A
las y los jóvenes de Oaxaca y México
A
las hijas y los hijos de la clase trabajadora
A
las hijas y los hijos de la montaña, la selva, el campo y la mar
Compañeras
y compañeros
La juventud
mexicana vive en medio de la más sanguinaria de las guerras, y esta es una
guerra reaccionaria montada desde arriba en contra de nuestro pueblo. Una
guerra reaccionaria e injusta que cobra la vida de decenas de miles de jóvenes
en las calles, plazas, pueblos y campos de este país.
Los carteles del
narco, los señores de la guerra, los que hacen leva de jóvenes; los que
deshojan nuestro futuro con feminicidios; los que acaban con nuestra energía,
nuestra salud, nuestra juventud y nuestra vida en trabajos extenuantes,
asfixiantes, rapaces y esclavizantes; los que trafican con nuestros órganos,
con nuestros cuerpos, con nuestra sexualidad; los que nos tratan como
ignorantes, como escoria, como ninis;
los que nos pretenden corporativizar sin derechos laborales y sindicales con
programas asistenciales de primer empleo (ahora llamados jóvenes construyendo futuro); los que nos quieren mediatizar y
alienar con modas, narcocultura, hipersexualización, cosificación, vicios,
degradación, deshumanización, etc. ¡Todos
ellos son todos lo mismo!
Son el viejo
estado. Es la ley (su ley), el orden (su orden), la fe (su fe), la moral (su
moral), la producción (su producción), la propiedad (su propiedad), la patria
(su patria).
Ante este
contexto de violencia inaudita, de guerra contra el pueblo, de represión y
terrorismo de estado, nuestra generación busca nuevas alternativas para alzar
la voz y hacerse escuchar.
Las compañeras
organizan la rabia feminista, destruyen vidrios, realizan pintas, hacen
marchas, se van al paro estudiantil, toman las calles.
Los compañeros
enfrentan a los aparatos represivos del estado, exigen democracia en sus
centros de estudio y de trabajo, hacen de cada consigna una bandera.
Pero la juventud
está peleando de forma dispersa y aislada entre sí. Divide sus agendas, las
vuelve temáticas, atomiza sus fuerzas ante el enemigo - que efectivamente es el
estado, el viejo estado de terratenientes y grandes capitalistas.
Las y los
jóvenes necesitamos reorganizar nuestras fuerzas, rediscutir nuestras agendas,
ordenarlas desde las reivindicaciones inmediatas hasta el programa estratégico
para nuestra propia emancipación. ¡Asumir
ésta como una lucha de clases!
Desde esa
lógica, más de 60 jóvenes pertenecientes a diversas organizaciones democráticas
de estudiantes y de trabajadores, nos hemos dado cita en el Primer
Encuentro Estatal “Juventud Democrática y Popular”, el cual hemos
realizado el pasado 15 de febrero en un lugar simbólico para la lucha
democrática de los pueblos de Oaxaca: la
Agencia Municipal Comunitaria de Santa Rosa Panzacola, un lugar enclavado
en el corazón mismo de la Ciudad donde el pueblo defiende su autodeterminación
y la voluntad popular sin partidos electoreros de la burguesía.
Así, a partir
del análisis de este contexto, de nuestras condiciones de vida, trabajo,
seguridad, salud y estudio ésta juventud democrática y popular declara:
I.
Que
es urgente superar el grado de dispersión, atomización y desunión que existe
entre las organizaciones democráticas y revolucionarias de la juventud, desde
los contextos urbano y rural, hasta estudiantil y laboral.
II.
Que
es preciso coordinar nuestras agendas temáticas en un solo programa democrático,
que ponga el acento en la defensa de los derechos de la juventud y los derechos
del pueblo, entendiendo que somos hijas e hijos de éste, y por tanto, nuestra
emancipación sólo será posible mediante una verdadera revolución popular que
barra con este viejo y podrido orden.
III.
Que
esto significa organizar científicamente nuestras fuerzas para ser la joven guardia del proletariado
revolucionario, entendiendo que precisamente el grado de descomposición de la
actual sociedad, la guerra reaccionaria, el patriarcado, la opresión, la
explotación, la cancelación de derechos, la moralinidad, los prejuicios
violentistas, etc. se desprenden de la condición semifeudal y semicolonial que
han gestado este capitalismo burocrático, oprimiendo al pueblo trabajador y la
juventud.
IV.
Que
en función de lo anterior, nuestra tarea en el momento actual consiste en unificar
nuestras fuerzas a partir de principios claros, para crear una sola y sólida
organización nacional de la juventud democrática, popular y revolucionaria, entendiéndonos
como la fuerza de choque para la revolución que este país necesita, y que no
puede ser otra que la Revolución de Nueva Democracia ininterrumpida hacia el
Socialismo como parte de la Revolución Proletaria Mundial.
De esta forma,
nos hemos reunido compañeras y compañeros provenientes de colonias populares
que luchan contra las grandes compañías inmobiliarias, de comunidades indígenas
en resistencia contra los megaproyectos imperialistas de despojo y muerte,
desde diversas escuelas del nivel secundario, medio superior y superior, de
sindicatos clasistas y democráticos que están peleando por mejorar las
condiciones laborales y los derechos sindicales.
Podemos decir
que nuestra generación está atendiendo el llamado de la historia, pues con este
Primer Encuentro nos alistamos para
darle un nuevo contenido a nuestras luchas en particular, unificándolas y
acercándolas a las luchas de la clase obrera (fuerza dirigente de la
revolución) y del campesinado pobre (fuerza principal de la revolución).
Nos estamos
formando en el espíritu del maoísmo que nos llama a servir al pueblo de todo
corazón, y desde esa perspectiva hemos acordado sumar nuestros esfuerzos a las
próximas jornadas de activismo y protesta que se desarrollaran a lo largo y
ancho del territorio oaxaqueño, ¡vamos a
luchar junto a nuestra clase, vamos a luchar por nuestra clase!
Así mismo, hemos
nombrado un Comité Promotor rumbo a la realización de un Campamento Nacional de
la Juventud Democrática y Popular el próximo verano, el cual estaremos
desarrollando los días 24, 25 y 26 de julio, en alianza con el campesinado pobre
que lucha por la tierra y en contra del latifundio, en una comunidad en
resistencia del sureste mexicano.
Desde esta
tesitura, nuestro Comité Promotor estará difundiendo esta declaración,
invitando a otras organizaciones juveniles y estudiantiles, debatiendo con
ellas y haciéndolas participes de las tareas de planeación y organización rumbo
al Campamento Nacional.
Las y los
jóvenes que nos hemos dado cita hemos concluido que debemos y podemos reforzar
esta tarea, que debemos y podemos impulsar un Campamento Nacional con
puntualidad, disciplina, deportes, cultura, arte, educación y por supuesto, la
clara ideología científica y revolucionaria del proletariado y los pueblos.
¡Joven Guardia, siempre en
guardia!
¡Por una línea clasista al interior
del movimiento estudiantil!
¡Servir al pueblo, de todo
corazón, tropas de combate de la revolución!
1ER ENCUENTRO ESTATAL “JUVENTUD
DEMOCRÁTICA Y POPULAR”