Los resultados y las primeras declaraciones del archireaccionario Donald
Trump, candidato por la mafia del Partido Republicano contra la candidata
Harris de la mafia del Partido Demócrata, fueron anunciados por casi todos los
medios siguiendo un patrón similar:
Donald Trump es el ganador de las elecciones en Estados Unidos . Será presidente de los Estados Unidos por segunda vez. Se ha confirmado su victoria. Obtiene 312 delegados (la mayoría está en 270) frente a los 226 de Kamala Harris, con una victoria contundente. Trump ha celebrado su victoria con una fiesta en West Palm Beach, en Florida, en la que ha comparecido tres horas antes del resultado definitivo. Allí, ha proclamado: “Vamos a arreglar todo lo que está mal en este país”. “Es hora de dejar atrás las divisiones de los últimos cuatro años”. (06 NOV 2024).
Hablando de lo más general y común sobre las consecuencias políticas para los gobiernos reaccionarios de las crisis capitalistas cíclicas, la mayoría de los medios coinciden, en que “Trump se ha beneficiado de la frustración de los ciudadanos tras las fuertes subidas de precios de los últimos cuatro años y el aumento de la inmigración irregular “.
La parte referente a crisis económica-caída y recambio de gobierno, lo subrayamos, porque desde el siglo XX y más pronunciado en estas dos décadas del presente, se observa esta tendencia de recambio de gobiernos reaccionarios barridos por la crisis por otros gobiernos reaccionarios. Lo que sí merece ser complementado en cuanto se refieren al “aumento de la inmigración irregular”, diciendo que Trump se ha beneficiado por haber despertado las más bajas pasiones xenofobas entre los electores, usándola en forma abierta como uno de los ejes de su campaña electoral, mietras la Kamala Harris a usado un discurso xenofobo vergonzante. Los afrodescendientes, los latinos y los demás inmigrantes no olvidan que la Hamala Harris como Fiscal General fue especialmente dura contra ellos con su política de “ley y orden”.
Nuestros comentarios se centran, por esta vez, en estas dos cuestiones: “legitimidad democrática” por mayoría de votos y las ”las divisiones” o la “división en la política de los EEUU”.
No es cierto que Donald Trump y demás representantes al Congreso (Senado y Cámara de Representantes) hayan sido elegidos por la mayoría del pueblo norteamericano por medio del voto general y libre (“legitimidad”).
Las siguientes cifras recogidas de diferentes medios lo deja claro:
„Trump ha alcanzado unos 74.500.000 votos aproximadamente, cifra muy similar a la que lo llevó a la derrota contra Biden en el 2020 con 74.225.000. Por el contrario, la caída demócrata va del récord histórico de votos para un candidato a presidente en la historia de EEUU con 81.300.000 votos para Biden en el 2020, a 70.800.000 para Harris, con una pérdida de 10 millones de votos en 4 años y que los coloca en la derrota más aplastante desde 1988 (perdiendo en el voto popular, en el Colegio Electoral, en el Senado y en la Cámara de Representantes). Diez millones de votantes que fueron claves para expulsar a Trump de la presidencia y que en esta ocasión, aún a conciencia de la posibilidad de su reelección, se abstuvieron de votar“.
„A fecha de 6 de noviembre, y con el proceso de recuento aún no finalizado por completo, los votos contabilizados representaban el 65% de la población en edad de votar en los EE.UU. Este valor supone apenas un decrecimiento de un punto con respecto al récord de 2020, cuando se registró el nivel de participación más alto de los últimos 50 años“ (Statiusta)
„Trump ganó las elecciones de 2024 alcanzando los 312 votos electorales, sobre los 226 de Harris, y obtuvo el 50,4% del voto popular, es decir 74.532.699 de votos, de acuerdo con el último conteo de CNN. Los datos definitivos no estarán disponibles hasta diciembre“ CNN).
Si se tiene en cuenta, entonces que el 45% de los ciudadanos con derecho a voto no lo ejercieron, entonces Trump ganó no col el 50.4 % del 100% sino solo con el 50.4% de los que fueron a votar. Las cifras absolutas no se conocerá con seguridad porque el conteo es estatal.
