1. Las Organizaciones no gubernamentales (ONG).
Los organismos no gubernamentales, desenvuelven trabajo en el campo y entre las masas más deprimidas de la ciudad desde comienzos de los 60 del siglo anterior. Una de estas ONG es DESCO con vínculos con IDL, IEP, y una infinidad de otras. Ellas siembran las ideas que le ha inculcado el imperialismo. Por ejemplo, en Bolivia las ONG trabajaron durante los años 90 para sembrar la idea de la corriente “posmodernista” del imperialismo de la identidad cultural y etnica, para dividir al campesinado y aislarlo de las otras masas, de ahí nace eso del “Estado plurinacional”, similar en el Ecuador, en el Peru lo destacaremos a continuacion, documentandolo con relato de los representantes de las ONG.
Estos organismos crecieron en América Latina desde los años 60, esto no es casualidad, es la época de la ola revolucionaria, de los movimientos populares como el campesino que llegó hasta acción armada, por tanto, no puede ser casualidad. Analizar, establecer la relación, detrás hay que ver, quién podía estar, tanto al imperialismo como a la reacción peruana les interesa contener la revolución, de ahí que surgen este tipo de organizaciones.
Una de esta ONG es DESCO, con vínculos con IDL, IEP, etc. Por eso, nos detendremos en ésta por quién está detrás y su papel contrarrevolucionario es claro.
Uno de sus miembros ex-presidente de DESCO, dice:
“(…) Desco nace como una emanación del Concilio Vaticano II. Porque lo forma un grupo de cristianos, de católicos, para hacer labor social desde las ciencias sociales, en la idea de que los laicos tienen una tarea que hacer para continuar con Dios Padre la creación del mundo y perfeccionarla (…) “( de Una entrevista a Marcial Rubio por Abelardo Sánchez León, en ESPECIAL QUE HACER 35 AÑOS).
Lo anterior, que tiene el valor de confesión de parte, más adelante, precisa para no dejar duda de su origen reaccionario internacional , cuando dice:
“(…) A Desco lo funda un cura socialcristiano chileno. Así comienza. Era un sacerdote chileno que funda una cadena de centros de apoyo social en diversos países de América Latina. Entonces, toma contacto con unos católicos pro Vaticano II” ( Rubio, entrevista citada).
Tener presente que la iglesia católica para ponerse a tono con los cambios que se dan a nivel mundial, sobre todo para tratar de disputarle al marxismo su creciente influencia y arraigo en las masas del mundo, en el Concilio Vaticano II (iniciado en 1962) se define como “la iglesia de los tiempos”, tratando de renovar su imagen ligada al medioevo, al oscurantismo a la inquisición, y se pone más a tono con su misión en la edad media, cuando se da la descomposición del sistema feudal, asumiendo tareas de “socorro” a los pobres, porque el sistema feudal caduco ya no puede alimentar a sus propios siervos. En los 60. acentúa más su papel de “socorro” o asistencia a los miserables de la tierra, cuando el imperialismo avanza más en su descomposición (Presidente Mao), y el sistema caduco, mediante las limosnas repartidas por la iglesia y las “ayudas” de las instituciones internacionales (Caritas) y los estados, su economía, se muestra incapaz de alimentar a sus propios esclavos. De esos años data también eso de la “opción preferencial de la iglesia por los pobre” y gestándose en su seno la llamada “teología de la liberación”.
La directora de DESCO, Molvina Zeballos Manzur, a la fecha de la publicación del último número de su revista QUEHACER, sin dejar duda dice quién estuvo detrás de esta revista y de las ONG como DESCO, cuando dice:
“Quehacer responde, además, a la historia de una institución y a la historia de esta en su relación con el sistema de cooperación internacional. Como ocurre con todo, esa parte también ha experimentado cambios muy profundos. Los recursos que antes se podían dedicar a este tipo de esfuerzos no existen más hace muchos años y Desco, pese a ello, persistió en la apuesta por preservar su vocero institucional, manteniendo su voluntad política, aunada al esfuerzo de sus integrantes y de quienes hacen directamente la revista. Aun así, la voluntad tiene sus límites y ha llegado el momento doloroso pero inevitable de replantearla con un sentido de futuro” ( ESPECIAL QUEHACER 35 AÑOS ,“Unos fructíferos 35 años” la directora de DESCO, Molvina Zeballos Manzur)
Cuando habla de la financiación y quién está detrás de DESCO y QUEHACER, evita su individualización tras el genérico de “el sistema de cooperación internacional”, para tratar de esconder quién está detrás -en el terreno de la propaganda y opinión pública- del combate al PCP y la guerra popular ,que dirige. Propaganda contrarrevolucionaria de guerra antisubversiva a través de “su vocero institucional”, “la revista Desco”. Así, que tendremos que ocuparnos de este “sistema de cooperación internacional”, más adelante.
