Reproducimos este artículo del Comité de Apoyo al Nuevo Brasil

Según reivindicaron campesinos del Área Tiago Campin dos Santos (Rondônia), ejecutaron a 6 bandidos que eran enemigos de los campesinos. El periódico A Nova Democracia informa:
“Según el portal «Acre 24 horas», seis personas murieron en el área Tiago Campin dos Santos, en el municipio de Nova Mutum Paraná, en Rondônia. Los nombres fueron divulgados por la policía, que dice estar investigando el caso. La policía lo trata como una «masacre» por disputa de tierras, pero los campesinos y campesinas del lugar lo reivindican como una acción de la «justicia popular decidida en la Asamblea Popular» para dar solución a los constantes e incesantes robos que el grupo realizaba en la localidad contra las masas campesinas.
El reportaje del portal de Acre dice que «los policías informaron que la región está marcada por la presencia de movimientos sociales, como la Liga de Campesinos Pobres (LCP)», y destacó que «la forma indica» que el acontecimiento tuvo «actuación de un grupo organizado».
Una campesina, residente del área Tiago Campin dos Santos que no quiso identificarse, relató al reportaje de AND que la Asamblea Popular, realizada el 2 de marzo, decidió por el justiciamiento de los elementos y que las masas se organizaron para ejecutar la decisión. Según ella, los bandidos fueron advertidos varias veces, en diversas Asambleas Populares, pero decidieron continuar con la práctica lesiva a las masas. Otro campesino, que prefirió no identificarse, informó al reportaje que el episodio no se trató de una disputa de tierras, sino de una «limpieza del área» realizada «por la justicia popular».
¿Qué es el Área Tiago Campin dos Santos?
La comunidad campesina resiste al cerco policial desde 2021. En esa ocasión, el gobierno de Jair Bolsonaro eligió a la LCP, que opera en el área, como el enemigo número uno de su gobierno y movilizó una tropa de 3.000 hombres contra la localidad. «LCP, prepárense, no quedará sin consecuencias lo que están haciendo. No hay espacio aquí para terroristas», dijo Bolsonaro en mayo de 2021, durante un evento político en Rondônia.
En ese momento, Rondônia era el epicentro de un momento agudo de la lucha por la tierra entre la LCP y los latifundistas locales. Más de mil familias campesinas de dos campamentos en Rondônia llevaban un año luchando contra una megaoperación policial organizada después de que dos policías militares que actuaban como pistoleros fueran asesinados en los alrededores del Área Tiago Campin dos Santos, en el norte de Rondônia. El cerco militar contra los campesinos de Tiago Campin dos Santos, en 2021, involucraba a policías de diferentes municipios e incluso de estados cercanos, tropas del Batallón de Operaciones Especiales (Bope) y latifundistas y pistoleros.
La inmensa tropa policial y militar, enfrentando la resistencia de los grupos campesinos de autodefensa, no pudo desalojar ni a un tercio de las familias, a pesar de la gran cantidad de recursos estatales invertidos. El viejo Estado se vio obligado, después, a restablecer a las familias desalojadas, en una victoria completa de la resistencia campesina.” (Traducción del Heraldo Rojo)
La Liga de Campesinos Pobres (LCP) de Brasil emitió un comunicado con fecha de 4 de marzo en el que trata el asunto. La LCP dice que los individuos “terminaron muertos cuando reaccionaron con las armas en la mano contra su expulsión de la comunidad por decisión de la Asamblea Popular» después de que “los habitantes, cansados y con la paciencia agotada ante tantos abusos, pidieron la expulsión de los bandidos de la comunidad con el uso de la fuerza si fuera necesario».
Heraldo Rojo también realiza una traducción:
“En un comunicado, la LCP informó que los individuos «terminaron muertos al reaccionar con armas contra su expulsión de la comunidad por decisión de la Asamblea Popular», y que eran conocidos por las «prácticas descaradas de robos a los pobladores de la comunidad, por amenazas e intimidación armada hacia ellos y asesinatos».
Antes de la expulsión, se advirtió varias veces a las personas que cesaran los abusos, pero continuaron con las prácticas reprobables. «Los pobladores, cansados y con la paciencia agotada ante tantos abusos, pidieron la expulsión de los bandidos de la comunidad con el uso de la fuerza si fuera necesario». En el momento de la expulsión, los bandidos intentaron reaccionar y terminaron muertos.
«Elementos como estos son personas degeneradas que no aceptan reglas colectivas mínimas y, en las comunidades que surgieron de la lucha por la tierra, que viven siendo hostigadas por sicarios y la policía, son utilizados por la misma policía, que a cambio de no ser detenidos en sus fechorías, actúan como sus informantes y hasta como provocadores para desintegrar, desmoralizar y desorganizar a estas masas que siempre están en lucha en defensa de sus derechos. Una situación que no se puede resolver apelando a quienes solo practican la opresión, la violencia, la brutalidad y todo tipo de abusos contra estas masas».
