jueves, 23 de marzo de 2023

A Nova Democracia Brasil: Asistimos a la muerte lenta de un sistema mundial

Editorial Semanal – Asistimos a la muerte lenta de un sistema mundial

REDACCIÓN DE AND

  21/03/2023     2 minutos de lectura

La quiebra de tres importantes bancos norteamericanos presagia conmociones en el seno de la economía imperialista más poderosa del planeta. El primero fue Silicon Valley Bank; luego quebró Silvergate y Signature Bank, los cuales operaban en el mercado de criptomonedas. Luego, varios bancos del sistema financiero global fueron clasificados como “activos tóxicos” (riesgo de quiebra), de los cuales los más destacados fueron el Swiss Credit Suisse y el American First Republic Bank.

Como resultado, el estado imperialista yanqui salió a la palestra para salvar la riqueza de los magnates del capital financiero. El Fondo de Seguro de Depósitos de propiedad estatal fue convocado por la Casa Blanca, aportando más de 100 mil millones de dólares. Una transferencia descarada de dinero del erario público a la oligarquía financiera.

Asistimos a la lenta y prolongada descomposición de un sistema mundial de dominación y opresión, el imperialismo. El Foro de Davos -donde se reunieron los 2.700 oligarcas más poderosos del capital financiero-, en su informe de 2023 titulado “Riesgos globales”, da fe de esta grave crisis estructural del sistema imperialista: “El mundo enfrenta inflación, crisis de costo de vida, guerras comerciales , fuga de capitales, descontento social generalizado, confrontación geopolítica y el espectro de la guerra nuclear”. Graves riesgos del sistema imperialista que, según sus propios defensores y beneficiarios, “se magnifican por niveles insostenibles de endeudamiento, época de bajo crecimiento, baja inversión, retroceso del desarrollo humano”. “Estas crisis están convergiendo para dar forma a una década única, incierta y turbulenta que tenemos por delante”, concluye el informe. Incluso llaman a la pesadilla en la que están sumergidos: “poli-crisis”. Sinónimo artificial de la crisis general de descomposición del capital en etapa terminal, con la que quieren ocultar la realidad al borde del abismo al que han arrastrado al mundo.

¿Qué encuentra el informe de los magnates? La crisis general de descomposición del imperialismo, pero a un nuevo nivel de calidad en esta década, un nivel de crisis general sin precedentes. Basta observar que desde el final de la Segunda Guerra Mundial, las tasas de crecimiento del PIB mundial demuestran, de manera relativa, la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, revelada por Marx en “El Capital”. Según datos del propio Banco Mundial, entre 1961 y 1970 las tasas de crecimiento variaron en un promedio de 5,4% anual, antes de caer a 3,12% anual entre 1981-1990, y luego alcanzar el promedio de 2,2% anual durante el última década (2010-2020).

Sólo existe una fórmula para que los imperialistas intenten frenar momentáneamente la tendencia a la baja de la tasa de ganancia, pero sin ningún efecto positivo sobre el parasitismo de su economía: profundizar a niveles nunca antes vistos la máxima explotación, del proletariado. y de las naciones oprimidas, y destruir las fuerzas productivas en gran escala, lo que conducirá a la extrema concentración y centralización del capital, monopolizando los mercados y fuentes de materias primas y energía en manos de un número aún menor de superpotencias y potencias, y ampliar las guerras de rapiña y saqueo de las naciones oprimidas mucho más allá de lo que hacen hoy, objetivos que sólo una gran guerra mundial puede hacer posibles, como lo demuestran las dos grandes guerras de principios y mediados del siglo XX. Si bien las superpotencias y demás potencias imperialistas temen una nueva guerra mundial, primero, por todas las incertidumbres sobre su propio destino con ella, y segundo, por la experiencia histórica de las dos anteriores que tuvieron a su término (la primera, la Gran Revolución Socialista de Octubre y, la segunda, un campo socialista), a pesar de ello, es el camino y la dirección en la que marcha el capital. Tales son las guerras más recientes en Siria y Ucrania, en las que sus intereses rivalizan por detrás; Sumado a esto, para tratar de dar vida a su sistema, las medidas draconianas en los propios países imperialistas –como se ve, ahora, en Francia, cuando el gobierno por decreto impuso una reforma de las pensiones rechazada unánimemente por las masas– y el crecimiento de la Policías estatales y con crecientes restricciones a las libertades y derechos, fomentando las fuerzas políticas de extrema derecha a escala mundial y en la misma proporción engrosando el caldo de cultivo del fascismo.

Las masas, sin embargo, experimentadas en más de un siglo por los engaños y frustraciones de la democracia burguesa o por los experimentos del fascismo, no aceptarán ser gobernadas como antes. La tendencia histórica y política es la revolución, un nuevo período de revoluciones, como temen los mismos señores de Davos.

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