El nombre real de Gonzalo es Manuel
Rubén Abimael Guzmán Reynoso. Ciertamente es una cuestión secundaria,
pero de interés: ¿Por qué eligió el nombre de Gonzalo?
Podemos tal vez pensar que nos dio una pista. En la famosa entrevista que dio en 1988, explicó lo siguiente:
“Muchas veces no tengo tiempo suficiente
para leer lo que me gustaría. ¿Qué me gusta leer? Leí muchas
biografías. Creo que la literatura es una gran forma de expresión
artística.
Por ejemplo, me gusta leer a Shakespeare,
sí, y estudiarlo. Cuando estudias Shakespeare encuentras problemas
políticos. Hay lecciones muy claras en Julio Cesar por ejemplo, y en
Macbeth.
Me gusta la literatura, pero la política
siempre me gana, y me lleva a buscar el significado político, lo que hay
detrás. Después de todo, detrás de cada gran artista hay un líder
político, hay un hombre de su tiempo que está librando la lucha de
clases. “
Aquí, Gonzalo muestra
su comprensión magistral del “pensamiento” como mero reflejo de la
realidad. Su posición, aquí, es la del realismo socialista; él sabía
que el arte no es más que una forma de expresión del movimiento global
de la realidad, de la lucha de clases.
Y aquí vemos que habló de
Shakespeare. Echemos un vistazo al trabajo de Shakespeare. ¿Encontramos
un “Gonzalo”? Sí, lo hacemos, y tenemos uno famoso, en la obra “The
tempest” (La tempestad).
Pero, por supuesto, tenemos que echar un
vistazo más allá, para entender si posiblemente tomó su nombre de esta
obra. Y, ¿qué tenemos? A Gonzalo haciendo un famoso discurso político –
lo cual es conforme con el espíritu de lo que habló de Gonzalo.
En la obra, Gonzalo es asesor del rey
Alonso de Nápoles, lleno de honestidad. En un momento, pronunció un
discurso en el espíritu de Thomas More y Montaigne.
De hecho, el Gonzalo de la obra de
Shakespeare parafrasea incluso directamente la opinión de Montaigne de
los habitantes de América, lo que es en Francia el enormemente famoso
pasaje “De los caníbales“.
Vamos a citar la obra de Shakespeare:
GONZALO
Mi señor Sebastián,
a vuestra verdad le falta delicadeza
y oportunidad. Hurgáis en la herida,
cuando debierais ponerle una venda.
SEBASTIÁN
Bien dicho.
ANTONIO
Y como un médico.
GONZALO [a ALONSO]
Señor, el estar vos tan sombrío
nos traerá mal tiempo a todos.
SEBASTIÁN
¿Mal tiempo?
ANTONIO
Espantoso.
GONZALO
Señor, si yo colonizara esta isla…
ANTONIO
La sembraría de ortigas.
SEBASTIÁN
O de malvas o acederas.
GONZALO
… y fuese aquí el rey, ¿qué haría?
SEBASTIÁN
No emborracharse por falta de vino.
GONZALO
En mi Estado lo haría todo al revés
que de costumbre, pues no admitiría
ni comercio, ni título de juez;
los estudios no se conocerían, ni la riqueza,
la pobreza o el servicio; ni contratos,
herencias, vallados, cultivos o viñedos;
ni metal, trigo, vino o aceite;
ni ocupaciones: los hombres, todos ociosos,
y también las mujeres, aunque inocentes y puras;
ni monarquía…
SEBASTIÁN
Mas dijo que sería el rey.
ANTONIO
El final de su Estado se olvida del principio.
GONZALO
La naturaleza produciría de todo
para todos sin sudor ni esfuerzo. Traición,
felonía, espada, lanza, puñal o máquinas
de guerra yo las prohibiría: la naturaleza
nos daría en abundancia sus frutos
para alimentar a mi pueblo inocente.
SEBASTIÁN
¿Sus súbditos no se casarían?
ANTONIO
No, todos ociosos: todos putas y granujas.
GONZALO
Señor, mi gobierno sería tan perfecto
que excedería a la Edad de Oro.
SEBASTIÁN
¡Dios salve a Su Majestad!
ANTONIO
¡Viva Gonzalo!
Si verdaderamente Abimael Guzman ha
elegido el nombre de Gonzalo debido a esta obra, entonces él debía tener
un gran sentido de humor y de distancia. Gonzalo es un nombre como un
símbolo, un símbolo de una “utopía” – y en la obra utopía se refiere a
América del Sur, como las palabras tomadas de Montaigne sobre los
habitantes de las zonas colonizadas.
Como Perú está en América del Sur, podemos pensar que el nombre de Gonzalo es una insinuación de la Tempestad de Shakespeare.
E incluso si no es el caso, parece al
menos como un eco revolucionario de la figura revolucionaria
de Abimael Guzman, Gonzalo, líder histórico de la guerra popular
dirigida por el Partido Comunista del Perú.
La cultura llama a la cultura.
La revolución llama a la revolución.
Y así lo hacemos, al igual que en la tempestad de Shakespeare, decimos “Larga vida a Gonzalo!”
Fuente:
Traducción por el blog V.O. del artículo de Les Materialistes “Gonzalo and Shakespeare“
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