Por eso, el Presidente Gonzalo, enseña, que siempre debemos acostumbrarnos a hacer un análisis de los hechos a la luz de la lucha de clases, de la contradicción; si uno no analiza los hechos ligándolos a otros fenómenos, si no establecemos correlaciones, si no ubicamos en el período histórico, en la coyuntura política, entonces, se cae en una descripción neopositivista, en idealismo.
Dice, debemos desenmascararlos bien y diferenciar su carácter de clase, al servicio de quién están, quién les paga, qué objetivos persiguen, qué clase de servicios prestan, servicios que no son tales porque son acciones socavadoras de la revolución.
El Presidente en 1992, apunta, que en los 60 los intelectuales se decían marxistas y se sentían orgullosos de serlo, ahora hay un gran cambio, rechazan el marxismo, estos intelectuales hacen labor local y ocultan la idea del poder estatal, ya sea del lugar donde están o del país que les paga, quieren borrar quién está detrás de la ONG. Lo real es que son planes del imperialismo, que ayer aparecían directamente a través de organismos internacionales y hoy están encubiertos con organizaciones pantallas. Pretenden que la masa resuelva sus problemas al margen de la opresión que viven de los Estados opresores y del imperialismo.
El “boom” de los intelectuales se va a impulsar con la demanda de científicos sociales durante el régimen de Velasco; por eso es que vimos tantos intelectuales velasquistas, por esa demanda del fascismo y la corporativización; ellos, los intelectuales se dejaron utilizar o sirvieron conscientemente a esos planes, prestaron sus servicios y el régimen los amamantó por eso lo defendieron a capa y espada; las críticas que le hacían, no eran sino aplicación de ese “apoyo crítico”, que tanto difunden para envenenar al pueblo; pero nosotros, no debemos consentir nunca que se trafique, que se engañe, no porque son intelectuales vamos a tenerles reverencia alguna, siempre hay que analizar qué objetivos siguen, a qué clases representan. Se presentan como la buena intención incomprendida.
Lo anteriormente señalado por el Presidente, son hechos históricos, por lo tanto, innegables, como sale de la propia boca de los representantes mas destacados de los intelectuales de las ONG; los cuales, en sus celebraciones se confiesan, como lo sucedió con ocasión del ultimo numero impreso de la revista de DESCO, QUEHACER, ocasión en que relatan su recorrido vital de las ONG del “trabajo campesino” al gobierno fascista de Velasco, después al servicio de la guerra contra revolucionaria y de los demás planes de intervención del imperialismo en el país., leamos los que dicen en el último número citado de QUEHACER:
“ 1979, nace Quehacer (…) Hoy que se publica el número 195 de Quehacer, pensé que sería interesante recordar cuáles fueron las razones por las que surgió una revista como esta, de análisis social profundo, que mira los procesos de mediano y largo plazo, pero que está inscrita claramente en la coyuntura política nacional (…) La etapa de transición a la democracia que se abrió a fines de los 70 tuvo un corto período de duración. Dos años después de la elección democrática del presidente Belaunde, este declararía la necesidad de que el Ejército, fuerza entrenada para enfrentar a un enemigo externo, tomara el control en las zonas del país donde desarrollaba su acción el grupo terrorista PCP – Sendero Luminoso, particularmente Ayacucho. Entre el 82 y el 92, Quehacer sería no solo una revista académica sino polémica, presente en el debate público, leída a nivel nacional, con posiciones cuestionadoras del manejo del conflicto armado. El análisis producido por Quehacer durante este tiempo de violencia sirve hoy como memoria crítica de una época oscura de nuestra historia republicana “(Ciclos, Marisa Glave, QUACER, edición citada1).