SOBRE LA AGUDIZACIÓN DE LA COLUSIÓN Y PUGNA ENTRE LAS DOS FACCIONES DEL IMPERIALISMO YANQUI
Es cierto, como se viene diciendo desde comienzos del presente siglo la profundidad de la “división de la sociedad” norteamericana, que se ha expresado en las crecientes disputas entre el Ejecutivo y el Legislativo, agravada en cada recambio de autoridades sobre todo a mitad de cada periodo legislativo. Es asi, como se expresa el desarrollo de la contradicción, en medio de colusion y pugna, entre ambas facciones de la gran burguesía norteamericana en el plano político. Esto se ha visto, por ejemplo, en los últimos periodos presidenciales, como por ejemplo, en los problemas para la aprobación del presupuesto, donde solo después de difíciles y largas componendas (negociaciones), entre ambas mafias, se logró un acuerdo para salir de la suspensión forzada de las actividades de la administración o para aprobar un “paquete de ayuda”, etc.
Por lo anterior, ambas facciones del imperialismo yanqui pugnaron por solucionar esta contradicción a su favor, mediante una mayor centralización del Poder en el Ejecutivo, aplicando un absolutismo presidencialista. Esta centralización se desenvuelve en dura colusión y pugna en las elecciones para recambio de autoridades como las que acaban de pasar, en la disputa y componendas entre republicanos y demócratas por el nombramiento de los jueces y fiscales encargados de aplicar las leyes a nivel federal y de los estados, como también para el nombramiento de los cargos en la burocracia uno de los pilares del Estado burgués, el otro y principal son las fuerzas armadas.
En cuanto al control del aparato judicial, durante el anterior gobierno de Trump se revirtió el control demócrata sobre la corte suprema a través del nombramiento de jueces “conservadores” ligados al PR; que ahora ,en último momento, antes del traspaso de poderes a la nueva administración, pretenden revertir los demócratas usando su exigua mayoría en el Senado para nombrar a jueces que respondan a la orientación del PD. En la alta burocracía han mantenido un mayor control los del PD.
Entonces, en estas elecciones ha estado en juego, el problema de bajo que signo se iba a dar esta mayor centralización del Poder en el Ejecutivo como parte del proceso de reaccionarización del Estado burgués imperialista. No ha sido, por tanto, entre la democracia reaccionaria o fascismo.
Como consecuencia, con el triunfo de Trump en las presidenciales y con la mayoría republicana alcanzada por su partido en ambas cámaras veremos una centralización absoluta del Poder bajo el signo de la facción imperialista que representa este partido, apandillado por Donald Trump como presidente, que someterá a un mayor control al judicativo y a la burocracia, aparato de inteligencia y a las fuerzas armadas. El presidente centraliza en sus manos el Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Lo cual significa, un paso más en la reaccionarización del Estado imperialista yanqui, dictadura burguesa dirigida por la oligarquía financiera, democracia reaccionaria con creciente supresión y restricción de derechos y libertades.
Sobre más avanzada descomposición del imperialismo en todos los planos:
En la sociedad norteamericana, en estas elecciones reaccionarias, en lo ideológico se ha reflejado, por un lado, en un podrido pensamiento imperialista, reaccionario, pos-modernista y social-chovinista representado por los mafiosos “demócratas”, que centra en el “discurso identitario” para movilizar, en busca de sostén social y partidario, a la pequeña-burguesía académica y tecnocrática más representantes de la nata superior de las minorías para sobre esa base buscar manipular al servicio del viejo orden y de la guerra imperialista a las amplias masas de la población y, por el otro, en un pensamiento de discurso “identitario” racista, chovinista, de los “valores americanos originarios”, de los “valores cristianos de servicio de la mujer al varón”, de la mujer como máquina de parir críos para la esclavitud asalariada y carne de cañón de las guerras imperialistas, anti abortista, es decir, ultrareaccionario representados por los mafiosos “republicanos” apelando a los más bajos instintos de la masa degradada a ganado electoral, con un discurso pro re-industrialización que choca violentamente con el carácter más parasitario y de mayor descomposición del imperialismo. Tanto el podrido pensamiento pos-modernista, de una facción imperialista, como el tan podrido pensamiento “conservador”, ultrareaccionario, de la otra facción imperialista, corresponden a la podrida ideología del imperialismo en su fase de más avanzada descomposición y crisis general y última y de barrimiento por la revolución mundial mediante la guerra popular.
LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES DE LOS EEUU LLEVAN LA MARCA INDELEBLE DE LA ESCLAVITUD
O ¿Por qué el presidente no es elegido directamente ?
La respuesta la encontramos en los orígenes de este Estado de dictadura burgues, como se lee en la siguiente cita:
“Los reyes nacen reyes; los presidentes son elegidos. ¿Pero, cómo? James Wilson aclaró, los delegados están en Filadelfia “por ningún otra parte de este plan más confundidos como por la forma de la elección para el cargo de presidente”. Wilson había propuesto en la Convención que el presidente fuera elegido directamente. Pero James Madison había introducido, que, “Porque el derecho electoral es más amplio en los estados norteños que en los del Sur,(…) los últimos en base de los negros no pueden tomar ninguna influencia en la elección”. En texto claro: En una directa elección tendrían los del Norte, en los cuales hay más cantidad de electores hábiles, tendrían también más votos . La propuesta de Wilson fue denegada, por la mayoría de 12 estados contra uno. Algunos delegados de la Convención fueron de la idea que el Congreso debería elegir al presidente. Ese método, conocido como elección indirecta, facilita la participación del pueblo en la elección y mantiene a distancia “los exceso de la democracia”; ella filtra la voluntad de los muchos a través del juicio de los menos. El senado es elegido por ejemplo indirecto: los senadores no son elegidos por el pueblo, sino por los parlamentos de los estados ( la elección directa fue introducida en 1913…). Pero la elección indirecta del presidente representa un problema: La elección del Presidente a través del Congreso colisiona contra el principio de la división de poderes.
Wilson presentó una otra idea. Sí el pueblo no puede elegir directamente al presidente y tampoco el Congreso,quizás otro gremio puede rellenar el vació. La segunda propuesta de Wilson fue que el pueblo delegara en un colegio electoral de delegados elegidos, una asamblea de hombres honorables con el correspondiente patrimonio y reputación, que propiamente deberían tomar el proceso de elección. Este compromiso se aprobó. Pero este compromiso se tomó sobre la base de otro compromiso: en base a la proporción de esclavos. El número de delegados para el gremio electoral de varones no debería representar la cantidad de electores hábiles de cada estado federado, sino por el numero de sus diputados para la cámara de representantes. La representación de un estado para el gremio electoral de varones fue determinado por la norma para la representación parlamentaria -un diputado congresional por cada 40, 000 personas, para lo cual las personas esclavizadas contaban como tres quintos. El gremio electoral de varones fue una concesión a los esclavistas, que en la misma medida estuvo impregnada del cálculo matemático como político” ( Jill Lepore, La VERDADERA HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS)
La manipulación de los votantes estadouidenses por las dos mafias que se turnan en el gobierno yanqui
Aquí un testimonio histórico de HENRY KISSINGER en su texto Orden mundial, Reflexiones sobre el carácter de las naciones y el curso de la historia, Edición en formato digital: enero de 2016, original 2014, quien aquí ejerce de profeta del pasado, pero que tiene el valor de confesión de parte y de “profesia” cumplida”:
“Hasta ahora, la historia y la psicología occidentales han tratado la verdad como algo independiente de la personalidad y anterior a la experiencia del observador. Pero nuestra era está al borde del cambio en la concepción de la naturaleza de la verdad. Casi todos los sitios web contienen alguna clase de función de personalización basada en un rastreo de códigos de internet destinado a establecer los antecedentes y preferencias del usuario. Estos métodos quieren estimular a los usuarios a «consumir más contenido» [18] y, al hacerlo, quedar expuestos a más publicidad, que es lo que en última instancia sostiene la economía de internet. Estas orientaciones sutiles
concuerdan con una tendencia más amplia a manejar la comprensión tradicional de la elección humana. Los productos se ordenan y priorizan para ofrecer aquellos que a uno «le gustarían» y las noticias online se presentan como «las noticias que más le pueden interesar». [19] Dos personas diferentes que recurren a un mismo motor de búsqueda con la misma pregunta no necesariamente reciben la misma respuesta. El concepto de verdad es relativizado e individualizado: pierde su carácter universal. La información se presenta como si fuera gratuita. De hecho, el receptor paga por ella aportando datos que serán explotados por personas que no conoce, de maneras que luego configurarán la información que se le ofrezca.
