Norte que abarca hasta México, y otra
parte, desde la frontera sur de México hacia abajo a cargo del Comando Sur de
los EE.UU. Nuevo rol de los ejército latinoamericanos en las tareas internas de
represión, en la guerra contra el pueblo. Mayor intervención imperialista
yanqui contra nuestros países: en el Perú a partir de 1992 (“autogolpe de
Fujimori”), el imperialismo yanqui paso a dirigir directamente la guerra
contrarrevolucionaria con su llamada “guerra de baja intensidad” contra la
guerra popular; intervención militar en México (Plan Puebla-Panamá y plan
Mérida), en Colombia y países vecinos con el Plan Colombia; despliegue de su
sistema de bases militares en América del Sur que continúa hasta ahora, y
puesta en funcionamiento de la IV Flota de los EE.UU., para controlar desde
América Central, el Caribe y América del Sur. Agresión del imperialismo yanqui
contra Venezuela bajo la forma de “guerra de baja intensidad” desde enero de
2018 y que apunta contra el desarrollo de la revolución en Brasil. Estos son
algunos hechos que mencionamos por su implicación en el desarrollo de la
situación objetiva.
La profundización de la situación semicolonial de los países de América
Latina produjo una repercusión mayor y más larga de la crisis imperialista
mundial. A lo largo de la presente década, se fue agravando la situación de la
vieja sociedad en estos países, que durante las dos décadas anteriores había
vivido ilusionada por el espejismo de la “modernización”, por el remate de lo
que había acumulado el Estado en décadas y por los altos precios de las
materias primas o commodities en el mercado mundial, crecimiento cuyos
beneficiaron como siempre fueron un puñado de grandes burgueses nacionales y
extranjeros; pero pasado este “boom”, el verdadero desarrollo nacional quedó
ausente, todas estas sociedades “siguieron siendo tan atrasadas y desiguales
como antes” como se ha ventilado en las elecciones reaccionarias en Bolivia de
Morales-García. La sociedad semicolonial y semifeudal donde se desenvuelve un
capitalismo burocrático se mantuvo por la inercia (lo
viejo se niega a morir) y la fuerza de las armas.
Consecuencia, en esta década se expresa una mayor descomposición del
viejo Estado que la sostiene y defiende. Crisis políticas de los regímenes
reaccionarios, de ambas fracciones, incluyendo los encabezados por el
oportunismo. Regímenes aupados en el gobierno para administrar los viejos Estados
en condiciones de cierta bonanza fiscal (“goteo”) los que les permitió
manipular a las masas y aplicar corporativismo y clientelismo para contenerlas
usando los “programas sociales” como en el Brasil con el gobierno reaccionario
encabezado por Lula y el PT.
El agravamiento de la crisis general del imperialismo lleva a que los
gobiernos de la facción burocrática como el de Maduro en Venezuela, entren en
contradicción con el imperialismo, pues éste, para incrementar sus
superganancias ante la crisis tiene necesidad de “privatizar” los activos de
las grandes empresas estatales que se mantuvieron como tales y persigue una
mayor “apertura económica” de los países bajo gobiernos de la burocrática. Por
eso en estos países, la contienda entre las facciones reaccionarias por el
control del Ejecutivo se agudizó. Siempre bajo control del gran titiritero, el
imperialismo yanqui, y las fuerzas armadas reaccionaria como árbitros de la
situación.
En la segunda década del presente siglo que está por finalizar, conforme
avanza la crisis del capitalismo burocrático en América Latina regresan las
políticas de ajuste fiscal, con recorte de las pensiones de derechos y
beneficios, con empeoramiento del empleo y de los salarios, con la disminución
de las “ayudas” y subvencionan. Están de vuelta los “paquetazos” y la protesta
y la resistencia de las masas populares como su contraparte. La reacción atiza
la revolución.
Este período tiene de común, “solucionar sus crisis”
con “cambios de gobierno” o “cambio de caballos en el viejo Estado
terrateniente-burocrático”, todos, fieles representantes y al servicio del
imperialismo, principalmente yanqui. O como hemos visto recientemente en el
Ecuador, con salida reaccionaria por mantener al actual gobierno mediante el
“diálogo” con los llamados “movimientos sociales”, bajo dirección de
oportunistas, reformistas y revisionistas quienes y como siempre se
montaron para dividir y desmovilizar a las masas a cambio de dejar
sin efecto la medida más antipopular del “paquetazo”, el “gasolinazo” entre otros. No ha sido
resuelto los temas de derechos del pueblo, libertades, conquistas y beneficios
y reivindicaciones del proletariado y el pueblo del Ecuador porque estos
reaccionarios jamás lo resolverán.