De la lectura de la cita de lo escrito por esta intelectual “crítica”, que está ligada estrechamente con las citas siguientes, se desprende que la revista nació para defender el orden existente tratando de engañar al pueblo con ese veneno de “revista polémica”, de “cuestionar” “el manejo del conflicto armado”, “memoria crítica”, cuando desde el comienzo se pusieron al servicio del orden defendiendo la dictadura terrateniente-burocrática, al servicio del imperialismo, principalmente yanqui, que es el viejo Estado peruano, confiriéndole legitimidad democrática al gobierno genocida de Belaunde, poniéndose de lado de la guerra contrasubversiva contra la guerra popular y el PCP, condenándolos como terrorismo. Se pone de lado de la contrarrevolución armada y condenan la revolución armada.
Para encubrir su papel socavador de la revolución, dice “cuestionadora” del “manejo del conflicto armado”. Tener en cuenta la cita y este comentario para ver que este manejo “crítico” de la revista, es la aplicación de la experiencia de DESCO y de uno de sus connotados representante H. Pease, fundador de la revista, en el manejo de la propaganda del gobierno militar fascista-corporativo de Velazco a través de los diarios “ex-propiados” por el gobierno militar, manejo con “mano de hierro” la propaganda abiertamente velazquista y la propaganda pro-velazquista “crítica”, para que se mantenga firmemente en la línea del servicio al régimen fascista. Experiencia que se va a aplicar no solo a la revista sino en la uniformización de la información de los grandes medios a nivel nacional e internacional contra el PCP y la guerra popular. Tarea ésta que por encargo del imperialismo yanqui cumplirían Vargas Llosa y Gustavo Gorriti, dos agentes de la CIA.
Otra confesión, no olvidar que son “hijos de cura”:
“Yo llegué a Desco el 9 de marzo de 1970 a las cuatro de la tarde.(…) Desco nace como una emanación del Concilio Vaticano II. Porque lo forma un grupo de cristianos, de católicos, para hacer labor social desde las ciencias sociales, en la idea de que los laicos tienen una tarea que hacer para continuar con Dios Padre la creación del mundo y perfeccionarla (…) Así nace Desco. Entonces, Desco estaba, desde su origen, a contracorriente de esa sociedad elitista, aristocrática y segregacionista porque se ubica del lado de los pobres. Y, entonces, Velasco hace un gobierno de declaración socializante (…) La tercera vía, no te olvides. Era la época de la tercera vía. Desco tiene una posición inicial de apoyo al velasquismo. Incluso, los dos máximos jefes de Desco se van a trabajar al Sinamos. Queda un segundo grupo con una conciencia un poco más crítica frente al gobierno de Velasco (es decir, los velazquistas y los de apoyo “crítico” al velazquismo, nota nuestra) (…) Desco hacía en los periódicos de la época. Desde el 72 hasta el 76 hay una extensa participación de miembros de Desco en los diarios y hay una discrepancia abierta. Todo esto lo maneja Henry Pease, que fue el director de Desco desde el año 73 hasta el año 82, creo. La mano de hierro de Henry que todos conocemos permite que las cosas circulen más allá de las discrepancias por un camino cierto. Todo esto se termina cuando acaba el gobierno de Velasco. (…) Con el de Morales Bermúdez, Desco no está en el gobierno porque se lo toma como el regreso.
(…) A Desco lo funda un cura socialcristiano chileno. Así comienza. Era un sacerdote chileno que funda una cadena de centros de apoyo social en diversos países de América Latina. Entonces, toma contacto con unos católicos pro Vaticano II. Fico Velarde había estado en Chile —se había casado con una chilena— y conocía a este padre. Creo que por ahí viene el contacto. Entonces, un grupo de católicos funda Desco.
