jueves, 18 de abril de 2019

Perú: Muere el genocida Alan García Pérez reponsable del mostruoso genocidio contra los prisioneros de guerra del 19 de junio de 1986

La noticia circuló rapidamente por los diferentes medios informativos del Perú y del mundo: "El ex presidente Alan García se suicidó, disparándose en la cabeza luego de comprobar que representantes del Ministerio Público y de la policía habían llegado a su casa para detenerlo por un requerimiento fiscal que había sido autorizado por un juez". Así, escuetos se presentan los hechos, el fascista y genocida García Pérez murió por su propia mano por una de las armas que tenía en su poder para protegerse de la justica del pueblo, cobarde hasta el último minuto de su miserable existencia de genocida no supo enfrentar sus propias culpas y en un momento de desesperación se disparó. Pero no diremos como algunos, que se ha hecho justicia con su propia mano, porque la hora de la justicia para nuestra clase y nuestro pueblo, para nuestros héroes solo llegará cuando se culmine la Revolución de Nueva Democracía con la toma del Poder en todo el país y se acabe con el imperialismo, la semifeudalidad y el capitalismo burocrático y el viejo Estado que la sostiene y defiende.

García Pérez, encontró la muerte  por propia mano tratando de huir de su propia justicia de clase, que él con sus dos gobiernos había tratado de perfeccionar con su legislación fascista "anti-terrorista" (1985-1990) y, no olvidar, que entre el 2006 y 2011 de su segundo gobierno, el imperialismo yanqui avanzó más en el montaje en el Perú de su Sistema Hmisférico Anti-corrupción. Sistema conformado con leyes propias, fiscales y jueces propios, así como policias y equipos sofísticados todos monitoreados por el departamento de justicia, la FBI y la CIA, cursos dictados en universidades e institutos de los EE.UU., con emolumentzos extras para sus conformantes de la ONU.

Pero, García fiel sirviente a su amo yanqui, pensó que ese sistema era para otros y que muy bien lo podría usar para ajustar cuentas a sus rivales políticos, sirviendo a ajustar así una tuerca más de la opresión imperialista sobre la nación peruana en formación.

Se sentía muy seguro pues controlaba por arriba y por abajo el Poder Judicial y el Ministerio Público, el CNM junto con el fujimorismo y sus perros revisionistas de patria coja. Pero, tan astuto como ninguno, no avisoró los cambios políticos que se venían como necesidad del imperialismo y la reacción peruana para tratar de salvar del mayor hundimiento al viejo Estado terrateniente-burocrático, de un Estado, representantes e instituciones hundidas cada vez más en la ineficacia y podredumbre de la crisis general y última en que se encuentra.

Cambios políticos que se abrieron paso con el escándalo "Lava Jato" y de los Audios del CNM, manejados desde atrás por el "gran titiritero" (el imperialismo yanqui") a través de Gorriti, el IDL y sus funcionarios en el Estado o la "sociedad civil" (ONGs com dinero imperialista) los llamados "caviares". Cambios políticos que se impusieron con el golpe palaciego contra el yanqui Kuczynki por el actual peón del imperialismo yanqui, Vizcarra, con la ayuda de la mayoría parlamentaria de Fuerza Popular (Fujimoristas); para luego, Vizcarra dar el golpe contra el CNM, PJ y MP y mediante otro golpe someter más al parlamento encarcelando a la presidente de FP, la hija de Fujimori (la Keiko), que llevaron a una mayor centralización fascista del Poder en el Ejecutivo, que como vemos, parte de ella se la a traspasado a ese Sistema Anticorrupción. Mediante estos golpes el Alán Garcia, el apra, el fujimorismo y su socio menor de patria rota perdieron el control del sistema judicial, fiscal y carcelario y se les escapó todo control posible, desde arriba, del llamado Sistema Anti-Corrupción.

El aprendíz de Führer (García) no entendió el papel que cumple el agente del imperialismo yanqui Gorriti y IDL-Reporteros de desviar la atención de los problemas de la opresión y explotación hacia la llamada lucha anti-corrupción para en servicio del imperialismo yanqui coadyuvar a los cambios políticos necesarios para llevar adelante la re-estructuración del viejo Estado ante su hundimiento y barrimiento paso por paso por la guerra popular dirigida por el PCP.