Cualquiera que sea la utilidad de este enfoque en el ámbito del consumo, su efecto a la hora de decidir políticas puede resultar transformador. Las difíciles elecciones en las decisiones políticas siempre son solitarias. ¿Dónde, en un mundo de redes sociales ubicuas, encuentra espacio el individuo para desarrollar la fortaleza de tomar decisiones que, por definición, no pueden estar basadas en un consenso? El dicho de que los profetas no son reconocidos en su propia época es verdad en tanto operan más allá de la concepción convencional: eso es lo que los vuelve profetas. En nuestra era, el tiempo técnico de los profetas podría haber desaparecido. La búsqueda de
transparencia y conectividad en todos los aspectos de la existencia, al destruir la privacidad, inhibe el desarrollo de personalidades con la fuerza de tomar decisiones solitarias.
Las elecciones estadounidenses, sobre todo las elecciones presidenciales, representan otro aspecto de esta evolución. Se ha sostenido que en 2012 las campañas electorales tenían archivos sobre unas decenas de millones de votantes potencialmente independientes. Extraídos de las redes sociales, de archivos abiertos al público y de los registros médicos, estos archivos ofrecían un perfil probablemente más preciso que el que el propio involucrado hubiera podido hacer de memoria. Esto permitía a los responsables de las campañas elegir la tecnología más adecuada en cada caso: una visita personal de amigos ya afiliados (también encontrados vía internet), cartas personalizadas (extraídas de las redes sociales) o encuentros grupales.
Las campañas presidenciales están a punto de transformarse en competencias mediáticas entre operadores de internet. Lo que alguna vez fueron debates sustantivos sobre el contenido de la actividad del gobierno se reducirá a los candidatos convertidos en portavoces de un intento de marketing perseguido por medios cuya intrusividad habría sido considerada cosa de ciencia ficción apenas una generación atrás. El papel principal de los candidatos podría pasar a ser recaudar fondos en vez de elaborar programas.
¿El esfuerzo de marketing pretende expresar las convicciones del candidato, o
las convicciones que expresa el candidato son reflejo de una investigación de big data sobre probables preferencias y prejuicios de los individuos? ¿La democracia puede evitar evolucionar hacia un resultado demagógico basado en una apelación emocional a las masas, en vez de ser el proceso razonado que imaginaron los Padres Fundadores? Si la brecha entre las cualidades requeridas para la elección y las cualidades esenciales para ocupar el cargo se vuelve demasiado ancha, podría perderse ese conocimiento conceptual y ese sentido histórico que deberían ser parte de la política exterior, o el cultivo de estas cualidades podría ocupar tanto tiempo en el primer mandato de un presidente como para impedirle desarrollar su papel de liderazgo de Estados Unidos".
Gane quien gane en la farsa electoral, siempre con fraude de uno u otro, aplicará en lo fundamental los mismos lineamientos y objetivos estratégico del imperialismo yanqui para mantener su condición de superpotencia imperialista hegemonica única y gendarme contrarrevolucionario mundial, tal como ha sido con todos los presidentes de los Estado Unidos hasta la fecha, un testigo de parte lo testimonia así:
“Los doce presidentes de posguerra han reivindicado apasionadamente el papel
excepcional de Estados Unidos en el mundo. Todos han postulado, con
carácter de axioma, que el país está embarcado en una desinteresada lucha por
la resolución de los conflictos y la igualdad de todas las naciones, cuya
medida de éxito definitivo será la paz mundial y la armonía universal. [1]
Todos los presidentes de ambos partidos políticos han proclamado la
aplicabilidad de los principios estadounidenses al mundo entero(...) Lo que para otros países hubiera sido un mero floreo retórico ha sido presentado, en el debate estadounidense, como un modelo específico para la acción global”.
Traducimos toda la demagogia yanqui, con una sola frase: “la pax americana”. Objetivo imperialista que es un imposible histórico y político pues estamos en la ofensiva de la revolución proletaria mundial que barrerá con guerra popular al imperialismo y la reacción mundial de la faz de la Tierra.