(…) Sendero atenta contra las ONG. Es un enemigo más. Sendero considera enemigo a Desco y a Quehacer. Como yo era presidente de Desco, era director de la revista. En febrero del 92 hay unas amenazas muy fuertes contra Desco y Quehacer. Muy fuertes. Nos anuncian que nos van a matar. No las difundo porque no quería crear pánico en la institución, pero sí me fui a hablar con Sinesio, que había sido de inteligencia. “Estás en la mira”, me dijo. “Te va a caer”. “¿Qué hago?”, le pregunto. Me dijo que si yo ponía cien gentes armadas en la esquina de Desco, Sendero podía poner doscientos armados. Tiene que ser con inteligencia. Entonces, cámbiate de ropa, cambia de carro, de ruta, de horario, cambia todo. Averigua cuándo te pueden matar. Haz una revisión pormenorizada, inteligente, de dónde te pueden encontrar siempre. Me impresionó porque me di cuenta (…) Tuve que cambiar. Creí que venía algún atentado contra nosotros o contra Desco, porque los ataques a Quehacer eran muy fuertes. Quehacer era muy importante en esa época; era una de las alternativas de pensamiento ilustrado. Y sobre Sendero era una especialista. Pero, de repente, viene el golpe de Estado... En esa época matan a la Madre Coraje, a María Elena Moyano. Eso sucede en febrero del 92 si no me equivoco. Entonces, muchos dicen que lo siguiente va a ser un atentado cercano a Desco o en Desco. Ahí se intensificó el ataque contra Quehacer. Y el 5 de abril de 1992 viene el golpe de Estado y Sendero gira contra los militares y contra el Estado, y se olvida de nosotros. La gente creía que nosotros éramos simpatizantes de Sendero, pero Sendero nos amenazó de muerte (de Trayectoria de un pensamiento, Una entrevista a Marcial Rubio por Abelardo Sánchez L eón, en ESPECIAL QUEHACER 35 AÑOS)
No comentaremos mucho sobre la cita anterior porque ya el Presidente Gonzalo se ha referido en pasajes anteriores, que datan de 1992, a la historia que trata de contarnos Rubio Correa, que fue también Ministro de Educación en el Gobierno de Transición del presidente Valentín Paniagua entre noviembre de 2000 y julio de 2001 (gobierno de transición oriducto de la intervención del imperialismo yanqui a través de la Mesa de Negociación de la OEA). Rubio es un conocido docente de la Universidad Católica y muy ligado a un destacado intelectual velazquista de la misma institución, Luis Pásara, abogado de DESCO en esos años.
Luis Pásara, después, ha estado como asesor en todas las comisiones de reforma del Poder Judicial, no olvidar su nombre, porque detrás de su imagen de “humanista” y “gran intelectual” esta la mano del imperialismo yanqui. Profesor de la Universidad Católica (Lima) entre 1967 y 1976, fundador del Centro de Estudios Derecho y Sociedad (CEDYS). En su curriculum está escrito, que como sociólogo del derecho ha investigado sobre el sistema de justicia a lo largo de tres décadas ( en el Perú, Argentina, Costa Rica, Chile, Guatemala y México).
Pásara ha sido consultor del Instituto Interamericano de Derechos Humanos y de la Comisión Andina de Juristas, y ha realizado numerosas consultorías para el Banco Mundial, USAID, EuroSocial y el Instituto de Defensa Legal (Perú). Entre 1996 y 2000 estuvo a cargo de los temas judiciales en la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Guatemala (MINUGUA). Fue miembro del Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson en Washington, D.C. en 1980 y 2011-2012 y de la Universidad de Notre Dame en 1985 y 2000-2002. De 2002 a 2004 fue profesor investigador visitante en el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) en la Ciudad de México, México. De 2004 a 2011 fue investigador del Instituto Interuniversitario de Estudios Iberoamericanos de la Universidad de Salamanca, España. Es miembro titular de FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales) de España.
El caso de Pásara es importante para estudiar y esclarecer el tema de la judicialización de la política como parte del plan hegemonista global del imperialismo yanqui -en su génesis a través de la labor de este sociólogo del derecho. Como han destacado los estudiosos de este tema sobre la influencia de la circulación internacional de juristas como mecanismo de exportación-importación de prácticas y modelos jurídicos y de generar innovaciones en sus lugares de origen, luego de haber hecho recorridos académicos y de calificación individual en instituciones universitarias y judiciales de los EEUU.
El Poder Judicial y la Fiscalía, desde comienzos del segundo gobierno de Belaunde, forman el llamado sistema judicial, junto con la policía especializada, son sujetos de los planes del imperialismo yanqui para controlarlo y usarlo para una mayor intervención en el país, junto con la manipulación de la opinión pública mediante los grandes medios, las ONG, el periodismo de investigación, en operaciones conjuntas con las llamadas redes sociales. Esta forma de la manipulación de la opinión pública en operaciones conjuntas cobra cada día más importancia en la colusión y pugna reaccionaria entre las facciones, grupos y personajes en el Perú y los alineamientos internos con la colusión y pugna entre las propias facciones del imperialismo yanqui. Esto solo como un adelanto.
