El diario
Público, la manada y el feminismo radical P/B.
Miguel
Alonso.
Que
el diario Público, del Estado español, es el altavoz del feminismo radical
pequeño-burgués y sus tesis, es evidente para cualquier lectora o lector que haga
un simple análisis de sus artículos.
El
vergonzoso tratamiento de favor, por unos jueces reaccionarios del viejo Estado,
de los violadores del llamado caso de “la manada” y que ha provocado un justo y
amplio rechazo social, es aprovechado por este diario, dizque progresista, para
promover por medio de decenas de artículos o seleccionadas opiniones, el discurso,
fundamental para la tesis de la “guerra de sexos”, de que “todos los hombres
son violadores en potencia”.
Este
argumento, repito, central en el feminismo radical de la pequeña-burguesía,
tiene el mismo rigor científico y carácter reaccionario que el que sostienen su
álter ego, los machistas, como los de la manada, cuando afirman que “todas las
mujeres son putas.”
Veamos
como ese feminismo reaccionario, que gusta cabalgar sobre las espaldas de las
justas demandas de las mujeres para una plena igualdad, ignora o simplemente
obvia que vivimos en un sistema económico injusto para hombres y mujeres que se
llama capitalismo en su fase imperialista y que cuando habla de “empoderamiento”
de las mujeres oculta cínicamente que dicho “poder” en la sociedad actual, solo
significa puestos de responsabilidad en la explotación del resto de la sociedad,
de las clases populares (mujeres y hombres) por la minoría burguesa.
¡Pero,
señoras feministas, si eso hace siglos que ya existe!
Desde
Isabel I de Inglaterra o Catalina de Rusia a en la actualidad Ángela Merkel en
Alemania, las mujeres de las clases dominantes, feudales o capitalistas, no han
dejado de ostentar “poder” para oprimir al pueblo.
Y
desde la colina del pueblo, han sido las mujeres trabajadoras con sus luchas
sindicales y sociales, las que han desbaratado o limitado el poder de los
explotadores en franca lucha de clases y no las sesudas mentes del feminismo burgués
y sus micro-cosmos post-modernos.
Los
roles sociales son históricamente determinados por los modos de producción y
modelos de sociedad, siendo esta la contradicción principal que define todas
las demás, que solo serán cabalmente resueltas por medio de una revolución que
elimine el sistema de explotación y opresión en el que vivimos.
Pero volvamos al Público y sus artículos, un ejemplo del pasado domingo, de este discurso del feminismo radical P/B es el articulo “Millones de agresores” de la periodista Cristina Fallarás.
Pero volvamos al Público y sus artículos, un ejemplo del pasado domingo, de este discurso del feminismo radical P/B es el articulo “Millones de agresores” de la periodista Cristina Fallarás.
Luego
de referirse a una encuesta en twitter en la que se afirma que en dos semanas más
de 2 millones de mujeres denunciaron diversas agresiones machistas afirma:
La narración
es masculina. No está, todas las narraciones: El relato de la Historia es
masculino, las religiones son masculinas, la historia de la Literatura es
masculina, los medios de comunicación son masculinos, la educación es
masculina, la teoría y los movimientos políticos son masculinos, la elaboración
legal es masculina, el desarrollo médico, científico, etc es masculino… Ojo,
que me he cuidado muy mucho de poner “machista” en cada uno de los lugares
donde pone “masculino”. Les dejo a ustedes la tarea.
Una
evidencia que parece de Perogrullo y es esencial: Los más de dos millones de
mujeres que narraron en la red tuiter, o sea en público, las agresiones
sexuales sufridas –insisto, en sólo dos semanas– no lo hicieron en otro lugar.
Queda claro que su silencio no se debía a un supuesto pudor, sino a que no
tenían dónde hacerlo. Iría más allá y hablaría de prohibición, pero vamos a
dejarlo en que el relato masculino al que me he referido antes se obstina en
perpetuarse. O sea, directores, presidentes, consejeros de administración,
rectores, magistrados, teóricos y todos, los etcéteras macho que se les ocurran.
No
pretendo cuestionar las denuncias, mas si llamar la atención sobre algo implícito
en el discurso feminista radical P/B, la
infantilización de las relaciones sexuales entre adultos, como parte de una
eterna y deseada adolescencia en las sociedades burguesas desarrolladas y su síndrome
de Peter Pan. Una sociedad atomizada, individualista y plagada de miedos al
otro.
Sí,
porque parece, según ese discurso, que todas las mujeres son niñas adolescentes,
que no saben responder a cualquier insulto o tocamiento indeseado.
Las
mujeres de las clases populares que han visto la explotación desde niñas, no tienen
tanto problema para responder de forma contundente a estas situaciones. Ahora
bien, si nos referimos a mujeres criadas según los cánones “ hipócrita correctos”
de la P/B y su moralina puritana, puede ser que si tengan un problema para
integrarse en el mundo real de la sociedad capitalista y sus valores “reales”, muy
distintos de los que les enseñaron en su burbuja acríticamente correcta.
Otro
ejemplo más de sutil de manipulación de la historia, también del domingo en el
Público, lo tenemos en la entrevista a Nathalie
Baye que afirma: "Entre hombres y
mujeres hay una guerra no escrita"
La
prestigiosa actriz rinde homenaje a esta generación de mujeres en la película
‘Las guardianas’, del director Xavier Beauvois. Adaptación de la novela de
Ernest Pérochon, el filme retrata un momento esencial en la historia del empoderamiento
femenino.
Relata
el film como, en plena 1ª Guerra Imperialista Mundial, las mujeres francesas tuvieron
que asumir la responsabilidad en todas las ramas de la producción capitalista hasta
que al final del sangriento conflicto, cuando volvieron los hombres,
trabajadores y campesinos, tuvieron que cederles sus puestos en la industria y
en las granjas.
En
la entrevista se afirman cosas como las siguientes:
“Estas
mujeres fueron las primeras revolucionarias y gracias a
ellas se puede seguir viviendo hoy. Fueron pioneras y yo siento un gran orgullo
porque hayan confiado en mí para contar la historia de estas mujeres en esa
época —dice Baye—. Entrar en una historia como ésta es realmente una magnífica
manera de llevar nuestros testimonios de admiración por esa generación de
mujeres”.
Veamos,
que alguien en Francia, olvide a las heroicas mujeres de La Commune, no es
casual, señala cabalmente en qué lado se sitúa, pero si a esto, le añadimos que
no habla de las otras mujeres que en Rusia, también en 1917, si cambiaron la historia de las mujeres y
del mundo, resulta aun más evidente el carácter contra-revolucionario y reaccionario
que rezuman sus afirmaciones.
Espero que este artículo sirva para reflexionar sobre
estas cuestiones de la lucha ideológica y haya dado en el blanco para desmontar
o poner en evidencia las falacias reaccionarias que oculta el discurso seudo
radical feminista del diario Público y otros medios afines
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