Crisis de la vieja sociedad, crisis del capitalismo burocrático y crisis
del viejo Estado terrateniente-burocrático, que lo defiende y sostiene. Crisis
del parlamento y de todas las instituciones demo-burguesas. Sometimiento de los
otros poderes al Ejecutivo con el aval y sostén de las fuerzas armadas
reaccionarias y del aparato burocrático del Estado. Proceso de
reaccionarización del viejo Estado inevitablemente nos conduce al fascismo,
viene desde el siglo XX. Esto se da en calma? Jamás se dará en calma, se hace
en dura pugna entre las facciones y grupos de la gran burguesía. El Presidente
Gonzalo en el II Pleno dice; ver el nuevo fascismo, muy importante profundizar
el estudio y los fundamentos que existen en “comentarios acerca del golpe del
92” tanto en burguesía compradora como en la burguesía burocrática.
Círculo de fuego de la explotación y opresión de las tres montañas sobre
las masas de obreros, campesinos y pequeños burgueses y de la burguesía
nacional que enfrenta una mayor ruina. Masas, que luchan por conservar lo
ganado en dura lucha de clases y por no pauperizar más con la nueva crisis,
vaivenes que se repetirán cíclicamente en este sistema imperante y que solo la
invencible Guerra Popular podrá barrer. Resistencia de las masas contra de las
famosas “reformas y ajustes económicos y laborales” medidas de los gobiernos
reaccionarios que persiguen descargar la grave crisis de este caduco sistema de
explotación y opresión sobre las espaldas de las masas, tanto del campo y de la
ciudad, esta crisis agudiza la
contradicción masas populares-gobierno reaccionario. Expresión de la
agudización de las contradicciones de la vieja sociedad: masas-feudalidad,
pueblo-capitalismo burocrático y nación-imperialismo.
Agudización de todas las contradicciones. Nuevo período de ascenso de
los movimientos y luchas de las masas populares, que en esta década va
mostrando un carácter distintivo de todos los ciclos anteriores de las oleadas de protestas populares como parte
de la nueva gran ola de la Revolución Proletaria Mundial. Carácter distintivo,
que muestra la maduración de las condiciones subjetivas de la revolución, el
heroico combatiente que ha de dirigir la revolución está entrando en escena. El
camino abierto con el inicio de la guerra popular en el Perú el 17 de mayo de
1980, mostrando la plena vigencia y poderío del maoísmo como nueva, tercera y
superior etapa del marxismo, y la universalidad e invencibilidad de la guerra
popular, es antorcha que ilumina el camino a seguir por el proletariado
internacional y pueblos y naciones oprimidas de América Latina y del mundo. Los
Partidos Comunistas y Organizaciones Revolucionarias de América Latina
enarbolan, defienden y aplican el marxismo-leninismo-maoísmo a las condiciones
concretas de cada uno de sus países con los aportes de validez universal del Presidente
Gonzalo.
El carácter distintivo de las protestas y levantamientos populares se ha
podido establecer en las grandes protestas de las masas en 2013-2014 que
empujaron la bancarrota de la administración del viejo Estado brasileño por el
PT hasta las protestas de la actualidad pasando por el boicot masivo del año
pasado para las elecciones de recambio de autoridades del viejo Estado
brasileño. Todo este proceso de creciente protesta popular espontáneo va siendo
impulsado y dirigido por el factor consciente que se va fundiendo con él.
Resultado a la vista, es que el proletariado y el pueblo se va dotando de la
dirección del partido revolucionario, del Partido Comunista. La revolución, el
camino democrático, desenvuelve una creciente protesta popular y se orienta al
desborde en función de iniciar la Guerra Popular siguiendo el camino de cercar
las ciudades desde el campo. Guerra Popular hasta el comunismo.
En pocos días las masas de Ecuador y Chile han irrumpido como un
verdadero tifón, sacudiendo todo el viejo orden de opresión, se enfrentó y aun
combaten y resisten con heroísmo a las hordas de la reacción. Los maoístas en
estos países se están lanzando audazmente al combate popular en las primeras
filas, bregando por dirigir la acción de las masas en lucha, educándolas en la
violencia revolucionaria y en la lucha irreconciliable contra el oportunismo,
conquistando importantes victorias para la clase y el pueblo, desarrollando la
creciente protesta popular, impulsando la revolución de nueva democracia y el
proceso de reconstitución o constitución de los partidos comunistas
militarizados y la preparación del inicio de más y más guerras populares hasta
conquistar el poder para el proletariado y el pueblo, de forma ininterrumpida
llegar al socialismo y a través de gran revolución cultural proletaria alcanzar
la meta dorada de la humanidad, el comunismo
En Chile, el gobierno archireacionário de Pinẽra declaro el toque de
queda, la primera vez desde el fascista de Pinochet, y declaro abiertamente que
era una guerra contra el pueblo. Ante al terror reaccionario las masas no se
detienen ni por un minuto, están atropellando las viejas direcciones
oportunistas e incendiando todo el viejo orden de opresión.