Bien, ahora le damos nuevamente el testigo a Rubio para que nos cuente sobre sus socios:
“Y después, en el 72, hubo un área de abogados que trabajaba tanto en comunidad laboral como en propiedad social. Estaba conformada por Lucho Pásara, Jorge Santisteban, Diego García Sayán,
Alberto Bustamante, Guido Lombardi y yo. Guido es abogado. Aunque no parezca.
No parece, pero es. Éramos seis abogados. Era un área grande. Los Wisconsin Boys. Lucho Pásara fue mi profesor en primero de Derecho, en 1967. Llevé un curso de Introducción al Derecho con él y nos hicimos amigos. Lucho es un personaje muy particular, pero por alguna razón me tenía consideración. Él me llevó a Desco como su asistente.
Él ya estaba allí entonces. Sí, pero tenía cierto problema en las tardes y me llevó para que estuviera en ese horario y fuera su asistente. Después, el año 72, cuando egresé y me gradué, él me dejó el curso de Introducción a la Ciencia Jurídica en Derecho. A Lucho Pásara le debo, en parte, mi estancia en Desco y mi calidad de profesor en la Católica. Eso siempre se lo he reconocido” (Rubio, Entrevista citada).
Otra cosa importante, es que el socialcristiano Henry Pease y DESCO manejaban los diarios tomados por el velazquismo, con dos manos los de apoyo abierto a Velazco y los de “apoyo crítico”, “con mano de hierro” para que sirva a engañar al pueblo, repetimos la parte de la cita de lo que dice Rubio, al respecto:
„Desco hacía en los periódicos de la época. Desde el 72 hasta el 76 hay una extensa participación de miembros de Desco en los diarios y hay una discrepancia abierta. Todo esto lo maneja Henry Pease, que fue el director de Desco desde el año 73 hasta el año 82, creo. La mano de hierro de Henry que todos conocemos permite que las cosas circulen más allá de las discrepancias por un camino cierto“.
Entonces, para la nueva etapa que se abría en el Perú a partir de 1979 y del 80 en adelante, Pease y DESCO usan esa experiencia para desarrollar su propaganda contrarrevolucionaria y envenenar a las masas con esa doble mano, manejada con mano de hierro contra la revolución. Así, relacionando las diferentes partes del puzzle traducimos lo que realmente está detrás de las palabras de intelectuales “bien intencionados” pero “incomprendidos. Bueno, Pease está muerto pero la labor de DESCO y otros intelectuales de su calaña continua para engañar a las masas con su “memoria crítica contra la violencia”, es decir contra la violencia revolucionaria, en servicio de los planes del imperialismo y la reacción de combatir la reorganización general del PCP en y para la guerra popular.
Rubio dice “Sendero me quería matar”, este miserable se lleno de pánico por su papel contrarrevolucionario con DESCO y QUEACER, y. se trata, de la campaña de desenmascaramiento del PCP de papel contrarrevolucionario de él, de esta ONG, de su revista y de sus intelectuales, que sembraban veneno entre las masas, como el mismo lo reconoce al final de la cita, cuando dice:
“La gente creía que nosotros éramos simpatizantes de Sendero...”
Y dice, “Sendero me querían matar”, pero lo importante es que pone en evidencia sin querer queriendo a su compinche “Sinecio” (sí, Sinecio López), otro “intelectual velazquista”, que escriba los discursos de Velazco, en ese momento miembro activo del servicio de inteligencia del Ejército Peruano, es decir del ejército genocida del viejo Estado, quién en su condición de oficial del servicio de inteligencia tenía a cargo una dirección en Sinamos, el organismo corporativo de manejo de las llamadas organizaciones sociales para la corporativización de la sociedad.
“Sinecio”, siempre como oficial de inteligencia, con la desativación de Sinamos con el gobierno de Morales Bermudez, del reajuste general corporativo, pasó al Instituto Nacional de Cultura en compañía de su oficial de enlace y un par de suboficiales de inteligencia. Bueno, esa es parte de la historia de este “sociólogo”.
Lo importante es que por propias palabras de Rubio Correa confirmamos el “secreto” de los vínculos de DESCO y QUEHACER y otros intelectuales con los servicios de inteligencia de la reacción.
