Los habitantes de la región de Jammu y Cachemira no
tienen acceso a internet desde que el 5 de agosto el gobierno de India
liquidó la autonomía.
En agosto del año pasado Forbes dijo que de enero de 2016 a mayo de 2018 India fue el país con más cortes de acceso a internet en el mundo. Un año y medio después, la situación no ha cambiado. Los cortes de acceso a internet por parte del gobierno son cada vez más frecuentes y duraderos a medida que pasan los meses.
India fue una colonia británica hasta 1947, un ejemplo del “divide et impera”. Los colonialistas la partieron entre musulmanes (Pakistán, Bangladesh) e hindúes (India), pero Cachemira quedó enmedio: era musulmana pero se incluyó dentro de India, más un pedazo adjudicado a China.
A la región se le concedió autonomía, a expensas del resultado de un referéndum que nunca se organizado. El resultado fue una guerra con decenas de miles de muertos.
El 5 de agosto de este año el gobierno de Modi liquidó la autonomía y cortó el acceso a internet de la población para evitar un levantamiento popular. Hoy Cachemira es una de las áreas más militarizadas del mundo y, además, ha quedado aislado del mundo digital. Aunque la red de telefonía fija y móvil se ha restaurado, el acceso a internet sigue siendo intermitente.
Como consecuencia de ello las comunicaciones a través de WhatsApp se han cortado y como las cuentas de dicha red que permanecen inactivas durante 120 días se eliminan automáticamente, los usuarios se han quedado incomunicados, según informó The Verge a principios de diciembre.
En Srinagar, la capital del Estado, el ayuntamiento han establecido centros de acceso a internet para ayudar a los estudiantes a inscribirse en las competiciones escolares, pero sólo hay cuatro ordenadores conectados a internet por cada millón de personas en cualquier lugar, según el Washington Post.
Cada día, a las 8:15 de la mañana, centenares de personas se agolpan en un tren de Srinagar a un pueblo a unos 110 kilómetros de distancia para intentar conectarse a internet. Tienen que hacer el viaje de ida y vuelta en el mismo día.
Los cortes afectan a los estudiantes y al resto de la población: comerciantes, periodistas, médicos… Muheet Mehraj, el fundador de Kashmir Box, no puede procesar ningún pedido y evalúa sus pérdidas en 429.000 dólares. El urólogo Omar Salim no puede consultar sus diagnósticos con sus colegas.
La censura digital dura ya cuatro meses. El Ministro de Asuntos Exteriores de India, Subrahmanyam Jaishankar, justificó la censura como un medio para interrumpir las actividades de los grupos militantes a los que el gobierno de India acusa de contar con el apoyo de Pakistán, pero después de cuatro meses la excusa ya no vale, dice el Washington Post.
Pramila Jayapal, una congresista estadounidense nacida en India, presentó una resolución a principios de diciembre para levantar los cortes.
Los apagones digitales han ido en aumento en los últimos años. En Cachemira se han registrado 55 cortes en 2019, en comparación con sesenta y cinco en 2018, treinta y dos en 2017 y diez en 2016, según el internet Shutdown Tracker.
Desde 2012 el gobierno indio bloquea las redes sociales para impedir las manifestaciones y protestas. El número de cortes se ha disparado: 5 en 2013, 6 en 2014, 14 en 2015, 31 en 2016, 79 en 2017 y 134 en 2018.
En los últimos 12 meses se han realizado 93 cortes.
En agosto del año pasado Forbes dijo que de enero de 2016 a mayo de 2018 India fue el país con más cortes de acceso a internet en el mundo. Un año y medio después, la situación no ha cambiado. Los cortes de acceso a internet por parte del gobierno son cada vez más frecuentes y duraderos a medida que pasan los meses.
India fue una colonia británica hasta 1947, un ejemplo del “divide et impera”. Los colonialistas la partieron entre musulmanes (Pakistán, Bangladesh) e hindúes (India), pero Cachemira quedó enmedio: era musulmana pero se incluyó dentro de India, más un pedazo adjudicado a China.
A la región se le concedió autonomía, a expensas del resultado de un referéndum que nunca se organizado. El resultado fue una guerra con decenas de miles de muertos.
El 5 de agosto de este año el gobierno de Modi liquidó la autonomía y cortó el acceso a internet de la población para evitar un levantamiento popular. Hoy Cachemira es una de las áreas más militarizadas del mundo y, además, ha quedado aislado del mundo digital. Aunque la red de telefonía fija y móvil se ha restaurado, el acceso a internet sigue siendo intermitente.
Como consecuencia de ello las comunicaciones a través de WhatsApp se han cortado y como las cuentas de dicha red que permanecen inactivas durante 120 días se eliminan automáticamente, los usuarios se han quedado incomunicados, según informó The Verge a principios de diciembre.
En Srinagar, la capital del Estado, el ayuntamiento han establecido centros de acceso a internet para ayudar a los estudiantes a inscribirse en las competiciones escolares, pero sólo hay cuatro ordenadores conectados a internet por cada millón de personas en cualquier lugar, según el Washington Post.
Cada día, a las 8:15 de la mañana, centenares de personas se agolpan en un tren de Srinagar a un pueblo a unos 110 kilómetros de distancia para intentar conectarse a internet. Tienen que hacer el viaje de ida y vuelta en el mismo día.
Los cortes afectan a los estudiantes y al resto de la población: comerciantes, periodistas, médicos… Muheet Mehraj, el fundador de Kashmir Box, no puede procesar ningún pedido y evalúa sus pérdidas en 429.000 dólares. El urólogo Omar Salim no puede consultar sus diagnósticos con sus colegas.
La censura digital dura ya cuatro meses. El Ministro de Asuntos Exteriores de India, Subrahmanyam Jaishankar, justificó la censura como un medio para interrumpir las actividades de los grupos militantes a los que el gobierno de India acusa de contar con el apoyo de Pakistán, pero después de cuatro meses la excusa ya no vale, dice el Washington Post.
Pramila Jayapal, una congresista estadounidense nacida en India, presentó una resolución a principios de diciembre para levantar los cortes.
Los apagones digitales han ido en aumento en los últimos años. En Cachemira se han registrado 55 cortes en 2019, en comparación con sesenta y cinco en 2018, treinta y dos en 2017 y diez en 2016, según el internet Shutdown Tracker.
Desde 2012 el gobierno indio bloquea las redes sociales para impedir las manifestaciones y protestas. El número de cortes se ha disparado: 5 en 2013, 6 en 2014, 14 en 2015, 31 en 2016, 79 en 2017 y 134 en 2018.
En los últimos 12 meses se han realizado 93 cortes.
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