En el Ecuador, a diferencia de los levantamientos populares de los 90 y
de la primera década del presente siglo, este último que ha durado más de 12
días y que ha terminado como los anteriores, bajo la dirección de los
oportunistas y reformistas, con la capitulación, estos han vendido la rebelión
de las masas por un plato de lentejas, es decir aceptando las medidas
reaccionarias contra el salario, la terceriarización, recortes de derechos y
otras a cambio de dejar sin efecto las alzas de la gasolina, también tiene ese
carácter distintivo como el señalado para el caso del Brasil, es decir, los
comunistas en contra de las direcciones oportunistas que se montaron sobre la
justa lucha de las masas han pugnado por dirigir y aplicado el educar a las
masas en la violencia revolucionaria y la lucha a muerte contra el revisionismo.
En la lucha por la dirección del amplio levantamiento popular, los
comunistas tanto de Ecuador y de Chile combaten, politizan y movilizan con
decisión y aplicando la justa y correcta línea proletaria en favor del
campesinado principalmente pobre de las regiones. Estos, por el correcto estilo
de trabajo de los revolucionarios ha dado un importante salto y avance, ligado
al proletariado representado por el Partido Comunista, forjando así la alianza
obrero-campesina en los hechos y fue allí donde el levantamiento popular mostró
su carácter más combativo y avanzado.
Los comunistas en el Ecuador y en Chile, que bregan por la
reconstitución del Partido en dura lucha de clases y pugnando por dirigir a las
masas en el curso mismo de las acciones, están ganando poderosos vínculos con
las masas movilizadas y mejorando las condiciones para el desarrollo de los
instrumentos de la revolución, principalmente del Partido de nuevo tipo, un
Partido Comunista militarizado. Aquí también, la revolución, el camino democrático,
teniendo como eje el proletariado bajo la dirección de su Partido, avanza en su
reconstitución, marcha a desarrollar la creciente protesta popular, vivimos una
situación revolucionaria en desarrollo desigual y el avance de la revolución,
del camino democrático es parte de la Nueva Gran Ola de la Revolución
Proletaria Mundial comandada por el maoísmo.
En este nuevo período de ascenso del movimiento popular de liberación y
que se abre paso a grandes movilizaciones populares en junio de 2013-14 en
Brasil contra el gobierno oportunista del PT, en Ecuador con las iniciadas el
2014-15 contra el gobierno de Correa y su continuación contra el actual
gobierno de Moreno, los de México en los últimos años y las más recientes en
Chile, tienen una característica que lo diferencias de todos los anteriores y
ésta es la maduración de las condiciones subjetivas de la revolución. Es decir,
que en algunos casos, el desarrollo del camino democrático opuesto al camino
burocrático de los grandes burgueses y terratenientes desenvuelve la creciente
protesta popular y se orienta al desborde en función de iniciar la guerra
popular y desarrollarla hasta el comunismo, para unirse con las guerras
populares ya iniciadas como en el Perú, La India, las Filipinas, Turquía. Siguiendo
al Presidente Mao Tse Tung decimos: Toda
América Latina está llena de leña seca, que arderá pronto en una gran llamarada.
La cuestión que nos plantea esta situación es la
de desarrollar como tarea de choque la tarea de la culminación de la reconstitución
del Partido Comunista, de acuerdo a las condiciones específicas de cada país,
para desarrollar la revolución, el camino democrático, cuyo eje es el
proletariado bajo la dirección de su Partido Comunista militarizado para apuntar al desborde popular, esto
es, al desarrollo de la lucha de masas que vaya más allá de lo que permite el
ordenamiento estatal reaccionario; todo en función de iniciar la guerra
popular, que siguiendo el camino de cercar las ciudades desde el campo destruya
el viejo orden y construya el nuevo Poder, la dictadura conjunta de las clases
revolucionarias bajo la dirección del Partido Comunista militarizado, con
comités populares y las bases de apoyo revolucionarias destruyendo parte por
parte el viejo Estado terrateniente-burocrático a fin de conquistar el Poder en
todo el país y establecer la República Popular en cada uno de nuestros países y
pasar sin interrupción alguna a desarrollar la revolución socialista bajo la
dictadura del proletariado y con sucesivas revoluciones culturales proletarias
llegar a nuestra meta, el comunismo.
¡Enarbolar, defender y aplicar el
marxismo-leninismo-maoísmo principalmente el maoísmo!
¡Poner el maoísmo como mando y guía de la Revolución Proletaria Mundial!
¡Constituir o reconstituir Partidos Comunistas
marxistas-leninistas-maoístas militarizados!
¡Viva el marxismo-leninismo-maoísmo con los aportes de validez universal
del Presidente Gonzalo!
¡Abajo la guerra imperialista!
¡Viva la invencibilidad de la Guerra Popular!
¡Combatir el imperialismo, el revisionismo y la reacción indesligable e
implacablemente!
¡Honor y gloria a los héroes del pueblo de América Latina!
Partido Comunista del Brasil (Fracción Roja)
Partido Comunista del Perú
Partido Comunista de Ecuador - Sol Rojo
Fracción Roja del Partido Comunista de Chile
Partido Comunista del Colombia -(Fracción Roja)
Núcleo Revolucionario por la Reconstitución del Partido Comunista de
México
Comité Bandera Roja – Alemania
Comités para la Fundación del Partido Comunista (Maoísta) de Austria
Octubre de 2019
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