POR REAL IGUALDAD PARA LA MUJER
Solamente la revolución la dará, Estamos por la emancipación de la mujer pero eso es parte de toda la revolución y es parte de la emancipación del proletariado; por tanto,se drá plenamente en el comunismo, han de venir indudablemente, así dice la tesis, de acuerdo con el marxismo la emancipación de la mujer es parte de la emancipación del proletariado, ahí es cuando habrá la plena igualdad ante la vida,mserán saltos que se darán; es así, el deseo es una cosa, la realidad es otra, lo otro es no ver la realidad, eso es lo que dice el marxismo, no basta pues un decreto, podríamos dar un decreto:
Pena igualdad legal, pero no va a ser realizada sino hasta el comunismo la igualdad ante la vida, ese es el hecho. Eso lo distinguió bien Lenin, dijo: “una cosa es igualdad ante la ley, garantizar la igualdad de hombre y mujer, y otra cosa la igualdad ante la vida”, y dijo que el problema es que las mujeres luchen por su propia emancipación y solamente pueden hacerlo dentro de la emancipación del proletariado, no hay otra forma de hacerlo.
MOVIMIENTO FEMENINO POPULAR
DECLARACION DE PRINCIPIOS
Con
la aparición de las clases, que marca el comienzo de la explotación, se
inició también el peso opresor sobre la mujer; de esclava a sierva, de
sierva a obrera. Hasta hoy, donde hay explotadores la mujer está
sojuzgada y esta situación sólo puede acabar cuando caigan de raíz las
bases clasistas de opresión.
De la esclavitud femenina de ayer a
la igualdad formal de hoy median siglos de lucha callada y tenaz o de
violencia de masas que arrancaron conquistas en batallas sin cuartel. La
sociedad se desarrolla en medio de la lucha de clases y las masas en
combate la hacen progresar.
El avance de las mujeres ha sido y es
el avance del pueblo. Pero no han sido pasivas beneficiarias, sino
hermanas combatientes y luchadoras decididas de la causa de los
oprimidos y militantes de primera fila; las trincheras del pueblo en
todas partes llevan también las huellas imborrables de su sangre. La
mujer no es, como se dice apolítica e indiferente; la mujer es, en
especial la del pueblo, combatiente revolucionaria.
Las hijas de
las clases oprimidas, obreras, campesinas y trabajadoras han dado
gloriosos nombres que engalanan las gestas emancipadoras de las masas:
Rosa Luxemburgo y Liu ju-Lan, son ejemplos de la lucha revolucionaria
internacional y en nuestro pueblo Micaela Bastidas.
Es que la
mujer no es un simple ser pasivo, ni banal adorno doméstico ni apolítico
instrumento; la mujer con conciencia de clase es luchadora infatigable y
militante decidida.
La mujer peruana también ha sido y es
combatiente popular, y como parte de nuestro pueblo, ha combatido junto a
él a lo largo de nuestra historia; la lucha de la mujer de nuestra
patria tiene su síntesis: Micaela Bastidas.
Las mujeres de hoy
sufren opresión y explotación y éstas tienen una causa: la situación
semicolonial y semifeudal de nuestro país; situación que al pesar como
montañas sobre nuestro pueblo redoblan su peso sobre las masas femeninas
del Perú.
En esta sociedad cuyas masas se alzan contra el
imperialismo y el feudalismo, las mujeres están tomando emplazamiento de
combate y lanzan su claro grito de guerra para unirse al rugiente grito
de nuestro pueblo. La lucha de la mujer peruana es parte de la lucha
del pueblo oprimido y explotado y sus enemigos son los mismos. Sus
luchas comunes y su éxito final incontenible y necesario será también el
mismo éxito triunfal y liberador.
Si bien la mujer peruana nunca ha dejado de combatir los tiempos que corren, exigen su participación más amplia y profunda.
Hoy
cuando las clases dominantes profundizando el capitalismo dependiente
del imperialismo en el país; cuando aplicando concepciones
antidemocráticas y verticalistas se apunta a organizar a las masas con
moldes corporativistas negadores del principio de la lucha de clases;
hoy cuando se propicia la movilización y la organización femenina al
margen de la lucha popular y en pro de los dominantes, el MOVIMIENTO
FEMENINO POPULAR de Ayacucho reinicia su marcha combatiente y, con clara
conciencia de la situación de nuestra patria, se lanza a la lucha por
la movilización clasista de la mujer peruana, al servicio de la
revolución democrático-nacional.
Esta tarea se cumplirá ciñéndose a principios sustanciales:
- Sólo es posible cumplir un papel revolucionario consecuente y firme siguiendo la invencible luz del Pensamiento de Mariátegui.
- Las masas se liberan a sí mismas y a ellas hay que servir haciéndoles tomar conciencia de su papel creador en la historia.
-
En nuestro país las masas a las cuales debemos ir son las obreras y
campesinas principalmente, y siempre orientándonos a las más pobres y
explotadas
- Para movilizar y organizar es necesario investigar y
propagandizar; esto es conocer los problemas concretos de las masas y
desarrollar en medio de ellas agitación y propaganda revolucionarias.
- Hay que organizarse en todas las formas que el proletariado ha creado y desarrollado. La mujer debe participar en todas ellas.
-
Las mujeres sólo pueden organizarse correctamente si es que lo hacen
siguiendo un principio clasista de agrupar a las mujeres partiendo de su
posición de clase.
- Sin conciencia política clara y justa no
hay alma, esto es seguir consciente y firmemente las leyes de la lucha
popular en nuestra patria.
- Partir de las necesidades
fundamentales y primarias de las masas para elevar paso a paso, mediante
la lucha, la conciencia política, partir de las necesidades y problemas
más concretos de las mayorías y elevarlas políticamente.
- La
lucha revolucionaria sólo puede triunfar uniéndose todos los pueblos y
clases oprimidos, pero lo principal es apoyarse en los propios
esfuerzos.
- Bajo estos principios, para cumplir el objetivo de
movilización clasista de la mujer peruana, el MOVIMIENTO FEMENINO
POPULAR de Ayacucho empeña su esfuerzo, tenacidad y lucha para uniéndose
a otros similares, crear y desarrollar el MOVlMIENTO POPULAR de nuestra
patria como movimiento generado por el proletariado en las masas
femeninas, con tres características: 1) Adherido al Pensamiento de
Mariátegui; 2) como organización clasista de masas, y 3) sujeto al
centralismo democrático.
1976
MOVIMIENTO FEMENINO POPULAR
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