AVANCE DE LA REVISTA SOL ROJO No. 49:
CATALUNYA (Y ESPAÑA) ANTE EL COVID-19
“Las repetidas epidemias de cólera, tifus, viruela y otras enfermedades mostraron al burgués británico la urgente necesidad de proceder al saneamiento de sus ciudades, para no ser, él y su familia, víctimas de esas epidemias... Se han hecho obras de canalización o se ha mejorado las ya existentes; anchas avenidas cruzan ahora muchos de los barrios más sórdidos; ha desaparecido la "Pequeña Irlanda".... Pero, ¿qué puede importar todo esto? Distritos enteros que en 1844 yo hubiera podido describir en una forma casi idílica, ahora,con el crecimiento de las ciudades, se encuentran en el mismo estado de decadencia, abandono y miseria. Llueven las disposiciones policíacas como si salieran de una cornucopia, pero lo único que pueden hacer es aislar la miseria de los obreros; no pueden acabar con ella.”
(Federico Engels. La Situación de la Clase Obrera en Inglaterra, 1845)
“El virus es el capitalismo”(Una pintada en una pared en Barcelona)
Introducción
El golpe ha sido brutal. Nada volverá a ser lo que fue. La experiencia del covid-19 y los confinamientos marcan un antes y después en la lucha de clases en España. Si el golpe de Estado del 23-F apuntaló la “transición” española; la gestión de la epidemia del COVID-19 es un antes y un después en la lucha de clases dentro del Estado español.
El confinamiento aplicado por el gobierno de España, gobierno de los “progresistas” PSOE-Podemos, con la excusa de la salud y de salvar vidas, no ha sido otra cosa que la imposición de un estado de excepción de más de dos meses donde sólo se ha permitido salir de casa en casos excepcionales, como trabajar en servicios esenciales (sanitarios, transportistas, trabajadores de la rama de alimentación, etc.) o para ir a comprar comida al supermercado más cercano de la vivienda donde se estaba empadronado etc.
Millones de personas hemos estado bajo arresto domiciliario más de dos meses. ¿Cómo ha sido posible este arresto de la mayor parte de la población? Pues creando un clima de terror injustificado entre la población; campaña de terror que todavía continúa y que apunta a principalmente a los barrios obreros. Todavía hoy, sin que se produzca un número de fallecimientos significativos como puede consultar en el gráfico, sin ingresos hospitalarios significativos, los medios de comunicación no dejan de dar datos de positivos en PCR en bruto y como si fueran casos de COVID y no simplemente de positivos en una prueba.
Sin prácticamente fallecidos, sin ingresos hospitalarios, se siguen tomando medidas extraordinarias en todo el Estado. En Madrid, el gobierno de esta Comunidad, en manos de la derecha, ha decidido hacer pruebas de forma indiscriminada a la población que vive en los barrios obreros de Madrid (Carabanchel, Usera, Puente de Vallecas, Villaverde, etc.), cuantas más pruebas hay más positivos. Cuantos más positivos más alarma crean los medios de comunicación con el resultado de más prohibiciones y más policía nacional o municipal persiguiendo a la juventud obrera a la que acosa, pues según los expertos es la culpable de la situación de “emergencia” actual.
Sin embargo, los datos relativos, no los que dan los medios de comunicación, no son en absoluto preocupantes. Según los datos de la Comunidad de Madrid los positivos en las pruebas PCR son sólo del 2,8%; de estos positivos en la prueba de PCR más del 80% son personas sanas. Sin embargo la alarma social, el anuncio de miles de positivos ha justificado la ocupación de los barrios obreros por las fuerzas represivas del Estado reaccionario y el miedo inculcado entre la clase obrera ha provocado que desde marzo miles de vecinos denuncien a otros vecinos por saltarse las leyes de excepción.
En Euskadi, el gobierno vasco decretó el 17 de agosto, con un fallecido por COVID en siete días, el Estado de emergencia que supone imponer limitaciones de movilidad y de acceso a determinadas zona y la vuelta a los confinamientos.
El 25 de agosto Pedro Sánchez,
Presidente del gobierno de España (PSOE-Podemos), ofreció su apoyo a
las comunidades que pidan el Estado de Alarma, es decir la vuelta a los
confinamientos. Además de ofrecer 2.000 militares como rastreadores
para detectar contagios, como lo presentó el presidente del gobierno; o
para entrenar a 2.000 soldados en labores de control y seguimiento,
como también puede entenderse esta medida.
Según los datos de sanidad desde el 10 mayo hasta la
actualidad fallecen de COVID unas 8 personas diariamente víctimas de la
llamada “segunda ola” del COVID, de las cuales 5 siguen siendo personas
mayores de ochenta años. Si tomamos las estadísticas del INE (*1) de
2018 se produce una media de 10 suicidios diarios y se producen unas
1100 muertes cada día por todas las causas. Estos son los datos del
COVID en la actualidad. Mientras que el gobierno central, los
autonómicos, los locales más la prensa anuncian la llegada de una
catástrofe sanitaria.