Alán García en el trascurso de todos estos acontecimientos políticos del país fue perdiendo pelea tras pelea por escapar de su propia justicia de clase terrateniente-burocrártica, no vió tampoco que el amo que tanto había buscado servir, el imperialismo yanqui, mediante el "Sistema..." lo había entregado desde el comienzo de la "Operación Lava-Jato", cuando se firmó el acta entre los representantes de la justicia imperialista yanqui y los delincuentes de Oldebrecht, acuerdo de pago y colaboración con la justicia, en cuya lista aparecía. Estos revelarían la clave a través de la cual habían hecho los pagos de las coimas a García Pérez: "Chalán" para el secretario de su precidencia. García trató de minimizar esto diciendo que Chalán era una referencia muy conocida en el norte.

Nosotros reiteramos: Ha muerto el genocida Alan García Pérez reponsable del mostruoso genocidio contra los prisioneros de guerra del 19 de junio de 1986, el pueblo y sólo el pueblo con la guerra popular hará justicia y establecerá los derechos del pueblo.

EL GENOCIDIO DEL 19 DE JUNIO.

Como hemos visto, parte de la guerra contrarrevolucionaria es el genocidio y así como se desató en el campo, ante el mayor desarrollo de la guerra revolucionaria, el genocidio se extendió a la ciudad con el gobierno de Alan García Pérez, expresándose en Garagay, y el 4 de octubre en Lurigancho. Es dentro de este marco general y el específico del plan de genocidio llevado desde años atrás contra los prisioneros de guerra, que debe enfocarse el genocidio de junio y en la perspectiva de la celebración del congreso de la llamada Internacional Socialista donde Alan García pretendía encumbrarse como "dirigente tercermundista", buscando además fortalecer su gobierno internacionalmente y, así, en mejores condiciones golpear la guerra popular en la parte que él consideraba más débil, los prisioneros de guerra; sumado a esto la venganza de la Marina por el aniquilamiento de Ponce Canessa miembro de su Estado Mayor y teniendo como antecedente las provocaciones sistemáticas contra los prisioneros de guerra en golpizas, amenazas de muerte, detención y persecución de sus familiares y defensores, la campaña de traslado al nuevo campo de concentración de Canto Grande, los vuelos de reconocimiento sobre el Frontón, las incursiones de la Marina y la aprobación por el Parlamento del regreso de los prisioneros a las cárceles de sus lugares de origen hacia ver claramente que el plan de genocidio apuntaba a su aplicación en mayor escala por uno u otros medios, buscando el gobierno aprista y las Fuerzas Armadas reaccionarias el momento más favorable políticamante a sus fines. El 18 de junio de 1986 los prisioneros de guerra de El Frontón, Lurigancho y el Callao se levantaron en rebelión contra el nuevo genocidio en marcha, después de haberlo anunciado públicamente ante los tribunales y autoridades, reiteradamente; se rebelaron en defensa de la revolución y de sus vidas demandando 26 reivindicaciones muy justas y racionales, siendo respondida por el Estado reaccionario, bajo la dirección política de García Pérez y su gobierno y a través de sus Fuerzas Armadas y Policiales, con un monstruoso genocidio de exterminio que ha repercutido mundialmente con la horrorizada condena de la bárbara matanza, derrumbando como castillo de naipes el pregonado prestigio internacional de Alan García; y generando en el país la más grave crisis del gobierno aprista agudizando las contradicciones en la propia reacción, removiendo las instituciones políticas particularmente a la autodenominada Izquierda Unida (IU) y en especial a Barrantes Lingán el aprista encubierto que la encabeza, y remecido profundamente a todo el pueblo peruano, arrancándole la careta al Apra y mostrando su verdadero carácter reaccionario de fascista y corporativo.

El 18 de junio del 86 a las 6 am., los prisioneros de guerra toman rehenes y exigen la solución de las 26 demandas que, en síntesis, era el respeto a las actas del 1 6 de julio y 31 de octubre de 1985 para lo cual piden la formación de una Comisión integrada por Autoridades, Familiares y sus Abogados; y, esto lo hacen conocer a los Jueces de Ejecución Penal y Fiscales de los 3 penales, viéndose éstos impedidos de cumplir sus funciones por la orden del Consejo de Ministros presidido por Alan García que dispuso el aplastamiento de la rebelión por las Fuerzas Armadas, a cuya dirección se sujetarían las Fuerzas Policiales.