Donald Trump es el ganador de las elecciones en Estados Unidos . Será presidente de los Estados Unidos por segunda vez. Se ha confirmado su victoria. Obtiene 312 delegados (la mayoría está en 270) frente a los 226 de Kamala Harris, con una victoria contundente. Trump ha celebrado su victoria con una fiesta en West Palm Beach, en Florida, en la que ha comparecido tres horas antes del resultado definitivo. Allí, ha proclamado: “Vamos a arreglar todo lo que está mal en este país”. “Es hora de dejar atrás las divisiones de los últimos cuatro años”. (06 NOV 2024).
Hablando de lo más general y común sobre las consecuencias políticas para los gobiernos reaccionarios de las crisis capitalistas cíclicas, la mayoría de los medios coinciden, en que “Trump se ha beneficiado de la frustración de los ciudadanos tras las fuertes subidas de precios de los últimos cuatro años y el aumento de la inmigración irregular “.
La parte referente a crisis económica-caída y recambio de gobierno, lo subrayamos, porque desde el siglo XX y más pronunciado en estas dos décadas del presente, se observa esta tendencia de recambio de gobiernos reaccionarios barridos por la crisis por otros gobiernos reaccionarios. Lo que sí merece ser complementado en cuanto se refieren al “aumento de la inmigración irregular”, diciendo que Trump se ha beneficiado por haber despertado las más bajas pasiones xenofobas entre los electores, usándola en forma abierta como uno de los ejes de su campaña electoral, mietras la Kamala Harris a usado un discurso xenofobo vergonzante. Los afrodescendientes, los latinos y los demás inmigrantes no olvidan que la Hamala Harris como Fiscal General fue especialmente dura contra ellos con su política de “ley y orden”.
Nuestros comentarios se centran, por esta vez, en estas dos cuestiones: “legitimidad democrática” por mayoría de votos y las ”las divisiones” o la “división en la política de los EEUU”.
No es cierto que Donald Trump y demás representantes al Congreso (Senado y Cámara de Representantes) hayan sido elegidos por la mayoría del pueblo norteamericano por medio del voto general y libre (“legitimidad”).
Las siguientes cifras recogidas de diferentes medios lo deja claro:
„Trump ha alcanzado unos 74.500.000 votos aproximadamente, cifra muy similar a la que lo llevó a la derrota contra Biden en el 2020 con 74.225.000. Por el contrario, la caída demócrata va del récord histórico de votos para un candidato a presidente en la historia de EEUU con 81.300.000 votos para Biden en el 2020, a 70.800.000 para Harris, con una pérdida de 10 millones de votos en 4 años y que los coloca en la derrota más aplastante desde 1988 (perdiendo en el voto popular, en el Colegio Electoral, en el Senado y en la Cámara de Representantes). Diez millones de votantes que fueron claves para expulsar a Trump de la presidencia y que en esta ocasión, aún a conciencia de la posibilidad de su reelección, se abstuvieron de votar“.
„A fecha de 6 de noviembre, y con el proceso de recuento aún no finalizado por completo, los votos contabilizados representaban el 65% de la población en edad de votar en los EE.UU. Este valor supone apenas un decrecimiento de un punto con respecto al récord de 2020, cuando se registró el nivel de participación más alto de los últimos 50 años“ (Statiusta)
„Trump ganó las elecciones de 2024 alcanzando los 312 votos electorales, sobre los 226 de Harris, y obtuvo el 50,4% del voto popular, es decir 74.532.699 de votos, de acuerdo con el último conteo de CNN. Los datos definitivos no estarán disponibles hasta diciembre“ CNN).
Si se tiene en cuenta, entonces que el 45% de los ciudadanos con derecho a voto no lo ejercieron, entonces Trump ganó no col el 50.4 % del 100% sino solo con el 50.4% de los que fueron a votar. Las cifras absolutas no se conocerá con seguridad porque el conteo es estatal.