Lo que ha puesto en evidencia la crisis sanitaria es la profunda crisis del imperialismo español: económica, política, social y moral.
10 mayo – 3 de septiembre; fallecidos en la “segunda ola” de COVID-19
Número de fallecidos por covid diariamente desde marzo hasta el 2 de septiembre. Ministerio de Sanidad
El confinamiento tiene sus consecuencias
Se habló de poner la vida por encima de la economía pero poco se habló de la gente que vive de la venta ambulante, los manteros, los chatarreros, de los feriantes, de los trabajadores informales, servicio doméstico, etc., de los miles de obreros y trabajadores que se quedaban sin ninguna fuente de ingresos.
El gobierno “izquierdista” nunca ha presentado los informes científicos que justificaran el estado de sitio, ni ha aportado ningún informe sobre costes y beneficios, muertes provocadas y vidas salvadas, de un estado de sitio “sanitario” impuesto con un despliegue policial y represión nunca visto por las generaciones obreras más jóvenes.
Policía pide explicaciones por pasear un perro durante el confinamiento
Consecuencias generales
Aparte de las trágicas consecuencias económicas en forma de aumento del hambre y de la pobreza entre cada vez mayores porcentajes de la población española (*2), paro, cierre temporal o no de todo tipo de empresas que se intentó subsanar con ayudas estatales (que llegaron tarde y mal, o no llegaron a muchos sectores) que se tienen que añadir a la ya abultada deuda española (y que vamos a pagar entre todos) (*3), hay multitud de efectos colaterales que han afectado y van a afectar a la población. (Ver también *19)
La OMS ha alertado ya del aumento de enfermedades mentales por el duro confinamiento (*4). La obesidad se ha multiplicado en los confinamientos. También se ha hablado del deterioro físico y funcional por la falta de ejercicio; el aumento de los enfrentamientos familiares por el efecto "gran hermano" (*5); de la pérdida de un preciado tiempo para niños y estudiantes, del aislamiento de la gente mayor; del daño emocional por no haber podido despedir adecuadamente a los seres queridos; de la desconfianza hacia el vecino; cierre total de bibliotecas, centros culturales y centros cívicos; mayor discriminación y explotación de la mujer trabajadora, mayor violencia domestica que ya está aumentando; etc. etc.
Cola esperando comida a las puertas de una ONG
Algunas medidas han llegado para quedarse: el cierre de
oficinas bancarias y de grandes empresas de servicios; la cita previa y
el aislamiento de la administración; el cambio en los hospitales y
centros de atención primaria; el aumento del tele-trabajo.
Los ERTE’s
Es necesario explicar brevemente qué es un ERTE, ya que hablaremos de ellos a lo largo del texto en varias ocasiones.
El 14 de marzo con el inicio del estado de excepción (alarma) e inmediatamente comienza el cierre de empresas y el aumento acelerado de las listas del paro. El gobierno pondrá en marcha los expedientes de regulación de empleo, los llamados ERTE,s, que son la comunicación de la extinción colectiva de contratos de trabajo motivados por el estado de excepción declarado por el gobierno y apoyado por todo el parlamento y patronales. Los ERTE implicaban que los trabajadores seguían dados de alta en la Seguridad Social, manteniendo por tanto su afiliación, y el Estado a través del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) asumía el pago del salario (un 70% del sueldo cobrado antes del ERTE).
No todos los confinamientos son iguales
No es igual vivir en el campo o en la ciudad; en una casa que en un piso; en una lujosa torre con piscina y jardín o una familia entera realquilada en una habitación o en un piso sobresaturado; tener ordenador con acceso a internet, libros o muchos canales de televisión. Hay muchísima diferencia entre los confinamientos. Diferencias sociales brutales. Este confinamiento se ha hecho a medida de la burguesía, de esa clase social que vive en hogares como el de Pablo Iglesias e Irene Montero (Podemos). Un chalet de 268 m2 sobre una parcela de 2.000 m2 que costó 600.000 euros situado en una de las zonas más caras de Madrid.
Los casos más notables del desastre económico que ha supuesto el confinamiento para la gente más desfavorecida son los de la inmigración irregular, los centenares de miles de personas que viven en España (*7) sin permiso de trabajo y residencia no han tenido acceso a ERTEs y otras ayudas. Manteros, chatarreros, empleadas de hogar, trabajadores irregulares sin contrato, ... han tenido que sobrevivir solo con ayudas de paisanos, entidades sociales y voluntarios, que han sido sobrepasados por la realidad (a menudo sin ayudas, más bien obstáculos de los ayuntamientos) repartiendo comida, mascarillas gratuitas,... Es icónico el video de la cola kilométrica en la plaza de Catalunya de Barcelona para acceder al desayuno que daba la cercana parroquia de Santa Ana. Además, este sector, la emigración, ha sido el blanco preferido de la represión de una policía fuertemente racista.
