La aparición de la Guardia Roja es una de las primeras consecuencias de la 11ª sesión plenaria. La Guardia Roja es una organización de masas que agrupa a los alumnos de bachillerato y universidades y algunos profesores, La Guardia Roja no nació bruscamente. Ya se ha señalado que su existencia se remonta al principio de las luchas en bachilleratos y universidades. Desde ese entonces, los alumnos y profesores revolucionarios habían formado grupos más o menos amplios que se dedicaban a criticar los métodos pedagógicos burgueses y aquellos que los aplicaban. Durante el período de los grupos de trabajo, ocurrió con frecuencia que estos núcleos revolucionarios fueron reducidos a una actividad semiclandestina, pues se les expuso a vivos ataques. Es probable que a su regreso a Pekín, a mediados de julio, Mao Tse-tung se haya interesado en establecer contacto con estos núcleos y los haya animado a perseverar en su actividad. El comunicado oficial de la 11ª sesión plenaria del Comité Central indicaba, en todo caso, que los representantes de estos grupos(1) asistieron a esta reunión que significó un obstáculo para la linea de Liu Shao-chi y Teng Siao-ping. A partir del 22 de agosto se generalizó la organización de estos grupos, tanto en Pekín como en todo el territorio de China. Se crearon núcleos en todos los establecimientos de enseñanza.
Uno de los reproches que se le hacían a la orientación adoptada por la práctica pedagógica, antes de la Revolución Cultural, era que desfavorecería a los alumnos de origen obrero y campesino. Éstos, por razones comprensibles, encontraban menos ayuda en su medio familiar para realizar sus estudios, cuyo carácter puramente intelectual y cortado de la práctica era ostensible. Por el contrario, los hijos de ex burgueses tenían que realizar menos esfuerzos para asimilar una enseñanza que, en múltiples aspectos, no se había liberado de la influencia de la pedagogía tradicional. Sin duda alguna, esto explica que los hijos de ex burgueses hayan sido bastante numerosos en las universidades y justifica la acusación contra los responsables de ciertos establecimientos de enseñanza en el sentido de que se habla adoptado una actitud discriminadora y hostil hacia los hijos de obreros y campesinos. Sólo estos últimos fueron autorizados a ingresar en la Guardia Roja, que practicó entonces la discriminación a la inversa.(2)
Estos jóvenes, muchachos y muchachas, que algunas veces han sido llamados “los pequeños generales”, aparecen entonces en gran número en las calles y en las escuelas. Se les reconoce por su brazalete de algodón rojo en el que se distinguen tres grandes caracteres de color amarillo que dicen Hong Wei Bing (Guardia Roja); otros caracteres de menor tamaño, colocados sobre el borde, indican el nombre de su destacamento y el del establecimiento al que pertenecen. Estos nombres se reproducen en grandes banderas rojas que los guardias portan cuando se en caminan en cortejo a sus reuniones. A veces llevan un uniforme de color caqui, pero ésa no es la regla general; otros llevan vestidos de algodón azul o gris. Como en China todo el mundo puede ir vestido de color caqui sin ser soldado, en realidad su único distintivo es el brazalete. Su edad varía entre los doce y los treinta años; los estudiantes de bachillerato entre doce y diecisiete años de edad constituyen el grueso de los núcleos. Asimismo, se crearon grupos revolucionarios en algunas oficinas y en ciertas fábricas en numero sin embargo limitado, y principalmente entre los alumnos de centros de aprendizaje técnico. Loas guardias rojos se organizaron en secciones agrupadas en destacamentos y, a escala provincial y municipal, establecieron progresivamente cuarteles generales. Este vocabulario no debe inducir a la creencia de que se trataba de una organización de tipo militar o paramilitar a pesar de lo que hayan dicho los periodistas extranjeros mal informados. Estos grupos eligían a sus jefes mediante elecciones, y la permanencia de dichos jefes podía ser revocada en cualquier momento por los electores. La disciplina y el sentido de organización no tenían, entre los guardias rojos, nada de militares y frecuentemente dejaron mucho que desear, lo que es comprensible debido a su inexperiencia. Hay que recordar que los guardias rojos nunca tuvieron permiso de llevar armas.
Notas:
(1) El texto utiliza el término “estaban presentes”. Tomando en cuenta los hábitos del régimen, eso significa que existían únicamente como observadores y que no participaban en las votaciones.
(2) Salvo algunas excepciones, puesto que estaba previsto que podían ser también guardias rojos los jóvenes que, sin ser de origen obrero o campesino, habían dado pruebas de poseer una elevada conciencia política y una firme posición revolucionaria.
Extraído del libro “Historia de la Revolución Cultural Proletaria en China” de Jean Daubier
El libro se encuentra en el blog: https://culturaproletaria.wordpress.com/2014/02/01/historia-de-la-revolucion-cultural-proletaria-en-china-jean-daubier/
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