SOBRE LA AGUDIZACIÓN DE LA COLUSIÓN Y PUGNA ENTRE LAS DOS FACCIONES DEL IMPERIALISMO YANQUI
Es cierto, como se viene diciendo desde comienzos del presente siglo la profundidad de la “división de la sociedad” norteamericana, que se ha expresado en las crecientes disputas entre el Ejecutivo y el Legislativo, agravada en cada recambio de autoridades sobre todo a mitad de cada periodo legislativo. Es asi, como se expresa el desarrollo de la contradicción, en medio de colusion y pugna, entre ambas facciones de la gran burguesía norteamericana en el plano político. Esto se ha visto, por ejemplo, en los últimos periodos presidenciales, como por ejemplo, en los problemas para la aprobación del presupuesto, donde solo después de difíciles y largas componendas (negociaciones), entre ambas mafias, se logró un acuerdo para salir de la suspensión forzada de las actividades de la administración o para aprobar un “paquete de ayuda”, etc.
Por lo anterior, ambas facciones del imperialismo yanqui pugnaron por solucionar esta contradicción a su favor, mediante una mayor centralización del Poder en el Ejecutivo, aplicando un absolutismo presidencialista. Esta centralización se desenvuelve en dura colusión y pugna en las elecciones para recambio de autoridades como las que acaban de pasar, en la disputa y componendas entre republicanos y demócratas por el nombramiento de los jueces y fiscales encargados de aplicar las leyes a nivel federal y de los estados, como también para el nombramiento de los cargos en la burocracia uno de los pilares del Estado burgués, el otro y principal son las fuerzas armadas.
En cuanto al control del aparato judicial, durante el anterior gobierno de Trump se revirtió el control demócrata sobre la corte suprema a través del nombramiento de jueces “conservadores” ligados al PR; que ahora ,en último momento, antes del traspaso de poderes a la nueva administración, pretenden revertir los demócratas usando su exigua mayoría en el Senado para nombrar a jueces que respondan a la orientación del PD. En la alta burocracía han mantenido un mayor control los del PD.
Entonces, en estas elecciones ha estado en juego, el problema de bajo que signo se iba a dar esta mayor centralización del Poder en el Ejecutivo como parte del proceso de reaccionarización del Estado burgués imperialista. No ha sido, por tanto, entre la democracia reaccionaria o fascismo.
Como consecuencia, con el triunfo de Trump en las presidenciales y con la mayoría republicana alcanzada por su partido en ambas cámaras veremos una centralización absoluta del Poder bajo el signo de la facción imperialista que representa este partido, apandillado por Donald Trump como presidente, que someterá a un mayor control al judicativo y a la burocracia, aparato de inteligencia y a las fuerzas armadas. El presidente centraliza en sus manos el Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Lo cual significa, un paso más en la reaccionarización del Estado imperialista yanqui, dictadura burguesa dirigida por la oligarquía financiera, democracia reaccionaria con creciente supresión y restricción de derechos y libertades.
Sobre más avanzada descomposición del imperialismo en todos los planos:
En la sociedad norteamericana, en estas elecciones reaccionarias, en lo ideológico se ha reflejado, por un lado, en un podrido pensamiento imperialista, reaccionario, pos-modernista y social-chovinista representado por los mafiosos “demócratas”, que centra en el “discurso identitario” para movilizar, en busca de sostén social y partidario, a la pequeña-burguesía académica y tecnocrática más representantes de la nata superior de las minorías para sobre esa base buscar manipular al servicio del viejo orden y de la guerra imperialista a las amplias masas de la población y, por el otro, en un pensamiento de discurso “identitario” racista, chovinista, de los “valores americanos originarios”, de los “valores cristianos de servicio de la mujer al varón”, de la mujer como máquina de parir críos para la esclavitud asalariada y carne de cañón de las guerras imperialistas, anti abortista, es decir, ultrareaccionario representados por los mafiosos “republicanos” apelando a los más bajos instintos de la masa degradada a ganado electoral, con un discurso pro re-industrialización que choca violentamente con el carácter más parasitario y de mayor descomposición del imperialismo. Tanto el podrido pensamiento pos-modernista, de una facción imperialista, como el tan podrido pensamiento “conservador”, ultrareaccionario, de la otra facción imperialista, corresponden a la podrida ideología del imperialismo en su fase de más avanzada descomposición y crisis general y última y de barrimiento por la revolución mundial mediante la guerra popular.
LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES DE LOS EEUU LLEVAN LA MARCA INDELEBLE DE LA ESCLAVITUD
O ¿Por qué el presidente no es elegido directamente ?
La respuesta la encontramos en los orígenes de este Estado de dictadura burgues, como se lee en la siguiente cita:
“Los reyes nacen reyes; los presidentes son elegidos. ¿Pero, cómo? James Wilson aclaró, los delegados están en Filadelfia “por ningún otra parte de este plan más confundidos como por la forma de la elección para el cargo de presidente”. Wilson había propuesto en la Convención que el presidente fuera elegido directamente. Pero James Madison había introducido, que, “Porque el derecho electoral es más amplio en los estados norteños que en los del Sur,(…) los últimos en base de los negros no pueden tomar ninguna influencia en la elección”. En texto claro: En una directa elección tendrían los del Norte, en los cuales hay más cantidad de electores hábiles, tendrían también más votos . La propuesta de Wilson fue denegada, por la mayoría de 12 estados contra uno. Algunos delegados de la Convención fueron de la idea que el Congreso debería elegir al presidente. Ese método, conocido como elección indirecta, facilita la participación del pueblo en la elección y mantiene a distancia “los exceso de la democracia”; ella filtra la voluntad de los muchos a través del juicio de los menos. El senado es elegido por ejemplo indirecto: los senadores no son elegidos por el pueblo, sino por los parlamentos de los estados ( la elección directa fue introducida en 1913…). Pero la elección indirecta del presidente representa un problema: La elección del Presidente a través del Congreso colisiona contra el principio de la división de poderes.
Wilson presentó una otra idea. Sí el pueblo no puede elegir directamente al presidente y tampoco el Congreso,quizás otro gremio puede rellenar el vació. La segunda propuesta de Wilson fue que el pueblo delegara en un colegio electoral de delegados elegidos, una asamblea de hombres honorables con el correspondiente patrimonio y reputación, que propiamente deberían tomar el proceso de elección. Este compromiso se aprobó. Pero este compromiso se tomó sobre la base de otro compromiso: en base a la proporción de esclavos. El número de delegados para el gremio electoral de varones no debería representar la cantidad de electores hábiles de cada estado federado, sino por el numero de sus diputados para la cámara de representantes. La representación de un estado para el gremio electoral de varones fue determinado por la norma para la representación parlamentaria -un diputado congresional por cada 40, 000 personas, para lo cual las personas esclavizadas contaban como tres quintos. El gremio electoral de varones fue una concesión a los esclavistas, que en la misma medida estuvo impregnada del cálculo matemático como político” ( Jill Lepore, La VERDADERA HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS)
La manipulación de los votantes estadouidenses por las dos mafias que se turnan en el gobierno yanqui
Aquí un testimonio histórico de HENRY KISSINGER en su texto Orden mundial, Reflexiones sobre el carácter de las naciones y el curso de la historia, Edición en formato digital: enero de 2016, original 2014, quien aquí ejerce de profeta del pasado, pero que tiene el valor de confesión de parte y de “profesia” cumplida”:
“Hasta ahora, la historia y la psicología occidentales han tratado la verdad como algo independiente de la personalidad y anterior a la experiencia del observador. Pero nuestra era está al borde del cambio en la concepción de la naturaleza de la verdad. Casi todos los sitios web contienen alguna clase de función de personalización basada en un rastreo de códigos de internet destinado a establecer los antecedentes y preferencias del usuario. Estos métodos quieren estimular a los usuarios a «consumir más contenido» [18] y, al hacerlo, quedar expuestos a más publicidad, que es lo que en última instancia sostiene la economía de internet. Estas orientaciones sutiles
concuerdan con una tendencia más amplia a manejar la comprensión tradicional de la elección humana. Los productos se ordenan y priorizan para ofrecer aquellos que a uno «le gustarían» y las noticias online se presentan como «las noticias que más le pueden interesar». [19] Dos personas diferentes que recurren a un mismo motor de búsqueda con la misma pregunta no necesariamente reciben la misma respuesta. El concepto de verdad es relativizado e individualizado: pierde su carácter universal. La información se presenta como si fuera gratuita. De hecho, el receptor paga por ella aportando datos que serán explotados por personas que no conoce, de maneras que luego configurarán la información que se le ofrezca.