El ejército fue el encargado de desatar el genocidio en Lurigancho y bajo su mando la Guardia Republicana (Llapan Atic); habiendo bombardeado con granadas de guerra explosivos y bazucas el Pabellón Industrial para posteriormente rematar a los heridos y fusilar a los sobrevivientes que según el propio Alan García habrían sido 100, los que fueron desnucados, atravesados con bayoneta y cercenados. En el Callao la encargada fue la Fuerza Aérea y bajo su mando la Guardia Republicana; con explosivos y baleamientos tomaron el control del penal asesinando a 2 prisioneras de guerra y masacrando a las sobrevivientes, para luego secuestrarlas y llevarlas a la cárcel de varones de Cachiche por un mes y, posteriormente, a Canto Grande. En el Frontón, se consumó una siniestra venganza de la Marina de Guerra habiendo atacado con cañones, explosivos, bazucas, FAL, granadas de guerra, por aire, mar y tierra; no pudiendo tomar el control hasta después de 20 horas por la feroz resistencia librada por los prisioneros de guerra, pese a encontrarse en condiciones muy inferiores; para después ensañarse con los heridos y cadáveres, dejando el Pabellón Azul reducido a nada destruyéndolo totalmente, luego de haber secuestrado a más de sesenta (60) y fusilado un número indeterminado de prisioneros de guerra. Sólo quedaron treintaicinco (35) sobrevivientes reconocidos. En total en las tres LTC doscientos cincuenta asesinados (250).

Los responsables de este crimen monstruoso son en primer lugar, Alan García Pérez, la dirección del partido aprista, el Consejo de Ministros incluido Alva Castro porque fue consultado, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas Policiales, principalmente los jefes de las distintas armas, especialmente superiores que ordenaron, planificaron y ejecutaron este negro genocidio; en segundo lugar, la dirección de la Izquierda Unida y principalmente Barrantes son corresponsables. En tercer lugar, los dirigentes de los partidos políticos, así como los jerarcas de la Iglesia que fueron comunicados de la situación y de las medidas dispuestas y no hicieron nada. Luego, no se puede menos que condenar los infundios, las infames imputaciones de los diversos medios y órganos de información entre los cuales está el semanario Amauta. También tiene responsabilidad la llamada Comisión de Paz, la Corte Suprema, el Colegio de Abogados de Lima principalmente, ¿qué hicieron?; la siniestra labor de Elejalde, entonces Fiscal de la Nación, que justificó el genocidio; el papel funesto de Luis Alberto Sánchez; la siniestra labor de Aquézolo, Mantilla que estuvo disparando en los hechos. La complicidad infame de Willy Brandt, de Carlos Andrés Pérez.

El genocidio del 19 de junio ha dado como resultado un triunfo político, militar y moral a la revolución dándonos incluso un DIA DE LA HEROICIDAD como un monumento imperecedero que guardaremos siempre.