La sanidad y la crisis moral
Esta crisis ha puesto a las claras, para el que lo quiera ver, cuáles son las prioridades de la sociedad en la que vivimos: la anunciada caída de internet por la sobrecarga de usuarios no se producía, la sanidad pública colapsaba y miles de personas mayores morían sin atención médica en sus casas o en centros de mayores.
Personas mayores víctimas del colapso de la sanidad pública y de los criterios de rentabilidad en la gestión de la pandemia. Se calcula que las personas mayores fallecidas en centros de mayores son el 69% (*6) de las personas fallecidas por COVID-19 en toda España. Desde marzo hasta la actualidad han fallecido unos 30.000 pensionistas. Todo un ahorro para el Estado que ya tiene dinero para dedicarlo a dar ayudas de miseria a los más necesitados como el Salario Mínimo Vital.
Allá por el 2008, la sanidad pública española era considerada como excelente y una de las mejores del mundo. Con la crisis económica comenzaron los "recortes" y las privatizaciones. Fue Catalunya con Artur Mas de Convergencia i Unió el que inició el ataque a la sanidad catalana. Inmediatamente, el ejemplo fue seguido por el Partido Popular en Madrid y, luego, en otros sitios del Estado. (*7)
La ley de Dependencia, que se proponía:
"...atender a las personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para realizar actividades básicas de la vida diaria..." (*8)
Fue degradada a unos servicios a las personas mayores externalizados y subcontratados, en las peores condiciones laborales y económicas para los trabajadores de este campo. Y complementado con empleadas de hogar, mayormente mujeres emigrantes sin contratos, sin derechos y con sueldos bajísimos.
Algo así sucedió con las residencias de "gente mayor" que, en buena parte han acabado gestionadas por los llamados fondos buitres que han especulado con las viviendas expropiadas por los bancos al no poder pagar las hipotecas. Capitalismo salvaje, puro y duro. Falta de medios, personal en condiciones precarias y mal pagado, estructura sanitaria diversa y confusa, han creado la mayor masacre. (*9) (*10)
Entonces, la pandemia se encontró con una sanidad rota, diezmada y ya saturada. Sin entrar en los esfuerzos y el trabajo digno de muchos de sus profesionales, las salidas al problema han sido:
A.- Negar la atención y la sanidad
universal a las personas mayores y ya con antecedentes graves. Esto que
fue una decisión política en Madrid y disfrazado de "razones médicas"
en Catalunya, fue una de las graves causas de la masacre de las
residencias de gente mayor, las cuales sin medios asistenciales (por
los motivos dichos antes) llamaban a ambulancias para el traslado al
hospital, ambulancias que nunca llegaron. Esto pasó también a gente
mayor que llegó desde su casa al hospital y solo se le concedió los
cuidados paliativos y el morir sin poder ver a sus familiares y amigos.
(*11) (*12)
La polémica ha sido internacional. Ver las declaraciones
de la dirigente de la Unión Europea, Cristian Lagarde (cuando estaba
en el Fondo Monetario Internacional) o de Trump y los suyos durante la
pandemia (*13)
B.-Recomendando la atención (muy mala) por teléfono y que no se movieran de casa, sin ofrecer nada a cambio. (*14)
C.- Los que iban a los hospitales, se
encontraban totalmente solos, sin familiares ni nadie que les ayudara.
La comida se dejaba en el exterior. El personal sanitario apenas
atendía las llamadas y, desde fuera de la habitación preguntaba. Si
tenían que entrar, primero se ponían los trajes de buzo. (*14)
¡Solos, avisando cuando no oían al vecino de cama y,
luego, viendo como se lo llevaban muerto! Así estuvieron muchos que
fueron por otras enfermedades. Primero no tenían Covid y a las pocas
semanas ya lo tenían. (*14)
D.- A posteriori, blindar los hospitales y centros de atención primaria. Con cita previa y con todas las precauciones, te encuentras un hospital vacío. Allí donde se sacaban centenares de muestras de sangre, ahora solo son unas pocas con limpieza aséptica después de cada extracción.
En los centros primarios sólo existe el Covid-19. Si vienes por otra cosa, ¡como todos pueden tener el virus, al haber muchos asintomáticos!, te harán el PCR, te envían a casa (cuarentena mientras no sepas el resultado) y no te atienden de tu problema. No hay más enfermedad que el covid-19. (*14)
En todo caso sobreprotección de hospitales y personal que trabaja en ellos, como sucede con los funcionarios. La población queda en un muy lejano segundo término.
2.- Proteger a sus funcionarios
La sobreprotección de sus mercenarios: Ésta ha sido una de las políticas claves del Estado Español. Muchos funcionarios han sido enviados durante meses a sus casas para no hacer nada, durante el confinamiento y luego mientras se adaptaban las instalaciones a las nuevas normas de distancia social. Otros funcionarios como los dedicados a las labores de limpieza urbana, mantenimiento de carreteras, etc. han trabajado sin ninguna protección y en las condiciones laborales más bochornosas.