Para continuar con la narrativa de estos intelectuales de “conciencia crítica” o “memoria crítica”, en “Quehacer era una fiesta”, Abelardo Sánchez León, vomita todo el odio contrarrevolucionario de esa “izquierda” anticomunista al servicio de la reacción y el imperialismo que se presenta como de “intelectuales críticos”, además cuenta quienes los financiaban y otras muchas veleidades y relaciones:
“Estábamos a finales de la década de los años 70, cuando a Henry Pease se le ocurrió la idea de fundar una revista de actualidad política, social y cultural, que acompañase al movimiento social peruano. Desde los años 60 había en el Perú una izquierda en actividad que llegó a ser considerada, en los años 80, como la más sólida, influyente y extendida de América Latina. En la
concepción de Henry Pease, la revista debía dar fe de ese movimiento y, en alguna medida, comprometerse con él, guiarlo y llegar al poder. Henry Pease no era un revolucionario. Él era un político. No creía en los medios subversivos para alcanzar el poder. Venía de las filas de la Democracia Cristiana y su filiación con el cristianismo fue más fuerte que las posteriores ideas marxistas que leyó más con vocación académica, con las que no llegó a identificarse plenamente. La revista sería la voz de la izquierda. Y lo fue.
(…) trabajaban en ella Juan “Cancho” Larco, su editor, y los periodistas José María Salcedo y Raúl González. Juan Larco venía de Cuba, donde estuvo vinculado al campo de la cultura, la literatura y el teatro, y, eventualmente, como trabajador en la caña de azúcar. A Juan Larco lo localizaron Marcial Rubio y Luis Peirano. Lo buscaron en las oficinas del Ministerio de Educación, donde cayó después de haber estado por más de diez años en Cuba (…) Si bien Cancho funcionaba a veces como un comisario respecto a la línea política y a los temas a escoger, a Chema Salcedo le fascinaban los reportajes, salir a la calle, traer el aliento de la vida al cubículo de la revista. Raúl González, más bien, se encontró con un tema inusitado y que le dio un prestigio inesperado a la revista: me refiero a la aparición de Sendero Luminoso en 1980, la guerra interna, la estremecedora tempestad en los Andes, primero, y luego en las ciudades de la costa, e hizo de Quehacer una revista especializada en la materia.
El triángulo, de cierta manera, terminó por configurarse: Juan Larco enhebraba la línea política, Chema Salcedo era la sangre de la calle y Raúl González se afirmaba como el periodista en asuntos subversivos.
De 1980 al 2000, Quehacer se consolidó como la publicación que daba línea a una izquierda legal, enfrentada, a su manera, a la izquierda subversiva de Sendero y el MRTA, donde Chema Salcedo era el responsable de que respirara por sus poros el trajín de una vida remecida por las bombas y la hiperinflación.
* * *
Pero Desco poseía en aquellos años un generoso arsenal intelectual. Entre otros, estaban Nelson Manrique, Alberto Adrianzén, Marcial Rubio, Luis Peirano, Eduardo Ballón, Carmen Rosa Balbi, Laura de Madalengoitia, Gustavo Riofrío, Mario Zolezzi, Humberto Campodónico, a los que se sumaban profesores de la PUCP, nuestros primos hermanos, como Javier Iguiñiz y Orlando Plaza.
Plumas había, sin duda. Además, podíamos recurrir a valiosas plumas de instituciones amigas, como la de Carlos Iván Degregori del Instituto de Estudios Peruanos o de Ernesto de la Jara del Instituto de Defensa Legal. También estaban las plumas de los amigos del Cedep, sobre todo las de Carlos Franco y Héctor Béjar y de economistas como Óscar Ugarteche. Todos estaban a mano y dispuestos a escribir en Quehacer. Quehacer estaba en todas y todos (vinculados a una izquierda amplia) estaban con Quehacer. Cancho no tenía que trabajar” .
Bueno, estimados lectores, las pruebas al canto, “papelitos hablan”, allí está la mano del revisionismo cubano al servicio de la guerra contrasubversiva del Estado peruano y del imperialismo yanqui contra el PCP y la guerra popular, junto a toda una gama de intelectuales de diferentes corrientes, por eso hay que diferenciarlos, pero unidos por su servicio a la guerra contrarrevolucionaria. Están los vínculos de DESCO, con IDL, el Instituto Defensa Legal hijos de “Transparecia Internacional” del imperialismo yanqui y el IEP financiado por AIDUSA, el Cedep. El Chema Salcedo del revisionismo de “Unidad”, del carcamán Del Prado, promoscovita, los senderologos como Gonzáles, etc.