LA NOTICIA Y LA NECESIDA DE LA REACCIÓN DE LA "LUCHA ANTI CORRUPCIÓN" PARA CAMBIAR MOCOS POR BABAS

"Editorial El Comercio
18.04.2019 / 05:35 am
En apenas tres años, las réplicas locales del Caso Lava Jato –el entramado de sobornos operado principalmente por empresas brasileñas en múltiples países de la región durante las últimas décadas– han remecido fuertemente a la clase política peruana y le han dado a la ciudadanía algunas imágenes imposibles de olvidar. Entre ellas, la de conspicuos líderes políticos ingresados a una carcelería preventiva o la de un ex mandatario fugado del país y a la espera de una extradición desde Estados Unidos.
Solo en la última semana, además, asistimos a la detención preliminar de quien hasta hace poco más de un año llevaba encima la banda presidencial, Pedro Pablo Kuczynski. Como sabemos, el señor Kuczynski, sobre quien pesan las imputaciones de lavado de activos y de pertenencia a una organización criminal, está pasando por un trance legal bastante parecido al de varios de sus predecesores.
Toda esta reflexión, decimos, viene a cuento porque los peruanos acabamos de asistir al episodio más trágico y luctuoso de los que el Caso Lava Jato ha dejado en el Perú.
Ayer, el ex presidente Alan García se suicidó, disparándose en la cabeza luego de comprobar que representantes del Ministerio Público y de la policía habían llegado a su casa para detenerlo por un requerimiento fiscal que había sido autorizado por un juez. El señor García venía siendo investigado por los sobornos que la constructora Odebrecht prodigó durante su segunda gestión (2006-2011) por algunas obras de infraestructura y que han comprometido a varios de quienes fueron sus colaboradores más cercanos.
(...)Los hechos previos a este trágico deceso seguirán siendo lo que eran antes, y cualquier cosa de orden público que salga posteriormente a la luz sobre Alan García contribuirá al juicio que la historia habrá de forjarse de él. Mientras tanto, no debemos perder de vista la importancia de continuar con los procesos que hoy se están llevando a cabo. Es fundamental que la verdad se abra camino y la justicia se haga presente para romper con un pasado de impunidad y poder hablar de un futuro donde ningún ciudadano esté por encima de la ley. Ese es el objetivo".
COMO DIERON LA NOTICIA FUENTES DEMOCRÁTICAS INTERNACIONALISTAS:


Ex-presidente fascista Alan García se suicida no Peru
JAILSON DE SOUZA   17 ABRIL 2019

(...)
El aprista (miembro de la APRA) Alan García Pérez tenía 69 años y era uno de los cuatro ex jefes del viejo Estado peruano investigados de recibir soborno de la constructora brasileña Odebrecht. Además, fue presidente de Perú entre 1985 y 1990, y, de nuevo, de 2006 a 2011.

Hace casi 33 años, el 19 de junio de 1986, durante su primera gestión, fue cuando el fascista García sujó sus manos de sangre al ordenar el mayor crimen de guerra contra el pueblo peruano.

En la ocasión, como señala una nota publicada en AND nº 133, de julio de 2014, "la gestión del Estado fascista peruano encabezado por Alan García ordenaba uno de los más abyectos crímenes de guerra ya ocurridos contra prisioneros políticos en el mundo". Y prosigue:

"El 19 de junio de 1986, incapaces de impedir la resistencia de los prisioneros políticos del Partido Comunista del Perú (PCP), que convirtieron las prisiones en Luminosas Trincheras de Combate, las fuerzas de represión peruanas ejecutaron el siniestro plan genocida de eliminar a los dirigentes y, que se ha convertido en una de las más heroicas resistencias de la historia reciente de América Latina, combatiendo con armas precarias e improvisadas los esbirros de las fuerzas armadas reaccionarias peruanas, resistiendo a los prisioneros de Lurigancho, Callao y la Isla del Frontón. al cobarde bombardeo ya los fusiles de la reacción con altivez [...] ".

Para concluir, esta materia apunta que "anualmente, la fecha [19 de junio] es celebrada por el PCP y por diversas organizaciones y partidos revolucionarios del mundo como el Día de la Heroicidad".

PERÚ: ¡El genocida Alan García ha muerto!
miércoles, 17 de abril de 2019 8 (Publicado por dazibao rojo)

García fue el máximo responsable de crimenes de lesa humanidad, como los cometidos en los penales de El Frontón, Lurigancho y Santa Barbara, cuando el 18 de junio de 1986, autorizo un asalto genocida de militares y policías, como respuesta a las justas 26 demandas, de los presos políticos y prisioneros de guerra del Partido Comunista del Perú. Fueron asesinados mas de 300 prisioneros, hombres y mujeres, como la sub-directora de El Diario, Jovanka Pardave, entre otros numerosos miembros del PCP.
Así mismo instauro los estados de emergencia en Ayacucho y otras provincias permitiendo a los "sinchis" cometer todo tipo de brutales crímenes contra el pueblo, en su fallido intento de aplastar la Guerra Popular iniciada de 17 de mayo de 1980.
Ese criminal sangriento, era, como representante del viejo Estado, un corrupto y un vendepatria que se presentaba con una mascara "progresista" pero realmente era un lacayo del FMI y de los imperialistas yankees.
Su cobarde muerte no sera llorada por las masas populares, mas bien solo lamentaran, que no lo condenara a muerte, por sus crímenes, un tribunal popular del futuro nuevo Estado revolucionario.

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