La “aristocracia” del funcionariado se refugiaba en casa mientras que trabajaban en sus centros de trabajo los obreros y trabajadores de los servicios considerados esenciales (alimentación, sanidad y su distribución, etc.) y más tarde la mayor parte de los trabajadores, se alargaban los plazos de los trámites con la administración provocando graves perjuicios y desbarajustes de todo tipo. Los juzgados, ya saturados previamente, alargaban varios ¡años! los procesos; en las gestiones de extranjería y documentación se daban hasta ocho meses para resolver la acumulación de expedientes; los prometidos ERTE's han visto que muchos trabajadores han estado más de cuatro meses para empezar a cobrar algo. Y todo en un ambiente opaco pues por internet no se sacaba ninguna información. Luego, llegaron las "citas previas", inalcanzables en muchos departamentos, por su escasez, y fuente de corrupción y reventa. Cualquier trámite con la administración es ahora mucho más difícil y lento, si se puede conseguir. No importa si la población tiene graves problemas para resolver cualquier trámite, si los mercenarios al servicio del Estado están a salvo. Esto se ha trasladado también a los bancos y grandes empresas de servicios.
3.-Control de la población. Cámaras, móviles, aplicaciones, rastreadores, chivateos.
Con la excusa del coronavirus se han hecho fuertes avances en las técnicas de control de la población por el Estado. Cámaras de reconocimiento facial, a pesar de llevar mascarilla. Intento de seguimiento de tu desplazamiento mediante aplicaciones en el teléfono móvil. Uso de rastreadores y pruebas localizadas para "descubrir" quien tiene la enfermedad y no lo ha dicho (en muchos casos asintomáticos). Se prepara la nueva aplicación, App, Radar Covid. Más de 9000 detenidos y denuncias superiores a un millón durante el estado de alarma. (*15)
Ejemplo de uno de los éxitos del Estado reaccionario: la movilización de miles de soplones que en
los barrios obreros han vigilado a sus vecinos, la llamada policía de balcón o fascistas de balcón.
Caso especial inmigración
Con la emigración, la política sanitaria y la lucha contra el coronavirus han estado supeditadas a la política migratoria europea y española de los últimos años.
Se trata en resumen de evitar al
máximo la llegada de emigrantes, y a los que ya están aquí se les
dificulta al máximo la obtención de cualquier tipo de derecho. Trabas a
los empadronamientos, mayores dificultades para la obtención del
permiso de trabajo y residencia y no digamos para conseguir la
nacionalidad (actualmente tarea casi imposible por las trabas y los
retrasos burocráticos). Se trata sobretodo de conseguir semiesclavos
para que, forzados por la necesidad, trabajen por cantidades muy bajas.
Esto es especialmente destacado en el trabajo temporal del campo, en
los mataderos y en el caso de las mujeres que limpian casas y atienden a
mayores.
El empadronamiento y la tarjeta sanitaria son dos
herramientas esenciales (para toda la sociedad) en caso de epidemias. Si
no sabes quien vive en tu localidad y no lo controlas sanitariamente,
difícilmente puedes abordar una pandemia. Y más cuando se habla de
porcentajes importantes de población. Pues, han aumentado las
dificultades para el empadronamiento y la concesión de una tarjeta
sanitaria, pasado el confinamiento es bastante difícil sin el padrón
municipal.
Además, algunos de los emigrantes tenían titulación médica o de enfermera de su país y con la necesidad apremiante de estos profesionales, no se ha hecho intentos de regularizarlos.
El tema de la regularización de los sin papeles (obtención del NIE, permiso de trabajo y residencia) ha salido a la palestra y ha sido solicitado por los sindicatos de empresarios agrarios, el defensor del pueblo de España y multitud de organizaciones. El gobierno no ha querido modificar un ápice su política migratoria. Tampoco ha habido cambios en un sector tan importante y complejo como el de la limpieza de las casas y del cuidado de los mayores.
El resultado ha sido constantes brotes de la epidemia en el campo y en los mataderos. Los jornaleros residían como cada año, en naves sin acondicionar, en instalaciones hechas por ellos mismos, sin agua ni servicios, en cuadras, etc., peor que animales. A pesar de esta situación, no querida por los emigrantes, se les ha criminalizado y atacado asiduamente. (*16)
El caso de los mataderos es común a medio mundo por la concentración y densidad humana en ellos, por las deficientes condiciones sanitarias y la negación de muchos derechos, a pesar de tener el NIE y el contrato de trabajo.
