domingo, 20 de noviembre de 2022

India: Los orígenes de la revolución naxalita

Nota V.O. : Publicamos a continuación un fragmento del libro «Ocho Documentos de Charu Mazumdar» (pág. 5-8) donde se explica los antecedentes que desencadenaron la revolución naxalita a finales de los años 60. Revolución que ha ido creciendo y progresando a lo largo de décadas, actualmente controlando cerca del 20% del territorio de la India y teniendo influencia sobre una tercera parte.

«…El gobierno del Congreso ha arrestado a mil comunistas durante el último mes. La mayor parte de la dirección central y provincial está hoy en la cárcel. Gulzarilal Nanda ha anunciado que no va a aceptar el veredicto del electorado (y no lo ha hecho), y ha empezado a contar historias absur­das sobre la guerra de guerrillas. Esta ofensiva contra la democracia ha comenzado a causa de la crisis interna e internacional del capitalismo. El gobierno indio ha ido convirtiéndose en el princi­pal socio político de la expansión de la hegemonía del imperialismo norteamericano en el mundo. El objetivo principal del imperialismo norteameri­cano es el establecimiento en la India de la base principal reaccionaria en el sudeste de Asia.

La burguesía india es incapaz de encontrar una manera de resolver su crisis interna. La eterna crisis alimentaria, su creciente nivel de precios, están creando obstáculos para el Plan Quin­quenal, y como resultado de ello, no hay otro camino para la burguesía india para salir de esta crisis que importando más y más capital imperia­lista anglo-estadounidense. Como consecuencia de esta dependencia del imperialismo, la crisis interna del capitalismo no puede sino aumentar día a día. La burguesía india no ha sido capaz de encontrar ninguna solución, salvo acabar con la democracia, bajo las órdenes del imperialismo norteamericano y su crisis interna. Había órdenes imperialistas detrás de estas detenciones, ya que el jefe estadounidense de la policía (MacBright) se encontraba ya en Delhi durante la detención de los comunistas, y las detenciones masivas tuvieron lugar sólo después de conversar con él. Acabando con la democracia se acaba con cualquier posibi­lidad de acabar con la crisis, por lo que la bur­guesía India no podrá encontrar ninguna forma de solventarla. Cuanto más dependa el gobierno del imperialismo, más incapaz será de resolver su crisis interna. Cada día que pasa, el descontento popular aumenta, y cada día que pasa, el conflicto interno de la burguesía no puede sino aumentar.

El capital imperialista exige la detención de los comunistas como condición previa antes de inver­tir, por lo que también quiere una solución tem­poral del problema alimentario. Para resolver esta crisis alimentaria, son necesarias algunas medidas para detener el comercio y la especulación en los alimentos, y es por esto que los controles son necesarios. En un país con una economía atrasada como la India, estos controles siempre se enfren­tan a la oposición de un gran sector. Este conflicto de la burguesía no es fundamentalmente un con­flicto entre capitalistas monopolistas y la burgue­sía nacional. Este conflicto es sobre todo entre la comunidad comercial y los empresarios mono­polistas. En un país con una economía atrasada, el comercio de alimentos y productos de primera necesidad es inevitable para la creación de capital y los controles crean obstáculos en la creación de este capital, y en consecuencia, el conflicto interno toma la forma de una crisis interna. India es un país enorme. No es posible dominar a los 450 millones de habitantes de este país siguiendo una política de represión. No es posible para ningún país imperialista asumir una responsabilidad tan grande. El imperialismo americano esta firmando su propia muerte al mantener su compromiso con los países del mundo a los que aseguró ayudar. Mientras tanto, una crisis industrial se ha desarro­llado en Estados Unidos. Se puede observar a par­tir de las mismas palabras del Presidente Johnson de que el número de desempleados está aumen­tando en el país. Según el comunicado oficial, cuatro millones de personas están completamente paradas, 35 millones de personas están semi-pa­radas y también en las fábricas el semi-desempleo continúa. Así que el gobierno de la India no podrá suprimir el descontento creciente de la población. Este ataque a la democracia va a transformar ine­vitablemente el descontento del pueblo en luchas. Se puede observar algún indició de la forma que tomarán los movimientos de protesta en el futuro en el movimiento por la lengua de Madras. Así, la época que viene no es sólo una época de grandes luchas, sino también una época de grandes vic­torias. El Partido Comunista por lo tanto tendrá que asumir la responsabilidad de liderar las luchas revolucionarias del pueblo en la época que se ave­cina, y seremos capaces de desempeñar con éxito esta responsabilidad sólo cuando hayamos sido capaces de construir la organización del Partido como una organización revolucionaria…»

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