En el número ESPECIAL QUEHACER 35 AÑOS ,“Unos fructíferos 35 años” la directora de DESCO, Molvina Zeballos Manzur, dice:
“Quehacer responde, además, a la historia de una institución y a la historia de esta en su relación con el sistema de cooperación internacional. Como ocurre con todo, esa parte también ha experimentado cambios muy profundos. Los recursos que antes se podían dedicar a este tipo de esfuerzos no existen más hace muchos años y Desco, pese a ello, persistió en la apuesta por preservar su vocero institucional, manteniendo su voluntad política, aunada al esfuerzo de sus integrantes y de quienes hacen directamente la revista. Aun así, la voluntad tiene sus límites y ha llegado el momento doloroso pero inevitable de replantearla con un sentido de futuro”.
Los hemos dejado que ellos mismos se expresen, ellos mismos confirman, que con Morales fueron despedidos de los organismos estatales creados por Velasco y, entonces, muchos regresaron y otros pasaron a trabajar en las Organizaciones No Gubernamentales (ONG). Del velasquismo a las ONG, ese es su origen y proceso, detrás está el imperialismo y la reacción peruana y mundial (el Vaticano) esto lo prueba, también sirve para diferenciarlos porque no todos los que allí trabajan son imperialistas; además, es útil para ver cómo actúan en el campo.
Esta claro que un plan concebido para todo América Latina, desde comienzos de los 60 como parte de la Alianza para el Progreso de Kenedy, por tanto, está la mano del imperialismo; que esos intelectuales que cumplían funciones dentro del SINAMOS aplicaban lo que ese organismo planificaba, de ahí sus vínculos con las masas; pero como fueron botados por Morales y les faltaba dinero fueron a parar a los organismos internacionales y éstos los fortificaron. Así, pues, vendieron su capital intelectual primero al fascismo y luego lo ofertaron al imperialismo, igual hicieron con el trabajo de masas o influencia que tenían. Lo que no dicen muy claro es quién específicamente los financia, solamente se refiere a la Iglesia Católica y la Cooperación Internacional, pero todo el mundo sabe que El Vaticano está en quiebra; en el caso de IDL, IDL-Defensa Legal, IDL-Reporteros, como veremos oportunamente, solamente anota que los financian empresas y su vinculación con Transparencia Internacional y el especulador financiero Soros. En su artículo León señala que Cancho pasó de la financiación cubana a la financiación holandesa y alemana, leamos:
“Juan Larco fue el eterno editor de la revista Quehacer. Era químico de formación aunque, nos imaginábamos todos, nunca ejerció como tal. La revista Quehacer salió a luz en un momento crucial: los años finales del gobierno militar en su segunda fase, los instantes previos a la instalación de la Asamblea Constituyente y la aparición de Sendero Luminoso en mayo de 1980. Lo hizo dos años después del gran paro general de 1977. Era la época del Sutep, de un movimiento sindical potente, de una izquierda que se forjaba en la lucha contra Morales Bermúdez. Juan Larco, Cancho, llegó en ese preciso momentoy yo lo fastidiaría, tiempo después, diciéndole que tuvo la gran suerte de pasar del “financiamiento” de los cubanos al financiamiento real de los holandeses.
Las agencias holandesas y alemanas contribuyeron de manera decisiva en la posibilidad de que Quehacer saliera a las calles. Sin su confianza hubiese sido imposible. Pero años después, al desaparecer el financiamiento institucional o el de la revista, Quehacer se convirtió en un producto políticamente válido y que los programas podían apoyar dentro de los márgenes permitidos.
(…) Quehacer ha vivido (...) 35 años. Los directores de Desco fueron los directores de la revista, hasta que Eduardo Ballón decidió, durante su mandato, que yo asumiera la conducción. Todos la quisieron. Henry Pease la fundó con la convicción que lo caracterizaba; Federico Velarde la llevó al
campo que más le gustaba, el de la política práctica; Marcial Rubio y Luis Peirano (…) Y Molvina Zeballos, la actual presidenta de Desco, la mantuvo contra viento y marea” (León, en Quehacer era una fiesta...)
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