4.- Miedo
Por miedo se han hecho alguna de las peores barbaridades de la historia de la humanidad. En este caso han creado miedo, mucho miedo. El machacar diario de los casos y las muertes y todo ha creado una histeria colectiva que ha afectado incluso a compañeros de lucha cercanos. Es muy difícil combatir el miedo y será un trabajo lento. Muchos compañeros de movimientos sociales no han querido romper esta trampa del confinamiento. Otros no han dudado en denunciar a la policía comportamientos que incumplían el confinamiento. Por suerte han sido tanto los chivateos que no había capacidad de la reacción de investigarlos. Como contrarrestar la propagación del miedo, difundida constantemente desde los medios de comunicación, es una de las tareas que debemos plantearnos ante posibles nuevos confinamientos a que nos quiera someter el Estado. Más que información hemos tenido mucha desinformación y creación de miedo. Fomentar la división entre la clase obrera y las masas es una tarea asumida desde hace tiempo por el capitalismo. La llamada "distancia social" ha sido siempre el individualismo burgués.
Madrid y Barcelona: pugna y colusión
Madrid, la capital del Estado, la mayor ciudad española.. Barcelona, la capital de la aspirante república catalana. Con su cinturón es el segundo núcleo de concentración de población del Estado. La pugna por las inversiones estatales la gana Madrid. Pugna por el PIB: Madrid acumula el 18,2% del PIB del Estado, Catalunya el 18,02. Pugna y colusión en corrupción entre la burguesía catalana (representada por CiU y su continuaciones: PDcat i Junts per Catalunya) y el PP madrileño. Pugna económica entre Estado (PSOE, PP, Podemos, Ciudadanos, VOX) y comunidad autonómica.
Colusión en casi todo para aplastar a sus pueblos. Colusión en desmantelar y privatizar la sanidad. Pugna en quien se lleva los beneficios de la privatización y subcontratación de los servicios a las personas (*17). Colusión en las medidas de confinamiento y en la política sanitaria. Colusión en las muertes totales por coronavirus y en las masacres en las residencias de ancianos. Colusión en la defensa de sus funcionarios. En el mal funcionamiento administrativo seguramente gana el gobierno catalán, la Generalitat de Catalunya.
La Generalitat y la nueva pared
Se ha criticado a la Generalitat que en estos últimos años el gobierno catalán ha dejado de ejercer parcialmente sus importantes competencias para dedicarse preferentemente a alcanzar la deseada independencia. Que importantes leyes aprobadas por el parlamento autonómico no se han aplicado por no elaborar el gobierno los reglamentos y por la desidia de la administración catalana en las políticas sociales y ante la pobreza y la precariedad en aumento.
Un independentista da en las redes sociales una explicación clara y contundente: "Precariedad siempre habrá y no podemos estar siempre detrás de ella. Si una pared se va agrietando se le pueden poner parches, pero llega un momento en que hay que pararse y hacer una pared nueva" (referencia a la soñada nueva república catalana).
El imperialismo español
El imperialismo español trata de tomar fuelle al interior al mismo tiempo que trata de encontrar su hueco en el exterior.
Es imposible comprender el encierro de millones de personas durante meses, el clima de terror creado por el Estado imperialista español con el único objetivo de meter a las masas en sus casas, si no partimos de la crisis profunda del imperialismo español: crisis política, económica, social y moral.
Desde la burbuja del ladrillo la burguesía monopolista española está tratando de reimpulsar la economía. Así, desde los tiempos de Zapatero la gran burguesía ha apostado por las empresas farmacéuticas, biotecnológicas, las telecos y las de energía (verde) como una nueva vía de acumulación de capital y de ganancias multimillonarias a través de la especulación en bolsa. Papel fundamental en la promoción y ayuda a este tipo de empresas lo ha tenido el Estado a través de los Ministerios de Sanidad, de Industria, de Igualdad y el de Ciencia, donde el papel de Pedro Duque ha sido fundamental.
Sobre una profunda crisis económica y millones de personas viviendo en la precariedad se ha desarrollado la llamada “segunda transición”, como un intento de reestructurar el Estado y contener la movilización de las masas, que en lo últimos años ha tenido su epicentro en Catalunya, con movilizaciones masivas por la independencia.
En este contexto se implantó en marzo un confinamiento total para toda la población. Un confinamiento que ha demostrado la moral del Estado imperialista que ha aplicado de forma masiva la eugenesia al mismo tiempo que miles de camas de cuidados intensivos permanecían vacías en los hospitales privados. Un arresto domiciliario donde los perros han tenido más derechos que los niños de los barrios obreros. Los perros podían salir a pasear y los niños tenían prohibido salir de casa.
El confinamiento ha sido un experimento social, donde el Estado burgués ha sido capaz de mantener una presencia policial y militar constante durante más de dos meses, 24 horas al día.
Ha movilizado a millones de personas en torno a sus consignas. Ha coordinado prensa, radio, televisión y redes sociales durante meses con un objetivo común: la defensa del Estado imperialista.