Cualquiera que sea la utilidad de este enfoque en el ámbito del consumo, su efecto a la hora de decidir políticas puede resultar transformador. Las difíciles elecciones en las decisiones políticas siempre son solitarias. ¿Dónde, en un mundo de redes sociales ubicuas, encuentra espacio el individuo para desarrollar la fortaleza de tomar decisiones que, por definición, no pueden estar basadas en un consenso? El dicho de que los profetas no son reconocidos en su propia época es verdad en tanto operan más allá de la concepción convencional: eso es lo que los vuelve profetas. En nuestra era, el tiempo técnico de los profetas podría haber desaparecido. La búsqueda de
transparencia y conectividad en todos los aspectos de la existencia, al destruir la privacidad, inhibe el desarrollo de personalidades con la fuerza de tomar decisiones solitarias.
Las elecciones estadounidenses, sobre todo las elecciones presidenciales, representan otro aspecto de esta evolución. Se ha sostenido que en 2012 las campañas electorales tenían archivos sobre unas decenas de millones de votantes potencialmente independientes. Extraídos de las redes sociales, de archivos abiertos al público y de los registros médicos, estos archivos ofrecían un perfil probablemente más preciso que el que el propio involucrado hubiera podido hacer de memoria. Esto permitía a los responsables de las campañas elegir la tecnología más adecuada en cada caso: una visita personal de amigos ya afiliados (también encontrados vía internet), cartas personalizadas (extraídas de las redes sociales) o encuentros grupales.
Las campañas presidenciales están a punto de transformarse en competencias mediáticas entre operadores de internet. Lo que alguna vez fueron debates sustantivos sobre el contenido de la actividad del gobierno se reducirá a los candidatos convertidos en portavoces de un intento de marketing perseguido por medios cuya intrusividad habría sido considerada cosa de ciencia ficción apenas una generación atrás. El papel principal de los candidatos podría pasar a ser recaudar fondos en vez de elaborar programas.
¿El esfuerzo de marketing pretende expresar las convicciones del candidato, o
las convicciones que expresa el candidato son reflejo de una investigación de big data sobre probables preferencias y prejuicios de los individuos? ¿La democracia puede evitar evolucionar hacia un resultado demagógico basado en una apelación emocional a las masas, en vez de ser el proceso razonado que imaginaron los Padres Fundadores? Si la brecha entre las cualidades requeridas para la elección y las cualidades esenciales para ocupar el cargo se vuelve demasiado ancha, podría perderse ese conocimiento conceptual y ese sentido histórico que deberían ser parte de la política exterior, o el cultivo de estas cualidades podría ocupar tanto tiempo en el primer mandato de un presidente como para impedirle desarrollar su papel de liderazgo de Estados Unidos".
Gane quien gane en la farsa electoral, siempre con fraude de uno u otro, aplicará en lo fundamental los mismos lineamientos y objetivos estratégico del imperialismo yanqui para mantener su condición de superpotencia imperialista hegemonica única y gendarme contrarrevolucionario mundial, tal como ha sido con todos los presidentes de los Estado Unidos hasta la fecha, un testigo de parte lo testimonia así:
“Los doce presidentes de posguerra han reivindicado apasionadamente el papel
excepcional de Estados Unidos en el mundo. Todos han postulado, con
carácter de axioma, que el país está embarcado en una desinteresada lucha por
la resolución de los conflictos y la igualdad de todas las naciones, cuya
medida de éxito definitivo será la paz mundial y la armonía universal. [1]
Todos los presidentes de ambos partidos políticos han proclamado la
aplicabilidad de los principios estadounidenses al mundo entero(...) Lo que para otros países hubiera sido un mero floreo retórico ha sido presentado, en el debate estadounidense, como un modelo específico para la acción global”.
Traducimos toda la demagogia yanqui, con una sola frase: “la pax americana”. Objetivo imperialista que es un imposible histórico y político pues estamos en la ofensiva de la revolución proletaria mundial que barrerá con guerra popular al imperialismo y la reacción mundial de la faz de la Tierra.
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