«Está claro que la razón de la decisión violenta de las masas allí, que viven del trabajo duro bajo el sol abrasador para sobrevivir, resulta de la experiencia de la violencia sistemática contra ellas por parte de los pistoleros y los aparatos represivos del viejo Estado, ambos como matones del latifundio. Demostraremos, una vez más, los crímenes de todo tipo contra estas masas empobrecidas, practicados principalmente por la Policía Militar, cuyos miembros se prestan al papel de guaxebas (pistoleros) de los terratenientes. Tantos crímenes y abusos que ya han encallecido a los campesinos con tanta cobardía proveniente de los latifundios y de los órganos de este viejo estado genocida. Por lo tanto, ninguna de estas masas confía en nada, en absoluto, por parte de la policía o de un sistema de justicia, en el que se sabe que gran parte de los jueces son compinches del latifundio.” dice la LCP, que también contextualiza el hecho de que el nombre de la zona Tiago Campim dos Santos (TCS) es un homenaje a los campesinos Tiago y Ademar Ferreira, asesinados en la lucha por la tierra en la comunidad de Dois Amigos, al lado del TCS.
La nota también dice que fue precisamente la represión desatada contra la TCS, los asesinatos y detenciones de campesinos, lo que «dificultó el avance de la organización de las masas en la zona, debilitó su dirección» y «favoreció a elementos degenerados para infiltrarse en la comunidad aprovechándose de la situación y, a través de relaciones de parentesco y otros lazos personales, y con esto, comenzó a suceder lo que no había sucedido desde la formación del Campamento TCS: el robo de las pertenencias de los residentes, asesinatos y otros abusos practicados por estos elementos degenerados que se movían todo el tiempo armados».
«favoreció a elementos degenerados para infiltrarse en la comunidad aprovechándose de la situación y, a través de relaciones de parentesco y otros lazos personales, y con esto, comenzó a suceder lo que no había sucedido desde la formación del Campamento Tiago Campin dos Santos: el robo de las pertenencias de los residentes, asesinatos y otros abusos practicados por estos elementos degenerados que se movían todo el tiempo armados».
Aun así, las masas avanzaron en la organización del campamento, con «el crecimiento de la producción local, la lucha de la Asociación y otros comités de trabajo ha sido para reorganizar la logística del área colectiva, Vila Alípio de Freitas, en un centro de salud, escuela, de la Asamblea Popular y las actividades de organización de la seguridad local, de las mujeres del MFP, de la Comisión de Educación para garantizar la Escuela en el lugar para niños, jóvenes y adultos, mejoras en el Centro de Salud, en la promoción de fiestas, esparcimiento y deportes, actividades culturales y la ampliación de obras públicas para abrir muchos caminos, mejoramiento de líneas, transporte e incremento del comercio local». «Sin embargo, las acciones de estos bandidos crearon una situación insoportable para las familias, que ya estaban cansadas y pidieron que se celebrara la Asamblea para discutir y dar una solución».
La LCP concluye la nota diciendo que «estamos a favor de la democracia popular en todos los niveles de organización de masas y basada en los principios del centralismo democrático y el método de investigación y dirección en el trabajo entre las masas, de partir de las masas para las masas, de la práctica de la crítica y la autocrítica, de vincular lo general con lo particular y la dirección con la base. En cuanto al tratamiento de las contradicciones en el seno del pueblo, es decir, de las contradicciones de naturaleza no antagónica, estamos a favor de la solución poniendo los problemas sobre la mesa, discutiéndolos y encontrando la solución convenciéndolos de lo que es justo y correcto. Hacemos un llamado a que los pequeños delitos entre el pueblo sean tratados usando advertencias y reeducación de quienes los cometen, a través del trabajo colectivo, el estudio y medidas disciplinarias leves, como la pérdida del derecho de voto en las decisiones por un período determinado y la expulsión temporal del organismo en el que se participa, variando la intensidad de la medida según el grado de responsabilidad que se haya investido y el nivel del cuerpo que sea miembro en la estructura de gestión. En los casos de delitos contra las masas, la medida es la expulsión de la organización, si le corresponde, y de la comunidad misma. Todo el trabajo educativo se basa en la ideología y fraternidad revolucionaria y colectivista y en el sentido de justicia entre todos los hombres y mujeres de la organización y la comunidad. En correspondencia con esto, trabajamos en la educación de todos para que todas las decisiones, especialmente las que involucran situaciones y problemas de extrema gravedad, se tomen colectivamente, dentro del ámbito y nivel de organización y de acuerdo con los principios, programa, línea y métodos de la LCP, es decir, democráticas y racionales».
Y continúan: «Así como los errores son inevitables en general, también hay situaciones generadas por una fuerte indignación de las masas que son asaltadas por una fuerte conmoción que lleva al desbordamiento de la violencia, frente a la cual, si bien estamos para que todas las decisiones se tomen con el máximo de racionalidad y menos movidas por sentimientos y emociones, Situaciones que en su mayoría son impulsadas por grandes resentimientos acumulados a lo largo del tiempo, la situación de las masas explotadas y oprimidas, no las condenamos, al contrario las apoyamos, reconociendo sus motivos y razones. En vista de lo que entendemos de la necesidad de elevar el nivel de participación política, de conciencia de esta participación y de la organización de las masas».
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