El confinamiento ha demostrado que un 30% de la clase obrera puede trabajar desde casa, tanto parte de la aristocracia obrera como sectores de la clase obrera con trabajos precarios como teleoperadores. A comienzos del estado de alarma (confinamiento) el gobierno llegaba a un acuerdo con Telecom, Vodafone, Euskatel, MásMóvil, Telefónica, Vodafone y con la Asociación Nacional de Operadores de Telecomunicaciones y Servicios de Internet. Acuerdo que tras buenas palabras ha significado una aceleración de la digitalización de la sociedad: teletrabajo, tele-asistencia, comercio electrónico, formación a distancia etc. y el blindaje del Estado y de muchos de sus funcionarios. Más conectividad que también significa más control social. El INE ha estado preparando un estudio de movilidad con los datos que han dado las operadoras de telefonía de millones de usuarios. La multinacional Google ha publicado informes estadísticos elaborados, a partir de los datos de teléfonos móviles, sobre la movilidad de las personas durante el confinamiento.
Pero este salto tecnológico dado durante el confinamiento no ha acabado con la miseria de las masas. Al contrario, el confinamiento ha mostrado los tiempos que vienen, o en los que ya estamos. Hemos visto como la aristocracia obrera trabajaba y compraba desde casa, mientras que una gran masa de obreros en condiciones de trabajo indignas transportaba paquetes desde los centros de distribución a las casas poniendo su vida en riesgo, trabajaba en los supermercados sin condiciones de seguridad, en limpieza más de lo mismo, en el campo la migración ha vivido en condiciones de vida del siglo XVI, etc. La nueva economía ni da trabajo, ni lo da de calidad, sólo hay que ver las condiciones de trabajo en Amazon.
En la actualidad hay más de 3.800.000 parados inscritos en el Servicio Público de Empleo (SEPE) a los que hay que unir los 1.800.000 de proletarios sujetos a ERTE los cuales a partir de septiembre cobraran sólo un 50% de su salario. A principios de julio casi un 25% de la población activa se encontraba sin trabajar. Llega un mundo con más precariedad y con más desigualdades.
Agosto: manifestación en el centro de Madrid
Manifestación de Riders. Barcelona
Y aunque los datos muestran que el COVID lo sufre la
gente de menor nivel económico todos los partidos parlamentarios, el
gobierno y la oposición, han apoyado el Plan de Choque por la Ciencia y la Innovación
(*26) que incluye inversiones por importe de 1.056 millones de euros
entre lo que queda de año y el 2021 cuyo destino son grandes monopolios
privados. Plan de choque que no es otra cosa como bien explica la
página del “Gobierno de España” que una subvención a los grandes
monopolios de la telecomunicación, energéticos, farmacéuticos y
biotecnológicos:
“El presupuesto se va a canalizar a través de ayudas directas al sistema de ciencia e innovación, tanto a las instituciones científicas como a la I+D+I de sectores empresariales estratégicos. A esta inversión hay que sumar 508 millones de euros en préstamos en condiciones ventajosas a empresas innovadoras, a partir de los nuevos instrumentos de promoción de la I+D+I privada”.
“Tal y como ha explicado el presidente del Gobierno durante la presentación del plan, ´España no puede seguir volviendo la espalda a la ciencia, debe apostar con contundencia por la ciencia. Si queremos estar preparados para futuras emergencias sanitarias, si queremos tomar medidas que aseguren salud y bienestar, competitividad y sostenibilidad, si queremos crear empleos cualificados, nuevas industrias, una sociedad más justa y una economía más resistente, tenemos que apostar por la ciencia´."
El 3 y 4 de septiembre se celebró el XX Encuentro de la Industria Farmacéutica Española, organizado por la patronal farmacéutica, Farmaindustria y por la Universidad pública Carlos III. En este acto de promoción de la industria farmacéutica fue protagonista la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, que participó agradeciendo la “contribución generosa de las empresas” durante la pandemia. Destacando la importancia de la I+D+I, defendió el lugar de la industria farmacéutica en la actual “transformación digital”. Las farmacéuticas serán “una de las grandes protagonistas del proceso de modernización”. Y habría que añadir, receptoras de fondos públicos en lo que la ministra llama colaboración entre el sector público y privado de la economía. Saqueo del dinero público descrito por la ministra como el “esfuerzo conjunto del sector público y de las compañías farmacéuticas implantadas en nuestro país”.
Además de financiar los grandes monopolios privados aprovechando el coronavirus y justificándolo con la salud, la sostenibilidad y la Agenda 2030, la gran burguesía no ha desperdiciado la ocasión para dar un (gran) paso más en la fascistización del Estado, en el control de la clase obrera. La gran burguesía española se está preparando para los próximos enfrentamientos con la clase obrera. Los estados de excepción han sido su plan piloto. La reestructuración del Estado sigue adelante, ya veremos qué cambios legales no se van a producir (derogación de la ley mordaza) o se van a producir, e incluso qué cambios se van a realizar en la Constitución. Por ahora el parlamento ha aprobado y apoyado por unanimidad los estados de excepción (confinamientos) saltándose su propia legalidad. El parlamento se asemeja cada vez más a las cortes franquistas de partido único con diferentes corrientes dentro de él (Opus, falangistas y carlistas tradicionalistas). Un parlamento entregado al poder ejecutivo.
El papel del revisionismo
La clase obrera está viviendo uno de los mayores ataques, si no el mayor ataque, por parte del Estado burgués desde los finales de los años 70 y principios de los ochenta. Tanto el gobierno central como los gobiernos de las comunidades autónomas están saltándose la legalidad burguesa, imponiendo restricciones y prohibiciones para las que no tienen competencias. La represión injustificada, la ocupación policial de los barrios obreros, 45.0000 muertos encima de la mesa, con miles de ancianos muertos sin ninguna atención médica y millones de trabajadores y trabajadoras en el paro; todo esto está sucediendo sin prácticamente contestación social. En esta situación, un gobierno de la derecha se hubiera tenido que enfrentar en la calle con la resistencia de la clase obrera, cosa que no ha ocurrido. Sin embargo, el gobierno PSOE y Podemos ha sido capaz de contener la movilización y las luchas de la clase obrera por miedo al coronavirus y el miedo a que venga la derecha.
Uno de los motivos de la relativa paz social actual es la campaña de terror que están llevando a cabo las televisiones, radios, prensa escrita y redes sociales. Otra causa es que el coronavirus lo justifica todo: la crisis económica, el paro, la miseria de las masas, la represión etc. Pero la “paz social” no se puede explicar sin el apoyo de la izquierda extraparlamentaria a este gobierno criminal de “izquierdas” del que forma parte un vergonzoso ministro “comunista” del PCE, el histórico partido revisionista, primero prosoviético y ahora prochino. Un casi extinguido partido de orden que sigue cumpliendo su función al servicio del Estado imperialista español.
Sobre el revisionismo: hablamos en mayo con un destacado dirigente del movimiento por la república y al preguntarle qué opinaba sobre el encarcelamiento de millones de personas durante el confinamiento nos contestó que eso era una cuestión de los expertos. Cuando le repreguntamos que si en su república también los expertos van a ser los que decidan nos contestó que también. Cuando insistimos diciéndole que lo lógico sería que los expertos informaran y que las masas fueran las que decidieran, incluyendo la posibilidad de medidas represivas en contra de los expertos nos contestó que no sabía.
Pintada de apoyo a Pablo Hasel poeta y MC perseguido por el Estado Español
Sobre el resto de la izquierda “radical” (Hoxistas, pseudo-maoístas, troskistas, m-l´s, antifascistas, independentistas, feminismo burgués, etc.) callan sobre el gobierno argumentando que viene la derecha o lo apoyan porque lo dicen los expertos y además viene la derecha. Expertos que no han presentado un solo documento científico que justifiquen las medidas “sanitarias” que se han tomado, incluido el “confinamiento” brutal, la ocupación de los barrios obreros o el abandono a las personas más vulnerables.
La situación actual
A principios de año el relator de la ONU sobre la extrema pobreza y los derechos humanos visitó el Estado Español y salió escandalizado con lo que vio y así lo reflejó la prensa española:
“He visitado un barrio pobre con condiciones mucho peores que un campamento de refugiados, sin agua corriente, electricidad ni saneamiento, donde los trabajadores inmigrantes llevan años viviendo sin ninguna mejora en su situación. Vecindarios de pobreza concentrada donde las familias crían niños con una grave escasez de servicios estatales, clínicas de salud, centros de empleo, seguridad, carreteras asfaltadas...”
"Lo que ves no es lo que desearía la mayoría de españoles, ni lo que muchos responsables de formular políticas tenían planeado: una pobreza generalizada y un alto nivel de desempleo, una crisis de vivienda de proporciones inquietantes, un sistema de protección social completamente inadecuado que arrastra deliberadamente a un gran número de personas a la pobreza, un sistema educativo segregado y cada vez más anacrónico, un sistema fiscal que brinda muchos más beneficios a los ricos que a los pobres y una mentalidad burocrática profundamente arraigada en muchas partes del gobierno que valora los procedimientos formalistas por encima del bienestar de las personas ".
"Los formuladores de políticas les han fallado en gran medida a las personas que viven en la pobreza, y los derechos sociales rara vez se toman en serio. La vivienda de bajo coste es casi inexistente y el sistema para brindar asistencia social está quebrado, es imposible de navegar y hace que las familias acaudaladas se beneficien más de las transferencias de efectivo que las familias pobres. Mientras tanto, las empresas están pagando la mitad de los impuestos que antes de la crisis a pesar de registrar fuertes beneficios”.
La situación para lo más hondo y profundo de la clase obrera se ha deteriorado todavía más tras la pandemia. Las próximas batallas están cercanas. La deuda pública supera el 100% del PIB y hay que remontarse a 1908 para encontrar una situación similar. Deuda que pagará la clase obrera con impuestos y precariedad laboral. La nueva economía “sostenible” y “verde” es sinónimo de más precariedad, más pobreza, menos salud y más desigualdad social.
Cada día se hace más necesaria la reconstitución del Partido Comunista marxista-leninista-maoísta, principalmente maoísta en Catalunya y en el resto del Estado para iniciar guerra popular y destruir este viejo y podrido Estado burgués. En el momento actual se hace imprescindible barrer al revisionismo de los barrios obreros y de los centros de trabajo. Señalar su colaboración con el Estado y movilizar a las masas para barrer el montón colosal de basura.
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NOTAS
(*1) Instituto Nacional de Estadística.
(*2) A finales del 2019, más del 26% de la población española estaba en riesgo de exclusión social. La pandemia ha acentuado esta tendencia y la pobreza se ha incrementado notablemente en España. Se habla de 700.000 personas más arrastradas a la pobreza.
Diario gratuito 20minutos. Barcelona, 21-jun-2020. Página 7
https://www.lavanguardia.com/vida/20200623/481914039879/pobreza-oxfam-covid.html
(*3) La deuda española ya es del 110 % del PIB anual y próximamente sobrepasará el 120%
https://spaincrisis.blogspot.com/2020/08/la-deuda-de-espana-sobre-el-pib-110-ya.html
(*4) (https://www.bbc.com/mundo/noticias-52191660 Cambios psicológicos y conductuales por el coronavirus.
(*5) Diario Octubre 2020.07.18
https://www.lavanguardia.com/comer/al-dia/20200818/32881/confinamiento-aumentar-tasas-obesidad.html
(*6) MSF, Agosto de 2020: "Poco, tarde y mal - El inaceptable desamporo de los mayores..."
(*7) https://www.elperiodico.com/es/sanidad/20200318/recortes-7895906
(*8) Definición de la propia ley de dependencia. Ley 39/2006
(*9) "La OMS asegura que más del 50% de las muertes por covid-19 en Europa fueron en geriátricos. PÚBLICO, 23/04/2020
(*10) La privatización de la asistencia sanitaria dejó inermes a los geriátricos catalanes ante la pandemia. Para "rentabilizar" los servicios externos de salud en las residencias de Catalunya, se redujo personal médico, bajando la calidad de la comida, ahorrando en material, limpieza y mantenimiento, degradando la atención y las condiciones de los ancianos para mantener los beneficios y los sueldos de los directivos. El coronavirus ha hecho estallar esta precarización.
https://www.cronda.coop/coronavirus/Actualitat/La-Covid-19-a-les-residencies-de-gent-gran
(*11) Informe de FOCAP sobre las residencias catalanas: "Residencias geriátricas, daño y reparación").
(*12) Infolibre 2020.05.27
El País. Madrid; 5,9,10,11,21,22,23,24,26 de junio 2020
El País, Sociedad; 10,11,23,26 de junio y 1 de agosto de 2020
La Vanguardia, 23 junio 2020, página 22.
La Vanguardia, 9 junio 2020, página 27
El periódico de Catalunya 29 de mayo de 2020, págs 2
Diversas denuncias de la COESPE. Por ejemplo
Y otras muchas referencias
(*13) La frase famosa:“Los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global. Tenemos que hacer algo, ¡y ya!” al parecer no es real, pero tanto los informes del FMI como la propia Lagarde han insistido, quizás de forma no tan contundente, en este aspecto.
O la polémica del presidente USA Donald Trump contraponiendo muertes a economía.
(*14) Esta información se desprende de casos reales que han atestiguado lo que pasó en varias localidades de Catalunya, en hospitales y CAPS.
En todos los casos referidos de los CAPS les hicieron el PCR, que salió negativo, pero no les atendieron nunca por su enfermedad real. En cambió, otras versiones hablan de ser bien atendidos cuando fueron al CAP por problemas diferentes del coronavirus, por ejemplo por infección de orina o problemas de huesos. Todo depende, según parece, que la persona que les atendió para pedir cita previa, analizara que aquello no podía ser el covid-19. También se nos ha confirmado que los médicos anularon la cita anual de personas con medicación crónica, hablaron brevemente con ellos por teléfono y les alargaron otro año la misma medicación.
Hay un artículo de GARA que habla de este tema en el País Vasco.
(*15) El País, 21 de junio de 2020, página 17.
(*16) Sobre temporeros y mataderos hay abundantes artículos y referencias en internet sobre estos aspectos. Bastantes menos referencias hay sobre las mujeres que trabajan como empleadas de hogar, sea con contrato legal o, asiduamente, sin èl. En todos los tres supuestos citados suelen ser emigrantes.
(*17) En 2019 el Parlamento Autonómico de Catalunya promovió la llamada Ley Aragonés (Aragonés, vicepresidente del gobierno catalán, ERC) que pretendía sustituir, en los negocios de las residencias de gente mayor y en la gestión de los servicios a las personas, a las empresas estatales e incluso multinacionales extranjeras y fondos buitres, por empresas catalanas como MUTUAl, cercana al PDcat. La ley no se aprobó tal cual, pero una segunda versión se ha aprobado recientemente casi a escondidas.
(*18) https://www.ciencia.gob.es
WWW.SOLROJO.ORG
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